Capítulo 4.Conociendo a los ángeles caídos

Hay un abismo muy corto entre el ser humano y los seres paranormales ya que aunque ellos anden como simples personas por la calle, a veces siendo vistos otras veces no, si un humano mortal no les da el permiso consciente o inconscientemente de entrar en su vida y formar parte de ella ellos no lo hacen y se quedan en el anonimato.

Casi se estaba terminando el día, ya había llegado la noche y yo tenía mucha hambre, pensé que me iba a volver a desmayar pero por no comer nada. Todavía estoy pensando como pude hacer para sobrevivir en todos estos días que no he ingerido alimento. De momento siento que alguien está abriendo la puerta y era Sebastián.

- Hola preciosa, ¿cómo te sientes?

- Bien gracias, pero tengo mucha hambre

- Bueno para eso vine, nuestra empleada doméstica que es como una abuela para nosotros ha terminado de preparar la cena así que vine a buscarte para que camines un poco y te sientes en la mesa a comer.

- Ok gracias.

Él con mucha delicadeza me ayuda a ponerme en pie, me cubrió con una bata y me guió despacio hacia el comedor. Estuvimos caminando casi por 5 minutos por el corredor, por Dios esa casa era inmensa, mejor dicho ese palacio porque vi que habían muchas habitaciones.

- Ya llegamos hermosa.

Vi a la empleada mirándome con cara amorosa pero también se le veía un poco de frialdad, era como una mezcla entre el cielo y el infierno.

- Hola querida me alegra mucho que estés de pie y con fuerzas. Ahora siéntate a cenar, buen provecho.

- Oh muchas gracias, huele riquísimo la comida.

Ricardo acomodó la silla para que me sentara y estuviera lo más cómoda posible mientras que su hermano le había dicho a la señora que él mismo iba a servirme el vino y el agua, así que tomó la copa y echó un poco de vino tinto, luego agarró el vaso y vertió agua para que tomara un poco antes de comenzar a comer ese delicioso banquete. La mesa estaba repleta de comida, había una fuente llena de ensalada de camarones, una fuente llena de pasta al pesto, otra con ensalada de papas con huevos y cebollas y un plato con un postre casero riquísimo: Flan de tres leches.

Ricardo comenzó a servirme la comida, yo estaba un poco apenada por toda la atención que me estaban dando. Tenía la costumbre de orar por los alimentos dándole gracias a Dios por ellos, así que sin darme cuenta lo hice sin ningún tipo de maldad, pero cuando terminé vi las caras de incomodidad que tenían los hermanos; el ambiente estaba tenso así que decidí decir unas palabras de agradecimiento para que se bajara la temperatura ardiente que se sentía en aquel lugar.

- Gracias por toda ésta amena atención y por haberme curado pero quiero saber más sobre ustedes. Necesito que me digan con toda verdad qué son y por qué me quieren aquí con ustedes.

Hubo un silencio sepulcral por 15 segundos aproximadamente pero después Ricardo comenzó a hablar.

- Gina, como ya te dije en la habitación Sebastián y yo somos hermanos. Nosotros no nacimos por fuente natural, venimos desde el cielo hace mucho, mucho pero muuuucho tiempo. Somos ángeles caídos. Nuestra empleada doméstica también es un demonio pero en forma de anciana, aunque a veces se transforma en una joven de 25 años para satisfacer sus dedos lujuriosos, jajaja.- Se rió recordando las tantas veces que ella hacía esas bromas y se transformaba en jovencita y con ese mismo disfraz los regañaba como si fuera su propia madre.- Tenemos padres, Samantha y Carlos, ellos también son ángeles caídos pero en forma de adultos de 54 años nuestra madre y 60 nuestro padre. Nos acogieron como sus hijos el día que nos encontraron solos en un terreno desconocido a expensas de que ángeles e incluso demonios muy perversos nos hicieran daño, nos trajeron hasta éste palacio y desde ese día hasta hoy hemos sido sus hijos e incluso hemos heredado una gran parte de su fortuna, otra gran parte se las cedieron a nuestras hermanas a las cuáles vas a conocer muy pronto ya que se enteraron de que teníamos una humana en el palacio, no te fijes en el mal carácter que tienen, al principio te rechazarán pero después te querrán como su hermana.

Yo estaba memorizando todo lo que él me estaba contando, sentía como la mirada de Sebastián me pesaba, era como si me estuviese comiendo con la vista, no sé que tiene éste conmigo ya que desde que estoy aquí no saca sus ojos de encima de mi.

- Bueno preciosa ahora te diré porqué estás aquí- El muy fresco interrumpió a su hermano para tener la palabra él- Estás aquí porque mi hermano se está casi muriendo(aunque no es un humano) ya que una bruja poseída por un demonio llamado Behemot le lanzó una maldición diciendo que su Alma se iba a marchitar hasta que no quedara más de él. Él se ve ahora como un gatito indefenso pero el niño antes era la candela y por eso la bruja tuvo que alinearlo. Por suerte el único antídoto que existe es que el que fue maldecido se enlace con un Alma humana que sea pura y que lo enseñe a amar y a no ser tan hijo de put....- Sebastiánnnn- grito Ricardo dando un golpe en la mesa- ten cuidado como hablas frente a Gina o no respondo de mi.

