Nuestra cercania

Estoy manando una felicidad que antes no sentí, no sé a qué se debe que me sienta tan optimista, aquí estoy después de una mañana bastante pesada por el hecho que vi a José quien me quitó la inspiración, pero cuando por fin tuve un momento de descanso es allí cuando lo veo tan apuesto como la primera vez que lo vi, y aunque aquella vez estaba mojado y su ropa se pegaba a su cuerpo ahora está con un semblante mejor, es muy alto adelante de mí que mido 1.63 cm él da pasos firmes, viene hacia mí lo que me pone demasiado nerviosa y me deja sin palabras.

Antonella trata de disimular frente al hecho que se acerca, está super nerviosa porque Miguel le hace sentir cosas que no ha sentido antes ni con Jose, ella en el fondo quiere ser parte de la vida de Miguel, aun cuando no sabe su nombre ni quien es, por la mañana salió con la esperanza de verlo y esa esperanza se hizo realidad.

Miguel se aproxima, él quiere saber el nombre de Antonella y quiere seguir viéndola, aun cuando ya sabe que tiene novio, él no quiere detenerse, ha sido un hombre que siempre ha conseguido todo lo que quiere y no le importa lo que piensen los demás para su mala fortuna el hablarle tendrá que esperar, ya que está a punto de recibir una mala noticia

Estoy a apenas unos cuantos pasos de esta Joven mujer y es allí cuando mi celular suena.

Llamando Fede...

-hola hermano, ¿cómo están?

-que bueno que me respondes amigo, Juan tuvo un accidente

-que dices, ¿cómo que accidente?

-si lo están trasladando ahora mismo al hospital central

-Allá te veo

fin de llamada---

Estaba solo a unos paso de averiguar de una vez por toda que es lo que siento por esa chica, pero mi amigo está en el hospital y no lo puedo dejar solo, así que me doy la vuelta tomando el celular en mí manos para marcarle a Carlos mi chofer-prepara el carro- si señor- solo espero que mi amigo esté bien, solo me intriga que ella me vio y al final no fui a donde ella estaba solo espero que no piense mal.

Antonella...

Él recibió una llamada, tuvo que ser algo grave, ya que de inmediato da la vuelta dejando a mi corazón angustiado, pero me reincorporo porque lo vi. Así sé que el igual me quiere volver a ver, anotaré este día de mi vida como único en toda ella hoy 1 de mayo vi aquel hombre del ayer a solo unos pasos de mí y eso hizo que no pudiera respirar, pero volví en sí cuando lo vi partir, ¿regresará algún otro día?

Miguel Ángel llega al Hospital donde encuentra a su amigo Federico angustiado, definitivamente el asunto es grave, trata de calmarse, ellos son muy unidos y muere de temor al pensar que algo le pueda pasar a su amigo Juan, compañero de aventuras, después de un par de horas el médico por fin sale con buenas noticias, su amigo está recuperándose satisfactoriamente y eso lo llena de paz y alegría, junto a su amigo Federico pasan la noche allí en el hospital, cerca de las 4 de la mañana lo despiertan los truenos que se escuchan en medio de la lluvia lo que lo hace acercarse a la ventana y pensar en la chica que conoció un día antes, mira su móvil con ganas de tener su número y marcarle, pero aún no tiene su número, después vuelve a descansar a lado de la cama de su amigo Juan y se duerme.

A la mañana siguiente ...

Madre, me voy, grita Antonella a su madre, quien aún está acostada, escucha con atención lo que su madre le dice y sale rumbo a su trabajo, toma el autobús, baja y cuando se dirige a la bodega a sacar su puesto rodante y camina acomodando su bufanda y quitando sus guantes llega hasta el lugar y sin notarlo choca con una persona, cuando levanta su mirada he allí está aquel hombre quien la ayudo hace un par de día a guardar su puesto rodante y lo único que se escucha es silencio mientras sus miradas se conectan.

