Capitulo 3.

Me voy con mi hermano a una discoteca, que se cree mi papá que me voy a casar, está bien equivocado, no por lo menos con ese viejo, quiero saber que es en lo que están pensando que estamos el siglo 18, ja está bien.

En EEUU no logré casarme, no pude, ni Douglas lo quiso hacer, estaba enamorado de la novia, pero puff que más ya conseguiré a alguien que lo haga.

Estamos en la disco bailando y tomando, me considero una mujer liberal, me encanta la libertad, por eso el día que me case tiene que ser con un hombre joven como yo, que quería salir, y divertirse no que ya vaya a morir.

Mi hermano ya está por allá con una chica bien voluptuosa, dándole arrumacos.

Llevo un vestido bastante sexi, no tiene mangas, y me llega mucho más arriba de la rodilla, se ciñe perfectamente a mi cuerpo, y es color dorado, mi cabello rubio, lo llevo suelto, con unos tacones bastantes altos.

Estoy bailando sola, en la pista y llevo rato viendo como un rubio joven y apuesto no me quita la mirada de encima, por un momento llego a pensar que es uno de los hombres de mi papá o tal vez de mi hermano, pero la verdad es que no tiene pinta de ser escolta, y si lo es, está bien bueno el desgraciado.

Contoneo mi cuerpo con mucha sensualidad, mirando en su dirección, meto las manos en mi cabello, mientras clavo la mirada en la suya, no la esquiva lo que me hace creer que si soy yo la que le interesa, saco una de mis manos del cabello y la bajo con sensualidad por la mejilla luego paso un dedo por mis labios, lo veo tomar del vaso sin dejar de mirarme.

Este tipo Ya me tiene intrigada, ¿quién es?

Decido irme al baño o por lo menos eso le voy a hacer suponer para distraerlo, camino hasta que me le pierdo de vista.

En un descuido le doy la vuelta al salón para llegar detrás de él, cuando ya estoy parada justo detrás le susurro en el oído: —¿Quién eres?

Fue tan rápido que ni me di cuenta, ya mis pies no tocan el piso, siento que floto, tengo su gran mano sobre mi cuello, presionando duro.

—¡Oye animal!—Hablo como puedo.

El tipo al ver que soy yo me suelta de inmediato.

—¿Qué paso hermana?—Alexis llega a mi rescate—¿Quién es este tipo?—Se puso en posición defensa.

—Disculpe señorita, pensé que era otra persona, no fue mi intención lastimarla—Se ve muy apenado, así que le voy a pensar.

—Tus disculpas no me valen, casi matas a mi hermana—Rezonga, Alexis.

—Ya hermano—Me acerco a él, sobándome el cuello, me duele—Es verdad yo tuve la culpa.

—Pero Mila—Me mira con los ojos muy abiertos, a él no le gusta que me toquen, que me miren feo, es sobre protector.

—Nada hermano, yo tuve la culpa, le llegué por detrás cuando él estaba distraído, es un hombre muy precavido—Lo miro a los ojos.

—Disculpe, señorita de verdad, disculpe.

—Tranquilo, ya basta mejor me invitas un trago y olvidamos el asunto, hermanito sigue en lo tuyo que yo voy a seguir en lo mío—Le doy una palmada en la mejilla.

—Te voy a estar vigilando—Le advierte al rubio.

—¿Qué tomas?—Me pregunta cuando mi hermano se va.

—Lo que sea que estés tomando tú—Le respondo, él me mira con asombro.

—Y pareces una niña de su casa—Me dice con una sonrisa, es muy hermosa por cierto.

—De mi casa soy—Respondo con el mismo sarcasmo—¿De dónde crees que soy?—Me mira divertido.

—No he dicho nada, pero si la princesa quiere tomar como camionero, vamos a echarle pues—Me sirve un vaso.

Le doy un trago grande, verga está mi3rda me quemó la garganta, ¿Qué demonios es?, ¡gasolina de avión!

Me mira con una ceja levantada, seguro puse cara de tonta cuando me tomé esa vaina tan horrible.

—¿El camionero quiere tomar otra cosa?—Pregunta divertido, mientras toma de su vaso como si nada.

—Solo lo hago porque debo comportarme como una dama—Me hago a la ofendida—¿Cómo te llamas?

—Soy Horacio Pocaterra.

Un nombre bastante común, eso quiere decir que no es pudiente, me gusta, los hombres con mucho dinero son estúpidos, se creen el culo del mundo.

—¿A qué te dedicas?—Pregunto mientras llama al mesero.

—¿Te envió la Interpol?—Pregunta divertido.

Levanto los hombros—No, solo soy averiguadora—Me vuelvo a encoger de hombros.

—Y tu Mila—Me mira—¿Qué quieres tomar?

—Algo de mujeres, de princesas—Digo con mimo.

—Ya veo, trae champán rosa.

Es una bebida costosa, ¿será que tiene dinero?

