CAPÍTULO 11

Jaén no quiso seguir escuchando su ego había sido pisoteado por esa malvada mujer, se sentía herido, se sentía idiota y aunque no lo quisiera aceptar, su corazón estaba roto en mil pedazos,

Jaén caminó de regreso hasta la fiesta, ahí abordó a un mesonero y le pidió una botella de whisky para él y se sirvió varios tragos que se tomó de un solo golpe, hasta que después decidió tomar directo de la botella

Verónica verlo beber desesperado, sintió que algo no estaba bien con su amigo, pero cuando vio a la novia y a su exnovio regresar del lugar de donde venía Gael, sacó sus conclusiones y se acercó al devastado novio.

__ ¿Que te pasó, guapura?

__ ¿Aun quieres darme mi regalo?,

__ Si por supuesto, te deseo y lo que más quiero es escucharte gemir entre mis piernas

__ Maldita sea, creo que debí casarme contigo

__Jajaja, ven vamos a vengarnos de esa ballena blanca y de cualquier cosa que te haya hecho.

Verónica caminó hacia la mansión, aprovechando, que ya quedaban pocos invitados y que incluso Tiago se había largado sin ella y la novia estaba despidiendo a algunos invitados.

Ella subió las escaleras delante de Jaén que solo la seguía como un perrito faldero, Jaén tenía su orgullo herido, su corazón roto y su mente nublado por los tragos de whisky y sin dudarlo, Verónica sabía que esta combinación era perfecta para despertar a la fiera lujuriosa que este galán recién casado tenía por dentro, aunque realmente ella temía por su integridad física, si este hombre en condiciones normales la dejaba sin poder caminar, no quería imaginarse como la dejara cuando termine con ella, pero eso solo lo hacía más emocionante

Verónica prácticamente tuvo que abrazar a Jaén para terminar de guiarlo hasta la habitación, el estava a puntl decperder ka consciencia, al parecer ek hevho de estar despechado lo había vuelto más vulnerable al licor, pero sin embargo desde que cerraron la puerta Jaén comenzó a besarla desesperadamente y a deshacerse de su vestido al mismo tiempo que Verónica le quitaba su fino traje de novio

__ ¿a ti si te gusto?, ¿a ti si te excito? _ le susurraba Jaén en el oído, mientras introducía su dedo en la intimidad de su amante

__Nadie me gusta más que tú, eres delicioso _ dijo Verónica mientras le devoraba la hombría y lo hacía gruñir de placer

Los dos se devoraban, Jaén comenzó a mostrar su rudeza y Verónica comenzó a sentir su cuerpo arder, ella ya estaba acostumbrada a intimar con él, pero jamás lo había sentido tan profundo, ni tan apasionado, lo que quiere decir en verdad estaba afectado, por eso ella estaba siendo maltratada, pero estaba feliz.

Los amantes saciaron sus más bajos instintos y solo descansaron, cuando fueron interrumpidos por la esposa que aun llevaba su vestido de novia y entró intempestivamente a la habitación, pero no hubo lágrimas, ni reproches, Luhana soltó una gran carcajada

__ Jajaja, vaya, vaya, de verdad que no me sorprendes,

__ Déjanos solo Verónica _ dijo Jaén, parándose totalmente desnudo frente a su esposa sin pena, ni gloria dejándola ver su hombría aún erecta.

__ Tamaño promedio, interesante _ bufó Luhana, con la intención molestar a su esposo.

__ ¿promedio?, ¿tú como que has estado con caballos? _ dijo Verónica, terminando de abrocharse su vestido para salir

__ Tal vez _ respondió Luhana escaneando a su marido, mientras este que aún se encontraba desnudo y sin intenciones de vestirse, pero él a Luhana, después de esta vulgar escena, solo podía provocarle asco.

Verónica salió con una sonrisa en los labios y caminando algo incómoda, lo que reflejaba la rudeza con la que la trató su apasionado amante.

Los esposos se quedaron solos y Luhana son dudarlo lo atacó

__ Vaya, vaya se te cayó la careta de hombre fiel y enamorado, sabes al menos me reconforta saber que nuestra historia si podrá competir en la temática de “me obligaron a casarme con el protagonista enfermizo”

__ Te ¿obligaron? Yo no te obligue y tampoco soy enfermizo, estoy muy sano y te lo puedo demostrar cuando quieras, incluso ahora me queda mucha energía y, ya que interrumpiste mi noche de bodas, tal vez puedas cumplir con tu papel de esposa.

__ Jajaja, ni lo sueñes y si, estás enfermo, o el hecho de que no tengas corazón, ni cerebro ¿no cuenta?

__ Jajaja, pues te equivocas si tengo un corazón, uno que por cierto, por primera vez pensé abrir al amor y tú me lo pisoteaste

__ ¿yo?

__ quita la careta de estúpida santurrona que no te queda porque, te escuché hablando con tu exnovio y dijiste, que yo no te gustó, ni te gustaré jamás, al contrario de él que te encanta y que deseas que te espere a que te libres de mí, entonces dime algo, ¿para qué aceptaste casarte conmigo?, ¿para qué humillarme de esta manera?, ¿para qué adelantar la boda, si yo te pedi que nos casaramos en un mes?

__ Gael, no es lo que piensas

__ Jajaja, no se trata de lo que pienso, sino de lo que escuché y si, por eso me revolque con Verónica, porque desde que llegaste a mi vida, he querido estar contigo y no había estado con nadie más para ofrecerte fidelidad y seguridad, porque queria que hoy consumaramos nuestro matrimonio, o por lo menos comenzaríamos nuestra vida juntos y yo tenía ilusión de enamorarte poco a poco, pero gracias por bajarme de esa nube y no hacerme perder el tiempo y que curioso que tu ingenuo padre, casi me hace bañarme con agua bendita, para poder ser digno de su niña pura y virginal, entonces dime Luhana, ¿eres pura?, ¿eres virginal? O también es puro cuento

__ Gael, claro que soy virgen, pero por favor escúchame

__ Vamos a hacer algo, esposa mía, vamonos de luna de miel, como lo planeamos y vamos a hacer borrón y cuenta nueva y vamos a ser un matrimonio ejemplar por un año, un solo maldito año y después cada quien agarra su camino

__ No Gael, no viajaré contigo, invita a una de tus amigas al crucero y nos encontraremos unos días antes en algún lugar para regresar juntos

__ o sea que mi esposa de mentira, ni siquiera puede disfrutar conmigo, nuestra luna de miel de mentiras, esto debe ser una maldita broma. ¿Sabes qué? Púdrete

Jaén terminó de vestirse y salió corriendo hacia su auto para alejarse de la mansión Peñalver, después de conducir sin rumbo se detuvo al lado de la carretera, para dejar salir todo el llanto que tenía retenido, se sentía estúpido, idiota, jamás debió creer en el amor, pero hasta ese día su corazón había sido libre, pues ahora no se le permitirá volver a sentir ni a opinar.

Jaén condujo hasta el aeropuerto y subió a su jet rumbo a Frozen, tenía un asunto que atender y ahora necesitaba subir su autoestima y que mejor que ser adorado y atendido por una mujer realmente enamorada.

Así que Gisela, dejara de ser su cuñada para convertirse en su mujer.

Por otro lado, Luhana estaba en su habitación, aún tenía su vestido de Novia, ella se cambió y cuando sintió que su padre entro a su habitación, ella salió sigilosamente de la mansión, prendió su auto y se marchó a un hotel, necesitaba pensar y aclarar sus ideas.

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