Capitulo 1

Esta es mi historia

 Lucia Analía Suarez Serrano es mi nombre de pila, hija de Gustavo Suarez Montaño (+) y Amelia  Lucia Serrano Quintana, de mi apariencia no me puedo quejar, mi madre dice que herede muchos rasgos de mi padre tengo unos ojos color miel, mi piel es blanca, labios bien definidos y carnosos, cabellos castaños largos y lisos, piernas largas y estilizadas, acordes con mi estatura de 1.70 cm, mis pechos no son muy grandes pero para mi son perfectos al igual que mis caderas pronunciadas, esas son heredadas de mi madre. Personalmente me defino como una chica responsable, soñadora, sencilla, colaboradora, sincera, tengo dos grandes amigas; Anahis y Sofía con las que me llevo muy bien, me hacen compañía y alegran mis días.

 Llevo cuatro años   viviendo aquí en una pequeña pero acogedora casita que me presto tía Cecilia quien es hermana de mi padre y ahora vive junto a su hija en el interior del país, cuando comencé las clases conocí a mi amigas Anahis ella al igual que yo es de origen humilde y sufría mucho para pagar el alquiler en una residencia razón por la cual la invite a vivir conmigo así compartíamos los gastos y nos hacíamos compañía, luego conocimos a Sofía ella estudiaba en otra facultad pero también vino a vivir con nosotras.

   Hoy es un día como muchos desde que me mude a Valencia una de las ciudades mas grandes de mi país las horas de mi vida transcurren entre la universidad, y un trabajo de medio tiempo que tuve que buscar para contribuir con mis gastos personales y algunos materiales para mi carrera puesto que es muy demandante, la Cafetería donde trabajo no esta muy lejos de la universidad lo que me permite ir caminando, cosa que agradezco porque ahorro en transporte.

__llevo el tiempo suficiente para entrar al trabajo es una tarde tranquila así que disfruto mi recorrido y me deleito con los diferentes aromas  que se mezclan en el ambiente e inundan mis fosas nasales olores que van desde comidas variadas, dulces, frutas, flores, este ultimo me encantan por un instante cierro mis ojos percibiendo el aroma de las rosas, evocando la tranquilidad de mi pueblo natal con casas llenas de jardines y flores, añorando esa paz; de pronto me estrello contra algo muy fuerte,  cayendo literalmente en un gran bosque de pinos y menta, obligándome a abrir los ojos de par en par.

¡Dios estoy soñando! Pero como si estoy despierta… me quedo atónita contemplando a un bello y musculoso    Ángel que me envuelve en sus grandes alas, abro los ojos al máximo y me sumerjo en unos ojos verdes aguamarina que me miran con sorpresa, unas cejas pobladas pero perfectas, nariz perfilada, y unos labios carnosos que provocaban comérselos, todos ellos enmarcados en un rostro color canela…  Una voz fuerte y varonil me saca de mi ensueño.

¿Señorita se siente bien?

He…yo… no puedo creerlo no me salen las palabras, así que muevo mi cabeza y asiento repetidas veces. El solo se sonríe, si supiera lo sexi que se ve y todo el calor que provoca su enorme pecho y brazos, de repente reacciono y me dio cuenta que estoy en la acera sobre el, bajo la mirada curiosa de los peatones, de un salto me levanto y le extiendo mi mano para ayudarlo a levantarse, el sostiene mi mano incorporándose justo frente de mi, manteniéndola entre las suyas como si fuesen una sola; yo estaba tan nerviosa y a la vez fascinada ante ese hombre que me miraba con los ojos entrecerrados.

_Hola mucho gusto, soy David

_ su voz se sentía como una dulce melodía hasta que al fin logro coordinar mis palabras, yo… yo soy Lucia, y disculpa lo sucedido es que por un momento me distraje y no lo vi.

Y entre risas me responde si a veces suelo ser invisible para muchos descuida

Yo simplemente sonrío de lado le digo un gusto conocerte David, tengo que entrar a mi trabajo. El simplemente me mira fijamente a los ojos y asienta soltando mi mano.

_ Al comenzar a caminar escucho que me grita “Lucia seré el hombre de tu vida” y sin mas se pierde entre el tumulto. Yo reí para mis adentro pensando en lo loco que suena lo que dijo y sigo mi camino hacia la cafetería, la tarde siguió tranquila al anochecer muchos clientes se acercaron atraídos por el delicioso aroma del café caliente y dulces pasteles recién horneados que iban y venían a través de las diferentes mesas donde yo me movía como pez en el agua; esa era mi rutina diaria la casa, la universidad y la cafetería, lo único distinto de hoy era el ángel frente a la floristería su solo recuerdo hacia que sus mejillas se ruborizaran y pensar que no sabia nada de el ni siquiera un numero de teléfono o un apellido solo David en una enorme ciudad.

Al terminar su jornada le recordó a su jefe que hoy saldría de vacaciones y que en tres semanas estaría aquí cumpliendo con su trabajo como siempre.

George o yor  como sus empleado y amigos le decían era el dueño de la cafetería era hombre bohemio amante de su soltería y de un buen libro, fácilmente se le podía confundir con un cliente, eso si uno que a diario se sentaba en una mesa apartada con su taza de café y un buen libro algunas veces con sus amigos Víctor y Darío ambos escritores que hacían uso de su pasión por lectura para que leyera sus textos y opinara sobre sus borradores, con todo esto el ambiente se tornaba intelectual y algunas tardes se organizaban círculos de lecturas, con el y sus amistades fui conociendo algunos autores y codeándome en ese aura intelectual de musas y sueños que se dispersaban como una frágil  tela de araña  en mis sentidos. Era un buen jefe uno que sin regaños hacia que todos se desempeñaran bien en sus labores y respetaran.

Yor, escucho atentamente a Lucia y con la cara muy seria le dijo que no podía irse mañana de vacaciones, cosa que la desconcertó porque hace muchos días que tenia sus vacaciones planeadas con sus amigas, esta vez irían a la playa para celebrar su cumpleaños y luego a visitaría a su madre y hermanos.

_ pero señor Yor, ya había hablado con usted desde hace varios días y mañana también salgo de vacaciones en la universidad como me ha negar ahora mis merecidas vacaciones ya que hasta ahora no tengo faltas.

George no pudo evitar una carcajada, niña te olvidas que mañana es jueves y quien mejor que tu para atender al ese grupo de “vagos” que dicen ser mis amigos,- no son vagos dice Lucia- si lo se son mi única familia pero no puedo negar que usan mi cafetería para huir de sus rutinas, sus casas esposas, esposos, trabajos. Claro esta que no me molesta al contrario me satisface, pero en síntesis no te puedes ir mañana pero el viernes si.

Lucia encorvo sus hombro en señal de aceptación y recogió sus   cosas para regresar a su casa.

Cuando estaba por salir George extendió su brazo y le dijo ven mi dulce “Sílfide” estoy muy feliz con tu trabajo y compañía porque de todos mis empleados eres la única que entiende mi forma de ser y compartes ese gusto por los libros como yo, lo mire haciendo pucheros y sin mas me dirigí a la salida.

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