Descubriendo el secreto de Inés

Los pequeños hijos de Inés no llevarían el apellido de su padre, pero  su  pequeño hijo si llevaría el nombre de su padre biológico.

Era innegable que ella siempre amaría a Martín Otuz, sin importar lo que él le había hecho, pensaba que después de todo ella había cometido el mismo error,  le había sido infiel a Martín  con Frank el capataz de la finca de su esposo Martín.

Y se sentía  avergonzada por dejarse llevar por la rabia y por su deseo de vengarse de él.

El pobre  Frank estaba enamorado de ella y ella lo sabía, se aprovechó  de sus sentimientos para hacerlo caer en sus deseos y poder tener el hijo que Martín su esposo no le había querido dar, pensó  después de dormir con él en aceptar  su propuesta e irse a vivir con Frank..

Pero al pensar en Martín, imaginó lo que dirían de él y no quiso  hacerle  más daño a su marido, ella sólo quería  un hijo, el que Martín  no le dió pero si tuvo con otra mujer.

Ahora que sabía que sus bebés eran hijos de Martín sentía alivio, a la vez dolor y vergüenza por haber amado a su esposo Martín después de haber estado con Frank.

Ella apreciaba a Frank  como a un amigo y nada más, nunca sintió otra cosa por él, pero  en su enojo por el engaño de su esposi, pensó en irse con él y que todos en la finca lo supieran;  que su patrón había sido traicionado por su mujer y su capataz, quería hacerlo sufrir.

Pero luego imaginó su vida con Frank y creyó que no podría soportar vivir amando a Martín y estar con un hombre que ella  nunca amaría.

Su objetivo era solo embarazarse, tener un hijo que le diera las fuerzas para seguir su vida después del engaño de su esposo -- Si él tenía un hijo, ella tenía derecho también a tener uno, aunque no fuera de él ni con él esa era su meta y por eso se había acostado con Frank.

De hecho Inés  creyó en todo momento que sus hijos  eran de Frank, lo aseguraba en su interior,  pero al verlos su corazón entendió quién era el verdadero padre de sus hijos, que resultaron al final ser de Martín su marido, el hombre que amo con todas sus fuerzas antes de decirle: ¡Adiós! Para siempre.

Sentada en su cama los miraba dormidos  en sus cunas y  sus lágrimas empezaron a caer sin remedio, imaginaba como sería si Martín supiera que ella le había dado dos  hijos.

Entre sollozos y acariciando sus cabecitas dijo: Si supieras Martín que tienes dos preciosos hijos. Aunque conmigo nunca quisiste tener uno -- La vida me regalo dos -- El cielo me hizo justicia..

¡Son tan hermosos como su madre!

La voz masculina detrás de ella la hizo ponerse de pie tan de prisa que estuvo a punto de caer. Ese hombre aprovechó el momento para tomarla de la cintura y acercarla tanto a él que parecía querer besarla

Disculpe doctor...  Dijo muy apenada Inés soltándose de entre los brazos del doctor

¡No se preocupe por eso,  yo la salve de darse un mal golpe y usted alegro mi día!

A Inés la actitud del doctor  la incomodaba un poco, pero en ese momento al verlo sonreirle  y la mirada del doctor que tenía  hacía ella, una loca idea se le metió en la cabeza de repente.

Se preocupó al pensar; ¿Que iba a hacer Martín si se enteraba de sus hijos?  Si se acercaba a ellos sabría de inmediato que él era su padre y ella no quería eso ¿como podría alejarlo?

De pronto miró al doctor y dijo:¡Gracias doctor! -- Sonriendole  coqueta

¿Qué me está pasando? Yo no era así  ¡Tanto quiero  castigar a Martín!  Se preguntaba

El médico se sintió invitado por la actitud de la  joven y bella madre y sin perder oportunidad le acarició el rostro

Eres una bellísima madre -- ¡Una preciosa mujer! -- Le dijo acercándose a Inés  y ella le sonrió

¿Que estaba haciendo? -- Sus hijos estaban a su lado en sus cunitas recién nacidos y ella estaba coqueteando con el doctor  que  venía a pasar consulta. ¿Se estaba volviendo loca? Se preguntaba al verse en esa situación tan comprometedora con el doctor.

Disculpe doctor, pero no creo que esto  esté bien..

