"¿Qué demonios te pasa, Elizabeth? ¿Por qué me moriste?" - dijo Martín enojado. Cuando Martín le dijo eso, la agarró del cuello y le apretó muy fuerte, tanto que Elizabeth poco a poco se quedaba sin aire. En un momento, Martín reaccionó y la soltó, aventándola al sofá de la oficina. "¿Qué te pasa?" - dijo Elizabeth, sobándose el cuello. "Tú no irás a ningún lado, tu lugar es conmigo" - dijo él con voz amenazante. "Martín, ¿por qué quieres que me quede a tu lado?" - dijo ella triste. Elizabeth, al preguntar, nada más quería saber por qué después de lo que pasó con ellos, se acostó con otra en su oficina. El por qué no era suficiente con ella, por qué tengo una deuda con tu familia y la tengo que pagar - dijo él sentándose en su silla. "Entonces, ¿esto nada más es por una deuda? ¿Qué demonios le debes a mi familia?" - dijo ella enojada.
"¡Tú nunca lo entenderías!" - dijo él. "Entonces jamás voy a volver a ser libre" - dijo ella enojada. "Esto es así porque no nos ponemos de acuerdo en nuestra relación, ¿cómo ves?" - dijo él serio. "¿Qué quieres de mí?" - dijo ella seria. "Quiero que seas una esposa dentro y fuera de la mansión" - dijo él con una sonrisa.
"Entonces, ¿yo también puedo pedir cosas?" - dijo ella viéndolo a los ojos. "¡Claro! Dime qué quieres" - dijo Martín. "Entonces, no quiero que en la casa te acuestes con otras y menos que cuando estés con ellas vengas conmigo" - dijo ella enojada. "Entonces, ¿estás celosa?" - dijo él riéndose. "Te equivocas, una cosa es que quiera mi respeto como tu esposa y cuidarme yo misma, a estar celosa" - dijo ella con una voz desafiante. "Por mí no hay problema, ¿otra cosa que quieras?" - dijo él. "Por el momento no, ¿entonces me puedo retirar o me vas a tener aquí?" - dijo ella sarcástica. "Te puedes ir, pero te aviso que mi madre te quiere ver y salir contigo" - dijo él viendo sus papeles.
"Está bien" - dijo ella y se fue. En ese momento, Elizabeth quería llorar de tristeza y enojo por no poder hacer nada por culpa de una deuda. ¿Por qué será que no quiere dejarme ir? ¿Qué demonios será esa deuda? "Mejor me voy a mi habitación" - pensó ella y se fue. Mientras Elizabeth se iba, Martín se quedó en su oficina pensando por qué demonios pasó lo de la mujer. "Demonios, todo estaba bien hasta que apareció esa mujer en mi casa y yo de idiota que dejé que la calentura me llevara, cuando arriba tengo algo mucho mejor. ¿Ahora qué voy a hacer para que ella ceda con mis peticiones?" - pensó él.
Cuando la hora llegó, la madre de Martín llegó a la casa y esperaba a Elizabeth. Mientras tanto, Martín le dijo a su madre que la esperara en la sala que él le avisaba que ya había llegado. Él subió y abrió la puerta sin hacer nada de ruido. Cuando entró, vio a Elizabeth de espaldas intentando cerrar el cierre de su vestido, pero no podía. Martín se acercó y la ayudó. Esto para Elizabeth la sorprendió mucho, pero tampoco podía negar que estaba sonrojada por Martín, de cómo llegaba a sentir sus grandes manos por su espalda.
Mi madre ya está aquí, te está esperando en la sala - dijo él muy cerca de mi oído.
Está bien, nada más voy por mi bolsa y bajo - dije yo sonrojada pero seria. Martín notó que estaba sonrojada por su acción, entonces, cuando todavía estaba de espaldas, me agarró de la cintura y me volteó rápido para besarme apasionadamente. Yo no sabía qué hacer, me agarró de sorpresa, pero mi cuerpo no respondía, era como si se manejara solo cuando Martín estaba tan cerca. "¿Qué demonios me sucede cada vez que él está tan cerca? Es como si tuviera el control de mí, pero no lo voy a permitir nunca más", pensé mientras correspondía aquel beso.
"Carajo, sus labios me llevan a un lugar de la gloria que me hacen sentir como si fuera única", pensó él. Cuando todo empezaba a tomar rumbo, lo caminé hacia la cama y lo hice sentarse sin dejar de besarlo. Mientras tanto, yo me subí a él moviendo mis caderas sexualmente, esto hizo que Martín se excitara y su amigo se pusiera recto. Entonces, Martín me quitó las bragas y poco a poco me penetró, haciendo que gimiera de placer y él también. Mientras tanto, yo empecé a dar pequeños saltitos y esto hacía que Martín disfrutara aún más. Pero de un momento a otro, un pensamiento abordó mi mente: "¿Y si lo dejo así y me voy rápido? Así me paga lo de la mañana con esa tipa", pensé yo y sonreí en el beso. Me separé del beso dejando una saliva y viendo a los ojos a Martín, viendo cómo disfrutaba aquel acto, pero para mí esto no iba a durar mucho tiempo. Entonces, me levanté, agarré mis cosas y corrí a la sala viendo a mi suegra.
¡Suegra, vámonos! - dije yo agitada y viendo para arriba.
Está bien, hija, vámonos.
Cuando ellas se fueron, Martín se quedó en la habitación con el problema con su amigo y nada más se rió.
"¡Demonios, Elizabeth, me las vas a pagar cuando llegues, pero carajo!", dijo él molesto pero riéndose mientras resolvía su problema. Mientras tanto, con mi suegra, pasábamos de una tienda a otra hasta que ella me llevó a una tienda exótica con muchas cosas para que eligiera lencería para disfrutar mis noches con mi esposo. Pero para mí era algo penoso, no tenía otra opción que elegir para que mi suegra no notara nada sobre mi relación con Martín. Mientras veía cada cosa y agarraba la que más me gustaba, me decía a mí misma: "De todos modos, no lo estoy haciendo por él, sino por mi suegra. Ella es muy buena conmigo. Aparte, esta ropa me quedará muy bien. No tengo que comprarla nada más por él, ni que fuera tan importante".
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Comments
Olga Lopez
que pena de verdad, por qué casi todas las mujeres,se les olvida todo cuando el hombre que tienen ,las trata como basura,las humillan, hasta hacía unas horas estuvo con ella siendo el primer hombre, luego quiso seguir en el baño, pero llegó la amante y se olvidó que la dejó esperando,y se follo a la amante, pero lo más indignante,es que minutos después se metió con el,sin pensar en lo que vió y sólo se dejó llevar por la calentura, que le provoca su disque esposo,, para mí siempre leo lo mismo mujeres sin dignidad,sin amor propio pero sobretodo que no cuidan su integridad no saben que les pueden contagiar de alguna enfermedad,pues creo que el tipo ni siquiera se baño o limpió después de estar con la prostituta que lo fue a buscar, la verdad que asco y que mujer tan cochina, no se quiere así misma,,🤨🤨
2024-01-18
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Liz Aurora Rodrigues Urquia
de verdad es tu vida o de una amiga que no se ame . ya estamos en otros tiempos . deja de escribir tonterías
2023-11-29
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