La boda de John

***John***

Estaba en la cama con Lucía, cuando una llamada nos levantó. Era mi padre.

— Recuerda que el día de hoy no puedes faltar. Por que ya sabes que puede pasar, verdad— decía mi padre.

— Ni buenos días me dices papá. Ya se lo que tengo que hacer por favor déjame de presionar. Te dije que a las 10 estaba ahí.

— Recuerda nuestro trato.

La llamada se colgó.

Me levanté y me alisté para ir a mi boda con Luisa. Me puse un smokin blanco. Podía ver cómo la mirada de Lucía se opacaba. Pero tenía cumplir a ese compromiso aunque no quisiera. Había en juego millones de dólares, con el matrimonio las empresas de mi padre y el de mi futuro suegro se iban a funcionar y esa fusión convertiría a las familias Walton-Ricalde como la mayor empresa de todo el continente.

Desde un inicio, a mis 15 años, no le di la importancia porque pensé que era una broma de ellos. Pero cuando me llevé a vivir a Lucía a mi mansión, mi padre estuvo totalmente en desacuerdo y comenzó la presión de la boda cuando finalizará la universidad.

Al principio lo discutí varias veces con mi padre y nada me iba a convencer en casarme con una mujer a la cual no amo. Pero un día de estos la presión de la boda la llevó al siguiente nivel, pensaba en dejar en la bancarrota a los Wheeler haciéndose de mañas, no sé cómo logró conseguir un pagaré y si yo no me casaba en menos de un año la familia de Lucia estaría en la ruina.

Y fue ahí cuando empecé a tomar en bares, con el pretexto que salía a tomar por negocios. Los labiales en mi cuello eran de las camareras que me coqueteaban pero nunca las toqué, nunca tuve nada. Sabía que lucía no decía nada pero que le dolía verme llegar así. Pero no podía decirle que mi padre me estaba chantajeando que si no me casaba, su familia estaría destruida en el ámbito financiero.

No quería que ella me dejara y quería creer que ella me comprendía.

Llegué a la mansión de los Ricalde que era el lugar donde me iba a casar porque la boda estaba siendo transmitida en vivo. Di el si a una mujer que no era mi Lucía.

Mi intensión era casarme, que la prensa tomara algunas fotos y retirarme con mi Lucía, hacerle el amor como todas las veces y dormir abrazados a ella.

— Toma— Luisa me extendió una copa— Una foto para la prensa. Así que tómatelo.

— No se cómo te prestas a este maldito circo.

— Pues lo hago porque me gustas. Eres muy guapo.

Me tomé la copa de champagne de un solo. La Prensa tomó las fotos que necesitaba.

En un momento sentía ganas de vomitar, como que algo se revolvía en mi estómago, así que le pregunté a una de las empleadas que si podía decirme dónde había un baño cerca. Luisa le dio una seña y la empleada me guió hasta una habitación, no logré ni dar tres pasos cuando caí sobre mis rodillas, me sentía mareado. Luisa me tomó de la mano y me llevó a la cama. Me sentía sin fuerza y en un momento perdí el conocimiento.

Abrí los ojos y lo primero que hice fue ver la hora. No podía creer que eran las 9 de la mañana del día siguiente y en la cama estaba desnudo y a mi lado estaba Luisa sin nada de ropa.

— ¿Qué mierda pasó aquí? ¿Qué me diste?

— Yo no te di nada. Anoche me tomaste como tu mujer y me hiciste el amor como un loco.

— Eso es imposible. Nunca te haría el amor.

Me vestí lo más rápido que pude y corrí a la mansión. Le dije a Lucía que llegaría, ella debe estar molesta, ella debe pensar que le mentí. Jamás durante viví con Lucía, fallé a dormir, si llegaba tarde pero nunca de los nunca falté un día.

Entro a la mansión y veo que mi mayordomo está intranquilo.

— Señor John.

— ¿Lucía?

— Si señor, ella salió ayer donde sus padres pero no ha regresado.

— ¿Y por qué puta no me llamaste? Lucía no puede dejarme.

Así que tomé mi auto y fui donde sus padres. Todo el sacrificio que estaba haciendo era para proteger a la Familia de Lucía y ahora resulta que todo es en vano. No puedo permitir que lucía me dejé.

— Lucía, sal— gritaba en los portones de la casa de los padres de Lucía.

Golpeaba con desesperación.

La madre de Lucía salió.

— ¿Qué haces aquí? Eres un cínico y un mentiroso.

— ¿Dónde está Lucía? Llámela.

— Ella no está aquí y por su maldita culpa no sé dónde está— la madre de Lucía se puso a llorar.

— ¿Cómo que no sabe dónde está?

Me fui a mi auto y quedé ahí un rato. Sacó mi celular y trato de ubicar el auto que condujo Lucía el día de ayer. Y está en el supermercado. Voy al supermercado y evidentemente ese era mi carro. No puedo creer que Lucía me haya abandonado.

Subí a mi auto y puse mis manos en el volante y sobre mis manos puse mi frente. Jamás en mi vida había llorado, era la primera vez que mi corazón se sentía vacío. Es mi culpa, nunca le di el lugar que le pertenecía a Lucía. Odio a mi padre.

Regresé a la mansión con un tristeza, subí al cuarto, ese cuarto que nos anidaba desde hace años, ese cuarto que era testigo de las tantas veces que hacíamos el amor con desenfreno. Sentía que mi vida no valía nada.

Los día pasaban y Lucía no aparecía. Mi mayordomo tenía la orden de buscarla e investigar donde estaba. Mientras tanto yo me sumergía en el alcohol.

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Comments

Melisuga

Melisuga

*intención

2024-04-20

2

C Matacruz

C Matacruz

jajajaja y por lo menos recupero el pagaré qué libera a los padres de Lucia de la banca rota 🤔😁😡😊🤪😜😞☺️

2023-11-18

1

Dolores Hernandez

Dolores Hernandez

jajajaja si sino para que tiene tanto dinero lo que pasa es que no quería gastar lo que es de el por culo perdió al amor de su vida ahora y nomás falta y ella se aya ido embarazada de él pues comían como conejos desenfrenados jajajaja y la Luisa zorra va a salir conque está embarazada y es de algún amante por eso quería un esposo para enjaretarle el hijo

2023-04-23

3

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