Capítulo 5

Cuando llegué a la fiesta de compromiso, Ricardo y los demás vinieron a molestarme. Necesito resolver esto, firmar aquello, y como si eso no fuera suficiente, odio las fiestas. Entré en la primera sala que encontré, apagué las luces y fui a pensar en cómo resolver los problemas que habían metido en mi cabeza. A punto de encender un cigarrillo para relajarme, escuché la puerta abrirse y luego cerrarse.

Escuché la voz dulce y suave de esa Barbie desahogándose sola.

— Genial, estoy escondida de todos, aquí nadie me encontrará. Fiesta aburrida, gente aburrida donde solo hay personas con un enorme ego.

Debería haberme enfadado con esa chica. Nos estaba llamando aburridos y con el ego inflado. Quería verla asustada, arrepentida de sus palabras, así que encendí el cigarrillo.

— ¿Quién eres tú? — ella encendió la luz y pude verla asustada.

Adalberto Ferraz tuvo una hija maravillosa. El vestido resaltaba las curvas más hermosas de ese cuerpo. No pude contenerme y me levanté, caminé lentamente hacia ese pequeño cuerpo, ella retrocedió completamente asustada. Eso me volvió loco. Me encantó verla con miedo de mí.

Me acerqué un poco más y en ese momento pude ver su hermoso rostro. Sus ojos verdes\, la piel clara y algunas pecas. Los labios rosados como si fueran de porcelana. Seguro que esa piel también sería suave. "*¿Estos labios ya han sido besados*?" No dejaba de pensar en eso.

Mi futura nuera no dejaba de tartamudear mientras yo hacía preguntas. Me precipité y sonreí cuando dijo que era una mujer, me precipité aún más al decir que solo sería una cuando fuera jodida por un hombre de verdad. ¿En qué estaba pensando? Ella se asustó y fue mi turno de retroceder, pero como nunca me equivoco en relación a los demás, sabía que ella era insolente y solo confirmó mi certeza.

— ¿Quién sería ese hombre de verdad, tu hijo?

— Jared nunca será un hombre. — me senté y ella se acercó.

Decidí adoptar una postura neutral hacia ella, la pobre ya estaba suficientemente asustada. Ella, viendo que estaba en guardia baja, propuso que desistiera de este matrimonio. Hay muchos negocios y dinero involucrado en todo esto. No es fácil renunciar, este tipo de acuerdos son los que más beneficios dan. El padre quiere casar a su hija con el jefe de la Mafia de otro país, creando así nuevas alianzas y más aliados.

Me pareció atrevida esa chica. Me miró y me suplicó que cancelara ese acuerdo. Quería verla sufrir un poco más y acepté esa propuesta absurda. Fiorella sonrió de alegría, una sonrisa dulce, yo debilite y me deleite con esa sonrisa durante demasiado tiempo. Me levanté y fui directo al escenario, sentí que ella corría tras de mí emocionada.

Dije en medio de todos que iba a acelerar el matrimonio disminuyendo 2 meses de lo acordado. Miré a esa pequeña en medio de tanta gente "aburrida", como ella misma dijo. La rubia salió corriendo, llorando, desapareció de mi vista.

— Argo, la chica se emocionó con la anticipación del matrimonio. — un amigo aliado sube al escenario y bromea. Él sabe que la chica no quiere casarse, eso es normal en las familias, los matrimonios arreglados nunca son bien aceptados por los respectivos novios.

— En realidad, amigo mío, ella quería que renunciara al acuerdo.

Él se ríe a carcajadas.

— Pobrecita, Argo, la has hecho llorar. — se ríe. Pensé que hacer eso y verla sufrir me haría sentir bien. — ¿Tienes pena por la chica?

— Ninguna pena. Anticipé el matrimonio porque me di cuenta de que esa chica me daría problemas.

— Ella necesita respeto, Argo. Si pierde el respeto por ti, todo se saldrá de control. — guardé esa información en mi mente y bajé del escenario.

— Papá, ¿qué coño es esto? Nos vamos a casar en 1 mes, estás loco? — Jared agarró mi manga de la camisa y se quejó.

— Mi amor, ¿estás seguro de que ella quería adelantar el matrimonio? Parecía destrozada.

— Se acostumbrará a la idea, Loretha. — intento salir para ir tras ella, me detengo cuando veo a Adalberto saludar y caminar hacia mí.

— Habla con el padre de ella y explícale por qué adelantaste el matrimonio, Argo. Yo iré tras Fiorella. — mi esposa me besó y se fue.

...FIORELLA FERRAZ...

Me equivoqué por un instante, pensé que aquel hombre retrocedería y cancelaría el acuerdo con mi padre. Llegué aquí hace pocas horas y él ya ha convertido mi vida en un infierno. Primero propuso que me quedara en el país sola, sin mi padre y mi hermano hasta el matrimonio, ¡y ahora esto! ¿Me voy a casar en 1 mes?

Odio a Argo con todas mis fuerzas. Es un demonio en forma de hombre, completamente despreciable. No sé por qué mi cuerpo reaccionó así. Argo Romanov solo piensa en sí mismo y se jode los sentimientos de los demás. Me odio a mí misma por haberme sentido atraída por él. Esto no va a quedar así, no lo hará. Voy a convertir su vida en un infierno, aún no sé cómo, pero él pagará por esto.