¿No veo por qué no? -- La interrumpió el médico acariciando de nuevo  su mejilla. Desde que llegaste al primer chequeo me gustaste Inés -- Y me sigues gustando aún  más Inés;  Más que ese día..

La confesión del doctor estaba siendo demasiado directa y la haría más directa al decirle: ¡Yo no puedo tener hijos Inés y tú no tienes marido y tus hijos necesitan un padre a su lado!  Yo, Inés..

¡Yo te ofrezco mi nombre y mi apellido para tus hijos!  ¡Acepta Inés! Mi casa sería a partir de hoy tu casa y yo.. Tu marido..

Inés lo miró sorprendida por lo que le estaba proponiendo el doctor y la propuesta aunque descabellada que le hacía el doctor Shuder era tentadora.

Ella debía criar a dos pequeños sola y aunque no tenía necesidad económica ya que con su divorcio Martín él le dejó a su nombre bastante dinero y tierras, ella sólo pensaba ahora en utilizar todo eso y ponerlo a nombre de sus hijos -- Al fin y al cabo eran las tierras de su padre y por ende ellos eran los legítimos dueños

Gracias Egor -- Pero no quiero una relación por ahora -- Y menos ahora que mis hijos acaban de nacer..

Quiero estar sola con ellos y -- ¡Tengo planes!

Y yo no entro en ellos,  ¿Verdad? -- Le pregunto seriamente el doctor  a Inés

¡No! -- Respondió sinceramente Inés -- Ella no quería casarse nunca más, sus hijos serían su vida a partir de ahora y no deseaba otro hombres en su vida.

¡No sabes cuánto  lamento oír eso! tenía muchas  esperanzas que me dijeras que sí, estoy seguro que habría sido un buen padre para tus hijos y un maravilloso esposo para ti..

Gracias de todos modos doctor, es usted un hombre encantador, pero no deseo enamorarme por ahora, mi único amor son mis hijos.

Lo comprendo, espero que tus hijos y tú sean muy felices. Le dijo el doctor

Y aprovechando que Inés lo miraba apenada, eldoctor  la beso en los labios sin que ella lo esperara y salió de la habitación muy serio.

Pasado ese incidente con el doctor, éste  se mantuvo muy serio y distante  con ella, cada vez que venía a verla o a saber de los pequeños, se comportaba  como médico y mantenía una fuerte distancia con Inés.

Se había decepcionado mucho con la negativa  de Inés y le había enojado mucho  su rechazo,  en su ego él  se imaginó que Inés  aceptaría su propuesta sin dudar, se creyó dueño de esa preciosa mujer y parte de la vida de tan bellos pequeños, vio en Inés a la familia que él soñaba, se molesto con ella y por eso  se mantenía distante.

Por suerte para  Inés al  día siguiente ella ya estaba en su pequeña casa con sus hijos. Ya tenía planeado irse de allí muy pronto, en cuestión de días, cuando su casa estuviera terminada sus hijos y ella estarían viviendo en su nueva casa en el campo.

En la tierra que su padre le había dado a su madre en su divorcio. Allí crecerían libres en su propia casa, en su  tierra y al calor de un hogar.

Inés se sentía feliz viendo a su hijos crecer y cada mes su hijo Martín se parecía más a su padre. Cada vez que lo veía se preguntaba: ¿Como estará Martín?

El día del primer cumpleaños de sus hijos ella fue a la cuidad para comprarles sus regalos y todo lo necesario para hacerles su fiesta --

Ella no vivía sola en su casa, vivía con una señora mayor y su hija-- Ambas la ayudaban en la casa y con sus pequeños hijos.

¡Buenas tardes! -- Necesito que me supla está lista por favor--- Le pidió Inés a la dependiente

¡Tú no cambias!  Dijo una mujer detrás de ella

En cambio tu ex ..Parece que murió cuando te fuiste  ¡Lo enterraste vivo cuando le pediste el divorcio!

Si lo querías castigar Inés , ¡Lo conseguiste! La mujer la miraba molesta

No veo como no aprovechaste mi ausencia -- Le dijo Inés -- Tú eres la madre de su... único hijo..

Sí, ¡así es! Pero eso a Martín nunca  le importó -- ¡Tú y sólo tú, eras lo único que le ha importado!  y sigues siéndo lo único que a él le importa..

Eltom ahora tiene un mejor padre que Martín; Uno al que él si le importa...

¡Eres una culebra venenosa Eloísa! -- Le dijo Ines -- Martín debe girarte bastante dinero para tu hijo..

