Capitulo 04 - Mia

Siento mi cuerpo muy pesado y escucho a dos personas hablando, una es Otaru y la otra es un hombre.

-¿Por qué no me llamaste antes? – Pregunta el hombre

-Le mande a avisar hace tres semanas cuando llegó ya que estaba mal herida y necesitaba la ayuda de un médico, no es mi culpa si le dieron tarde el mensaje – respondió Otaru

-Todos piensan que está muerta y esto puede traernos muchos problemas, pensaran que la atacamos nosotros o peor que la tenemos secuestrada – escucho que dice algo nervioso

-Alpha disculpe pero ella dirá lo que sabe y debo decirle que ha perdido la memoria no recuerda nada, además en ocasiones dice cosas incoherentes, dice que se llama margareth y que no es de aquí –

-En lo que despierte hablaré con ella para saber que sucede y tomar una decisión, siento que es especial mi lobo está inquieto y ¿es normal que duerma tanto? – le escucho decir a él

-Estas tres semanas a estado despierta pocas veces, como le dije estaba muy mal herida y hasta pensé que se moriría, lo extraño es que su recuperación es muy lenta por eso todos los días le decía a los guerreros que le avisaran que necesitaba hablar con usted y por lo visto no me hicieron caso hasta ahora – decía ella como reclamo

En ese momento intenté levantarme pero mi cabeza me dolía mucho y estaba algo mareada, el hombre al que Otaru le decía Alpha me ayudó a levantarme y me sentó en la mesa, para luego hacerme una reverencia.

-Mis saludos princesa, es un honor para mí estar ante su presencia y quiero pedirle disculpas por no venir antes a atenderla – dijo mirándome fijamente

-No se preocupe, yo no recuerdo su nombre, ¿me lo podrías decir? – pregunté sonrojada, ese hombre me ponía nerviosa

-Mi nombre es Ramsés y soy el Alpha de los lobos de las montañas del norte, estoy a sus ordenes princesa, dígame que hacer – decía mientras estaba de rodillas

Yo lo veía y veía a Otaru, no sabía que decir, por lo que solté lo primero que se me vino a la mente.

-Necesito darme un baño, me siento como que estoy sucia –

-¿Solo eso necesita? – podía ver la sorpresa en su rostro

-Por lo menos por ahora, creo que debería volver a mi casa o castillo o lo que sea, pero no puedo volver así –

-Tiene razón, aquí cerca hay un río la puedo llevar allí para que se bañe y así hablamos un poco – pude ver una sonrisa en su rostro que hacía que se viera más hermoso todavía y yo me sentía como una tonta al verlo a los ojos

Me tomó entre sus brazos como si fuera un bebé y me llevó hasta el rio más cercano, le hizo una seña a Otaru la cual no entendí y no la vi más.

Me metí en el rio y el agua estaba deliciosa, pude ver como el se quitaba la ropa para meterse en el agua también, su cuerpo era totalmente perfecto y sus ojos eran verdes.

-¿Tus ojos no eran dorados? – le pregunté acercándome a él

-En realidad son verdes, son dorados cuando mi lobo toma el mando de mi cuerpo – respondió tranquilo

-¿Por qué toma el mando de tu cuerpo? – sigo yo como pepito preguntón y veo que me mira extrañado

-Porque soy un hombre lobo y mi lobo en ocasiones necesita decir algo – dice extrañado con cara de que no entiende algo

-No sé si Otaru te dijo que perdí la memoria y no recuerdo nada de lo sucedido antes del accidente, disculpa si mi pregunta te parece tonta – digo apenada

-No se preocupe princesa usted puede preguntarme lo que quiera, yo soy su súbdito y algo más si usted quiere – mientras decía esas palabras volvía a ver sus ojos dorados, pero no me daba miedo había algo que hacía que me acercara a él

Tenía una necesidad de besarlo y mi corazón latía a mil por hora, hasta que de pronto el puso sus manos en mi cintura y puso sus labios sobre los míos, a lo que yo le respondí dándole paso entre los míos y sintiendo su fuerte y caliente cuerpo cerca del mío.

-Mía – escuche que dijo dentro de un gruñido

En ese momento si me asusté, yo no soy un objeto para ser de nadie y de pronto escuche una voz en mi cabeza que decía que era suya, que dejara que me marcara, ¿Cómo que me marque? Es que acaso soy un animal para llevar una marca y pertenecer a otra persona.

-No soy tuya, ¿de qué hablas? Yo… yo no sé qué sucede y esta voz en mi cabeza me está volviendo loca – le dije mientras salía del rio sin darme cuenta de que la bata que tenia puesta se había vuelto transparente y dejaba ver prácticamente todo mi cuerpo.

El salió corriendo y me cubrió con su ropa para luego llevarme de nuevo a la casa de Otaru, me dejó allí y dijo que volvería con un vestido adecuado para mí y se llevó a la dueña de la casa fuera para hablar con ella.

-Tienes razón, ha perdido la memoria y no recuerda nada de nosotros, dice que tiene una voz en su cabeza, creo que ha desarrollado su lado de loba y su loba quiere hablarle, trata de ayudarla con eso – dijo él y creo que pensaba que no lo escuchaba

-Alpha recuerde que yo no tengo experiencia como loba – respondió

-Trata de explicarle un poco de lo que sabes, mañana regreso para llevarla a la manada mientras termina de curarse para que pueda llegar al castillo, así no creo que pueda viajar, confió en ti –

-Está bien Alpha, como ordene – respondió Otaru

Mientras ellos hablaban podía escuchar la voz en mi cabeza y me decía justamente que era mi loba, que ella me iba a ayudar desde ahora para que me adaptara a este mundo, ella sabía que era de otro mundo y que no tenía idea de que pasaba.

Además, me dijo que era la pareja destinada del Alpha y esa era ña razón por laque el había dicho que era suya, esa información me dejó fría, es decir que íbamos a estar juntos, en el libro eso no sucedía así, al parecer la historia estaba cambiando.

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