capitulo 4

Carlos: No puedes irte.

Selene: ¿Por qué? No quiero formar parte de esta locura. Tengo que irme, aún estoy a tiempo. Mi madre aún no debe haber despertado. Aún puedo volver a casa y fingir que nada de esto pasó.

Carlos: Claro que no. Aunque te vayas de aquí, tu transformación será inevitable. Es mejor que te quedes aquí a que te vayas a tu casa. Por lo que tengo entendido, tu madre es humana, así que si en algún momento llegas a perder el control, ya no habrá nada que te detenga y terminarías matándola.

Selene: ¡Yo nunca le haría daño!

Carlos: Eso no lo sabemos. Cuando tenemos nuestra transformación, cualquier cosa puede hacernos enojar, especialmente el primer día.

Desconocido: ¡Ya es hora! Es el momento de que nuestros jóvenes por fin lleguen a su madurez y se vuelvan uno con nosotros.

En ese momento, todo mi cuerpo empezó a temblar. Ya era demasiado tarde. Luego de que ese hombre hablara, mi cabeza empezó a doler. Sentía como si me estuvieran arrancando el alma; era un dolor agonizante. Simplemente me tiré al suelo. No podía ni siquiera hablar o pedir ayuda. Escuchaba y sentía cómo mis huesos crujían, se rompían y cambiaban. De un momento a otro, cerré mis ojos y cuando los volví a abrir, estaba en cuatro patas y llena de pelaje. Intenté ver a mi alrededor, y las personas que estaban dentro del círculo conmigo también se habían convertido en lobos. En ese momento, yo simplemente me quedé en shock cuando escuché:

Irina: Hola, es un placer conocerte. Mi nombre es Irina.

No podía creer lo que estaba pasando. No sabía de dónde venía la voz y pregunté:

Selene: ¿Quién eres y dónde estás?

Irina: Soy tu lobo.

Selene: Esto no es posible. Debo estar drogada. Tal vez me dieron algo, puede que esté drogada.

Irina: Claro que no. Te acostumbrarás con el tiempo.

Selene: ¿Acostumbrarme a qué? ¿A toda esta rareza?

Irina: A nuestra nueva vida, claro. Ya que debemos vivir aquí.

Selene: ¿De qué hablas? Yo no viviré aquí. Me iré a casa.

Irina: ¿A casa? Pero se supone que nuestra casa está con nuestra manada. Además, debemos entrenar mucho y ellos, como son hombres lobo, pueden ayudar.

Selene: ¿Entrenar, pero para qué?

Irina: Verás, lo que pasa es que nosotras somos Omega y a pesar de eso, debemos esforzarnos mucho para ser fuertes.

Selene: ¿Omega?

Irina: Sí, por lo general los omegas son débiles, pero tú y yo debemos entrenar mucho para poder lograr ser muy fuertes. Así no tendremos que depender de ningún Alfa.

De verdad no estoy entendiendo nada de lo que está pasando. Hace cinco minutos era una persona común y corriente y ahora soy un lobo, un Omega. ¿Qué está pasando? ¿Qué hice para que me pasara esto?

Irina: Nada. No es tu culpa nacer así.

Selene: ¿Estás oyendo mis pensamientos?

Irina: Sí. Al fin y al cabo, estoy dentro de ti. Somos como una sola persona. También puedo ver tus recuerdos y sentir muchas cosas.

Kira: Selene, lo lograste. ¿Te dolió mucho?

Selene: Me dolió muchísimo. Ahora, ¿me quedaré como un perro para siempre?

Kira: ¿Cómo? ¿Tu lobo no te explicó cómo volver a tu forma humana?

Selene: No. La persona que está dentro de mi cabeza se la pasa hablando estupideces.

Kira: Sabes, no deberías insultarla. Puede enojarse y eso no sería muy bueno para ti.

Selene: Mira, ayúdame. Ya no quiero seguir convertida en un perro.

Kira: Primero y principal, no somos perros, sino lobos. Y segundo, eso es algo que solo debes pedirle a tu lobo. Sería algo difícil de explicarte. Lo mejor sería que le dieras el control a tu lobo y así él se convierte en humano, ¿no lo crees? Por cierto, ¿cómo se llama?

