Capitulo 4 Pistas.

Cristian Harris con sus 25 años era un tipo posicionado en su empresa, su mejor amigo y socio con parte de acciones era Ares Norton. El lema de Cristian de trabajar, hacer dinero y no incursionar en el desilusionante mundo del amor , parecía ser lo que se adecuaba a ambos. Algunos hasta rumoreaban que entre esos dos amigos había algo más que amistad.

Nada más alejado de la realidad.

Se hicieron inseparables en el trabajo y generalmente salían juntos a Nigth club, donde ambos demostraban ser bien heterosexuales . Cristian salió de la casa de su padre y compró su propio departamento.

La revista Magnun lo mostraba como un Ceo exitoso, soltero y despiadado en los negocios. También en cierta oportunidad mostraron el lujo y el refinamiento del último piso en donde vivía. Su empresa ya había incursionado en ventas en internet y su Cía Harris Company, tenia un producto informático : zero. com donde la gente accedía a realizar compras de todas partes del mundo. La logística era correcta y los productos llegaban con rapidez a los usuarios.

Zero. Com había logrado incorporar una tarjeta de crédito y débito que el área financiera logró posicionarla en el mercado como una de las más exitosas.

Zero+ llego a mover más dinero en Argentina, que por las tradicionales Visa y Máster o que las electrónicas Mercado Pago y Plus+. Los negocios iban bien a pesar de las fluctuaciones políticas del Gobierno de ese país.

Además de un edificio de la firma Harris y Cía , la empresa de Cristian tenía filiales en distintos lugares de Argentina y de buena parte del mundo. Su padre, Morton Harris finalmente se había separado de su secretaria y se había casado con una dama de Salta donde Harris Cia tenía una de sus filiales.

El y su hijo estaban bastante distanciados pero su mujer Marta , cada tanto lo invitaba a su casa en la ladera de una Montaña, y trataba de interesar al hijo de su esposo en mujeres de la zona que pertenecían a su círculo social.

Ella era una amante de la botánica, se había jubilado como profesora de esa área y el estudio de plantas de esa zona era su pasión.

El desinterés de profundizar relaciones de su hijastro con las bellas damas que lo rodeaban o que ella les presentaba la hacía imaginar que Cristian tuvo una relación traumática en su pasado, quizás el abandono de su madre o una experiencia amorosa decepcionante.

Cristian en Buenos Aires llevaba una rutina de vida aceptable para él, era un hombre muy guapo, se ejercitaba a diario, trabajaba en un escritorio del Holding de su empresa, los fines de semana recorría con Ares los clubes y se liaba con alguien por una noche. No había mujeres en su residencia excepto su empleada de confianza.

Apenas sucedió el episodio con su zorrita como el llamaba a Ámbar, realmente la buscó. Recorría las inmediaciones de la zona de Avellaneda y hasta creyó muchas veces reconocerla en la multitud.

Sus sueños eróticos con ella sucedían cada noche , allí la tenía completa, deseosa, amandola y besando sus pequeños senos, chupando con su boca lo que solo había tocado con sus manos, sentía el sabor de sus jugosos labios y le hacía el amor de mil maneras.

Había cosas en ese encuentro que lo marcaron.

Primero su estrechez, donde sin embargo toda su masculinidad pudo entrar a pesar de sentirla comprimida.

Luego su aparente indiferencia en el momento de la posesión , a no ser por el temblor de su cuerpo, el golpeteo del pequeño anillo con forma de corazón sobre la barra y los múltiples espasmos de esa mujer.

Y después el aroma. Ella despedía un suave perfume que el no sintió en nadie. Un perfume equilibrado entre dulzura y sequedad. Un perfume cálido y frío a la vez. Muchas veces se acercó a perfumerías importantes y se pasó horas oliendo perfumes de mujeres para encontrar el indicado pero nunca lo halló.

El tiempo pasó y muchas mujeres pasaron en su vida y hasta la imagen de su pequeña zo** se fue borrando de su mente. Físicamente ella para nada no era su ideal femenino, era flaca y alta, casi una tabla humana, no tenía cabellera y el amaba el cabello largo femenino y las curvas.

Entonces esa historia de casi 5 años atrás se había terminado en su mente excepto por esos detalles. Los detalles a veces son lo esencial en el ser humano. Y aveces te explotan en el cerebro aunque creas que lo habías olvidado.

Y fue así esa primavera.

El estaba en Salta cuando su madrastra Marta le invitó al cumpleaños de su padre. Su padre estaba enfermo, el cáncer se había apoderado de sus pulmones las quimio y rayos ya no estaban resultando. Viajó entonces a Salta, esta vez sin Ares y contuvo a su madrastra en esa celebración que quizás sería la última.

Una joven delgada y de pelo corto, era quien ponía la medicación a su padre. Dra recién recibida, llamó la atención de Cristian por algunos detalles.

Ella cumplió con su tarea y cuando se retiraba el se ofreció a acompañarla. Mónica vivía en una de las calles suburbanas de Salta. Había heredado de su madre muerta una casita subiendo una cuesta. Cristian dejo el auto y le acompañó en la subida a su casa. Era ya tardecita cuando las nalgas de la dra Mónica , que se movían frente a el, subiendo el cerro,lo excitaron sobre manera y no pudo evitar tocarlas.

Mónica desde que conoció al hijo de su paciente quedó encantada con el, así que paro el ritmo de su subida.

El bajo sus pantalones y le comenzó a acariciar las nalgas. El le bajó las pantis y una cosa inmensa entró en su interior haciéndola gemir y gritar de placer.

_ Cállate por favor, decía él ! .

Pero el placer era tanto que ella no podía contenerse. Entonces él salió y terminó acabando sobre las piedras.

_Vamos a casa, dijo la dra.

_ Ya me voy, dijo El. Y desilusionado caminó hacia su auto.

Otra cosa importante pasó en ese viaje. Su padre quiso hablar en privado con el.

Estaba por morir y quería contarle un secreto. Su madre no era una zorra. No lo había abandonado. Habían discutido en el auto por su secretaria. Ella quiso bajarse y caminó hacia la barranca. Se cayó y el río de la Plata le tragó. Seguro la llevó hasta el mar y su cuerpo nunca fue encontrado.

Cristian no sabía cómo odiar a ese hombre moribundo así que salió de la casa llorando hacía el fondo del patio.

Su madrastra llegó a consolarlo.Ella sin dudas era una buena mujer pero el no quería contarle nada.

Trató de pasar ese día sin ver a su padre. La dra Mónica vino a atender a su padre con calmantes y Marta le dijo :

_ Dígame dra. Cómo esta mí esposo.

_ Pierde mucho cabello por la quimio. Le conviene pelar su cabeza. Yo me rasure cuando mí madre estaba enferma por empatía. Tarda en crecer pero crece más fuerte y lindo , dijo acariciando su cabello.

_ Por eso te cortaste. ? Pensé que era moda! dijo Cristian.

La dra pareció enrojecer con las palabras de Cristian ,lo que hizo que Cuándo ella se fue ,preguntara a su hijastro si algo había pasado entre ella y él. El dijo que nada y comenzó a preparar su viaje de regreso.

_ Ya te vas ? Quiero pedirte algo Cristian. Puedes averiguar quien vende este perfume para mí ? Es raro y quiero saber que esencias y plantas lo componen .

_ Okey Marta dijo metiendo la bolsa de nylon en su valija.

Se armó de valor para despedir a su padre , pudo darle fuerzas para que siga luchando por su vida y tomó un auto al aeropuerto.

Sin saberlo, llevaba otra pista de su zo** en la valija.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***