¡Úsalo para él y no lo despilfarres en ti! Le dijo Inés al ver las joyas que traía encima la mujer

Eloísa estuvo a punto de irsele encima a Inés cuando apareció la dependiente con las cosas para Inés

¡Aquí tiene señora!

Inés sacó de su cartera el dinero dejando ver algo muy interesante para Eloísa

Quería aprovechar el momento que Inés estaba pagando  para irse tan rápido como le fuera posible del lugar.

Pero lo que vió le llamó mucho la atención a Eloísa -- Una fotografía que pudo ver en la cartera de Inés cuando ella le pagaba a la dependiente  la hizo sonreír e imaginar a quien podría herir con la información que ahora conocía.

Inés, Inés-- Tienes un secreto ¡muy grande oculto! Sonriendo y maquinando en su mente salió del lugar con una gran misión en su cabeza

Con lo que podia hacer con lo que se había enterado en mente, subió a su auto y manejo kilometros para tocar una puerta

¿Que haces aquí? Te pedí que no volvieras.. Dijo muy  molesto y extrañado al verla de nuevo

-¡Hola Martín! -- No vine a pedirte nada.. Todo lo contrario. Vine a contarte algo, a hacerte un regalito..

¿Que  es lo que quieres Eloísa?- La Interrumpió

Me agradecerás después cuando te lo diga Martín. Sólo vine a decirte algo Martín  y me iré después, te lo prometo: Eltom, no es tu único hijo.. ¡Tienes dos más! Un niño y una niña.

¿De qué estás hablando? -- ¿Que escondes Eloísa? -- Le pregunto irritado Martín..

¡Yo nada!-- Pero tu Inés -- ¡Sí!

Al escucharla  Martín sintió como si derramaran sobre él  un balde de agua muy fría que cayó en todo su ser, si era verdad lo que Eloísa le decía,  Inés tenía dos hijos suyos y eso significaba que él nunca tendría derecho a  estar cerca de ellos.

¡Mientes Eloísa!

No; digo la verdad, mi querido Martín, tu inocente mujercita se llevo de ti los hijos que no quisiste darle, y se que son tuyos porque se parecen a su padre..

¡Eres una víbora!

Sí, algo parecido.. Pero sólo inyecto mi veneno donde me place..

¡Vete de aquí con tu veneno Eloísa! Aquí nunca serás bienvenida..

Si me hubieras aceptado en tu vida en lugar de echarme como lo hiciste, seríamos nosotros los que tendríamos dos hijos, pero ahora te deseo que sufras más, no solo por que perdiste a tu amada mujercita, sino porque nunca tendrá a acceso a los hijos de Inés.. ¡Ella te odia! Más que yo..

La sentencia  cruel de Eloísa eran cuchillas para el corazón de Martín, sabía que en todas las palabras hirientes de Eloísa se escondía una verdad, su amada Inés no querría que él se acercara a sus hijos.

Él le había hecho mucho daño a Inés  y por más que intentó acercarse ella siempre lo rechazó y una y otra vez le envió a decir que la dejará vivir en paz.

Que él  ya había salido de su vida y que no quería saber más de él en toda su vida.

Sabía en su corazón que Inés no rechazaría  a sus hijos, conocía muy bien el corazón de Inés y sabía que ella los amaría y los protegeria con si vida.

De todo lo que le estaba diciendo Eloísa, lo que más le dolía era haber perdido la dicha de estar presente como padre de los hijos  de su amada Inés.

¿Sabes qué  Eloísa? Una mujer como tú  tiene demasiado veneno como para hacer feliz a alguien, pobre de Eltom que tiene que soportar a una madre como tú..

¿Crees que tu  Inés será mejor madre que yo de tus hijos?

Eso lo puedo garantizar a ojos cerrados..

Ella los debe odiar como te odia a ti..

No, te equivocas, ella los ama y los amara como un día me amo a mí..

Vete Eloísa y llevate tu veneno contigo..

Furiosa Eloísa subió a su auto dando un portazo, lo que había venido a buscar no lo consiguió, Martín se veía triste, pero la noticia de sus hijos con Inés en lugar de entristecerlo más o enojarlo, lo alegró.

Eloísa  se marchaba con las manos vacías y muy enojada con Martín Otuz, mientras Martín dejó salir su pena y cerrando la puerta, lloró.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***