Capitulo 8

Es una oficina común, con un escritorio enfrente de mi y la silla donde debería estar el tipo que me daría mis 1000 dólares está al contrario, miro a mi izquierda y me topo con un pastor alemán que me mira, quizás analizando me, pensando las mil formas de ser su cena. Pero está amarrado ufff gracias al cielo.

Carraspeo a ver si el señor digna en voltearse.

-          Mañana a primera hora quiero ese documento listo Amelia sin excepciones – Dice esa voz que me estremece todo mi cuerpo, dando la vuelta a su silla y quedando frente de mi.

Diablos , estoy en el cielo, es un verdadero angel. Mis piernas flaquean, nunca habían visto mis ojos un hombre tan bueno como el que ahora están viendo en estos momentos, sus ojos celestes, su cabello castaño, mandíbula recta y ese traje gris pegado a su cuerpo que hace ver lo fuerte que es, a estrella si no se le calleron las bragas, creo que yo ya ni las tengo puestas.

Me mira con cara inexpresiva impeccionandome de pies a cabeza, y siento una corriente eléctrica con su mirada puesta en mi.

-          Va a seguir mirándome o le doy unos minutos mas- dice el angelito enviado del cielo y yo estoy idiotizada, carraspeo varias veces.

-          Si usted no es Superman de bueno es un angelito que callo del cielo, donde a estado todo este tiem- tapo mi boca avergonzada y el alza sus cejas sorprendido.

Tierra tragame y vomitame en Moscú .

Me quiero morir, soy tan torpe, como rayos pude hablar de esa forma, el alcohol está afectando mis sistemas, no volveré a tomar nunca mas.

-          No me esperaba ese saludo de usted Señorita ¿Moore? ¿Cierto?.

-          Solo dígame Gabriel si, y discúlpeme es el alcohol, yo no suelo comportarme de esa manera- digo apenada- olvidemos este inconveniente si, más bien empecemos de cero- abro la puerta haciendo muchas expreciones con mis manos y saliendo de la oficina cerrando la puerta detrás de mi, el agente K y J me miran extraño y solo les brindo una sonrisa nerviosa y giñandoles el ojo, este alcohol me hace mal, lo anotaré en mi agenda de que, es lo que no devo hacer en mi vida.

Vuelvo a tocarla la puerta y la abro- Se puedeeee- digo sonriente entrando y contoniando mis caderas exageradamente y cierro la puerta detrás de mi, el me mira perplejo por mi actitud que acabo de tomar y está estático allí sentado en su gran mesa color caoba- soy Gabriel Moore mucho gusto, me han solicitado y traído hacia su presencia, para hablar sobre el concurso que he ganado- Digo estrechando mi mano mostrando mis dientes blancos.

-          Woo nunca había conocido una mujer tan…….. Peculiar como usted, yo soy William Thompson el dueño de este club- se levanta de su asiento y me estrecha la mano y me sonríe, Dios estoy en el paraíso y me he topado con un ángel, siento como una corriente eléctrica pasa por todo mi cuerpo y tiemblo, desestabilizandome, me siento extraña me doy una cachetada mental para ver si mi cerebro reacciona a la seriedad, alejo mis manos de las suyas, necesito distancia, su presencia y su contacto me asusta, mi cuerpo y mi cerebro reacciona de una forma que no conozco, estoy en territorio desconocido.

Le sonrió nerviosa, este hombre es tan……. No encuentro la palabra, en tan solo segundos a desordenado 3 cosas importante de mi, mi mente, mi cuerpo y mi corazón que parece un motor de carrera.

-          Tome asiento Señorita Gabriel- y el también lo hace y me mira con esos ojos azules tan profundos que obedezco automáticamente ¿Qué me pasa?.

-          Me puede hacer un favor Señorita, se puede quitar el antifaz, quiero ver qué hay detrás de ellos, quiero saber quién fue la ganadora por su sorprendente voz.

Me remuevo incómoda, porque le importa quién soy, solo debe de darme el dinero y nos ahorramos tantas cosas.

-          Lo siento Señor Thompson, prefiero quedarme así, creo que esto no tiene relevancia, solo vine por el dinero del concurso.

-          Tiene razón, no me debe de importar quien eres, solo te importa el dinero ¿Cierto?.

Su voz no me gustó, y la forma como se expresó tampoco, que está queriendo decir este idiota que soy una interesada, solo vine porque me tragieron si fuera por mí, ni si quiera hubiera venido, no me importa el dinero mis padres me enseñaron valorar mejores cosas, claro es necesario pero jamás te brindará la felicidad. Me divertí cantando es lo que importa.

-          ¿Qué quiere decir?

-          Eres como todas no?, solo tenga su dinero y vallase, tengo cosas más importantes que hacer- y ahora es cuando entiendo la frase el diablo fue un ángel, tira un sobre que de seguro es el dinero en la mesa.

No lo puedo creer, pero que patán, creí que era un ángel, ahora solo es alguien déspota amargado, que le pasa a este pendejo, me levanto indignada, tomo el sobre y se lo tiró encima- No quiero su estupido dinero, dígame, tanto dinero tiene que le gusta humillar, su madre no le enseño modales- pongo mis manos en mis cadera muy alterada, este que se cree estoy cansada de Carlos y gente como el- se veía como un ángel pero ahora un ángel endemoniado, eres como esos angeles caído de la Biblia, y no se siente bien, es una ofensa – Le saco la lengua y me voy dándole un portazo.

-          Chicos su Jefe es Satanás, no saben con quién trabajan- y voy dejando al agente K y J sorprendido y en cambio yo botando humos por los poros.

Grandioso saliendo de una relación con un Patán infiel, y conociendo a un Repatan idiota.

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