Sesión de fotos para un perfume - III

Capítulo tres

La sesión de fotos a la que Youha debía asistir era dirigida por su mejor amiga Galia. Esta fue a su camerino a saludarla cuando se enteró de que ya había llegado. Al entrar, no le importó que la estuvieran peinando y fue directo a sus brazos.

—Amiga, no sabes cuánto te he extrañado —dijo Galia devolviéndole el abrazo.

—Disculpa, eres tú la que se fue dos años a vivir a París —aseguró Youha sonriendo y volviendo a sentarse.

—Claro, es mi culpa. Asumo toda la responsabilidad. —sonrió su amiga—. Es por eso que traje un regalo de París.

Galia le mostró la foto de un muchacho. De tez clara, ojos azules y un cuerpo más llamativo que el de la mayoría de los modelos que ella conocía. Estaba claro que ese joven sensual no era modelo y no era de aquí.

—Muy bello. ¿Te acuestas con él? —preguntó Youha acercándose una pastilla a la boca y bebiendo agua.

—¿Perdona? Nunca te daría mis sobras —le aclaró Galia, un poco ofendida. Esperaba que Youha reaccionara de una manera distinta—. Su nombre es Jean, tiene veintitrés años y está fascinado contigo. Te lo juro amiga, creo que es el hombre perfecto para ti.

—¿De qué hablas? Nunca saldría con alguien más joven que yo. Además, sabes que hace unos meses terminé con el último desgraciado que estuve. No quiero salir con nadie en este momento. Debo concentrarme en salir del pozo en el que estoy metida. Más de veinte compañías rechazaron el contrato que tenían conmigo. Aún no sé por qué esta marca me pidió venir.

—Vamos Youha, este chico es hermoso, talentoso, amable, inteligente y conoce lo que es la exposición. Además, estoy segura de que si le das una oportunidad conectarás con él como con nadie. Recuerda esto, hoy será el día que hice de cupido —dijo su amiga y prendió un cigarrillo.

—¿Desde cuándo fumas? —preguntó Youha sorprendida y sin prestarle atención al discurso que su amiga le había dado sobre ese muchacho.

—Desde que ese maldito de Michel se acostó con medio París. ¿Puedes creer que encima me tratara de loca? Lo vi con mis propios ojos. «Stupide» —insultó su amiga en francés y Youha sonrió.

—Te dije que era un mujeriego —le recordó Youha a Galia.

—Y yo te dije que tu ex era un maldito. Las dos aprendimos una buena lección —le recordó a su amiga y las dos rieron a la vez—. Bueno, te dejo que tengo que preparar las cámaras.

—¿Saludaste a mi hermano? —preguntó Youha. Galia y él habían salido cuando eran más jóvenes, pero ella había terminado la relación al ganar la beca para estudiar en París.

—Su nueva novia no quiere tenerme cerca —le aseguró su amiga.

—Tienes más derecho que ella. Tú y él se conocen de toda la vida, antes de ser su ex, fuiste su novia su amiga —indicó Youha.

—Eso no es cierto. Exnovia es igual a enemigo. No quiero que tenga problemas con ella por mí —sonrió Galia y se marchó.

Cuando Youha termino de prepararse, salió de su camerino y fue al estudio para ver los escenarios. Lucía un hermoso vestido blanco con corazones rojos y un pequeño pañuelo del mismo color. En los pies llevaba unos tacones muy altos, también rojos, que la hacían tener dificultades para caminar. Mientras iba pensando si debía quitárselos y colocárselos solo para las fotos, se encontró con un muchacho, que se parecía al de la imagen en el móvil de su amiga. Aunque no daba crédito a su verdadera belleza, este tipo era deslumbrante, incluso para alguien como Youha.

—Te lo agradezco. Soy Jean —dijo el joven presentándose de la nada ante ella.

—¿Qué me agradeces? —preguntó Youha sin poder quitarle los ojos de encima.

—Que aceptaras trabajar conmigo, ya que no tengo mucha experiencia en esto. En realidad, soy actor y no modelo —dijo con un acento francés que hizo que Youha se estremeciera de gusto. El francés era uno de los idiomas internacionales para el amor. La manera en la que era pronunciado, le quitaba el aliento a muchas latinas.

—Yo no organicé la sesión de fotos, sino mi hermano. Deberías darle las gracias a él —dijo Youha con ironía, señalando en dirección a una esquina en la que se encontraba Junas concentrado en su móvil.

—Entonces, gracias por hacérmelo saber —dijo Jean y después de regalarle una preciosa sonrisa se marchó en dirección al hermano de Youha.

Ella no pudo apartar la mirada, se notaba que el muchacho estaba entusiasmado por trabajar con ella, así como lo había dicho su amiga. Incluso la hizo sonreír al ver que este le daba la mano a Junas. Quien de inmediato miró en su dirección para tratar de entender que era lo que ocurría. Su primera sonrisa causada por alguien que Youha no considerara familia. Era raro en ella que permitiera que eso ocurriera.

—Youha, Jean, acérquense por favor. Voy a explicarles cómo vamos a proceder hoy —dijo Galia y ambos lo hicieron—. Bien, esta portada será para un perfume que saldrá el día de los enamorados. Por lo que quiero sentir amor aquí. Así que prepárense, pondré música romántica y quiero que ambos imaginen a su alma gemela y transformen sus miradas en algo que nos sirva —dijo Galia y comenzó a sacar fotos. Era una manera extraña de trabajar la que tenía, pero siempre daba los mejores resultados.

Youha miraba a Jean, fascinada, aunque no era amor lo que sentía. No dejaba de impresionarle lo bello que era y la frescura de su actuar. En cambio, él no podía dejar de verla con una sonrisa tonta, la cual mostraba a cualquiera que lo viera, lo encantado que estaba con ella.

El estudio que prepararon para ellos se veía formidable. En el suelo había pétalos de rosas rojas y en las paredes y cortinas blancas había globos rosas. Sin embargo, la mesa donde se suponía que ellos estaban almorzando era de color celeste, hacía un gran contraste y dejaba que el perfume que había sobre ella resaltara. Jean tomó una de las flores y se la dio a Youha.

—«Belle», como tú —dijo él sonriendo.

Autora: Osaku

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