Cuando era solo un niño viaje de Corea del sur a Los Ángeles... y después de eso, nada cambio porque iba de un lugar a otro, tal como en una rutina.
De mi casa a terapia...
De terapia al trabajo...
Y así cada día.
—Ok... esto sí que es raro, Tú Andy Lee llegando temprano al trabajo. Wow esto sí que es un milagro —río la rubia escandalosamente.
Frote mi cara con fastidio y pereza y camine dentro del local.
—No es para tanto, solo no tuve que ir a atender asuntos personales hoy, así que... decidí llegar temprano. —respondí sin muchas ganas de mantener la conversación.
Lo que en parte era verdad, pero esta no debía saberlo, y tampoco tenía por qué.
La verdad es que me había levantado como de costumbre, por culpa de otras de mis pesadillas, pero en esta ocasión fue diferente ya que no hice mi típica rutina de siempre, (no asistí a terapia) estaba realmente aburrido de lo mismo, estaba agotado y con mucho sueño así que solo decidí no ir y trabajar más tiempo del acostumbrado, aunque eso significará tener que aguantar a la odiosa de mi compañera.
El tan sólo pensar que tengo que soportar sus gritos y quejas me estresa y hace que me arrepienta de haber llegado antes. ¡Por favor! como si yo no tuviera suficiente con mis propios problemas.
—Y a todo esto... ¿es muuuy, muy personal la razón por la que siempre llegas tarde? Digo, quizás no sea así y solo eres el preferido de la jefa, a lo mejor por eso te tomas horas libres de más. —puse los ojos en blanco.
"¿Cómo porqué tendría que explicarle que es lo que hago siempre? La jefa sabe los motivos, y realmente me costó decírselo, porque de verdad es un asunto muy personal el cual muy pocos saben y por personas como estas, prefiero evitar hablar de más. Que fastidio de persona."
—Como te dije, solo son unos "problemas personales" discusiones y así. —hice ademán de irme para así dar por terminado la conversación.
—Ay amigo, te entiendo de verdad es odioso como es que los padres se meten en todo, y te reclaman por cualquier cosa. Mi madre por ejemplo es muy odiosa, siempre se mete en mi vida y me reclama por todo, es un fastidio. "Ash" —"Entiendo perfectamente a su pobre Madre, Que fastidio de persona tiene como hija"
—Si... lo sé. —no dije más solo miraba mi teléfono el cual no dejaba de sonar.
—Pues... parece que siempre tienes problemas personales, tu teléfono lleva horas sonando y solo veo que lo miras y no respondes. Si que estas hecho todo un lío amigo... –río descaradamente —Y si no te importa cubrirme, iré a fumarme un cigarro, vuelvo en un rato. —asentí y finalmente pude respirar con tranquilidad.
Tener que escucharla era como incluir una pesadilla más a mi lista, de por si me ocasionaba mucha ansiedad y el no saber cómo controlarla a la perfección solamente me hacía sentir peor.
Tomé el teléfono nuevamente, y pensé en si responder o no, accedí a hacerlo y respondí, la señora Edwards una muy buena persona, se oía del otro lado de la línea. Realmente se escuchaba preocupada. Empecé a cuestionarme, a culparme, maldecirme y cada segundo me sentía la peor persona por hacer que se sintiera mal, no sabía porque había reaccionado así con ella al punto de ignorarla, después de todo lo que hizo por mí.
—Oh, Hola señora Edwards. —trague grueso, tratando de hablar calmado.
—Cariño, ¿Estas bien? Por dios ¿Por qué no respondías? Me tenías muy preocupada creí que algo malo te había sucedido, me imaginé lo peor. —comencé a arrepentirme de haber respondido.
—Si lo sé... no quería preocuparla, es que mi despertador se volvió loco esta mañana y me levanté tarde, incluso por eso no asistí a la sesión de hoy. De verdad lo siento, no podía responder ya que estoy en horas de trabajo. —una mentira piadosa no le hace daño a nadie.
La señora Edwards se oía más calmada, así que pude calmar a mi corazón acelerado.