- Fiorella. - levanto la cabeza y veo a la esposa de ese despreciable macho acercarse. - Hija\, ¿estás bien?

- No\, doña Loretha. - ella se sienta a mi lado y me abraza.

- Era mentira\, ¿no querías que se adelantara el matrimonio\, verdad? - Me quedo callada. - Dijiste que no querías casarte\, ¿y ahora quieres acelerar el matrimonio?

- Él mintió. - digo temerosa de la reacción de Loretha.

- Sé que fue mentira\, conozco al marido que tengo.

Levanto la cabeza y la miro.

- Odio a su marido\, Loretha. Perdón por decirlo\, pero no me gusta Argo. - comienzo a llorar.

Ella me abraza en silencio por un tiempo y acaricia mi espalda.

- Argo anda muy irritado por algunos problemas\, perdona a mi marido.

Loretha es muy sumisa con su esposo. Estoy empezando a entender la personalidad de cada uno en esta familia. El hijo, Jared, parece no darle mucha importancia, no preocupa los negocios de la familia. También pude percibir que Argo se lleva mal con su hijo. La esposa, Loretha, es ese tipo de mujer que hace todo por los dos. Quiero observar cada detalle. No voy a ser una pieza de ajedrez para él, que se mueve según le parezca.

Mientras pienso estas cosas, me seco las lágrimas. No puedo quedarme llorando. Argo debe estar riéndose de mí en estos momentos. Hice todo para que desistieran de este matrimonio y nada funcionó. Piensa en armar un espectáculo en esta fiesta, pero eso empeoraría la situación. Sería peligroso casarnos mañana mismo. Necesito hacer todo de forma cautelosa. Tengo un mes para hacerlo.

- ¿Estás mejor? - Loretha pregunta al ver que me he secado las lágrimas.

- Sí\, gracias Loretha. ¿Vamos a la fiesta? - me levanto.

- Claro.

Al llegar a la fiesta, mi hermano me abraza por detrás y me da un coscorrón en la cabeza.

- ¿Qué pasa\, hermana? ¿Has enfadado al señor Argo?

- ¡Mi cabello\, idiota! - me quejo. - Y no pronuncies ese nombre.

- ¿Qué pasa?

- Que él es un despreciable. Quiere convertir mi vida en un infierno.

- Relájate\, hermana. Acabas de llegar\, en unos días esto cambiará.

- O empeorará. - veo a Jared conversando con algunas personas.

- Jonah\, voy a hablar con mi futuro esposo. Tú ve a molestar a esos bandidos\, ve.

Jonah hace una mueca y desaparece de escena. Me acerco a Jared. Ya que no tengo escapatoria, debo enfrentar la realidad.

- ¿Jared? - él me mira.

- Hola\, hermosa. - odio cómo habla\, como si yo fuera un pedazo de carne y él un tigre ansioso por devorarme.

Pensé que sería fácil hablar con él, pero no estoy acostumbrada a estar tan cerca de un hombre que no sea Jonah o Adalberto. Él nota mi inseguridad y se acerca.

- No muerdo\, hermosa\, pareces tímida.

- Un poco. Disculpa por cómo me fui antes.

- Pensé que te gustaría cuando te llamé con... esa palabra. Por lo general a las chicas les gusta.

- Simplemente no estoy acostumbrada a eso. - él coge una bebida de un camarero que pasa y me la entrega. - Tampoco estoy acostumbrada a beber.

- Cumpliste 18 años\, ¿verdad? - asiento con la cabeza. - Es hora de probar cosas nuevas. - Jared toma mi mano y me lleva hasta una mesa. Coge una silla y se sienta frente a mí. - Supongo que odias a mi padre\, ¿no?

- ¿Quieres que te diga la verdad?

- No necesitas hacerlo\, lo odiaría si fueras tú - sonríe y muestra sus dientes blancos y alineados. Jared tiene una bonita sonrisa. Inclina su cuerpo acercando su rostro al mío. Sin saber qué hacer\, bebo todo el champán de una vez. - ¡Calma! Te marearás así. Estas bebidas se toman gradualmente\, para apreciarlas. - toma mi copa vacía y la pone sobre la mesa. - Eres la chica más hermosa que he visto\, Fiorella.

Me siento halagada, mi corazón late un poco más rápido, quizás por la timidez. Pero mi cuerpo no reacciona de la misma manera que cuando estaba en la sala con Argo. No siento mariposas ni fuego entre mis piernas. Me entristece eso, me encantaría sentir por Jared lo que sentí por su padre. Sería todo tan fácil si me enamorara de mi prometido.

Miro hacia un lado y mis ojos se encuentran con los castaños de Argo. Mi pecho sufre un sobresalto, qué sensación tan extraña. Él está bebiendo con otros tres chicos y nos está mirando fijamente. Y, para variar, está enfadado, los dientes apretados y arrugas entre las cejas. Volvió a ser ese pitbull rabioso. Comienzo a temblar mientras él nos observa. Me gustaría saber qué pasa por esa mente estúpida del señor Argo.

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