-Hola señorita- le digo parado justo enfrente de ella mientras sonrió

-Hola, ¿qué tal?- le respondo tartamudeando

-¿necesitas ayuda?- señalo hacia la bodega mientras levanto una ceja

-no, no es necesario que te molestes

-no es ninguna molestia

-está bien- sonrió y doy un suspiro de felicidad, no creí que lo volvería a ver tan pronto

Antonella...

Caminamos en silencio hasta llegar al lugar y empecé a colocar mis cosas, no niego que estaba muy nerviosa sin contar que sus ojos estaban posados en mí.

-¿tardarás mucho en preparar?- mientras me siento justo enfrente de ella

-a sí unos cuantos minutos más, ¿por qué? - dije sonrojada

-quisiera comer una- señalé con el dedo donde iba a prepararla

-si en unos minutos, no sé qué tanta prisa tienes, solo espero que no se me quemen- dije con lo nerviosa que estaba

-ja, ja, ja no te preocupes así me la como- sonreí

-je, je, je ok- me sonrojo

-tienes una bella sonrisa

-no creo es común- dije algo tímida, no quería decir sí, si tienes razón, mi risa es bella y única

-para mí es una sonrisa única, y después de lo que pase me llena de energía verte sonreír

-gracias, ¿qué te paso?

-uno de mis mejores amigos, tuvo un accidente y creí que lo perdería, me puso muy triste su situación

-cuanto lo siento, debió de ser difícil para ti, espero que ya esté mejor

-sí, lo está, realmente fue difícil- asentí

-listo la empanada ya está, aquí tienes- la pongo frente a él, toma el plato, sus manos con las mías se tocan casi sintiendo una leve caricia

-gracias- respondo mientras nuestras manos se rosan

-es un placer, servir es mi mayor pasión y tener a las personas feliz

-confieso que me confortaran, pero en este momento un abrazo sería aún más confortante

-¿un abrazo? Me imagino de una persona especial

-si- quería decirle que necesitaba abrazarla a ella, pero no sabía como decirle

-espero que lo consigas- dije con los ojos abajo un poco decepcionada, pues moria por ser yo quien le diera el abrazo

-¿y tú que me dices aceptas?

-¿aceptar qué? No entiendo

-darme un abrazo

-yo -me señalé con el dedo índice

-sí, pero no quiero ofender- me moría de pena, me estaba preguntando si no había pedido mucho

-sí, claro está bien-mi corazón palpitaba, parecía que iba a salir de mi pecho, la emoción era mucha

Miguel Ángel fue hacia donde estaba Antonella y la abrazo quedando ella bajo su mentón, muchas personas que conocían a Antonella la miraba sorprendidos y ella notó a las personas, pero no les hizo caso, pero para la sorpresa de Antonella alguien más la había visto y era alguien que estaba en su vida, Jose la estaba mirando desde una distancia considerable y moria de rabia porque no podía creer lo que estaba viendo, tenía ganas de ir y confrontar a ambos y romperle la cara aquel hombre que estaba abrazando a su novia, pero se detuvo a pensar, era mejor confrontar Antonella y averiguar de una vez por toda si le diría la verdad o le mentiría, ya que él la tenía en un concepto único.

Antonella...

Nunca había sentido tanta calidez, sentí ganas de quedarme así por siempre, sus latidos, su aroma me hicieron sentir tan protegida, pero no quería ilusionarme y que tal si él no sentía lo mismo, es por eso que no mostraría mis verdaderos sentimientos hacia él.

-a todo esto, ¿cómo te llamas?- pregunte con ella aún en mis brazos

-Antonella Gómez para servirte

-mucho gusto Antonella, tienes un nombre muy Hermoso

-muchas gracias y tú¿cuál es tu nombre? Sí, se puede saber- dije sonrojada

-claro soy Miguel Ángel Girado

-Miguel Ángel Girado, mmm creo que he escuchado ese nombre en algún lado

-Así es, soy un empresario reconocido aquí en la ciudad, a veces salgo en la tele y en anuncios de espectaculares, además que hay una fama que tengo por ahí que no me enorgullece mucho

-¿fama? ¿Cuál?

