CAPÍTULO V: Tamara la indomable

Oneida de Espinoza de 35 años de edad era la esposa actual de Roger, una mujer alta, esbelta, de grandes pechos y cintura estrecha, piel blanca, ojos y cabello oscuro, invertía muchas horas al día en el gimnasio para estar en forma y se había hecho algún que otro retoque con cirugía estética para lucir joven.

El carácter de Oneida era muy explosivo, muy celosa, envidiosa y por alguna razón sentía un odio excesivo hacia Katy, a pesar de que ella fue el tercero en discordia en el matrimonio entre Roger y Katy, era una persona de poca moral y sin escrúpulos y nunca dudaba en quitar del medio a cualquiera que estorbara en su camino.

Ella se sentía muy orgullosa de su hogar, después de todo hizo muchas cosas reprobables para conseguirlo, evidentemente no soportaba a Tamara, pero siempre fue una hipócrita y sabía fingir muy bien.

Tamara se bajó del auto y luego de saludar efusivamente a su abuela Paula por la cual no guardaba muy buenos sentimientos se fijó en la mujer que estaba parada justo frente a la puerta estorbando el paso, le pareció que estaba muy arreglada y excesivamente maquillada para la ocasión, aunque su

mamá evitaba hablar al respecto sabía que esta víbora en el pasado le hizo mucho daño, así que si Oneida no soportaba a Tamara era recíproco.

-¡!! Tammy bienvenida, cariño!!! – Dijo efusivamente dándole un abrazo.

Tamara se soltó diplomáticamente del abrazo de esta mujer y la comparaba con su madre y le costaba entender que vio su padre en esta mujer porque su mamá era más hermosa e inteligente y le pareció muy absurda la lógica de su papá.

-Mi nombre es Tamara señora, solo mis allegados me llaman Tammy – Le dijo Tamara mirándola de forma altiva a la cara.

Oneida se sintió un poco intimidada debido a la chica que a diferencia de la madre era altiva y muy orgullosa, y no sería tan fácil doblegarla, pero esperaría a que Roger se fuera a trabajar para poner a esa bastarda en su lugar.

-No soy una allegada, te recuerdo que soy la esposa de tu papá y podría decirse que casi como una madre para ti - Dijo Oneida con impertinencia

Tamara observó con reprobación a esta mujer y la sola idea de que esta mujer se comparara con su madre le producía asco, y no dudó en poner una expresión en su rostro que demostraba lo que sentía.

-Tiene usted razón en cuánto a que es la esposa de mi papá, pero eso no la hace cercana a mí, y tengo una madre que se llama Katiuska Velázquez así que por favor no vuelva a mencionar esa tontería.

Oneida estaba roja de la ira y Roger no sabía qué hacer, su hija se caracterizaba por no tener filtros a la hora de hablar y Oneida no hacía más que hacerla enfurecer, este sería un largo mes, además no quería hacer molestar a Katy porque necesitaba de su autorización para que Tamara se mudara con él.

-Tammy cariño, Oneida es mi esposa así que debes respetarla - Dijo Roger de forma condescendiente

-¿Papá dime cuándo le falté el respeto a tu esposa?, o es que acaso ahora decir la verdad se considera una falta de respeto - Respondió Tammy

Félix se acercó a saludar, el antipático chico no sentía ningún interés de conocer a su hermana mayor, pero su abuela le ofreció aumentar su mesada si era amable con ella.

-Hola mi nombre es Félix – Dijo fingiendo amabilidad

-Soy Tamara - Respondió Tammy con molestia

-El tonto que está en la esquina es mi hermano menor  Arturo - Dijo señalando al tímido Arturo de 10 años.

Tamara lo saludó amablemente porque a diferencia de Félix este le cayó bien, se sentía agotada y por eso quería descansar. Paula decidió intervenir antes de que la situación se volviera más complicada miró con severidad a Roger y a Oneida porque solo estaban haciendo enojar a Tamara.

-Tammy de seguro estás muy cansada debido al viaje vamos a tu habitación – Dijo Paula para cambiar el tema

-Si abuela estoy muy cansada - Respondió Tammy

Roger quería impresionar a su hija por eso le dio instrucciones a Oneida para que decorara una de las mejores habitaciones de la casa para Tamara, pero para su decepción ella adecuó la más pequeña.

-Oneida te pedí que le dieras la mejor habitación a la niña - Se quejó Roger

-Roger mis padres vienen de visita y no puedo darles la habitación más pequeña a ellos - Respondió Oneida

-¿Vienen de visita este año? – Preguntó con incredulidad.

-Por supuesto Roger, todos los años vienen de visita - Dijo Oneida con sarcasmo

-Oneida te dije que este año no podían venir, porque debía pagar los gastos de las vacaciones de mi hija

-¿Por qué no paga esa miserable el 50% de las vacaciones de Tamara? - Pregunto Oneida con descaro

-Oneida es un acuerdo que llegamos con los abogados de ambas partes – Dijo Roger entre dientes.

