ISABELLA
Me despierto y estoy desorientada, nada a mí alrededor se me hace familiar, me encuentro en una habitación que parece de hospital, pero a la vez no, lo primero que puedo notar es que tiene ese olor característico a desinfectante que suelen tener los hospitales, a mi lado hay varios tipos de aparatos, de los que suelan verse en este tipo de sitios, puedo ver que tengo conectada una intravenosa por lo que me levanto con mucho cuidado, al incorporarme puedo notar que fuera de algunas cosas el lugar no parece en absoluto a un hospital, es una muy bonita habitación en tonos cálidos pero no recuerdo como llegue aquí.
A mi mente llegan los últimos sucesos que viví, e inmediatamente intento levantarme, tengo que buscar a mi esposo y a mi hija, este primero estaba inconsciente la última vez que lo vi, y a mi hija unos monstruos querían llevársela.
- Veo que ya te despertaste – oigo una voz y veo a la madre de Elaisa, la amiga de hija, parada en la puerta – deberías recostarte nuevamente aun no estas recuperada del todo – me dice Elizabeth mientras se me acerca
- ¿Dónde están mi esposo y mi hija? – le pregunto mientras levanto una mano para intentar que no se me acerque
- Cálmese un poco, sé que esta confundida pero debe confiar en mí, no queremos hacerle daño – me dice, su voz es muy sueva como si intentara calmar a un animal acorralado y ciertamente es así como me siento
Sé que estoy en desventaja, por el momento estoy sola y no se pelear y algo me dice que ella si, además es la única que puede decirme dónde está mi familia, así que sin más opción me vuelvo a sentar en la cama, una vez que estoy de nuevo recostada Elizabeth se me acerca.
- ¿Cómo te sientes?, ¿te duele algo? – ella me pregunta mientras empieza a revisarme
- Me sentiría mejor si supiera donde está mi familia – le contesto
Veo que ella solo agacha la mirada y luego suspira, y sin dejarme hablar sale del lugar, dejándome sola.
Su repentina salida solo deja un sabor amargo en mi boca por lo que me levanto nuevamente en busca de respuestas, tengo que averiguar en donde estoy.
Para mi mala suerte lo logro salir de la habitación ya que apenas me dirijo a la puerta esta se abre y veo que entran no solo Elizabeth sino que también lo hace su marido
- Estoy segura que te dije que aún no estas totalmente recuperada y que debías descansar – me dice Elizabeth, algo que no me queda de otra que volver a la cama
- Sé que debes de estar muy confundida con lo que paso, y a estas alturas sería muy tonto de nuestra parte intentar engañarte, tu hija demostró no solo ser de confianza, sino que también una persona de valores excepcionales, por lo que confiaremos no solo en ti, sino también en tu esposo, pero por ahora descansa vas a necesitar toda tu energía para lo que viene – me dice Leonardo
Después de eso ambos se van, cuando estoy segura que ya no están cerca intento abrir la puerta pero me doy cuenta de que está cerrada, así que solo me queda esperar.
No sé cuánto tiempo pasa desde que Elizabeth y su marido se fueron pero me muero de hambre, me levanto e intento nuevamente abrir a puerta, y milagrosamente esta se abre, pero al abrirla por completo puedo ver a Elaisa del otro lado
- Buenas tardes señora Isabella, le tarje un poco de ropa para que se cambie y después la llevare al comedor, seguramente tiene hambre – me dice mientras me ofrece un cambio de ropa, tomo la ropa un tanto desconfiada y vuelvo a la habitación.
Una vez estoy listas salgo y veo que efectivamente Eli sigue allí, por lo que no tengo más opción que seguirla, me guía por su casa, el lugar es verdaderamente grande, entiendo por qué me fue a buscar, cualquiera se perdería en este laberinto.
Llegamos al comedor y puedo ver que Rafael está allí, sin dudarlo corro a sus brazos, siento como un peso se me quita de encima al ver que está bien, veo como Elaisa, sus padre y su hermana se sienta a la mesa, Rafael y yo hacemos lo mismo, comemos en silencio yo estoy algo impaciente por saber que está pasando pero nuestros anfitriones no parecen tener prisa
- Nos dirán que está pasando – digo sin poder contenerme - mi hija no está aquí, y quiero saber dónde esta
Veo que Elizabeth ve a su esposo y este solo asiente con la cabeza
- Lamentamos decirles que se llevaron a Charlotte, esas criaturas que los atacaron se la llevaron y no sabemos a dónde pude estar – dice Leonardo y siento como la tierra se abre a mis pies, mi niña, mi bebe, no esto no puede ser real, no puede ser posible
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