Capítulo 8

El día del cumpleaños de Alice también era especial para Pietro, ese día en particular amaneció muy emocionado por ese evento, había organizado una fiesta para ella, enviado ropa para esa ocasión y reservado un horario en el salón para Alice, todo para que saliera como siempre imagino que sería.

Él quería que ella estuviera deslumbrante ese día, aunque no necesitaría mucho esfuerzo para eso, ya que Alice era hermosa, al igual que su hermano. Esa mañana él fue a algunas reuniones, recibió la información de los guardaespaldas que dejó en la casa de Augusto, que estaban en un centro comercial, imaginó la cara que Augusto debió haber puesto cuando los vio allí, pensó que probablemente él debió haber imaginado que los puso allí, con miedo de que huyeran.

Después de esa reunión, Pietro aún tuvo que lidiar con un hombre, que pensó que podía traficar en su área sin su permiso, llevó a su hermano con él, pero no lo dejó entrar en ese galpón.

—Espérame aquí afuera— dio la orden a su hermano.

Pietro sabía que Diego no le gustaba ver ese lado cruel y asesino suyo y siempre que podía, evitaba mostrar ese lado frente a su hermano, prefería que él lo viera como su querido hermano Pietro, no como el "Capo de la muerte" como ya había escuchado que lo llamaban.

El interrogatorio y la ejecución duraron algunos minutos, cuando Pietro salió, Diego pudo notar la sangre en su camisa, su hermano odiaba ensuciarse de esa forma, en cuanto llegó cerca del coche, se quitó la camisa y la tiró, abrió el maletero y sacó una camisa nueva, siempre llevaba ropa en el coche para situaciones como esa.

Pietro miró el reloj y vio que se estaba haciendo tarde, repasó su plan una vez más con su hermano, lo que lo enfadó.

—Parece que me consideras tonto, ya hemos repasado este plan varias veces y todavía piensas que lo arruinaré— se puso un poco molesto.

—No es así, es que todo esto es muy importante para mí, sabes que no me gusta cuando las cosas salen de mi control.

—Lo sé, Pietro, sé que has esperado mucho por esto, yo también quiero que este plan salga bien, así que no te preocupes, haré todo lo que esté a mi alcance para que todo salga como quieres.

Pietro lo abrazó y luego apoyó su frente en la de su hermano y le agradeció por estar a su lado y ayudarlo a cumplir su deseo. Los dos volvieron a la casa de Pietro, él se bañó, se arregló y fueron a la casa de sus padres, Diego subió para arreglarse, mientras Pietro revisaba si todo estaba en orden, esperaba poner en práctica dos planes esa noche, así que todo debía estar perfecto.

Comprobó el salón y la comida, todo estaba en orden y solo tenía que esperar la llegada de los invitados y, sobre todo, de Augusto y Alice, saber que estaba a un paso de tener a ese hombre solo para él, lo ponía extremadamente ansioso, no imaginaba que se sentiría así cuando llegara el momento.

Los invitados comenzaron a llegar, todos estaban de alguna manera relacionados con la organización de la familia Albertini, otros eran de alguna organización aliada, Pietro los recibió mientras la persona principal de esa fiesta no llegaba. Un tiempo después recibió la información de que estaban llegando, pronto escuchó los aplausos, sabía que habían llegado.

Pietro se acercó a la entrada, vio a Augusto entrando con su hermana y no podía apartar los ojos de él, lo encontraba hermoso con ese traje que le había mandado, él se dirigió hacia los dos, manteniendo su mirada en Augusto, su deseo en ese momento era subir con él y hacerlo suyo de una vez por todas, pero necesitaba controlarse, porque faltaba poco para que eso sucediera.

Él podía notar que Augusto le tenía miedo, el mismo miedo o incluso mayor que cuando se vieron por primera vez. Fue solo cuando él se acercó que miró a Alice, ella estaba hermosa y se divirtió al pensar que su hermano tendría un infarto esa noche.

Pietro los saludó y comenzó su espectáculo, la llevó hacia las escaleras mientras daba un discurso, notando que Augusto no apartaba los ojos de los dos. También pudo ver que Diego estaba prácticamente babeando en ese momento, su hermano ni siquiera ocultaba su atracción por la mujer que estaba a su lado.

Después de todo ese teatro, él estuvo atento a los pasos de Alice. En un determinado momento, se dio cuenta de que ella se dirigía al jardín. Miró en dirección a donde estaba Augusto y vio que él conversaba distraído. Le hizo una señal para que su hermano fuera tras ella.

Pietro pudo notar que algunas chicas estaban coqueteando con Augusto. Él necesitaba utilizar su autocontrol en ese momento, tenía que seguir el plan y dejar de lado su celos o algo podría salir mal.

No solo Diego fue al jardín, él también lo hizo. Vio que Alice estaba sentada en la fuente, pensativa, ni siquiera se dio cuenta de que su hermano se acercó y se sentó a su lado. Él se acercó más a ellos sin ser notado, porque quería escuchar la conversación y necesitaba actuar en el momento adecuado.

— ¿No estás disfrutando de la fiesta? — hizo que ella se diera cuenta con esa pregunta, aunque ella se asustó.

— No, no es eso. Solo vine a tomar un poco de aire fresco. — ella estaba asustada.

— No tienes que tener miedo, soy Diego Albertini. — se presentó, como si ella no supiera quién era él.

— Mucho gusto. — ella estaba avergonzada.

Pietro continuó prestando atención a la conversación, hasta que vio que su hermano lo estaba haciendo bien, a pesar de saber que debía estar muy nervioso en ese momento. Vio que él le ofreció una bebida y que Alice aceptó. Diego estaba logrando romper el hielo y acercarse más a ella, solo necesitaba ganar su confianza y hacer lo que habían acordado, así la dejaría conmovida y aún le daría la oportunidad a Pietro de hacer su parte en ese plan.