Selene: ¿Que le diera el control? ¿Cómo puedo hacer eso?

Irina: Tú solo relájate, yo tomaré el control y regresaremos a la forma humana. Luego de eso, podrás tomar el control nuevamente si quieres.

Selene: ¿Relajarme? ¿Dolerá?

Irina: Sí, dolerá un poco, pero no te preocupes. Luego de que nuestro cuerpo se acostumbre al cambio de forma, todo será más fácil.

Selene: Está bien, pero que sea rápido.

Irina: Okay.

Empecé a respirar y a calmarme cuando de repente sentí que perdía el control de mi cuerpo y alguien más lo tomaba. Volví a sentir lo mismo: mis huesos crujían y sentía cómo mi cuerpo se estremecía del dolor. Cuando pude ver lo que estaba pasando, me di cuenta de que había vuelto a mi forma humana. Kira estaba enfrente de mí y ella también se había convertido en humano, pero había algo diferente en ella: sus ojos eran de un color rojo, un rojo muy intenso. En ese momento, me pregunté qué le estaba pasando.

Irina: Lo que pasa es que su lobo tomó el control de su cuerpo, al igual que yo del tuyo.

Selene: ¿Pero por qué cambia el color de sus ojos?

Irina: Es como una forma de decir que su lobo está presente. Lo mismo pasa con nosotras, pero con una diferencia: nuestros ojos no son rojos, sino azules, un color azul muy brillante. Lo que significa que originalmente no somos de esta manada.

Desconocido: Hola, mi nombre es Kiara. Soy el lobo de Kira. Es un placer conocerlas. ¿Cómo se llaman?

Irina: Mi nombre es Irina. Es un placer conocerlas personalmente.

Kiara: Tienes un aroma muy dulce, eres una Omega.

Irina: Sí, y por lo visto, tú eres una Alfa.

Kiara: Efectivamente, soy una Alfa. ¿Y de qué manada eres? No perteneces a la manada Luna Sangrienta como nosotras. ¿De dónde eres?

Irina: La verdad, no lo sé.

Selene: ¡Déjame salir!

Irina: Sabes, te vendría bien decir "por favor" y "gracias" de vez en cuando.

Selene: Lo diría, pero estoy bastante estresada en este momento. Sigo analizando tantas cosas que mi mente está a punto de colapsar.

Irina: Está bien, te daré el control. Fue divertido tomarlo por un rato, deberíamos volver a hacerlo algún otro día.

En ese instante volví a tomar el control de mi cuerpo y me dirigí hacia donde estaba Kira. Me di cuenta de que el color de sus ojos ya había vuelto a la normalidad. Por lo que había entendido, si sus ojos son rojos, Kiara tiene el control; pero si sus ojos vuelven a la normalidad, Kira es la que está al mando.

Selene: Kira, ¿puedes explicarme de qué se trata esto? ¿Cómo que no pertenezco a tu manada? ¿Cuántas manadas existen?

Kira: Sí, efectivamente no perteneces a mi manada originalmente. Tus ojos, cuando tu lobo está presente, son azules, mientras que los de nosotros son rojos. Puedes comprobarlo si quieres: todos los de nuestra manada, cuando sus lobos tienen el control, sus ojos se vuelven rojos. En cambio, los tuyos azules. Por lo tanto, tu padre no debe ser de esta manada.

Selene: ¿Significa que me echarán?

Kira: Por supuesto que no. Al fin y al cabo, no tendrás la sangre de nuestra manada, pero ahora eres parte de ella. Si te dejamos ir, ¿a dónde irás? No puedes volver a tu casa con tu madre.

Selene: ¿Tú crees que sea una mala idea que yo vuelva a casa?

Kira: Sí. Si tu madre te hace enojar, Irina podría tomar el control y cuando nuestros lobos toman el control tienden a ser demasiado violentos. Tu madre es humana, por lo tanto, no podría defenderse. Y de vez en cuando te tocará ir a cazar, ¿cómo le explicarías eso a tu madre? Que debes ir a mitad del bosque a matar animales para comer. Lo mejor sería que te quedaras en nuestra manada.

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