4.- "Viaje de negocios".

Después de los meses que han pasado viviendo bajo el techo de Jake y soportando su mal humor, me había dado por vencida, en muchas ocasiones intenté escapar de su sombra, pero me fue imposible, él era un hombre de mucho poder en la ciudad y yo no tenía a quien más recurrir.

Una sola ocasión se me ocurrió buscar a Dafne como manera de escape, pero solo se negó a darme la cara y dándome a entender que nuestra amistad se había terminado.

Las veces que pensé que había escapado de las garras de ese hombre fue solo hipotético porque al día siguiente lo tenía frente a mí con su rostro sombrío y donde a manos de él pude conocer el infierno en carne propia.

Él me golpeaba descargando su enojo y sus frustraciones en mi, así que por ese motivo me di por vencida, seré cobarde, conformista, sádica o sumisa, pero para mi eso se llama supervivencia.

Pero aunque haya dejado de luchar por obtener mi libertad, no quiere decir que del todo me deje dominar por ese hombre narcisista...

Estaba viendo una película cuando escuche el ascensor abrirse y entró él, eran apenas las doce del medio día, me levante y al verme me sonrió.

— antes de salir de viaje necesito que vayamos a la universidad— abrí mis ojos, esta era la única noticia buena en todo este tiempo— no quiero que mi esposa sea una buena para nada.

— era innecesario que dijera eso— levantó su ceja ajustándose la corbata.

— para mi no lo es me querida Vania, dime, ¿quieres estudiar si o no?— asentí aún viéndolo— ¡pues muévete!, que mi tiempo es preciado.

Después de brincar por el susto de su exagerado grito, subí las escaleras aprisa, me cambié por algo cómodo y rápido, al bajar me vio tan despectivamente que solo desvíe mi vista.

— ¿iras vestida así?, recuerda que eres la señora Lam— camine al ascensor tocando el botón para abrir sus puertas.

— tú dijiste que no tenías tiempo, quier...— sé acercó a mí interrumpiéndome y tomando mi mano.

— camina— dijo con su voz determinante y con su semblante de frustacion.

Subimos a su auto y nos fuimos a alta velocidad, hasta llegar a la universidad, al bajar me hizo señas que caminara a prisa, iba prácticamente corriendo a la par hasta que agarro mi brazo y me llevo casi a rastras.

Llegamos a una oficina donde la secretaria al verlo se levantó de su asiento y prácticamente haciéndole reverencia.

— buenas tardes, señor Lam el rector lo está esperando— asintió sin contestarle, me llevo hasta una pequeña sala y me sentó.

— no lo intentes— beso mi frente y se fue.

Sabía a qué se refería con sus palabras y claro que no lo intentaría, sus hombres están siempre al pendiente, pero imperceptibles a la vista, aparte no quiero durar días en cama como en los meses pasado solo por intentar y fallar.

Después de unos largos minutos salió de esa oficina, se colocó sus lentes negros de nuevo, agarro mi brazo y me llevo a toda prisa hasta que no soporte más y me zafe de su muy fuerte agarre.

— ¡ya basta!, sé caminar sola— me vio por unos segundos se dio media vuelta y siguió su camino sin antes gritarme.

— muévete Vania— y corrí hasta alcanzarlo, caminando a paso velos a su lado.

Era más que entendible del porqué tenía que ir así, él era un hombre de tal vez 1.70, tenía piernas largas y sus pasos eran lo doble que los míos.

Subí a su auto, encendió el motor y antes de irnos volteó a verme.

— en un mes comenzarás— asentí con una pequeña sonrisa.

— puedo escoger la carr…— me interrumpió con un sonido proveniente de sus labios.

— ¡no!, y deja de hablar hasta que entres sabrás lo que estudiarás, recuerda que es mi dinero y yo decido— desvíe mi vista hacia la ventanilla.

Todo el camino fue más que silencioso hasta llegar al departamento donde al entrar volvió a hablarme.

— cuando regrese te compraré lo necesario para tus clases— asentí sin voltearlo a ver.

Y solo se fue, camine hasta la sala prendí el televisor y continué viendo la película que había pausado por la llegada de Jake.

Al día siguiente me tomó por sorpresa que un sobre había llegado a mi nombre, por curiosidad lo abrí y de el, saque unas fotos donde se veía a Jake con una mujer bastante comprometedoras.

Pero al observar el rostro de esa mujer sabía que ya lo había visto en algún lado, tome una de las revistas que estaban en el librero, que por cierto todas eran sobre temas financieros y solo donde él aparecía, hojee una y apareció esa misma mujer junto en Jake, leí la pequeña nota.

Así me enteré que ella era su asistente, ¿pero para que mandarme fotos?, es como que algo demasiado incongruente o ¿quizás querrá hacerme sufrir?, no lo sé.

Deje la revista en su lugar y seguí viendo cada foto, siendo unas más explícitas que otras, hasta que en la última tenía algo escrito en el reverso.

...es viaje de placer...

Sonreí por qué era bastante infantil pensar que con esas fotos y el mensaje me haría el dia pésimo, pues por mi que se lo quedara, escuche el mecanismo del ascensor y de inmediato guarde con mucha rapidez las fotografías en el sobre y lo tire en el cesto de la cocina.

Iba a subir las escaleras cuando la voz de Jake me hizo detenerme, viendo a esa misma mujer con una sonrisa gigantesca.

— Vania, ella es mi asistente Jennifer — solo asentí y la saludé de larga distancia— vamos.

Me tomó del brazo y subimos las escaleras, en verdad no terminaba de entender sus cambios repentinos, creo que es bipolar también.

Al estar en la segunda planta me llevo a su habitación siendo la primera vez que entraba a este lugar.

— dime, ¿qué quieres?— solo me veía mientras sacaba ropa de su armario junto a una pequeña maleta.

— solo para recordarte, que estarás vigilada las veinticuatro horas, en lo que yo n...— lo interrumpí caminando hacia la puerta.

— no hace falta que me lo recuerdes, sé que tus hombres están en todos lados— sonrió mientras terminaba de empacar— si es todo, me voy.

— cuando abrí la puerta él de un movimiento me jalo hasta estar frente a él y contra la pared— no, no es todo— lo vi tragar saliva y sentí su respiración pesada hasta que la voz de su asistente lo sacó de su trance.

— señor Lam, es hora de irnos— grito la mujer y él solo golpeó la pared con ¿frustración?, y fue el tiempo perfecto para escapar de sus brazos.

— cerré la puerta de mi habitación y solo lo escuché gritar— ya bajo, Jenn.

Y de nuevo me fui a sentar al pequeño sofá rosa, no entendía esa actitud extraña, de verdad Jake necesita mucha ayuda y con urgencia.

Mi vista la puse hacia el ventanal perdiéndome por un instante de todo, solo admirando el bonito paisaje que me ofrecía este día.

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