una hija más

Selene: Pero, ¿qué pasaría con mis estudios? ¿Significa que no podría volver a la escuela?

Kira: No te preocupes, aquí en la manada hay una escuela. Podremos estudiar aquí.

Selene: Si en tu manada tienen escuela, ¿por qué fuiste a estudiar afuera?

Kira: Porque mis padres querían que socializara más con los humanos y entendiera mejor su forma de ser.

Selene: Entiendo.

Desconocido: ¿Eres Selene, verdad? Es un placer conocerte. Kira nos ha hablado mucho sobre ti.

Selene: Sí, soy yo. Pero, ¿quién es usted?

Kira: Selene, él es mi padre, Héctor. Es el Alfa de la manada Luna Sangrienta.

Selene: Es un placer conocerlo.

Héctor: Veo que eres una Omega.

Selene: Sí, así es.

Héctor: Ya hablé con las mucamas y prepararon una habitación para ti. Te quedarás en nuestra mansión.

Selene: No es necesario que se preocupe por mí. Yo puedo encontrar otro lugar, no lo sé, en un hotel o...

Kira: ¡Estás jugando, verdad! Eres mi amiga y no te quedarás en un hotel. Te quedarás en casa con nosotros. Nada malo te pasará, no te preocupes. Y además, no tienes dinero para pagar uno.

Selene: Es cierto.

Héctor: No te preocupes por el dinero, eso es lo de menos. Mientras estés en la manada, te cuidaremos como un miembro de esta. Ya que como no posees una manada, podremos acogerte.

Selene: Señor Héctor, ¿usted sabrá quién es mi padre? Es que parece que todos ustedes saben más de mi vida que yo. Si mi madre es humana, significa que mi padre debe ser un lobo, ¿no? No es posible que dos humanos den a luz a un lobo.

Héctor: Es cierto, pero no, no sé quién es tu padre. Simplemente sabíamos que eras un lobo como nosotros por tu olor, pero la verdad es que me sorprende que no hayas podido detectar el nuestro. Aun no teniendo experiencia, deberías haber podido reconocer que no todas las personas olían igual. Tu caso es bastante extraño.

Selene: ¿Mi caso? ¿A qué se refiere? Creo que Carlos también mencionó algo sobre eso.

Kira: Selene, lo que pasa es que es algo muy extraño que tú no pudieras sentir los olores de las personas. Incluso era como si fueras una simple humana, no tenías más fuerza que nadie, eras débil. Es algo bastante extraño. Aun siendo mitad lobo, desde pequeños demostramos más fuerza y nuestros olfatos son más agudos que los de los humanos. La verdad fue muy difícil descubrir que tú eras un lobo, ya que no presentabas ninguna capacidad especial, simplemente olías como uno. Es como si alguien intentara ocultar tu existencia.

Héctor: Mi hija tiene razón. Cuando nuestros niños son aún pequeños, demuestran tener más fuerza que los humanos y sus olfatos son agudos. No es algo normal que tú no hayas podido detectarlo. Dime, ¿sientes que tu olfato es más agudo que antes?

Selene: La verdad es que sí. He estado oliendo cosas raras desde que me convertí en lobo. Por ejemplo, Kira, ella huele como a chocolate amargo con cerezas.

Héctor: Ya veo, por lo menos lo que sea que te hayan hecho ya perdió su efecto.

Desconocido: Mi amor, ya debemos volver a casa.

Héctor: Sí, ya vamos. Ven, acércate, quiero que conozcas a Selene.

Desconocido: Es un placer. Mi nombre es Emily. Soy la esposa de Héctor y la Luna de la manada Luna Sangrienta. Nuestra hija Kira ha hablado mucho sobre ti.

Selene: Por lo visto a Kira le gusta mucho hablar sobre mí.

Emily: Sí, la verdad es que eres la primera amiga que se refiere a ella como "tú". Usualmente, los hijos de los alfas son muy respetados en la manada, por eso es muy difícil que tengan un amigo que los trate como iguales. Por esa razón es que mi Kira te quiere tanto.

Kira: Creo que ya deberíamos irnos, se está haciendo muy tarde y tengo hambre, y lo más seguro es que Selene también. Deberíamos ir a comer en vez de estar hablando aquí de ridiculeces.

Héctor: Es cierto, yo también tengo hambre. Vayamos a casa, mi amor.

Emily: Por supuesto. Ya la comida está lista. Los únicos que faltan por ir a comer somos nosotros. Deberíamos ir antes de que los muchachos se desesperen y se coman todo.

Kira: Es cierto. Selene, vamos, esos muertos de hambre nos dejarán sin comida.