—Está bien cariño, a la próxima solo recuerda hablarme y de avisarle a Alice si es que no asistirás a sus terapias, si no harás que su tiempo se desperdicie, ella trabaja muy duro para que tu no seas responsable. ¿Entiendes? -se oía tranquila, pero enojada...
¿Alice perdía el tiempo conmigo?
"No eres responsable" ¿No lo soy? ¿A caso soy un completo caso perdido?
Lo soy.
Hago que otras personas desperdicien su tiempo.
Soy culpable de que muchos sufran.
Ellos sufren por mi culpa.
Fue mi culpa.
Mi culpa...
—Limpie mi rostro con cierto enojo y frustración —Adoró a la señora Edwards, porque fue la única persona que me cuido y brindo apoyo desde que tengo memoria, pero en algunas ocasiones sus palabras duelen más que un golpe, ella no sabe nada de mi pasado, así que es comprensible que un chico roto por dentro como yo, pueda soportarlo, es solo que a veces esas palabras no las puedo soportar viniendo de alguien preciado para mí.
Si tan solo supiera lo que hice, ni siquiera querría estar a mi lado.
—Si... y me disculpo, yo hablaré más tarde con Alice, Me tengo que ir, llego un cliente. Cuídese señora Edwards. —dije tratando de no quebrarme en media llamada.
Corte la llamada antes de que pudiera decir algo ya que había mentido para no seguir en la llamada, odiaba cuando mis emociones me dominaban, y lo odiaba mucho más porque me hacía ver débil, el simple hecho de pensarlo me hace despreciarme más.
Odiaba las lágrimas que insistían en salir.
Sequé bruscamente mi rostro, ya que un nuevo cliente al quien no oí llegar se encontraba parado frente a mí.
—Oh disculpé, no lo vi. ¿Qué le gustaría ordenar?
—A....ah, sí me gustaría ordenar un vaso grande de leche de plátano y un Muffin de vainilla. Por favor. —asentí, y bajé la mirada para poder anotar su pedido.
Alcé la vista hacia el tipo frente a mí y seguía observándome sin dejar de sonreír.
—Bien... ¿A nombre de quién?
—¿Ah?
—¿El pedido? ¿Su nombre? —lo miré seriamente y este asintió.
—Oh, lo siento, Soy Jake, Jake Collins —note que este estiro la mano para saludar, pero simplemente lo ignore.
No tengo intenciones de ser su amigo, si eso es lo que creía.
—De acuerdo, entonces sería 2 dólares. —me extendió una tarjeta, le cobré y se la entregué de inmediato, intentando no hacer contacto visual.
—En cuanto esté listo su pedido, se lo iré a dejar, por favor tome asiento. ¡Gracias! —sonreí forzadamente.
Giré, para seguir con mi trabajo.
No pude evitar que los pensamientos sobre ese tipo me llenaran la mente, realmente era una persona extraña, "Qué pésimo día."
Ahora mi único problema era el hecho de que no tenía idea de cómo preparar esa tal leche de plátano, pero después de un rato pude arreglármelas y preparé la leche de plátano junto al Muffin, solo hacía falta llevarlas hasta la mesa de aquel sujeto.
Camine a pasos cortos, cuando la rubia entrometida de mi compañera llego. Bien...
—Qué bueno que llegas. —me miro sorprendida —En la mesa 5 eh... —leí el papelito de la orden. —Jake Collins, un vaso grande de leche de plátano y un muffin, ve a entregarlos, debo volver a la caja. —le entregue las cosas y volvía tranquilamente a la caja.
Pero esta me interrumpió.
—¿Mesa 5? No hay nadie. Creo que lleva rato vacía, ¿No te habrás equivocado?
¿Vacía? No.... estoy casi seguro de que él estaba ahí, esa era su mesa. Él estaba ahí justo cuando iba a entregar su orden. ¿Cuándo se fue? Me quede pensando profundamente, estaba seguro de que tendría un ataque de pánico en cualquier momento, ¿Era real cierto? Lo era... tenía que serlo, realmente se veía real, yo simplemente no pude haberlo imaginado.
No puede estar sucediendo de nuevo.
Mi mente vuelve a jugar conmigo.
Las alucinaciones están volviendo...
-Lo siento...Tengo que irme.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 24 Episodes
Comments