capitulo 4

***Adrian***

Después de salir de la oficina, llevé a cenar a Mariela, ella estaba muy emocionada contándome los asuntos de la boda.

-Estuve viendo la lista de invitados. Ya vamos por los 300 invitados, te pasaré el listado para que puedas añadir los tuyos.

-En esa lista de 300 personas, no incluiste aún a mis invitados.- Pregunté confundido

-Todavia vida. -responde con una voz de niña. - Es que me parece exagerado 300 invitados. Esperaba que la boda sea más discreta. -Discreta? no quieres presumirme. -Respondió haciendo un puchero. -No es eso, solo que... -Me interrumpe con un beso. -No discutamos, mejor cuéntame como te fue en tu viaje.-Bien, mañana es el lanzamiento del auto, de acuerdo a como vayan las ventas de esos modelos, mi empresa saldrá de apuros. - ella pasa saliva. -¿Seguro?... eso es bueno mi amor. -Dice no muy convencida. - Terminamos de cenar y la llevo a su casa. Me bajo del coche para abrirle la puerta, ella sale y me besa con desesperación. -No vas a pasar amor, te extrañe. -Dice mientras me seguía besando. Puse seguro al auto y nos adentramos a su casa.

En la mañana me desperté antes que Mariela me vestí y me fui a casa, mientras conducía llamé a Marta

---Inicio de llamada---

-Marta dime que ya te levantaste. -pregunte desde mi auricular

-¿Que hora son?. -Marta me responde con otra pregunta aun somnolienta.

-Levantate en media hora paso por ti.

-Pero si es sábado Adrian.- responde ya más despierta

-Lo se pero esta noche tenemos el lanzamiento del vehículo con nuestras tecnologías, debemos estar presentes. y me vas a decir que ya tienes que ponerte.

-No, si es cierto en media hora estoy lista. respondió mientras me reía de su actitud.

ya la conozco y no va a ir vestida sin un vestido elegante y nuevo.

- Esta bien. Chao.-me despedí de ella y colgué el celular.

---fin de llamada---

Cuando llegue a casa Lupe seguía durmiendo pero mi madre ya estaba en la cocina.

-Como estas madre. -la salude con un beso en la frente.

-Bien hijo, y mucho mejor sabiendo que tu vida amorosa con Mariela va muy bien.- si ella supiera que no es así, que ni siquiera pudimos llegar a un acuerdo de cuantos invitados habrá en la boda. Sin embargo no dije nada.

-Si mamá, me iré a duchar y saldré un momento. Te quiero. -Lo último ya dije gritando desde las escaleras. No me gusta hablar de Mariela pero conozco a mi madre y se que es su tema favorito.

Veinte minutos después ya estaba con Marta camino al shopping a realizar las compras para el lanzamiento de esta noche. -¿Que vestidos piensas que me va ir bien?. Hace tema de conversación Marta. -Una que te tape la cara. -Bromee. -¡Oye! - Me reclama mientras me dio un golpe leve en el brazo con su puño. -Estoy jugando, tu sabes que todo lo que te pongas te quedará bien. -La veo sonrojarse y me río de nuevo. Ya llegamos -Escogemos primero el vestido, luego los zapatos y luego los accesorios. -Habla Marta y seguía hablando, solo que ya no le preste atención. Mis ojos estaban distraídos en Lucía, no creí que la volvería a ver. -¿Estas ahí? ¿me estás escuchando?- Marta me devuelve al mundo real. -Si, solo que vi a ... enseguida vuelvo. -Terminé de decir y fui tras ella, antes que se adentre al lugar la tomé del brazo, su piel todavía se sentía delicada pero ya no fría como la última vez. -¡Hola! -la salude, inclusive coquetee con ella y creo que me correspondía, venía con unos niños que al parecer no son sus hijos, pensé que si pero lo aclaro en la comida rápida que tuvimos, parecíamos una familia. Jamás me sentí tan cómodo compartiendo con alguien más el día, compramos juguetes, ropas, aproveche y me compre el traje que usaría hoy y también ropa para Lucía, esta mujer me va a matar, todo lo que probaba le lucia perfecto, con el último atuendo que se puso no resistí, me acerque a ella, la tenía sujeta de la cintura, me encantó verla respirar mi mismo aire y cerrar los ojos, la iba a besar. Pero me tuvo que recordar que es casada... Y eso que significa que ¿esta enamorada?. -Ya nos tenemos que ir.- Dijo separándose más de mi. Se volvió a vestir con lo que tenía pagamos y salimos. -Muchas gracias por todo, prometo que se lo devolveré. - Cuando ya se volteó para ir, la volví a tomar del brazo, Marta ya se fue en uber, Estoy libre puedo acercarles. -ofreci mis servicios de conductor, agradezco a los niños que emocionados respondieron si y a Lucía no le quedó de otra que aceptar, al parecer son su debilidad. Minutos después ya íbamos llegando Lucía me indica el lugar para parar. - Es aquí, de verdad muchas gracias. - Dijo abriendo el auto y dejando salir a los niños que venían atrás. - A ustedes por compartir el día conmigo, fue excelente un sábado diferente. -Dije sincero -¿Puedo volver a verte?- le regale una sonrisa, la sonris nunca falla, todas las mujeres siempre caen. -El lunes nos dará clases ven a ver. -Respondió Jorge. -Me encantará, entonces el lunes.- dije pasandole el puño para que lo choque conmigo como señal de cierre de trato. Me despedí así de todos los niños y de Ana con beso en la frente, estaban muy felices cada uno con su regalo, todavía no puedo creer que no vayan a una escuela de verdad, tendré que ver eso más adelante, es un derecho que todo niño tenga educación. -Ya escuchaste, nos vemos el lunes.-Dije girando de nuevo hacia Lucía y el beso que me guarde minutos atrás, se lo di ahora, no como quería claro pero fue un beso tierno en la mejilla. Me fascina ver como se pone colorada. Todo el dia estuvo así, le volví a sonreír y me subo al vehículo, camino nuevamente a la casa de Marta, antes de irse, acordé con ella en volver a buscarla para ver su vestido ya que no pude cumplir con ella la compra que se supone debíamos hacer juntos.

-¡Estoy enamorado!.- exclame tirándome en la enorme y suve cama de Marta, ella me observa con curiosidad, enojo y alzando una ceja.

-Señor Adrian Riveira, como asistente suyo debo recordarle que esta comprometido.

-Nooo, no me arruines el día.- reclamé mientrasme sentaba al borde desu cama, ella se caracajea y empieza su cuestionario.

-Entonces, me dirás quien es ella, como se conocieron, porque tiene hijos que no son suyos y como fue que te enamoraste.- todo esto lo dijo sin pausas y sin respirar, ahora soy yo quien se caracajea, ella esta sentada en su silla a lado de su tocador de maquillajes, respiro profundo y comienzo.

-El día que iba a Nueva York, Matias conducía el auto y ella salió corriendo y por poco le pasamos encima.

-Nooo. -responde no pudiendo creer

Termine de decirle como nos conocimos y el día maravilloso que tuve a lado de ella. Luego Marta me muestra el vestido que compro y todos los accesorios. -No quiero echarte ni nada pero desde muy temprano debo empezar a arreglarme para ir espléndida. -Dijo invitándome a ir. -Nos vemos en un par de horas, voy a recogerte de nuevo.- Le avise y le tire una almohada de plumas en la cara a modo de juego. -Más te vale. -la mism almohada volvió a parar esta vez en mi rostro.

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