-a mmm te diré si puedes cenar conmigo hoy

-una cena tú y yo, ¿por qué?

-me caes muy bien y me ayudaste en un momento muy difícil para mí, me gustaría mucho que aceptaras

-realmente no te lo puedo prometer mi madre no suele dejarme salir de noche

-oh está bien, solo dime cuando tienes libre y podríamos ir a comer, ¿qué te parece?

-sí, si me parece bien estoy libre los domingos y los lunes

-excelente me puede pasar tu número de celular para llamarte, claro si quieres

-está bien es 454..........90

-Gracias te daré tono, para que guardes el mío y por ese abrazo, muchas gracias en verdad lo necesitaba- dije un poco nervioso

-no tienes nada que agradecer Migue

-¿Migue?

-oh perdón ya te estoy tuteando, siendo tu mayor que yo

-no, para nada, está bien, me gusta que me digas Migue -dije apartando un mecho de cabello de sus ojos

-ok-dije agarrando mis dedos y mirando abajo

-¿tienes problemas con la edad?

-no entiendo

-dime tú tienes problemas en salir con alguien mayor que tú

-no, no para nada siempre he pensado que cuando amas no importa la edad

-ok- sonreí

Miguel Ángel y Antonella están encerrados en una burbuja de amor donde solo existían ellos dos, las palabras entre momento y el silencio hacían a este par sentir una atracción el uno por el otro imposible de evitar y cuando estaba creyendo que solo ellos existían en el mundo varios clientes de Antonella interrumpieron, sacándolos de la burbuja donde se encontraban, ella se disculpó con Miguel y corrió a atender a sus clientes hoy es un buen día, Miguel no se quiso ir y se quedó observando, cuando llego el momento de comer él le pregunto a ella si iría a comer, ella le dijo que probablemente comería fuera de la hora establecida, ya que tenía mucho trabajo él no lo acepto y pidió algo de comer, ella se tomó un momento para comer, no le quería pedir que se fuera, pero en el fondo sabía que le debía de decir que si gustaba se podía ir que no quería que dejara de hacer sus cosas por acompañarla aun cuando le gustaba tenerlo cerca.

Llego el momento de recoger y el como hace dos dias la ayudo a llevar el puesto rodante a la bodega, despues le dijo que tomaria el autubus pero el insistio mucho en llevarla que porfin acedio y mientras viajaban ambos platicaban muy comodos el le dijo que sus empanadas tenian un sabor muy familiar para el que se parecian mucho a las que hacia su abuela cuando era niño, despues de charlar un poco llegaron al barrio donde vivia Antonella su casa no era muy grande pero era muy acogedora por un breve momento se quedaron adentro del auto pues niguno de los dos queria irse, despues de unos segundos Miguel salio dando la mano a Antonela para que bajara, ella bajo con una enorme sonrisa cuando esta se borro de su rostro Miguel se preguntaba por que y fue cuando volteo a ver atras y elli estaba José recargado en su auto viendo hacia ellos con unos ojos que parecian pistolas.

-¿lo conoces?

-a si- dije muy apenada

-bueno te dejare,espero verte pronto

-espera, quiero decirte quien es él

-no, no te preocupes resuelve tus asuntos, te vere otro dia que descanses- dije un poco molesto pero no podia hacer nada

-ok gracias cuidate.

Miguel Angel se ha marchado y con un gran suspiro Antónella avanza hacia José quien esta muy molesto y ella no sabe como le va a decir ni que va a pasar ahora, pero nunca le ha gustado decir mentiras asi que va dispuesta a enfrentar las consecuencias.

José esta que ruge de rabia haciendo mil preguntas en su cabeza pero no quiere ser duro, ya que en el fondo no la quiere perder, todo el dia anduvo con un genio de los mil demonios tanto que sus padres lo notaron y supusieron que era culpa de Antonella cosa que les desagrado mucho.

-¿quien es él ?- dijo con voz grave

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