—Adelante —dije, sin ánimos. Le di una calada a mi cigarrillo, mientras observaba la figura de mi padre, llevé mi cigarro al cenicero, y solté el humo.
Mi papá se dirigió a paso decido a mis ventanas, abriendo las cortinas y enseguida cerré los ojos enseguida por la luz del sol, abrió las ventanas y las puertas corredizas que daban al balcón.
Se giró sobre su eje y puso su mirada en mí.
—Te desconozco —reí sin gracia. Él negó y se apretó el puente de su nariz—. Charlotte, ya sé va a cumplir dos años desde que ambos partieron de este mundo, y mira en lo que te has convertido. ¿Crees que a ellos les gustaría verte así?dime ¿qué debo hacer para sacarte de esto? ¿Cómo puedo recuperar a mi hija?—sus ojos me imploraban.
Negué, intentando espantar las lágrimas. Me levanté de mi cama para dirigirme al balcón, mientras mi papá me seguía.
—No puedo papá, me siento culpable. ¿cómo es posible que ambos se hayan ido?—murmuré.
—¿Culpable? No tienes motivos para sentirte culpable —mi papá acarició mi cabeza, cerré los ojos ante su contacto—. No tienes la culpa de nada, y bien sabes que la vida es así. Un día estamos y al otro no—negué. Esta vez no contuve mis lágrimas—Hija, a ellos no les gustaría verte así.
—Papá yo lo sé, pero me parece que es tan injusto. Dos personas que eran tan importantes para mí, ¡me han dejado sola!—mi voz a este punto ya sé encontraba quebrada.
Mi padre suspiró.
—Cariño, no estás sola me tienes a mí, a Elena e incluso a Gael—sentí como sus brazos me rodeaban, apoyé mi cabeza en su pecho, cerrando los ojos.
Apreté mis ojos con fuerza, mientras mis lágrimas descendían.
—No pude protegerles.
—No puedes controlar todo, las cosas siempre pasan por algo.
—Desearía retroceder el tiempo...
Mi padre dio un suspiró.
—Ese deseo la mayoría de personas lo tenemos, cariño —Acarició mi cabello con delicadeza—. Necesito que vuelvas a ser tú, no quiero verte siempre encerrada—me llevó al sillón que se encontraba en mi habitación y tomó asiento junto a mí—. Aparte Gael te necesita, pronto estará cumpliendo dos años, Elena también te extraña y siempre necesita de ti y yo extrañó a mi hija, la que solía contarme todas las experiencias que tenía en su trabajo. La que se emocionaba por como estaba evolucionando en el boxeo, y a la le que apasiona el tiro al blanco.
Me mordí el labio inferior recordando todo lo que hacía y como lo disfrutaba, en cambio, ahora me sentía vacía.
—No creó estar apta para eso—dije, en un hilo de voz.
—Lo estás, solo que te estás limitando. Y sabes ¿por qué?—cuestionó, y negué sin saber, me sentía tonta—. Porque sigues aferrada a eso y tienes miedo, cuando siempre has sido una mujer audaz y perspicaz. Tú eres de las que nunca se rinde y va por todo.
Me levanté del sofá, dirigiéndome al espejo, me di un repasó dándome cuenta de lo delgada que estaba, las enormes ojeras que se encontraban debajo de mis ojos y lo pálida que me veía.
—¿Creés qué pueda?—me gire para observar a mi padre, quien en su mirada destilaba tristeza, pero plasmó una sonrisa en su rostro.
—Sé que puedes. Sí necesitas una ayuda extra también la buscaremos. Pero tú puedes salir de esta—su tono, me daba entender que confiaba en mí. Suspiré, mientras observaba mi entorno, ropa esparcida por mi habitación, cajetillas de cigarro y botellas de licor y cervezas, parecía un maldito nido de ratas.
Mi padre se había tomado unos meses libres de su trabajo, había dejado su trabajo a un lado por mí. Todos los días venía a mi habitación a animarme o a veces se iba totalmente desilusionado por mi actitud. Y yo era la culpable de todo eso.
Cerré mis ojos, no sabía si podía confiar en mi misma. La confianza que antes me tenía se había esfumado.
—No creó poder superar sus muertes—dije con tristeza—. Todavía no me entrá en la cabeza que ambos ya no están. Me siento destruida. Pero, papá la muerte de Greta, ¿sería realmente un accidente?—lo observé expectante.
Él volteó su rostro hacia otro lado.
—No tengo respuesta para eso Charlotte.
Apreté mi mandíbula, mientras las lágrimas amenazaban con salir, nuevamente.
—Tú y yo sabemos...
—Tú y yo, vimos lo mismo—dijo con hastío—. Hija, su coche se impactó con una pared y explotó. Fue lo que tú y yo vimos.
—Pero ese coche no era el suyo—mascullé.
—Charlotte, ¿te contó con quién salía?—negué.—¿Te avisó que saldría por la madrugada?—volví a negar y me crucé de brazos—. ¿Te contaba a donde se iba por semanas o meses?
—No—respondí entre dientes.
—Pues ahí lo tienes. No puedes seguir sobre pensando. Los policías te dijeron lo que sabían, no hay más nada en lo que puedas seguir escarbando.
—Pero si yo le hubiese apoyado un poco más—me quejé en un hilo de voz.
Negó.
—Nada hubiese cambiado—me tomó por los hombros, levanté mi mirada hacía la suya. Él estaba cansado, afligido y triste, todo por mi culpa, yo estaba causando esto—. Vuelve a ser tú, retoma tu vida. No estás haciendo nada con lamentarte y si es necesario te insistiré las veces que sean necesarias.
Asentí, él tenía razón, pero aún dolía. Yo le había escuchado salir aquella madrugada, y no me anime a salir de mi cama para cuestionarle a donde se dirigía o preguntarle si había sucedido algo.
Me dolía saber que en un mismo año, había perdido a dos personas muy importantes para mí. Nunca iba a poder llenar ese vacío que ambos habían dejado, al final tendría que aprender vivir con ese dolor.
El celular de mi padre sonó, sacándome de mi ensimismamiento.
—Puedes responder —su rostro reflejaba duda y preocupación—. Prometo salir de esto, no tienes que preocuparte.
—No quiero que lo prometas hija, quiero que lo empieces hacer realidad —tomó mi rostro entre sus manos—. No te pido que des pasos agigantados, tienes que hacerlo, poco a poco.
Sonreí sin ánimos.
—Lo haré—musité.
Asintió, dándome un abrazo.
—Confío en que lo harás. No tardó —con eso, dicho salió de mi habitación.
Pase saliva, dirigiéndome otra vez a mi espejo, mi aspecto era deplorable. Parecía muerta en vida.
—Eres un asco, Evans—murmuré, para mí misma, y pase mi mano por mi cabello que parecía un nido de pájaros, el brillo de mis ojos lo había perdido por completo.
Suspiré, me sentía muy cansada, pero debía encontrar una solución para que mi vida volviera a ser la misma o al menos intentarlo, aunque sabía que no sería un proceso fácil, haría el intentó.
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Comments
Unicornio magico🦄
debes ser fuerte
2023-08-22
0
cheesecake
Empezamos triste
2023-07-23
1