capitulo 18 ricardo

Sólo esta conversación.

Sabía que no podía hacer nada.

En cuanto stefanyy se iba, antonio dijo que iba a llevarme a cenar.

Acepté, pero cuando subí al auto, tomé la mano de antonio para girar la llave y dije, -Señor, tengo algo que decir -

antonio parecía darse cuenta de lo que iba a decir, y estaba a punto de hablar, cuando levanté la voz y dije -Cuando

estaba en la cárcel me obligaron a abortar -

Las palabras hicieron que antonio se tragara lo que iba a decir.

Le miré y le contó toda la historia de que estaba embarazada antes de ir a la cárcel y que fui abortada a la fuerza en la

prisión.

Al final, añadí, -Fui al hospital y el médico dijo que mi cuerpo estaba dañado y que nunca podría embarazarme-

Esta frase lo menti.

Después de todo, antonio era tan bueno que no lo merecía.

Pensaba que todos los hombres querían tener un hijo propio, y que a él no podía importarle esto.

En ese momento, sí vi la duda de antonio.

Pensaba que tenía razón.

Pero, no esperaba que de repente abrazara a mí, -daniela, así que has sufrido mucho en la cárcel, lo siento, es la

incapacidad de mi para ayudarte a ganar el caso -

En sus brazos estaba aturdida.

-Señor james dije que no puedo tener hijos-

-daniela no se preocupa si no puede tener un bebé. no me molesta-

antonio actuaba de una manera totalmente inesperada.

Era que antonio también se daba cuenta de que había estado demasiado apretado conmigo últimamente y ofreció que no volvería a buscarme más aparte de los fines de semana.

Al día siguiente, me dirigí al hotel de mi ex  familia, y cuando entró, stefanyy estaba repasando algunos detalles con

la encargada del hotel.

Cuando me acerqué, se limitó a decir que debía ponerse en contacto con ricardo.

ricardo era el jefe del departamento de ingenieria de este proyecto.

Durante todo un día, me había convertido desde una asistente de diseñadora a una ayudante en el departamento de

ingeniería.

En el medio, trataba de encontrar una oportunidad para explicarle a stefanyy lo que pasó ayer, pero al final, ni siquiera la

vi.

A la hora del almuerzo, ricardo pidió una comida uniforme, pero cuando la comida fue entregada, me di cuenta de que

no había la mía.

Tuve que pagarlo por mi propia cuenta.

Cuando volvi, stefanyy me señaló y me regañó, -daniela, ¿qué has estado haciendo? No sabes nada. Te dije que

aprendieras desde lo más básico, ¿y sigues siendo perezosa? -

Estaba de pie en el vestibulo, y había gente entrando y saliendo del hotel, además de los que estaban trabajando.

Todos escucharon, todos se burlaban de mí.

-Come -, respondi.

-¿Comer? Todo el mundo come durante 20 minutos, pero tú comes durante una hora, ¿verdad? ¿La empresa te invitó aquí para que comieras y durmieras? -

stefanyy se quedaba con los brazos alrededor del pecho, me regañando de manera prepotente.

De hecho, me retrasé porque pensaba erróneamente que el departamento de ingeniería pediría la comida para mí

antes.

Sabía que stefanyy estaba haciendo el ridículo a propósito, así que no podía aguantar ni un momento y dije. - stefanyy

conquistar a alguien es una capacidad propia, a el señor james no le gusta, así que es inútil que te desquites conmigo

La cara de stefanyy se puso muy fea por mis palabras.

La gente que la rodeaba le interesaba mucho ver tal escena.

stefanyy se enfadaba tanto que no me contestó durante mucho tiempo, se dio la vuelta y se fue.

De hecho, me arrepenti cuando hable, porque stefanyy era realmente capaz, y la razón por la que con menos sueldo para venir a la empresa de antonio era por sus sentimientos hacia antonio.

Si  renunció por mi comentario...

A lo largo de la tarde, le eché una mano a ricardo mientras agonizaba sobre si debía disculparse con stefanyy .

Dos horas después del finalizar el trabajo, terminé por fin el trabajo que ricardo me había preparado, y mi propia ropa ya

estaba demasiado sucia.

Me arreglé la ropa mientras me dirigia al baño.

Justo cuando llegaba a la puerta, fui jalada repentinamente por ricardo, quien se escabulló del baño de hombres y me

jaló para acercarme al baño de hombres.

-¿Quién! -grité-

Puso su mano directamente sobre mi boca.

Sus manos tenia el oler del cemento, y mientras luchaba e inhalaba el polvo, tosía desesperadamente.

A ricardo no le importaba y comenzó a manosear mi cuerpo.

Mientras se tocaba, dijo. -daniela, mírate, estás muy guapa, haciendo estas cosas realmente no vales la pena, te quedas conmigo por una noche, te prometo que no tienes que hacer nada todos los días, sólo....

No terminó sus palabras, yo levanté mi mano y le hice una bofetada.

Le golpeé con fuerza en su cara.

¡ricardo estaba sorprendido por la bofetada!

- ¡Puta zorra\, carajo! - Reaccionó\, me tiró\, empujó mi cabeza hasta el fregadero y abrió el grifo.

El agua caía desde arriba.

Ya estaba tosiendo, y el agua bajó y fue inhalada directamente en mi cavidad nasal.

-¡Cof! - tosía desesperadamente.

ricardo, que siempre trabajaba en los proyectos y tenía un cuerpo fuerte, agarró mis manos con uno de sus brazos y no

podía moverse en absoluto.

Sus dos manos estaban ocupadas, pero la mitad inferior seguía rozando mi falda, arriba y abajo.

-Cof, fuera-tosí esta única palabra con dolor entre toses.

Al intentar decir más, el agua se fue a la boca.

ricardo miró mi cara y sonrió, -Deja de gritar, a esta hora todo el mundo se ha ido, hoy tienes que ser mía, por qué no

eres honesta y me dejas divertirme, así podrás hacer menos trabajo mañana -

Dijo y bajó la mano que presionaba mis dos manos, haciendo que mi cuerpo tampoco se levantara.

Luego apartó la otra mano y empezó a desabrocharse el cinturón.

Luché desesperadamente pero no podía mover.

Cuando escuché que su cinturón seguía a sus pantalones hasta el suelo y pensaba que había terminado por ese dia...

De repente, un crujiente sonido de desbloqueo, procedente de uno de los cubículos.

El sonido era pequeño y nítido.

Para los oídos de mí, sonaba como el sonido de naturaleza.

ricardo parecía sorprenderse también, y suavizó el movimiento de sus manos, diciendo desagradablemente.- ¿No os

dije que os fuerais todos? -

Encontró la oportunidad de apartar la cabeza del grifo y grité. - ¡Ayudame! ¡Cof! ¡Ayudame! -

Oi que la puerta se abría.

Aunque no podía ver quién salía, sentía que las manos de ricardo, que estaban apretadas alrededor de las de mi.

temblaban visiblemente.

Entonces oyó su voz cortante -Señor oscar , a estas horas, ¿qué hace usted aquí? -

Señor oscar .

Con este nombre, mi mente sólo podía pensar en una persona.

-Sueltala -

Escuchó una orden que venía de atrás de la voz.

ricardo me liberó inmediatamente.

Después de eso, oí que el hombre volvía a ordenar - Fuera -

-Sí, sí. - ricardo no se atrevió a decir ni una palabra más, y salió corriendo con los pantalones.

Él y yo éramos los únicos que quedaban en todo el baño.

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