Khalil bajo a Liliana de la camioneta, la arrastro hasta la tienda y la arrojó sobre los cojines.
- De ahora en más dormirás conmigo, estarás donde yo esté. He sido benevolente contigo, pero eso se termina hoy serás castigada por tu comportamiento le dijo él luego salió de la tienda. Dejando a Liliana en un mar de lágrimas
El la escucho llorar. Luego siguio su camino. Se dirigía a que le revisaran la herida. Omar fue detrás de él.
- Su Alteza, sabe que jamás le diría lo que tiene que hacer, pero como su consejero es mi deber hablar. Esto no puede...
- Lo sé Omar, la princesa será castigada respondió Khalil.
- Su Alteza si me permite, porque no la regresa con su padre, es extranjera, señor y está claro que su crianza no tiene nada que ver con la nuestra.
- Lo pensaré Omar, tomaré una decisión cuando tenga los resultados de ADN. El guardia que la dejo escapar también será castigado, será azotado 10 veces delante de todos ocúpate de preparar todo, lo presenciaré.
- Como ordene Su Alteza
respondió Omar.
Finalmente, la herida de Khalil solo fue un corte insignificante.
Luego de que le limpiaran la herida Khalil llamo al palacio real.
— Padre como está todo por ahí?, preguntó Khalil.
- El hijo pródigo ¿Dónde estás?, tus invitadas ya están aquí respondió Jalil.
- En el desierto pensé que pasar unos días con Liliana a solas, sería buena idea. Padre es indispensable que nadie sepa la verdadera identidad de mis invitadas y de Liliana.
- Piensas que Malek tiene un enemigo en su casa respondió Jalil.
- Lo sigo pensando, respondió Khalil.
- Mañana recibiré a Malek en el palacio, obtendremos lo necesario para la prueba de ADN.
- Papá no debes confiar en nadie habla a solas con él, y no le digas donde estoy.
- Está bien, ahora cuéntame ¿Cómo es la joven?, pregunto Jalil.
- Es hermosa, pero tiene un temperamento complicado aún no he hablado con ella de su origen, espero cuando eso suceda ella cambie de actitud.
- Tal vez tú solo te has metido en esa complicación. Debiste dejar qué su tía hablará con ella, que primero se reencontrará con sus raíces.
- En cuanto Malek sepa donde está su hija irá por ella y se la llevara con él.
- Y tú no quieres que se la lleve, el amor te ha complicado todo le respondió Jalil.
- Aquí no hay amor. Te llamaré mañana respondió Khalil.
Khalil se puso de pie, tenía una princesa que castigar. Se dirigió a la tienda en su camino se encontró con Omar todo estaba listo para castigar al guardia.
- Dame el látigo Omar, castigaré primero a la princesa le informo Khalil. Él se dirigió a la tienda con el látigo.
En cuanto entró a la tienda Liliana lo observo sus miradas se chocaron y él lo comprendió, volvería a escapar volvería a cometer cada acto de indisciplina, su rebeldía era más fuerte que la razón. Aún estaba atada de manos pero lo desafiaba. Esa noche le daría la lección de su vida.
- Debería azotarte delante de todos, para ponerte de ejemplo.
- No se atreva a tocarme animal grito ella
- Te tocaré, es más a partir de esta noche serás mi mujer le dijo él con la voz calmada, sin gritar con la mirada fría y despiadada de siempre.
- Eso no va a pasar primero me mato, grito ella. Él agitó el látigo y se escuchó el primer grito de la princesa, Liliana gritaba suplicándole que no lo hiciera.
Los gritos de Liliana se escuchaban a lo largo del campamento.
Liliana lloraba desesperada. Khalil se acercó a ella y tomó su cara entre las manos.
- Hoy aprenderás que tus actos tienen consecuencias le dijo Khalil mientras ella lloraba, pero no lo conmovió. Conocía muy bien el juego ella se acobardaba y luego se olvidaba, pero esta vez no volvería a pasar.
La obligó a ponerse de pie, le soltó las manos y la saco fuera de la tienda arrastrándola la llevo hasta donde se encontraba un hombre atado a un postee, Khalil le entregó él latigo a Omar .
