Franco casi me matas de un susto.

Despies de dos dias, estamos en un restaurante de comida italiana, amo el espagueti con salsa roja y los ravioles con crema de leche, son una exquisitez.

Al entrar la atención hacia nosotros es muy amable, una señorita nos atiende y nos guía hasta nuestra mesa que está junto a un balcón muy hermoso desde aquí se puede ver la gran ciudad acompañada de sus luces nocturnas.

Estamos conversando con Franco sobre sus negocios y a qué se dedica y así vamos conociendo el uno del otro.

Me cuenta que sus padres murieron en un accidente de tráfico cuando él solo tenía tres años y desde ese momento fueron sus abuelos quienes se encargaron de su crianza. Y ahora únicamente tiene a doña Rebeca, su abuela, a doña Lucía, su Nana y Lía una mucama.

Ella vive en otra ciudad y él de vez en cuando las visita.

También yo le cuento sobre mi vida de como fue criada por mi madrina, porque mi mamá murió muy joven después de tenerme. El parto se le complicó y ella no pudo resistir, luego está mi padre el cual jamás conocí y por su parte tampoco me busco.

Luego me fui haciendo cargo de mi vida, mi esfuerzo de salir siempre adelante fue mi única arma para así poder estar donde estoy, tengo mi propio departamento, cuento con acciones en la empresa de Mecer que por cierto es hora de que me las compré o busquemos un acuerdo sin perjudicar a ninguna de las partes, aquí que por mí dejara todo, ya que no quiero nada que tenga que ver con él.

Reímos entre copas de vino y la cena que estuvo deliciosa, pero escucho la voz de aquella secretaria que tuvo sexo con Mecer, me giro y sí.

Son ellos están cenando de lo más tranquilos, Mecer me ve y se para viene hacia mí.

Franco está hablando con el dueño del restaurante son muy amigos según lo que me comentó. No sé si salir o quedarme hasta que...

° Lizzie dime acaso me estás siguiendo...

Me toma del brazo y me saca hacia la puerta, me habla muy cerca...

Yo trato de que no haga escándalo, sería una vergüenza.

Jamás dejaré que yo sea la burla de nuestra relación.

° Suéltame que me das asco, suéltame.

Cuando pienso que esto no se podría poner peor, escucho a Franco.

° Que no oíste a la dama. O no te sirvió la noche fría o quizás quieres estar nuevamente en ese lugar porque te gustó.

° No creas que olvide lo de esa noche, ¿ahora dime quién eres tú para decirme que deje a Lizzie?

Franco se acerca y se pone delante de Mecer, quedó yo detrás de él, mientras Franco solo ríe me toma de la mano y antes de bajar las escaleras le dice...

° No te vuelvas a acercar a mi futura esposa.

Yo estoy sorprendida al escuchar lo que Franco dijo, Salimos hasta el estacionamiento y aún no suelta mi mano.

Subimos al auto y conduce hasta mi departamento. Vamos escuchando música mientras hablamos de otras cosas menos de lo que acaba de suceder y yo agradezco por no hacerme recordar.

Son las once con quince minutos, abro la puerta y nos despedimos, pero sus labios rozan de casualidad con los míos y una corriente eléctrica se conduce por todo mi cuerpo, sus labios son tan suaves.

Franco me mira y muerde su labio inferior y eso me causa nervios.

Se va y yo me quedo como una idiota, detrás de la puerta.

Miro por el balcón y veo su auto alejarse. Fui una cena muy agradable y omito el momento en que ese estúpido llego.

Pasan los días y Franco y yo tenemos una comunicación por teléfono, ya que me menciona que viajará dentro de unos días por un periodo largo para ver la salud de su abuela, hemos salido a comidas una que otra vez y hace dos noches fui al bar, conversamos y bebidos unos tragos, me llevo a mi departamento, pero solo eso... Luego se marchó.

Por mi parte estoy trabajando en el área de contabilidad en uno de los hoteles pertenecientes a Franco, me dio el puesto porque no tenía a alguien de confianza y aunque me conozca hace casi un mes pues estamos llevando una amistad muy amena.

Mi rutina desde la partida de Franco es estar en la oficina a las ocho de la mañana, revisar cada pendiente económico y establecer los balances cada día, me entretengo mucho aquí y ocupo mi tiempo en lo que me gusta, finanzas.

Hoy fui un día muy ajetreado, tuve trabajo hasta tarde, son las nueve y llevo trabajo para la casa, es fin de semana y mañana sábado descanso. Estoy apagando mi computador, saco las llaves de la oficina de Franco, cierro y voy por el pasillo para tomar el ascensor.

Me entra un miedo y siento como si alguien me observa, trato de no voltear y presiono el ascensor una y otra vez. Mi miedo va en aumento cuando me toman del brazo y me cubren mi boca.

° Tranquila soy yo.

Esa voz su voz, me giro y es Franco, es él.

° Franco casi me matas de un susto.

° Pregunté por ti en recepción y me dijeron que permaneces en el hotel, así que subí a buscarte y te llevaré a cenar, es viernes así que te tienes que divertir.

° Te juro que lo que quiero es descansar, estoy llevando estos folios para avanzar mañana y...

Franco me interrumpe y me quita los folios.

° Lizzie Thever Alcázar, no es bueno que trabajes demasiado, dame eso y salgamos de aquí.

Franco conduce hasta un restaurante de comida china, cenamos y me cuenta sobre su viaje y que la salud de doña Rebeca está mejor, solo lo extrañaba. Me muestra las fotos de su viaje y lo feliz que se ve su abuela junto a él.

° Lizzie, que quieres hacer hoy.

° Solo quiero estar en mi cama viendo una película junto a un pote de helado de fresa, solo eso pido.

Franco sonríe y me lleva al súper, hacemos compras y también llevamos unas pizzas.

° Señorita Thever, usted vaya a ponerse algo cómodo mientras yo busco una película para poder ver, también serviré el helado y las pizzas.

Me voy a mi habitación como niña obediente, me doy un baño rápido, me colocó una bata de seda corta y salgo. Franco ya tiene todo listo en el living, coloca Play y reímos al ver la película.

Estamos tan concentrados en la televisión, cuando empieza a llover y minutos después se oye un estruendo fuerte y en cuestión de segundo la luz se va.

° Franco, iré por unas velas.

° Lizzie ten cuidado, déjame buscar mi teléfono para iluminar, dónde está donde dónde ...

° No te preocupes yo conozco el lugar como mi palma.

Me paro con cuidado y camino hasta el cajón donde tengo un paquete de velas, enciendo una y voy hacia el living, Franco va a revisar cada ventana y se asegura de que esté cerrada.

° ... Y ahora no podemos ver el final.

° Franco crees que demore mucho en regresar la luz, esto no me gusta y yo tengo miedo a la oscuridad y veo que algo se dañó seriamente, porque si hubiese sido leve las luces de emergencia ya funcionarían.

La lluvia es cada vez más fuerte y ya es tarde, es mejor que te quedes a descansar aquí y ya mañana te vayas, es peligroso que conduzcan a esta hora y con lluvia.

° Lizzie, pero no tengo que ponerme para dormir.

° Iré a buscarte alguna camiseta que me quedé grande, sé que tengo una que compre por error pensando que era para mujer y jamás tuve tiempo de devolver.

La encuentro, se la doy a Franco y le queda perfecto.

Le acomodo la cama de la otra habitación y así nos vamos cada quién su lugar, pero está noche estoy inquieta, quiero dormir y algo en mí no puede, tengo pensamientos raros y ni yo misma me entiendo.

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