-Seguro que también estás pagando las vacaciones de tu exesposa, y, en cambio, mis pobres padres se tienen que quedar en nuestro país del tercer mundo – Dijo Oneida con insatisfacción.

Roger respiró hondo solo habían transcurrido un par de horas y ya su esposa estaba haciendo un escándalo y lo peor es que estaba hablando sobre algo de lo cual no tenía idea arruinando sus planes, quería que su hija sintiera ganas de vivir con ellos, pero Oneida solo se comportaba como una neurótica todo el tiempo.

-Oneida tú no tienes idea de lo que estás hablando y de todos los problemas que me causas - Dijo Roger

Oneida ignoraba que Roger le debía mucho dinero a Katy debido a que nunca pago  la manutención de Tamara y ella accedió a no demandarlo siempre y cuando Tamara disfrutara de unas vacaciones en Estados Unidos.

-Oneida a veces puedes ser muy estúpida – Dijo Roger dando un portazo al salir de la habitación.

Roger ignoraba cómo Katy pudo pagar los boletos aéreos y todo el papeleo, pero la verdad era que él no había aportado nada para ese viaje y por eso fue que él creyó que se quedaría en su casa porque ya había pagado una cantidad considerable de dinero y no tendría para la estadía, pero como siempre no le daba el crédito que Katy merecía, porque eso sería admitir que siempre estuvo equivocado y Katy tenía la razón.

Paula condujo a Tamara a su habitación y esperaba que la adolescente estuviera impresionada, pero cuando entraron a esta la cara de Tamara fue todo un poema porque parecía un cuarto para una niña de 05 años, decorado en color rosa, todo muy cursi y de mal gusto y ella que era una adolescente de 13 años, por el contrario, era amante de la cultura otaku, el kpop y los colores oscuros y en especial odiaba el color rosa.

-¿Quieres que lo cambiemos Tammy?- Preguntó Paula muy apenada.

-No importa abuela puedo soportarlo después de todo me voy en un mes - Respondió Tammy

-¡!! Pero mira todas las cosas lindas que compramos para ti princesa!!! - Dijo Paula

Paula habló en un tono de voz muy condescendiente mostrándole los regalos que estaban sobre la cama que tenía un edredón con una imagen de una de las princesas de la marca del ratón. Tamara sentía ganas de reírse porque si su abuela visitara su habitación en la casa de su madre se sentiría como una tonta pero prometió que

se portaría bien mientras permanecía en ese lugar.

-¿Quieres que te ayude a organizar tu equipaje Tammy?

Paula sentía curiosidad de ver que traía la niña en su maleta, aunque era cierto que la ropa que usaba en ese momento era de buena calidad creyó que solo se trataba de la que traía puesta, ella estaba recolectando cualquier evidencia que pudieran usar en contra de Katy para quitarle la custodia de Tamara.

-¿Tammy cómo ha estado tu mamá últimamente? - Preguntó  Paula

En su país natal no pudieron hacer nada, pero se encontraban en otro y eran muy estrictos en el tema del bienestar infantil y Paula supuso que esta vez tendrían una ventaja ante la vulnerable Katy, extranjera, pobre y con un oscuro secreto.

-Muy bien abuela, aunque es muy curioso que mi papá me preguntó lo mismo - Dijo Tammy con despreocupación

-Princesa hay algo que me gustaría contarte sobre tu mamá - Dijo Paula con malicia

-Abuela no te voy a permitir que me hables mal de mi madre - Respondió Tammy

Tamara detuvo a su abuela antes de que hablara, por suerte su papá Alex le advirtió que harían esto y no estaba dispuesta a permitirlo.

-¿Tamara cómo puedes pensar eso de mí?, yo quiero mucho a tu mamá aunque ella insiste en decir lo contrario y me odia – Dijo Paula fingiendo estar ofendida y al borde de las lágrimas.

Tamara se sonrió ante tal escena porque su abuela era una buena actriz, todos creían que ella era solo una manipulable chica de 13 años, pero nada más lejos de la realidad, no se daban cuenta de que la única persona que siempre estuvo a su lado era su madre y jamás la traicionaría.

-Abuelita no llores y vamos a arreglar mi equipaje - Dijo Tammy abrazándola.

Alex tenía razón cuando le dijo a Katy que estaba más preocupado por ellos que por Tamara. Paula y Roger querían presumir sobre lo bien que vivían en Estados Unidos,  cuando Katy y Tamara tenían un nivel de vida de clase media alta en su país natal muy por encima del que ellos podían ofrecerles, pero su madre le advirtió que no podía mencionarlo.

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