No es como que a mí me importe si tienen o no, lo que quiero saber que tipo de hombre es, a lo mejor me sirva para mis planes.

—¡Oye Horacio!—Me mira con atención—Cuéntame, ¿tienes novia?

—Curiosidad supongo—Sonríe.

—Pura curiosidad—Niego.

Me sirven el champán, luego le doy un sorbo, rico esto si me gusta.

Recuerdo cuando íbamos a la disco de Gustavo, como nos divertíamos, las tres, que falta me hacen mis amigas.

Aunque la mayoría de la noche tenía que estar fingiendo ser una zorra para que los hombres de mi papá, corrieran y le dijeran y así me dejara en paz.

—¡Oye te perdiste del planeta!—Me dice Horacio.

—Disculpa es que la bebida me trajo gratos recuerdos.

—¿Algún novio?

—¿Curioso?

Levanta los hombros—¿Es solo una pregunta el azar?

—Son unas amigas que deje en América, ¡las extraño!

—¡Oh!, ¿estabas en América?

—Sí, es un largo cuento, que tal vez, te cuente algún día, o tal vez no, por qué no nos volveremos a ver—Me encojo de hombros.

—Supongo que mi compañía no es la mejor.

—No me mal intérpretes, es solo que—Suspiro—Es algo complicado—Tomo todo el contenido de la copa.

—¡Ok, ok! Espero poder verte entonces, para que me cuentes tus penas, soy muy bueno escuchando—Me dice con seriedad, así que compartimos nuestros contactos.

Tomamos y charlamos un buen rato, el tipo es muy lindo, divertido, y agradable.

Ya me siento un poco desubicada del entorno, le pedí a Horacio que me llevará a casa, cosa que no sé cómo lo va a hacer, ya que mi hermano, me saco y él me tiene que entrar, si no mi papá nos mata.

Voy para donde está con la chica de grandes pechos.

—Me quiero ir, estoy aburrida—Miro a Horacio, quien hace cara de pocos amigos al escucharme.

—No quiero volver, todavía ve a un hotel, te llamo cuando me desocupe.

Afff qué ladilla con mi hermano, yo que pensaba que era más importante que sus deseos carnales.

—¡Idiota!—Me doy la vuelta.

—¡Hey Mila!—Me llama—Sabes que te amo—Me lanza un beso—Y tú—Señala al rubio—Mosca con tocarle un solo cabello, de lo contrario…

—Sí, sí, sí—Le responde el rubio, guao me dejó sin habla, es increíble.

Suelto la carcajada nada más ver la cara de mi hermano.

Lo halo del brazo para irnos a de allí.

—¿Para dónde vas?—Me dice ya dentro del auto.

—No lo sé, déjame en cualquier hotel—Respondo con fastidio.

—Te invitará a un lugar, pero como te aburro tanto—Hace puchero, se ve tan lindo, carajos.

—Solo lo dije para que mi hermano… No tengo por qué darte explicaciones, solo llévame para donde dices.

Pone el auto en marcha, no dice ni media palabra y yo tampoco, voy con los ojos cerrados, quiero dormir, pero me da vergüenza.

—Llegamos—Lo escucho decir, abro los ojos, para ver dónde estamos.

Es como un lago o algo así, se ve hermoso, con la luna de fondo, los árboles.

Me bajo del auto—¡Es hermoso Horacio!—Volteo a verlo, sus ojos brillan cuando mira la luna.

—Muy hermoso, siempre que estoy triste, angustiado, o que no sé qué hacer vengo aquí, me gusta porque me da paz.

Me quito los zapatos y los dejo dentro del auto, quiero sentir la grama bajo mis pies.

Caminamos hasta llegar a la orilla del lago, allí nos sentamos, por un momento me abrazo a mí misma por la brisa de la noche.

Horacio se quita la chaqueta de cuero negra que lleva puesta y me la coloca sobre los hombros, como todo un caballero.

¡Huele divino!

—Gracias—Lo miro a los ojos, hay algo en ellos que me gusta, sus ojos son tan azules como el cielo en primavera

Conversamos mucho tiempo, me estoy quedando dormida, él me abraza por los hombros y me atrae a su cuerpo, para que recueste la cabeza en su hombro, así lo hago, me quedó dormida un buen rato, supongo yo.

El teléfono lo dejé en el auto, abro los ojos.

—¡El teléfono!—Intento levantarme rápido, pero parece que el licor está pasando factura, me mareo y caigo sobre Horacio, quedando uno muy, muy junto al otro.

Nuestras bocas, a centímetros de la otra, intento acercarme para robarle un beso, pero somos interrumpidos.

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Comments

Susana Pallota

Susana Pallota

El mafioso q se casa con ella

2025-02-11

0

Cinzia Cantú

Cinzia Cantú

Quién será ese hombre misterioso

2024-11-01

0

Alba Hurtado

Alba Hurtado

será el conde o el mafioso o los dos🙊🙈🙉🇨🇴❤️🙏♥️💯🎈🌹🧐🇨🇴

2024-07-24

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