Al grupo de Pietro, Ken y Gina, les parece extraña esta Débora, antes de caer en el barranco del Bosque, era sumamente tímida y su voz casi no se escuchaba. Nunca intervenía en clases, era totalmente invisible nadie la miraba, y su maquillaje era excesivo por indicaciones de Gina, a quien no le gustaba que nadie brillara a su alrededor, además de ser ella una simple Condesa (arribista) y Débora era una Duquesa de mayor alcurnia.
Pietro con curiosidad, la sigue con la mirada, esos ojos son los mismos de la Ligre, por un momento creyó que era la chica que vio en el río... No obstante, no dijo nada. Quedó muy sorprendido de ver lo que nunca se dio cuenta: lo evidente, ante sus ojos Ken y Gina llevaban una relación oculta.
Llega por un portal, el profesor Omar Icono:
- Buenos días aprendices, tomen sus lugares, preparen sus calderos, la clase comienza. Hoy se formarán grupos de dos. Colóquense en pareja, uno de ustedes elaborará el erotizante y el compañero el antídoto-
Gina se dispone para ir al mesón de Ken, cada uno tiene su pareja. Débora se quedo sin compañero; el Príncipe Pietro la invita para que haga grupo con él. Ella se acerca a su mesa. Todos quedan sorprendidos y Gina la mira con desconfianza. Ken molesto, no le agrada que Pietro se le adelante.
- Hasta ahora no he podido ver si tienes aptitudes en Pociones, de todas maneras yo haré el antídoto y tu el afrodisíaco- Pietro le da órdenes.
- Pensaba que era una poción erotizante- respondo en tono de burla.
- Es lo mismo- contesta
-Aquí tienes los ingredientes, la poción afrodisíaca debe quedar de un color rosa pálido- sigue tratándola como bruta e ignorante.
Débora se dispone a elaborar la poción sin demora, él la veía de reojo, sin dar crédito a sus habilidades.Terminó rápidamente.
Pietro está elaborando el antídoto, pero le falta el mondragón. Ella lo tenía en su mochila.
- Te falta un ingrediente, que sin él no servirá de nada tu poción antídoto- le hace la observación.
- Según el libro estos son todos los ingredientes- responde Pietro autosuficiente, sin aceptar la sugerencia.
-Está bien, voy a hacerlo a mi manera y veremos cuál es el verdadero antídoto- responde fastidiada, sin ese ingrediente no será efectivo lo que él haga y reprobarán sin duda. Este Pietro es terco, más cerrado que trasero de muñeca.
Elaboro el antídoto, según lo aprendido en los libros que leí, gracias a mi Maestro Black de mi otro universo, quien me obligaba a leer mucho más de lo correspondiente a mis estudios de magia elemental, y eso se lo agradezco enormemente, (Todavía no logro entender, ¿por qué la Isabella de este mundo lo tuvo que asesinar?)
El profesor Omar Icono, empieza a comprobar las pociones de cada grupo en los ratones de experimentos, estos comienzan a buscar a la pareja con desesperación, luego se les va dando los antídotos y ninguno funciona, el profesor va reprobando uno a uno a los grupos. Cuando llega a nosotros, Pietro hábilmente le entrega mi antídoto y funciona de inmediato. Somos el único grupo en realizar bien la asignación obtenemos máxima calificación.
Pietro está más contento que perro con dos colas, pero yo sigo seria. No quiero que me confunda con la Ligre. Me despido aparentando indiferencia hacia el Príncipe Heredero.
De pronto y sin esperarlo, Pietro me alcanza para invitarme a que lo acompañe, con una amplia sonrisa que enamora, lo veo en plan de ataque, (no es tan tímido el principito como en el otro mundo).
- ¡Espera Débora!, vamos a cenar juntos ¿Quieres?-
Yo lo miro sin poder creer que esté invitándome a su mesa. Lo miro con desconfianza.
- Tómalo como un gesto de agradecimiento por tu ayuda en clase- dice encogiéndose de hombros.
- ¿Es muy difícil para usted reconocer que se equivocó y disculparse como es debido por su arrogancia?- Me alejo, mi objetivo es que mantenga su interés. Me voy sola al comedor y me sirvo del buffet en mi plato vegetales y carne jugosa. Pietro me sigue observandome disimuladamente. Se acerca escogiendo sus alimentos simulando estar al azar cerca de mi.
-Eres muy interesante, hasta hace poco eras una chica muy tímida y ahora te atreves a responderle a todo el mundo, incluyendo a Ken-
-Me agradas, y me disculpo por no haberte creido, es solo que antes nunca sobresalías en ninguna materia, pensaba que no te gustaba estudiar aquí- comenta Pietro.