- Ahhh, ahora te harás el Santo ehhh, porque que yo recuerde antes en una oración de diez palabras que decías, ocho eran malas palabras

y dos estaban por verse.

Los hermanos estaban furiosos, sus ojos se encandilaron y cuando estaban a punto de agredirse yo grité:

- Bastaaa, ¿cómo siendo hermanos se van a pelear así?. Es inconcebible.

Se quedaron quietos y volvieron a su estado normal.

- Lo siento mucho Gina, se me ha salido el carácter demoníaco que tengo pero lo contendré no te preocupes- dijo Ricardo apenado.

Estaba a punto de volverse a sentar a la mesa cuando de repente su piel se comenzó a cuartear y a ponerse gris. Tosía como si le faltara el aire y pues enseguida me levanté y le dí agua para que se calmara.

- Ayyy ¿estás bien?. Dime que tengo que hacer para que esto acabe ahora mismo.

- Tienes que hacer algo, pactar ante el diablo que estarás con él para siempre- Respondió Sebastián- Lo mejor es lo que viene después jeje- dijo con picardía y haciendo una mueca lasciva el muy descarado.

- Ok, lo haré pero solo para que estés bien y no te ocurra nada malo. No quiero quedarme aquí para toda una vida, vamos a andar juntos pero quiero seguir con mi vida normal, solo voy a pactar contigo para que te sanes ¿ok?

- Ok linda, gracias por todo.

- Ok

- No sabía que un ser humano fuese tan caritativo, ¿no tendrás por ahí a una amiguita tuya que sea así como tú Gina?.

- Yo jamás te presentaré a mis amigas para que te las comas imbécil.

- jajaja- se fue riéndose el muy condenado.

Los hermanos Vitelli me guiaron hacia el sótano que estaba acomodado ya con antelación, parece que ya sabían cuál iba a ser mi respuesta. Estaba adornado con unas hermosas cortinas color beige con rosas blancas y rojas y príncipes negros en cada esquina de la cama. La habitación era moderna pero con detalles al estilo medieval, todo estaba a la perfección y podía olor un aroma muy agradable a incienso de flores, en la pared estaban incrustados pedazos de oro y había mirra esparcida en todo el sótano. Al fondo del sótano había un baño, lo podía ver desde el ángulo en que estaba parada, era muy hermoso hecho de madera y tenía un sofá y una lámpara para más comodidad. Había también en el lugar un televisor grande pantalla plana, cuadros modernos y medievales y un jarrón hermoso con rosas blancas.¡¡Por Dios que lugar más hermoso!!

*Foto de una parte del cuarto de baño del sótano

-¿ Por qué se realizará el ritual aquí en el sótano?

- Porque es el lugar más bajo del castillo, simboliza el inframundo pero también la mezcla entre dos mundos: el mundo de lo normal y el de lo paranormal - Me explicó Ricardo.

Entendí lo de paranormal porque comencé a sentir un escalofrío un poco intenso y cuando miré hacia el frente vi a un hombre alto, rubio con cabello rizado, tenía puesto un traje muy elegante de cuello y corbata de color negro, zapatos igual de elegantes y se podía oler su perfume, amargo pero agradable al mismo tiempo con una fragancia de Dioses. Me miraba con posesión pero al mismo tiempo con frialdad y pues supuse que era el mismísimo Señor de las tinieblas: Lucifer.

- Acércate por favor- dijo él señalándome

Di tres pasos hacia él y una fuerza superior me hizo arrodillarme.

- ¿Estás segura de lo que quieres hacer en éste momento?. Mira que cuando estés enlazada con Ricardo no serás de más nadie, solo de él.

- Si, estoy segura, no quiero que le pase nada malo, pero tampoco quiero estar encerrada en este lugar, solo quiero hacer esto y seguir con mi vida.

- Ya veo que realmente eres un Alma pura. Pues así será.

Ricardo se arrodilló a mí lado y comenzó la ceremonia. No podía creer que estaba a punto de enlazar mi Alma con un Ángel caído del cielo, enseguida me acordé de la película Ángeles Caídos en donde dos ángeles conocen a una chica y pues uno de ellos se queda con ella.

*Foto del castillo de la familia Vitelli

*La última foto es un parte del inmenso pasillo que describí anteriormente.

Yo estaba muy preocupada por mi familia y no sabía como comunicarme, habían pasado ya muchos días y pensé que estarían todos muy preocupados, hasta mi cuñado y su familia. Horas después me enteré que un día en ese castillo era como una hora afuera en el mundo humano, así que si había estado tres días seguidos en coma era como estar tres horas inconsciente.

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