En ese momento, Kira me tomó del brazo y salimos corriendo directo a la casa. Percibía unos olores muy exquisitos, lo cual era extraño ya que era algo muy difícil que de afuera se sintiera el olor tan claramente de la comida que estaba en el comedor. En el momento que entramos al comedor, me di cuenta de que Kira tenía bastante familia. Había alrededor de unas seis personas sentadas en la mesa.

Kira: Selene, mira, ellos son todos mis hermanos.

Selene: ¿Todos tus hermanos? Tus padres se la mantienen muy ocupados, ¿verdad?

Kira: Sí, pero bueno, te los presento. Él es el mayor, Carlos. Los segundos, Adriel y Thais. El tercero, Edgar, y la número 5 sería Sofía. Es menor que yo, por eso es la número cinco. Yo soy la número cuatro.

Selene: ¿Cómo me los estás presentando? ¿En el orden en que tu madre los dio a luz?

Kira: Sí, así es más fácil de presentarlos y sabrás en qué orden van.

Selene: Hablas como si fueran una serie y tuviéramos que verla del capítulo 1 al 6.

Carlos: Tomen asiento de una vez, me estoy muriendo de hambre y no esperaré por nadie más. Si se quedan ahí simplemente viéndonos, las dejaremos sin comida.

Kira: No digas eso.

Edgar: Dios, me estoy muriendo de hambre, siéntense de una vez.

Kira: ¡Está bien! Dios, ¿cómo fastidian? ¿Acaso no tienen nada bueno que hacer?

Thais: No. A diferencia de ti, no tenemos a alguien a quien acosar.

Selene: ¿Acosar?

Adriel: Pero qué mala educación tenemos. Es un placer conocerte, Selene. Nuestra hermana Kira ha hablado mucho de ti, incluso llegamos a pensar que es tu novia.

Selene: Pero no somos novias, a mí me gustan los chicos. Solamente somos amigas.

Kira: ¿Cómo se atreven a decir semejante estupidez? Lo que pasa es que están celosos porque no tienen una amiga tan linda como la mía. Ustedes no tienen amigas porque cada vez que alguien se les acerca se la quieren coger.

Adriel: ¡Eso no es verdad! Yo tengo muchas amigas.

Thais: Tus putas no cuentan como amigas, hermano.

En ese momento, todos empezaron a reírse.

Héctor: Ya es suficiente, déjense de sus estupideces y compórtense. Háganme el favor y respeten. Adriel, no te creas que como muchas muchachas de la tribu caen en tus redes, Selene también lo hará. Si me llego a enterar que le pusiste aunque sea un dedo encima, tendremos muchos problemas.

Adriel: ¿De qué estás hablando? ¿A qué te refieres con eso?

Emily: Lo que pasa es que siempre haces lo mismo. Actúas como si las muchachas no te importaran y de un momento a otro intentas meterles mano. Te aconsejo que no intentes hacerlo con ella, ya que de ahora en adelante será parte de nuestra familia.

Adriel: ¿Cómo así que parte de nuestra familia?

Héctor: Selene de ahora en adelante no tiene un hogar al cual volver. Su madre es humana y no podrá controlarla. Por lo tanto, como no tiene una manada, se quedará con nosotros. La acogeremos como una hija más, así que, como su hermana, deberán protegerla.

Thais: ¡Qué bueno! Una hermana más. Ojalá no te gusten las estupideces como a estos idiotas.

Selene: ¿Estupideces?

Thais: Lo que pasa es que yo nunca he tenido una hermana femenina. Kira se la pasa todo el día queriendo jugar a las luchitas con los muchachos. La verdad, espero que seas una hermana más femenina que Kira, así podremos ir al spa, de compras, ir al cine. Sería muy divertido.

La verdad me sorprendió mucho que alguien quisiera hacer ese tipo de cosas conmigo. Al escuchar que me convertiría en una hija más, me sentí muy nerviosa de que nadie me aceptara, ya que era cierto, ya no tenía un hogar al cual volver. Pero me equivoqué mucho. En la cena, el único que estaba con cara de amargado era Adriel. En cambio, todos los demás me trataban muy bien y ya estaban pensando qué hacer conmigo al día siguiente. Thais dijo que me llevaría de compras, mientras Carlos dijo que me llevaría a conocer la manada y me entrenaría, ya que como omega necesitaba defenderme. Sofía me preguntó si quería tomar el té con ella y sus muñecas. Es una niña muy adorable. Nunca había tenido una hermana pequeña, pero aun así, no importa qué tan bien intenten hacerme sentir, me siento muy triste por mi madre. Debe estar muy preocupada por mí. Me pregunto si algún día podré sentir este lugar como mi hogar.

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