Parte 18

La tensión que se sentía en el lugar era abrumadora. ¿Quién era este sujeto de aspecto conocido? El rostro de Reiliey se puso pálido y sus manos empezaron a temblar como si hubiera avistado un fantasma.

Había un olor extraño en el aire, era una fragancia agradable que se mezclaba con el olor a sangre. Me alegra haber practicado mis sentidos, pude percibir los cuerpos ya muertos fuera de mi habitación. Lo normal era pensar que este sujeto fue quien los mató, pero viendo su ropa bien acomodada me dio a entender que no fue él. Por otro lado, el olor asfixiante de las feromonas de Daez me dejó sin aliento.

El estado de sus feromonas reflejaba su sentir, más que enojado, yo diría que estaba en constante tensión ante su rival. No importa cómo lo veas, este sujeto llamado Marco es alguien de un gran poder.

A mi lado estaba Reiliey, quien seguía en estado de shock, mientras delante de mí se encontraba Daez. Este se había puesto por delante con la intención de cubrirme del sujeto que intentaba hacerme daño.

No era el momento de reflexionar en las palabras dichas en el pasado, pero ver a Daez protegerme me hizo recordar que fue él quien me había reprochado su ayuda. El hombre me miró con ojos fríos y alzó su mano en el aire pidiéndome que fuera hacia él.

Extrañamente, mi cuerpo reaccionó a su pedido. No fue un impulso obligatorio, tampoco un impulso de obedecer sus órdenes. Simplemente no sentí hostilidad de su parte. Incluso mi cuerpo sintió un extraño sentimiento familiar. Sin darme cuenta, di un paso hacia delante, pero fui retenida por el brazo extendido de Daez.

—¿Qué haces?—dijo con un tono molesto. Sus feromonas empezaron a rodearme. Viendo mi rostro opaco debido a sus feromonas, se disculpó y me pidió que retrocediera.

—¿Quién es ese sujeto?—le pregunté, pero él solo me miró sin respuesta.

Intenté hacer reaccionar a Reiliey, pero esta seguía sin poder reaccionar. Debo tranquilizarme. No puedo asustarme por un solo hombre. Ya no soy la inofensiva Clare. De un momento a otro, Daez me sostuvo por las caderas y saltó por la ventana. Fue tan rápido que no pude reaccionar. Mi estómago se hizo nudos y sentí la impresión de haber vomitado.

Al igual que yo, este suceso hizo que Reiliey despertara de su estado. No se tomó ni siquiera un tiempo para procesar todo, me sujetó por las manos y me llevó al auto. Condujo con desespero por la carretera.

—¿Reiliey, qué demonios está pasando? ¿Quién es ese sujeto?—Con una voz temblorosa, respondió que ese hombre era el líder de los desertores, aquel que le declaró la guerra al círculo.

No, esta vez no. Sin importar lo que pase, esta vez no estoy dispuesta a ser la ignorante del grupo. Es obvio que me están mintiendo. Conjuro el hechizo manipulador y detengo el auto. Bajo apresurada del auto siendo seguida por Reiliey.

—¡Vete, déjame en paz!—Le grito enojada. Me pregunta a dónde me dirijo, le respondo que regresaré a la academia. Sé que es muy tonto de mi parte, pero estoy segura de que su intención no era lastimarme. Aún más, puedo asegurar que este hombre tiene información que no desean que escuche.

Siento mi cuerpo entumecido y antes de poder reaccionar, mis rodillas caen al suelo. Miro a Reiliey, dándome por enterada de que nuevamente ha usado el mismo conjuro en mí.

—¡Lo siento, no puedo permitir que regreses a ese lugar!—Antes de quedar dormida, conjuro el portal y soy transportada hacia la academia.

Estando lejos de Reiliey, el conjuro se debilita, pero sigo sintiéndome anestesiada. Subo al ascensor y presiono el botón del piso cinco. Cuando el ascensor se abre en el pasillo hacia mi habitación, hay por lo menos cinco cuerpos masacrados. Abro la puerta de mi habitación y no hay nadie, solo un rastro de feromonas débiles.

