Los vientos fríos del norte soplaban moviendo las plumas de mis alas y las de Isabel mientras Beemont nos miraba fascinado por nuestras transformaciones. Mamá curaba la profunda herida de papá, miré hacia ellos y Sonia me hizo el gesto del pulgar arriba diciéndome que todo estaba bien, me puse en posición de pelea tomando tiempo para recitar el hechizo de la espada con la cual derroté a la serpiente del bosque.
—¡Ángelus aparece! —
Al instante la resplandeciente espada fué tomada por mis manos, la transformación facilita su invocación.
—Vaya, vaya. Muchacho se ve que eres muy habilidoso con la magia —
Isabel en ese instante se lanzó al ataque con sus garras de energía. Golpe por golpe todos eran esquivados por Beemont, eso me hizo pensar que el no era un demonio cualquiera.
—Jajaja con buena técnica podrías matar a muchos — dijo Beemont esquivando cada uno de esos ataques.
Pocos segundos después Beemont levantó su mano un poco y de un solo golpe mandó volar a Isabel varios metros hacia atrás, no podía creer la increíble fuerza que poseía ese demonio. Decidí ponerme en acción y me lancé al ataque, los movimientos de la espada fueron los más rapidos pero igualmente los esquivaba todos con una agilidad increíble.
—¿Que pasó? chico, pensé que serías mejor que esto? —dijo Beemont en un tono burlón.
Ataque tras ataque todos los evitaba de izquierda a derecha, de arriba a abajo con más velocidad movía la espada pero no lograba nada. Isabel otra vez se lanzó al ataque sin medir a su oponente y otra vez fué lanzada lejos por las manos de Beemont.
—No tengo tiempo para sus juegos —
Corte tras corte mi desesperación ya tocaba límites, la impotencia de no poder hacerle ningún daño a mi oponente no me hacía pensar con claridad. Enfoqué toda mi energía en la espada con un corte logré hacerle daño a su ropa y enseguida Beemont me miró con un rostro de ira y de un golpe supersónico me lanzó al suelo dejando mi cuerpo malherido por todos lados, no estoy al nivel de ese gran demonio. Logré levantarme con sangre fluyendo por mi rostro al momento Isabel como estaba y su ira aumentó más y más.
—¡AAAH! — gritó Isabel. Ese gritó levantó polvo por todos lados.
—¡INCREÍBLE. QUE PODER DEMONÍACO TAN MAGNÍFICO! — exclamó Beemont.
—No puede ser — le dije todo sorprendido por ese poder.
—Eso sigue así, esa es la razón por la cual mi señor quiere tenerte — dijo Beemont todo emocionado, levantando sus manos en signo de admiración.
—Si no hago algo ahora, nadie podrá detenerla —
Las garras de energía desaparecieron poco a poco hasta transformarse en una espada oscura con una línea color sangre en su hoja, tirando su filo hacia atrás generó una onda expansiva tras ella. Al instante a toda velocidad se lanzó al ataque que de un corte atravesó el suelo sobre los pies de Beemont pero moviendo su brazo hacia atrás formando un puño logró darle un golpe supersónico en el estómago de Isabel dejándola tendida en suelo en posición de perro escupiendo sangre tomándose su abdomen con mucho dolor.
—Tienes potencial muchachita. pero ya se me agotó la paciencia — dijo Beemont con su rostro serio.
Tomó del cabello a Isabel y de otro golpe la dejó inconsciente, su forma de demonio desapareció en ese instante y de sus ojos empezaron a fluir unas lágrimas.
—¡DETENTE! — grité tomando más velocidad para el siguiente ataque.
—Jum. que chico tan molesto — dijo Beemont levantando su mano al cielo.
En pocos segundos creó una bola de energía del tamaño de una manzana.
—Creo que con este tamaño será suficiente — dijo mirando fijamente.
Poniendo su mano al frente una corriente de aire se arremolinaba alrededor de la esfera y lanzó su ataque.
—¡EVIL EXPLOSSIÓN! — exclamó.
La esfera se acercó con mucha velocidad formando un remolino a sus lados. Tomé la espada de frente para bloquear su ataque, la esfera y la espada terminan chocando oponiendo resistencia, miraba a Beemont pensando como devolverle su ataque.
—¿Oh? interesante —
Beemont al instante cerró su mano y la esfera explotó mándame a volar a veinte metros en dirección a mis padres. Ellos aterrizados pudieron ver cómo su hijo caía ante ellos muy malherido y sin su transformación de angel.
—Hijo. No puede ser, estás muy lastimado. Déjame curarte con mi magia — dijo Sonia entre lágrimas.
No podría dejar de quejarme del fuerte dolor, de verdad estaba muy lastimado.
—Bueno. Aqui terminé, fué un placer conocerlos — dijo Beemont inclinándose haciendo una reverencia muy cortés.
El tomó a Isabel con sus manos, abrió alas y se fue volando a toda velocidad hacia las nubes desapareciendo ante los ojos de todos.
—Mamá, papá. No pude proteger a Isabel, soy un fracaso — dije entre lágrimas.
Hans todavía herido tomó mi mano y dijo.
