Ausencia y final

Omar empezó a comportarse de manera extraña, siempre cambia tema cuándo Melissa quiere indagar, Omar siente que el efecto del engaño está caducando, tiene que tomar medida y no lastimar más a Melissa, no quiere quedar como el malo de la historia. Por su lado, Melissa sospecha que tiene problemas que él prefiere callar. Se ven poco, ya no hay intimidad, sólo conversan un poco y se distancian. Una tarde fue diferente cuando se encontraron.

- Hola Melissa, hoy estás muy bonita.

- Gracias y tú estás diferente, pero hay pasto en tu cabello.

- No, no hay pasto.

- ¿Y esto que es?

- ¡Ah! Es que hoy es mi día libre, fui con mis amigos y nos tiramos un rato.

- Omar ¿Qué está pasando? ¿Por qué nos estamos distanciando?

- Quiero progresar, quiero comprar mi propio autobús.

- Pensando en grande.

- Hay que crecer, no toda la vida voy a cobrar.

- Bueno, siempre es bueno crecer.

- Hay algo que tengo que decir.

- Dime.

- Eres muy diferente a las mujeres que he conocido. Mis amigos me han dicho cosas de ti…

- ¿Qué te han dicho? ¿Qué pueden saber de mí si no nos hablamos? – Melissa está cambiando de estado de ánimo - Con ellos apenas los saludo cuando los veo.

- No te pongas así, ellos dijeron cosas, pero no son ciertas.

- ¿Qué cosas dijeron?

- Cosas sin importancia. Solo sé que tú no eres nada de lo que ellos piensan de ti.

Los dos tuvieron una conversación ligeramente tensa, pero Omar logró quietar las aguas con paciencia.

Omar se había dejado influenciar por los comentarios de sus amigos, le convencieron de que a ella se la ve fácil, es simple, en conclusión, una calabaza que se regala al primer pantalón que ve y sobre todo si hay dinero. Eso es lo que nunca vio Omar en Melissa, por lo tanto, él pensó en una manera de dar un paso al costado, no quiere lastimar más a Melissa.

En su hogar, Omar intenta establecer comunicación con Celina, su pareja, la crisis parece llegar a su fin ahora que su hijo está curado. Parece que su relación está volviendo a la normalidad, tiene que dejar a Melissa. Su mayor preocupación es no lastimar el corazón de ella, la pregunta es ¿Cómo?

Omar sigue viéndose con ella, las conversaciones se van enfriando poco a poco, aprovecha que ella es inteligente y quiere darle entender que la relación no puede más.

Hoy se sintió un poco mal, ayer le dijo en su cara que la relación es más que un vacilón y que le causó gracia decirlo en ese momento; pensó que, ahora que ya le dijo esto era mejor dejar de llamar, quería tirar el celular que ella le regaló, por qué el suyo se le cayó y el carro le pasó encima ¿Cómo tirar a la basura un regalo? Tenía que esperar un poco más de tiempo. Él le dijo que él llamaría, pero ella llamó, al ver el nombre y le gritó.

- ¿Qué cosa quieres? Te dije que yo te iba a llamar ¿No sabes escuchar?

Y colgó de repente. Melissa sintió un agudo dolor en su corazón ¿Por qué la trató tan mal?

Pero simplemente dejó de llamar. Es una semana que no hay llamadas, no hay mensajes desde ese día en que la gritó, Omar la ignora, Melissa sufre, llora, le preocupa no saber nada de él.

Omar y su hermano lograron comprar un autobús en todos estos años de ahorro, ese autobús es para ellos mismos y entrar como socios, a veces lo maneja él, otras veces su hermano. Las veces que los amigos de Omar, el mismo Omar y José, su hermano, la ven, la dejan subir y no le piden pasaje. Es más, cuando sube el controlador le dicen que es amiga, la prima, y hasta la novia.

Fue un año frío para la falsa relación entre Omar y Melissa. Mucho silencio, la ausencia entristeció a Melissa, Omar ni la saludó por su graduación. Sólo le quedó dedicarse al trabajo para completar sus horas de prácticas, aún le faltan 270 horas de las 1200.

Un sábado, Melissa salió con Maya. Fueron para buscar tipos de hojas para hacer un herbario y mientras charlaban Maya sintió la tristeza de Melissa.

- ¿Por qué tan triste, Melissa?

- Sí tú supieras, pero eres niña.

- ¡Cuéntame! Así te desahogas.

- Omar ya no me habla, son varios días y nada.

- ¿Sabes dónde trabaja él?

- En la misma empresa donde tú mamá está.

- Bueno, Melissa. Mi mamá dice que ellos son mujeriegos. Que en el paradero siempre los buscan para exigir la comida de los hijos. Lo más probable es que pronto encontrarás a alguien que valga la pena.

