Nota: Este capítulo puede contener escenas de violencia mental y/o física y puede ser inapropiado para menores.
__ Beatriz ¡basta! _ Víctor habla un poco alto, con cierta irritación en la voz, acercándose a mí, me vuelvo hacia él, todavía llorando y lo miro a los ojos.
__ Está decidido. _ digo y seco mis lágrimas _ William no se casará con Ivy, me casaré con ese Henry. _ digo y me dirijo a la puerta, pero antes de que pueda alcanzarla, Víctor me acorrala contra la pared. Trato de soltarme, pero es en vano, Víctor presiona mis muñecas contra la pared y evita que me suelte.
¡No harás esto bajo ninguna circunstancia! _ dice bruscamente mirándome a los ojos, y ahí, en sus ojos castaños claros, veo una mezcla de miedo e ira.
__ Esto me parece demasiado contradictorio, ¿no crees? _ pregunto juntando las cejas y él se queda en silencio _ Llegas y dices que Guilherme es demasiado joven para asumir sus responsabilidades, algo que Mary no piensa. _ complemento _ Y ahora que iba a tratar de al menos arreglar lo que hice, me detienes. Víctor, no hice eso para molestarte, no lo hice con la intención de enojarte, aunque sabía que esa sería tu reacción. Mis motivos no importan, no importa por qué lo hice.
__ ¡Tú también llegas Beatriz! _ Dice Víctor enterrando su cabeza en mi cuello _ No me importan tus motivos, ahora no, debería agradecerte, ¿verdad?_ hace una pausa _ Así que gracias y... ¡Lo siento! _ me suelta las muñecas y me abraza, yo le correspondo _ lo siento por ser un idiota contigo, por haberme cambiado, estaba algo irritado al pensar que todo pudo haber salido mal, que pudimos haber perdido este anillo.
__ Yo entiendo. Digo abrazándolo fuerte y hundiéndome en sus brazos.
Nos quedamos ahí un rato abrazados y cuando nos separamos nos miramos. Los ojos de Víctor ya no muestran el miedo mezclado con la ira, un deseo encendido en su mirada, un deseo que inerte en mi piel hace que mi cuerpo se caliente, se incendie.
Me alejo apoyándome en la cómoda con una mano en la cabeza tratando de controlar mi respiración descontrolada, mi corazón acelerado. Escucho pasos acercarse, Víctor me abraza por la espalda y me olfatea el cuello.
__ Víctor... _ susurro con la voz entrecortada.
__ Beatriz… _ gira mi cuerpo frente al suyo, de repente. Nos miramos el uno al otro.
Víctor pega su cuerpo al mío, me muerdo la lengua para no soltar un gemido involuntario.
__ Por favor... _ digo.
__ Dime Beatriz... Dime lo que quieres._ habla con su cálido aliento en mi cuello, lo que me hace temblar.
__ Tú. _ digo con cierta dificultad.
__ Cómo soñé con oír eso de tu boca. _ me habla y me besa, no de una manera tranquila y delicada, sino de una manera voraz y salvaje.
El deseo ya se había apoderado de ambos, así como en mis ojos probablemente estaba expuesto, en sus ojos se puede ver una llama de deseo calentándose cada vez más. Allí se sentía como el fuego del infierno, una ola de calor un tanto insoportable emanaba de nuestros cuerpos. Si eso es el infierno, quiero quemarme en ese fuego como nunca antes había querido.
Nos tambaleamos hacia la cama todavía besándonos. El cuerpo de Víctor encima del mío, sus manos deslizándose por mi cuerpo salvajemente ya la vez delicadas, evidencia de su experiencia, de quién sabe lo que está haciendo. En unos minutos estábamos desnudos, gracias a la agilidad de Víctor y un poco de ayuda mía, obviamente siendo más lento.
Nuestros cuerpos chocaron uno contra el otro, nuestros gemidos agudos llenaron la habitación. Nuestros cuerpos sudorosos entran en éxtasis. Y ahí, después de un desencuentro, nos quedamos tirados en la cama desnudos y sudorosos, tratando de controlar nuestra respiración, después de eso, sin decirnos una sola palabra, dormimos entrelazados.
[ ... ]
Mary se levantó muy temprano el otro día, hizo su hp y se fue directamente a la enfermería, ya que el desayuno aún no estaba listo. Fue a ver a Kristian por última vez, porque no sabía si tendría la oportunidad de volver a verlo en poco tiempo, sin duda pasaría meses sin verlo.-O.
|•María•|
Vine a ver a Kristian, en realidad me despido de él por un tiempo, no me iré por el resto de mi vida. Pero es difícil meterlo en mi propia cabeza, que piensa que me iré para siempre.
Con nuestras manos entrelazadas, esperaba al menos una reciprocidad en el toque, pero verlo inmóvil borra mis esperanzas. Me detengo a mirarlo, algo que no he hecho en mucho tiempo, o tal vez nunca con Kristian así, tan quieto.
Sus pómulos definidos, su boca suave, su piel, ahora pálida, sin el color de antes. Y luego miro su cuerpo y veo por primera vez cuánto ha perdido peso. Con las prisas del día a día, no me había detenido a reparar su estado, y lamento no haberlo hecho antes.