—¿Está bien hijo? Ese sujeto es muy fuerte. Si el fuera querido nos hubiera asesinado a todos —
Mirando a Hans con lágrimas saliendo de mis ojos comprendí que tenía que ser mas fuerte para salvar a Isabel. Ahora no dejaré que corrompan ese tierno corazón que me hizo enamorarme, pulir mis poderes ya se volvió una prioridad. Pocos segundos después todo se me tornó oscuro y poco a poco mis ojos fueron cerrándose, perdí el conocimiento en ese instante.
Pasados unos minutos Hans cargó el cuerpo maltratado de su hijo, todavía sufría por la herida mortal propinada por el gran demonio, es todo un guerrero. La magia de Sonia poco a poco fue surtiendo efecto, sin ella de seguro hubiera muerto desangrándose. Entraron a la habitación y postraron el cuerpo de su hijo en la cama poniendo su mano en la frente, sonrió levemente.
—Hijo. Estoy orgulloso de ti, eres fuerte pero tienes que serlo aún más — dijo Hans acercándose a su hijo y dándole un beso en su frente.
El salió de la habitación tomando de la manos a su esposa y se fueron a su cuarto a terminar de curar sus heridas...
Pasaron dos días desde que perdí la batalla con aquel gran demonio, todavía estaba todo vendado por los brazos y el pecho "de seguro si ese ataque hubiera sido más fuerte hubiera muerto en ese instante". Después me levanté de la cama y no podía dejar de pensar en como iría a los dominios del rey demonio a rescatar a Isabel con este nivel de poder sería imposible esa hazaña, pensando en todo lo que pudieran hacerle para convertirla en una máquina de matar hizo activar mi ira cerrando el puño mirando por la ventana. Pocos segundos después miré por el reflejo del vidrio un cambió en mi, estaba más alto, mi ojos eran color azul y estaba más maduro como un chico de 17 en el cuerpo de un hombre de 25 años, creo que lo mismo le pasó a Isabel después de transformarse también sufrió un cambio.
Unos minutos más tarde bajé por la escaleras para cerciorarme que todo estaba bien y pude ver a papá sentado en su sillón mirando a lo lejos pensando en todo lo que pasó.
—Oh. Hijo ya despertaste, fue un sueño largo, que bueno. Estás bien —
—¿Papá no me notas algo diferente? —
—Vaya. ¿Hmm? hijo no lo noté, creo que estas un poco alto — me dijo un poco sorprendido.
De repente Sonia apareció por la puerta de la cocina con un cuchillo en su mano, estaba preparando el almuerzo.
—¡WOW!. hijo creciste un poco ya está hecho un adulto —
—Puede que tu poder para soportarlo tuvo que cambiar tu cuerpo a uno más adulto —
Esas palabras me dejaron pensativo "como una transformación que cambia tu cuerpo y hace eso fácil su uso?, eso sonó sin sentido ¿Verdad?".
De repente salí de la casa hacia la parte trasera del jardín y miré al cielo con el viento soplando en mi rostro, es hora de partir con el dolor de mi alma no me gustaría dejar a mi padres solos pero llegó la hora de ser el guerrero y héroe que siempre quise ser. Entré de nuevo a la casa y decidí hablar con papá sobre el tema del viaje hacia la ciudad de metellinum.
—Papá, mamá. Me voy hacia la gran ciudad —
—¿Hmmm? Hijo, ya está listo para ese viaje — dijo Hans posando su mano en su barbilla.
—Hijo, esa ciudad está muy lejos, te tomará días llegar allá — dijo mamá muy preocupada.
—Tranquila mamá, ya lo decidí —
—¿Hmmm? hijo te encontrarás con todo tipo de monstruos en tu camino. Pero tus poderes no serán un problema —
—Mi pequeño dejará la casa. Estás pensando en rescatar a Isabel ¿Verdad? — dijo Sonia dándome un abrazo muy fuerte como si no quería que su hijo se fuera al mundo solo.
—Vas a ver a mi maestro. Tengo que preparar todo para tu viaje — Hans se levantó de su sillón.
—Espera un momento hijo — dijo mamá que al instante subió a la habitación buscando en un cajón la ropa que usó su esposo en su juventud cuando empezó como aventurero y luego bajó de prisa.
—Mira hijo esto te quedará bien — Sonia estaba muy contenta.
Decidí probarme esa ropa y me quedó perfecta, mamá me miró con lágrimas en sus ojos y no puedo contener el llanto, Hans estaba orgulloso poniendo su mano en mi hombro derecho e hizo el gesto del pulgar arriba.
—Hijo hay una ruta que puedes tomar para que te tome pocos días el viaje —
—Debes llegar al pueblo vainilla que está a cuatro días de aquí y preguntarás por el explorador —
—Bueno papá —
—El te proporcionará un mapa del bosque negro. Ese lugar es muy grande y podrías perderte fácilmente — continuó Hans.
Al terminar esas palabras tomé mis cosas y proseguí a salir de la casa, listo para el largo viaje que me esperaba, le dí un fuerte abrazo a mi madre y un apretón de manos a mi padre, ellos me acompañaron hasta la puerta y me despedí moviendo mi brazo al avanzar hasta el camino que lleva al pueblo vainilla...
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