- El día que tengas pareja, te acordarás de mí. Es fácil hablar, pero no actuar. Para hacer esas cosas hay que superar la situación, tener la cabeza fría y voluntad para que no se caliente.

Maya le manda un mensaje a su mamá y está se enoja y le responde.

-Esta noche hablo con Omar, lo voy a cuadrar. Tú no digas nada, mañana hablaré personalmente con Melissa. Estudia. Mamá te ama.

A la noche, Amanda se queda a esperar a Omar, él va a llegar tarde, aun así, ella lo esperó. Amanda se pone a tomar un café en el bar frente al paradero.

Al ver llegar el autobús, Amanda termina su café y lo busca. Lo llama en frente de todos, y espera a que él termine de entregar la cuenta. Amanda estaba conversando con todos hasta que Omar salió para saludarla.

- ¿Cómo estás Omar?

- Amanda ¿A estas horas por aquí? ¿Necesitas ayuda?

- ¿Cómo estás Omar? Varios días sin poder hablar.

- Eso sí.

- Así no es, somos amigos, a los amigos no se les ignora.

- ¿Para que soy bueno?

- Seré directa, ya que es tarde ¿Cómo conociste a Melissa?

- ¿Melissa? No conozco a ninguna Melissa – los nervios lo delatan y Amanda ataca.

- No te hagas ¿Tienes algo con ella? Mi hija dice que está muy triste.

- Se habrá confundido.

- Estás nervioso, entonces no hay error.

- Está bien, la conocí hace unos años mientras estudiaba, la vi bonita y me dijeron cosas.

- Y tú te aprovechaste ¿Sabe ella que tú estás en una crisis matrimonial? ¿Ella sabe de la existencia de tu hijo?

- No, no sabe nada. Y para que decir la verdad, total, es mujer joven no entiende muchas cosas. Todos lo saben, todos lo dicen.

- ¿Todos lo saben? ¿Qué saben de ella? ¿Sabes que ella cocina platos de cualquier país?

- No.

- ¿Sabías, que ella y su mamá salvaron del hambre a la familia de Martín?

- No.

- ¿Sabes quién disciplina a mi hijo Esteban y con éxito?

- No.

- Pues, para tu información, es Melissa quien educa a mis tres hijos. Melissa los ayuda en sus tareas, con Melissa sólo sacan 20 en tareas y exámenes ¿Una mujer fácil o barata hace estas cosas? ¿Eso saben ellos?

- No, es obvio que no y me di cuenta, ella no es como me dijeron, yo solo hice caso a mis amigos. Pero ya la dejé libre. - lo admite.

- ¿Te has disculpado con ella? ¿Ya llamaste para terminar la relación?

- No, sólo la dejé.

- ¿No tienes pantalones para terminar una relación? Pero si los tienes para joder.

- No quiero lastimarla más.

- Compórtate cómo hombre, arregla tus asuntos con ella y, sobre todo, resuelve tus asuntos con tu mujer, la madre de tu hijo.

- ¿Qué le digo?

- Tú empezaste la joda, tú la terminas. Tú la jodiste, tú lo arreglas. - le enfatiza esas frases - Tienes tiempo hasta mañana en la tarde para resolver el asunto. Mañana por la mañana, le diré todo sobre ti.

- No le digas la verdad, me odiará por eso. Ya, yo veré como le digo las cosas.

- Ella sabrá toda la verdad, mañana a primera hora. Como ella suele levantarse temprano, será lo primero que oirá.

- Que no vaya a llorar. Admito mi error, pero no le digas la verdad, me va a odiar.

-Te jodiste, tú sabes muy bien que yo siempre cumplo con mi palabra y no voy a cambiar de opinión solo porque tú me lo impides. Mira Omar, eso debite pensarlo desde el principio.

- Me sentía sólo, mi pareja y yo hemos pasado una fuerte crisis. Que Melissa no vaya a pensar mal de mí. Háblale bonito.

- Hasta mañana. – el tono fue seco.

- Hasta mañana. - tenía el semblante caído, Melissa sabrá todo mañana temprano.

Omar está nervioso, no sabe que palabras va a usar Amanda para decir la verdad, él no se esperaba esto, Melissa lo va a odiar; lo único que le queda es pensar bien en las palabras que le piensa decir. Está noche no irá a casa a dormir, se consigue unos papeles y con un lapicero empieza a armar su discurso de disculpas y de adiós.

Los amigos de Omar piensan que ahora se acabó el circo, tienen la cara que se les cae de vergüenza, juzgaron mal a Melissa por su sencilla manera de ser, pero por su belleza creyeron que la sencillez era un disfraz. Le aconsejaban a Omar de escribir algo bonito para herir, que le desee lo mejor y que el arrepentimiento suene sincero.

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