-Se equivoca, si me gustan mis estudios es solo que mi novio Aitor, me abandonó por otra, eso me hizo dar cuenta que mi prioridad soy yo y no ningún hombre, por eso tomo más en serio mis estudios- contesto para justificarme.
-Eso está muy bien. Por favor ¿me harías el honor de acompáñame a mi mesa?- yo asiento, teemino aceptando.
Nos sentamos y llega Ken con Gina.
-Hola de nuevo Débora Miollo ¿Cómo estás? Te advierto que el Príncipe Pietro es un hombre comprometido, pero yo estoy disponible- dice con tono de seducción.
- Sí, estoy comprometido con alguien que no es de mi agrado- responde molesto Pietro.
-Sí, ¿Y quien es la víctima?- respondo riéndome.
-No hables así, no seas grosera, es la Archiduquesa Isabella L'Hermosilla Mondorf, ahora Generala del Gran Ejército Imperial ¿Realmente estás amnésica?- responde Gina.
- Sí, he olvidado muchas cosas, lo siento Príncipe, no quise ser grosera con su prometida- me disculpo con una media sonrisa.
-No te preocupes, para nadie es un secreto que ella no es ¿cómo diría? No es muy femenina, y a mi me gustan las mujeres femeninas como tú- lo dice sin ninguna timidez.
Yo me sonrojo hasta las orejas, no esperaba esa respuesta.
- ¡Ja, ja, ja qué gracioso! Aunque tu prometida tenga más músculos que tú y sea una generala fría como el témpano, es la mujer que te tocó por orden del Emperador como esposa. No tienes escapatoria hermanito- dice en tono de burla Ken
- Así que ni pienses en ponerle los cuernos, porque yo mismo se lo diré, para que te estrangule con sus poderosos brazos- se rie a carcajadas Ken.
- Descuida, ella y yo no sentimos atracción el uno por el otro, ninguno de los dos tenemos sentimientos de amor, así que dudo que sienta celos de alguien que esté conmigo- sin más, toma mi mano y la aprieta.
-Débora, Débora, Deborita, déjame decirte que tu único papel con el Príncipe Heredero será como concubina ¿Es eso lo que deseas? En cambio, conmigo podrías ser mi esposa ¿No te parece una mejor posición?- me guiña el ojo. Me molesta el jueguito de seducción entre estos dos, para demostrar quién es el macho alfa.
- Ken ¿Qué te pasa? ¡Deja de estar de conquistador con cuanta mujercita se te presente!- le reclama Gina.
- Débora, no les hagas caso ninguno de los dos príncipes están hablando en serio- Gina sigue comiendo molesta, celosa por no ser el centro de la atención y de ver que Ken hasta relación seria propone sin más ni más.
-Ni el Príncipe Ken ni tu Condesa Elba Gina, pueden decidir por mí, si quiero ser o no concubina esa es mi decisión y será mi problema- corto la conversación.
- Débora, no te moleste, solo estamos bromeando, una mujer como tú no merece ser concubina de nadie- responde Pietro, sin dejar de apretar sensualmente mi mano, deslizando sus dedos por mi palma con disimulo, lo que no pasa desapercibido por el conquistador Ken. Él también quiere tomar mi mano, pero no se lo permito. Me suelto de Pietro también.
- Con permiso, me retiro, debo ponerme al día con las asignaturas, Que tengan Buenas noches-
Pietro y Ken se levantan como caballeros educados. Gina agarra a Ken para que se quede. Pietro también se excusa para retirarse.
Yo voy caminando rápido. Él me alcanza.
- ¿Puedo acompañarte a tu habitación?- sin esperar respuesta continua a mi lado, él es bastante alto en relación a Débora.
- Creo que es mejor que no lo haga, su prometida puede enterarse y puede entrar en ira y lo puede llegar a estrangular- me rio burlándome.
- Isabella y yo somos amigos, no hay interés romántico, yo puedo tener otras relaciones antes de casarme- responde de lo más campante.
- Wuo, entonces tienes más de una relación a la vez. ¿Y se puede saber en que número me tienes en tu lista?-
- Ja, ja, ja, no llevo una larga lista, y no ando con dos a la vez, entre Isabella y yo no hay ninguna relación cercana si se puede decir así- responde divertido.
— ¿Por qué de repente se interesa en mí? Déjame aclararle que por ahora usted no me interesa-
- Pero, podemos ser amigos ¿No te parece?-
- Supongo que solamente una amistad estará bien- llego a mi habitación y lo dejo afuera, ni sueñe de que lo meteré de buenas a primera en mi habitación.
Pietro se va pensando en aparecerse en el Bosque para buscar a su bella amiga Ligre, por quien sí está realmente interesado, aunque por alguna razón también se siente atraído por Débora Miollo, tiene clase y encanto...
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