Escucho el auto estacionarse y sé de inmediato que es Reiliey. El conjuro nuevamente se fortalece y mis párpados empiezan a cerrarse. Una mano fría toca mis hombros. Esta vez, no puedo soportarlo y termino desmayada, consciente pero dormida.

—¿Qué pasa contigo? ¿Por qué regresaste?—Esa voz la reconozco sin problemas, Daez. Me sujeta en brazos y me lleva hasta el auto de Reiliey.

Una vez llegamos a la mansión, Reilley anuló el conjuro y pude volver a moverme. Estaba en una habitación grande y espaciosa. Miré a mi alrededor y confirmé que no estaba en la mansión de mi abuelo. El rostro de todos estaba opaco, como si hubieran estado despiertos durante más de diez días. —¿Dónde estamos?—pregunté. —¡Es la mansión Freman!—respondió una voz. No sé qué pensar de esto. ¿Por qué estaba en la mansión Freman y no en la mansión Wilson? Fui guiada hasta otra habitación. Mediante el camino, me di cuenta de que no era una mansión, sino una fortaleza antigua.

Llegando al lugar, vi rostros conocidos: mi padre junto a Reilley, Grey y, por supuesto, Daez. Me extrañó verlos a todos juntos. Segundos después, cuatro personas entraron al sitio. Se trataba de los ancianos pertenecientes al círculo. —¿Por qué todos están aquí?—pregunté.

No puedo creer todo lo que escuché. Mi abuelo había sido atacado por un sujeto de cabello rubio platinado, el mismo sujeto que estaba en mi habitación. Esto era un asunto importante. Un anciano había sido atacado. Pregunté por su estado de salud, a lo cual todos mencionaron que se encontraba en reposo.

Mi abuelo no es una persona normal. Es uno de los cinco ancianos, considerado una de las criaturas más fuertes del mundo paranormal. Pero me están diciendo que fue lastimado por un sujeto delgado y de estatura promedio. Fui a su habitación. Él se encontraba durmiendo. Según dijeron, perdió una cantidad descomunal de sangre. Por lo tanto, estaría en reposo durante una semana. El gran Peind Wilson estaba vulnerable. Nunca antes la familia Wilson se había encontrado con un problema parecido.

Por órdenes del círculo, todas las actividades de la academia fueron canceladas. La guerra ahora es inminente. Para proteger el legado Freman, fui asignada a un custodio. Mientras tanto, mi abuelo y mi familia seguirían alojados en la mansión Freman. Esto duraría el tiempo necesario para que Peind Wilson recuperara su estado físico. La puerta de la habitación se abrió y Daez entró. Miró a mi abuelo con una mirada fría.

No lo culpo, sé muy bien de todas las cosas que tuvo que pasar por culpa de mi abuelo, pero ese hombre frío y malvado es la única persona que estuvo incondicionalmente conmigo.

—¡Debemos irnos!—dijo con tranquilidad.

No importa cómo intente comprender sus razones, Daez Brhazo es alguien imposible de descifrar. Durante la reunión con el consejo, se ordenó que durante la recuperación de mi abuelo debía tener un custodio que me protegiera. Por más que me negué a este hecho, fue más una demanda que una pregunta.

Como es costumbre, todos buscan su propia conveniencia. La familia Glodder se ofreció a darme la bienvenida en su mansión. La familia Clinne también se ofreció. Hubo gran disputa por escoger quién sería mi custodio. Por mi parte, no podría importarme menos dónde me alojaría.

Me enoja pensar que en momentos como estos debo estar separada de mi abuelo. No tengo que ser inteligente para saber que no buscan mi protección, más que todo buscar mantenerme al margen de todo lo sucedido.

Todos callaron en el momento en el cual Joshua Brhazo se puso de pie y ofreciéndome alojamiento en la mansión Brhazo. Incluso para mí fue algo inesperado. Lo normal sería que se negaran a tal pedido, pero inesperadamente el círculo aceptó que la familia Brhazo fuesen mis custodios.