Miro la hora en mi reloj y son las siete de la mañana, respiro hondo y me pongo de pie, besando la parte superior de su cabeza.
"Te amo Mary" _ salen las palabras de Kristian.
__ Yo también te amo Kristian. _ digo con voz fina y salgo de su habitación, secándome una lágrima que cae cuando cierro la puerta, sabiendo que no volveré allí en muchos meses.
[...]
Todos hemos desayunado, la casa no está nada tranquila, los sirvientes corretean arreglando todo para nuestra partida. Obviamente, Guilherme se sorprendió de nuestro correteo en el café y también de los sirvientes, pero dejé que Beatriz y Víctor se encargaran de eso.
Y hablando de estos dos, parece que se entendieron, tratan de disimular las miradas, pero para mí es obvio que se entendieron, me alegro si eso sucedió, los dos merecen ser felices. Me dirijo a mi habitación, donde había pocas maletas sobre la cama, donde solo tenía lo necesario, algunas de las pertenencias más importantes para mí, la ropa no es necesaria, en la nueva casa, el armario ya debe estar lleno.
Me cambio, me pongo ropa más cómoda para el viaje y también me pongo una sudadera encima, para disimular la barriga, cuando me subo al jet me la quito, hace mucho calor, me la voy a poner así que no uno sospecha, salgo del armario y encuentro a un sirviente recogiendo las pesadas bolsas, haciendo un gran esfuerzo.
_ Pídale a uno de los guardias de seguridad que recoja sus maletas por usted y las lleve al jet. No hagas tanto esfuerzo. _ le digo _ Puedes decir que fue mi orden. _ agrego y ella sale de la habitación obedeciendo mis órdenes.
Salgo al balcón y observo todo el Fuerte y el bosque aparte. Parece estar sin vida, o tal vez, es solo mi perspectiva con mi partida. No imaginé que algún día tendría que irme de aquí, de mi propia casa por falta de elección, para proteger a las personas que amo, que ahora aumentan, crece la camiseta con dos pequeños más, que se han apoderado de mi corazón.
Entro de nuevo a la habitación, y las maletas ya no estaban encima de la cama, ya se las habían llevado. Me miro en el espejo, mi expresión un poco triste, fuerzo una sonrisa y salgo de la habitación, bajo con calma las largas escaleras, llegando al final y encontrando a todos allí esperándome, Guilherme me miró con cierta tristeza en sus ojos.
__ Veo que ya sabes que me voy a Los Ángeles. _ le digo a Gui, quien asiente.
__ No sé por qué crees que deberías ir allí, pero sea cual sea la razón, haz lo que creas mejor.
__ Me alegra que entiendas. _ digo aliviado por no tener que dar razones sin sentido para ocultar la realidad _ Tu compromiso se llevará a cabo en mi nueva casa, en dos semanas.
__ Está bien... _ dice con calma.
En ese momento entra Luzia a la habitación con una sonrisa en el rostro.
__ Ya está todo listo para nuestra partida, cuando quieras Mary. _ habla en mi dirección.
__ Vámonos entonces _ digo _, cuanto más rápido vayamos, más rápido llegaremos._ Me dirijo a la puerta.
[...]
Habíamos llegado a la pista, todo listo, el jet esperándonos.
__ ¡Cuídate Guillermo! digo abrazándolo fuerte.
__ Tú también te cuidas.
__ Más una cosa. _ digo _ tomé una decisión _ empiezo por armarme de valor _ , si crees que este matrimonio no va a funcionar , la elección será tuya , si decides terminar con todo , busca a Víctor , él está informado sobre mi decisión .
__ No lo haré. _ nos separamos y me mira a los ojos _ Tendré suficiente responsabilidad para mantener esto en pie.
Solo acepto y abrazo a Víctor despidiéndome de él, miro a Biah que parecía estar conteniendo las lágrimas. Subo las escaleras del jet, con Luzia y Biah justo detrás. Pero de la nada, Beatriz que estaba en medio de las escaleras, vuelve a bajar y corre hacia Víctor y lo besa, y aun sorprendida de que él le corresponda, se separan e inclinan sus cabezas el uno contra el otro y se abrazan. Beatriz le dice algo al oído a Víctor y sale corriendo, Víctor me hace contener la risa y Luzia sonríe.
__ ¡Yo también te amo Biah!
Beatriz se detiene nuevamente en medio de las escaleras y mira hacia atrás con el rostro bañado en lágrimas, sonriéndole en medio del llanto y entra al jet, abrazándome y la puerta se cierra.
__ No esperabas este giro de los acontecimientos, ¿verdad? _ le pregunto riendo y Luzia se une a nosotros abrazándonos.
__ Ciertamente no . _ Dice Luzia devolviendo su apariencia a la normalidad, sin el hechizo de envejecimiento.
“Aún con la distancia, no cierres tu corazón al amor, porque puede derribar barreras. Persiste aunque ya no tengas esperanza, dale una oportunidad al amor y así ni la distancia podrá separarlos, porque estarán unidos para siempre”. . "
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 37 Episodes
Comments