- Míralo Liliana, que lo mires te he dicho comento él, Liliana miro al hombre era el guardia que estaba en la entrada de su tienda. Este hombre es padre de tres pequeños, y por tu culpa será azotado 10 veces y tú contarás cada azote que el reciba
Liliana.
- ¡No!, grito Liliana mientras intentaba huir de ahí, pero él no se lo permitió la obligó a mirar al hombre a los ojos.
- Es tu culpa Liliana, contarás cada azote o le haré dar cinco más por cada uno que tú no cuentes le respondió él.
Liliana gritaba y lloraba cuando el pronuncio algo en Árabe y se escuchó el primer latigazo, perpleja ella comenzó a contar, el hombre no lloraba ni gritaba resistía.
- ¡Dos!, exclamó ella llorando. Golpéame a mí dijo ella.
- ¡Cuenta lily!, repitió él
- ¡Tres!, exclamó ella llorando, era su culpa el sufrimiento de ese hombre. ¡Cuatro!, exclamó ella no soportaba mirarlo, ver su espalda marcada.
Te lo suplico Khalil, haré lo que tú quieras, pero por favor no más grito ella. Y otra vez se escuchó el latigazo. ¡Cinco!, exclamó Liliana. Por mi vida te lo juro me comportaré exclamó de rodillas.
Él levantó la mano, y se agachó a su lado.
La obligó a mirarlo.
- Si vuelves a intentar escapar, el guardia que permita semejante acto será ejecutado, ella cerró los ojos. Mírame Liliana y te juro que en este mismo lugar tú recibirás tu castigo, si se vuelve a repetir no tendré clemencia contigo.
Él habló en Árabe otros hombres se acercaron y se lo llevaron.
- Ponte de pie Liliana dijo él ayudándola a pararse.
Liliana se puso de pie y comenzaron a caminar hacia la tienda.
Al ingresar en la tienda la ropa que le habían comprado estaba ahí, una muchacha había llenado la tina. Abir hizo una reverencia.
- Está aquí para ayudarte a darte un baño estas llena de arena. Él miró la ropa me gusta él rojo. Liliana lo miro.
- ¿Por qué este es mi destino?, pregunto ella.
- Luego hablaremos, respondió él
Khalil salió de la tienda, otra muchacha entró a la tienda hizo una reverencia, Abir salió de la tienda.
- Su Alteza la ayudaré dijo la muchacha.
- ¿Hablas inglés?, pregunto Liliana.
- Algo, no muy bien respondió ella mientras la ayudaba.
- ¿Cómo está el hombre que fue castigado?, pregunto ella.
- Muy agradecido con su alteza, por pedirle al príncipe que lo perdonará. Liliana comenzó a llorar, no podía creer lo que escuchaba. Es normal aquí ser castigado.
Ella no había sido castigada, Khalil no la había tocado con el látigo. Solo la había asustado golpeando donde ella se resguardo. Pero lo que había hecho era peor jamás olvidaría a ese hombre, ni el sonido del látigo sobre su espalda.
- Su Alteza no tiene por qué estar nerviosa es muy hermosa y complacerá al príncipe.
Una vez que terminaron de prepararla, ingreso Abir y otra mujer a preparar una pequeña mesa. Había toda clase de exquisiteces, pero ella no tenían hambre.
Minutos después Khalil ingreso a la tienda él también se había bañado y cambiado de ropa llevaba puesta una túnica azul de seda.
Miro a Liliana, estaba muy hermosa vestida de rojo como la primera vez que la había visto.
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Comments
Blanca Idalia España Lozano
Vaya el Rey si es sensato , y tiene razón, que su tía le explicará,nle enseñará fotos , Pero quería complicar todo , porque el principito se sintió ofendido , y había que darle una lección , vaya pelafustan.
2025-02-10
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Blanca Idalia España Lozano
Error tras error de este hombre .Me tiene para ser protagonista completamente deseocionada
2025-02-10
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Blanca Idalia España Lozano
De verdad que abarrezco a este imbécil príncipe, bárbaro, retrogarado
2025-02-10
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