CAMILA
Alberto me va a volver loca. El día de hoy me salió hasta en la sopa. Cómo quisiera que Robin fuera Alberto.
Hoy después de mucho tiempo quité la cobija de mi espejo. Vi mi reflejo. Había subido unas libritas, tenía ojeras por trasnochar estudiando y hacer turnos en el hospital y mi cabello se terminó de desordenar cuando venía en el bus. Es aquí donde me pregunto ¿Por qué este muchacho me habló? ¿Por qué dijo que le gustaba? Acaso está ciego.
Me desnudé. ¿Cómo podría pensar en alguien con este cuerpo? No es que esté tan mal pero él es otro nivel de belleza.
Mi celular timbró. No tenía ese número registrado.
— Hola.
— ¿Llegaste bien a tu casa?
— ¿Quién habla?
— No sabes quién soy, soy Alberto.
—¿Cómo conseguiste mi número?
— Si te digo te enojas.
— Atrevido— colgué.
Revisó mi celular. Es un gran atrevido.
Un mes pasó. Alberto de ves en cuando me buscaba para hablar, aunque aveces lo ignoraba y otras veces hablaba con él. Alberto me empezaba a gustar pero no quería enamorarme porque tardé o temprano él abriría sus ojos y me dejará por fea.
Estaba en la biblioteca cuando entró Robin con una chica muy bonita que no era de nuestra compañera. Robin pidió un libro y se sentaron frente a mi mesa. Él tomó la mano de la muchacha y ella le tiraba esa miradita coqueta. No sentía celos ya estaba acostumbrada verlo con diferentes chicas. Él era un mujeriego pero solo de las chicas bonitas y atractivas.
Nuestra miradas se cruzaron un momento, en cuanto eso pasó bajé mi vista y continué leyendo mi libro. Suspiré. Es triste ver cómo la persona que te ha gustado por un tiempo está con alguien más, saber que no le gusto porque me lo dijo. Siento como un hueco en mi corazón.
No sé si es coincidencia o destino, pero entró Alberto con una compañera de su clase, la inseparable de él, se nota que ella le tira la onda.
No puede ser, tengo a Robin y a Alberto frente mío, los dos con unas bellezas. No sé porque me molesta que Alberto este con su compañera.
Me repetía a mi misma. " Estudia, Robin no te quiere y Alberto es libre de hacer lo que desee, bueno, ambos son libres de hacer con su vida lo que quieran"
Puse cara en mis brazos, agachada, encima del libro. Pensé " Moriré siendo virgen, sin saber que se siente recibir y dar un beso sin mencionar aquello"
— Hola Camila— me susurraron en el oído.
Brinqué del susto.
Alberto se sentó al lado mío.
— No dejes sola a tu novia— le dije.
— Eso quisiera ella pero no es ni será mi novia. ¿Qué estás estudiando?
— Estás en la biblioteca, guarda silencio, ¿quieres que nos corra la bibliotecaria?
— Que nos corra.
Lo mire con una mirada asesina.
— Me gustaría verte algún día con el cabello suelto.
— Te asustarías. Tengo más frizz que mandado a hacer.
— Espérame cuando salgas. Hoy sales a las 4 creo.
— Si. En el parqueo. Espérame cerca de mi auto. A Ana ya le dieron el libro. Me regreso a trabajar con mi grupo.
— Dale.
Justo las cuatro de la tarde y estoy saliendo de mi última clase. Quedé un poco indecisa si voy o no voy al parqueo.
— Vámonos pues— dijo Alberto con una hermosa sonrisa.
— ¿Qué haces aquí? dijiste en el parqueo.
— Me temía que no llegarás, asi que vine por ti.
Robin queda viendo a Alberto. Pasó al lado nuestro y me vio de reojos.
— Ese tipo te tiró una mirada que no me gustó. Te tira la onda o que?
— Ni uno ni lo otro. Ni miradita ni miradotas, menos que me tiré onda— bajé mi vista.
— No bajes tu mirada. Ante nada ni nadie. Al parecer a ti te gustaría que ese te tire miraditas.
— Sabes que, mejor me voy a mi casa. Ya no tengo humor— le dije.
— Parece que di en el punto. Te gusta ese tipo.
Me tomó de la mano y pasamos justo al lado de Robin. Mis compañeros veían con un poco de asombro porque durante estos cinco años nunca de los nunca me habían visto con alguien y siempre mantenía un perfil bajo y solitario. Alberto me llevó al parqueo.
— Eres un cavernícola o que. Te dije que me iba a mi casa. No quiero hablar contigo. No estoy de ánimos.
— Sabes no se porque siento aquí adentro un fuego que me quema. Te voy a decir esto una vez. ME GUSTAS. SE MI NOVIA.
— ¿Qué broma es esta?
— No es broma. Piénsalo y me das una respuesta el viernes.
— Mejor te doy la respuesta ya. Y es NO.
No creo que tú quieras salir con alguien como yo.
— Acaso tú eres yo, acaso tú sabes lo que yo siento y pienso— dijo Alberto.
— Es difícil de creer que yo te guste
— ¿Quieres que te lo demuestre?
—No. No quiero nada. No tengo ningún interés romántico por los momentos.
Alberto tomó mi mano. Robin estaba en el parqueo porque iba por si auto. No paraba de vernos. Me solté rápido de la mano de Alberto.
— No me digas que por él te sueltas.
— Él no tiene nada que ver.
— Dios mío, me estoy dando cuenta que es sentir celos. Se siente feo. Ya dejemos este tema para otro día. Súbete al auto, quiero llevarte a un lugar.
El auto se detuvo frente a un salón de belleza.
— Te acuerdas que te dije que quería verte con el pelo suelto.
— No tengo para pagar el salón.
— Es un regalo.
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Updated 45 Episodes
Comments
Ingris Serrano
Alberto puede ser la persona qué le dé ese empujón a ver su belleza física y espiritual.😗😙😚😘
2025-04-13
0
Rocío Carballo
¿? No creo que Alberto se merezca que lo compares. Son personas distintas, es hora que despiertes de tu amor platónico.
2024-09-01
6
Norbita Guerrero Meza
Alberto me está gustando no seas boba camila
2024-04-09
3