—¡Lamento que tengas que ser mi niñero!—le dije con pesadez. Pero solo me miró y preguntó si prefiero ser custodiada por otra familia con intenciones aún más confusas. Sinceramente, no sé qué suponer, es obvio que él también tenía intenciones ocultas.

Le pregunté sobre sus intenciones y este solo sonrió. Lo normal era esperar su reproche, pero parecía estar de acuerdo con ser mi custodio. Me preguntó si Daez es mi amigo o enemigo.

Hay veces en las cuales me pregunto cuál es la intención de todos los que me rodean. Hay veces que el círculo demuestra estar de mi lado y hay otras veces en las cuales siento que solo buscan deshacerse de mí.

Cada día que pasa siento que me pierdo más. Hay momentos en los cuales no recuerdo cómo era mi vida antes de descubrir todo esto. Me siento encerrada y con impulsos de correr tan lejos como me sea posible. Incluso he llegado a considerar que no sería una mala idea ser una desertora.

Si desertara, no tendría que preocuparme por heredar el liderazgo del círculo. Incluso podría vivir mi vida tranquilamente como tenía planeado. Siempre y cuando no causara ningún inconveniente, no habría razones para ser ejecutada o cazada por el círculo.

Daez pronunció un conjuro y el portal se abrió. Cruzamos y fuimos azotados por una nevada gélida. Ya no estábamos en Oregón, sino en Rusia. Con sarcasmo, me dio la bienvenida a su hogar. Era una mansión aún más grande que la mansión Wilson y la mansión Freeman.

Fui recibida por dos mayordomos. No sé en qué momento les pareció una buena idea enviarme a convivir con las personas que durante años han intentado matarme. Soy inocente de todo lo relacionado con mis apellidos. Por supuesto, estas personas no lograrían entender mis razones.

Desde la mucama hasta el jardinero, me miraron con ojos hostiles. Me dieron una habitación enorme y cálida. Todos en la mansión son vampiros. Tener que calentar una habitación es algo que nunca habían hecho. La calefacción funcionaba bien, pero el frío asfixiante seguía presente.

Me duché con agua tibia. Debido a mi partida apresurada, no me dio tiempo de recoger mi ropa. Todo lo que había en el armario eran pijamas, pero eran por lo menos cuatro tallas más grandes que yo.

Desde hace un rato, seguía sintiendo una presión en mi pecho. Tomé puesto en la ventana y observé cómo caía la nieve. Mi mente se sentía confusa e incrementaba cada vez más ese dolor pulsante en mi cabeza.

Es como si me estuviera forzando a mantener algo oculto en mis memorias. El dolor incrementó cada vez más. Empecé a golpear mi cabeza contra el vidrio de la ventana tratando de calmar ese dolor. Justo cuando sentí que estaba por romper esa cuerda que mantenía mi cordura en su lugar, sentí unas manos frías interponerse entre mi cabeza y la ventana de vidrio.

Lo miré por un segundo. Ya no me sorprende que Daez aparezca en los momentos menos esperados. Su olor era una fragancia agradable y suave.

—¡Entré por qué había un olor a sangre fresca! ¿Por qué te lastimas en un sitio infectado de vampiros?

Lo pensé por un segundo, miré mis manos y estaban llenas de sangre. No recuerdo haberme lastimado. Sin darme cuenta, había arañado fuertemente mi cuello hasta el punto de sangrar.

Él sostuvo mi mano ensangrentada y lamió mis dedos. ¡Tu sangre es muy dulce! —respondió con un rostro modesto.

CONTINUARÁ...

Más populares

Comments

Astrid González

Astrid González

alguien más piensa que esos dolores de cabeza es porque debido a todo lo que ha pasado está empezando a recuperar sus memorias, pero como en realidad perdió las memorias por un conjuro esto está evitando que ella recupere las memorias y por esto está con dolores de cabeza 🤯

2023-04-27

3

Betty Saavedra Alvarado

Betty Saavedra Alvarado

clare estás sumergida en un mundo de preguntas y respuestas que muy pronto descubrirás daez es tu protector cuidado con tus feromonas el te protege de ti misms

2023-04-26

2

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play