capítulo 5- primera misión

El sumo sacerdote pidió conocer a Alexa antes de tomar una decisión sobre dejar que la niña entrené con los demás alumnos, por eso, aquel día fue llevada a la oficina del sumo sacerdote, al entrar Alexa hace una reverencia.

- dime pequeña ¿cual es tu nombre?

- Alexa, señoría.

- lindo nombre ¿y tu apellido? ¿Acaso no tienes?

Alexa agacha la mirada, es momento de pensar un poco, si da su apellido ellos de inmediato sabrán de que familia proviene y podrían entregarla de nuevo a sus tíos, Mari no debió decirle a Mariel quien era en realidad pues ella no lo sabe, todos los que un día fueron sirvientes de sus padres fueron despedidos, así que los nuevos solo sabían que ella era hija de una sirvienta. El sumo sacerdote y Mariel se miran entre sí, Mariel se acerca y se agacha a su altura apoyando sus manos en los hombros de la niña.

- esta bien, seas quien seas, no te echaremos de este lugar, estamos para proteger a los niños como tú.

Alexa lo pensó un poco, pero después de dejar salir un suspiro, le contó a ambos quien era y como es que acabo en esas condiciones, si bien decían que la hija de los Bianchi se había perdido con ellos, la realidad es que ella no iba en ese carruaje, se había quedado en casa porque no se sintió bien, al poco tiempo sus tíos llegaron tomando posesión de la casa y le dijeron que sus padres habían muerto, pero no hubo funeral ni cuerpos de los Duques, simplemente los dieron por muertos después de dos largos meses de búsqueda. Ella fue enviada al ático, despojada de todo, pasaba hambre y cuando salía del ático sin permiso, su tía se encargaba de castigarla golpeando la espalda de la niña con un fuete o simplemente le pegaba por diversión, cuando estaba molesta, habían días en los que también la dejaban sin comer, Mariel y el sumo sacerdote escuchaban todo, horrorizados por las palabras de la niña.

- tu herencia, tu casa, hay que recuperar todo, ellos no merecen tenerlo.

- el dinero de mis padres se esta agotando, la casa no me importa, es mi palabra contra la de ellos, sin mis padres no se puede hacer una prueba que demuestre que soy hija de los Duques.

Mariel se sorprende de lo madura que es la pequeña y en realidad tenía razón, no puede comprobar que es la verdadera Alexa Bianchi, los Bonnet podrían decir que no la conocer y aunque Mari testifique, es casi imposible que le crean a una sirvienta, creerán que solo busca dinero fácil.

- por ahora lo mejor es que se quede en el templo, no podemos dejar que los Bonnet la encuentren.

Menciona el sumo sacerdote, pues aunque ellos tengan casi la misma autoridad que el rey, sin pruebas no pueden hacer nada, solo su palabra no vale por completo.

- por supuesto señoría. Lady Alexa, este es el lugar más seguro por el momento.

- yo, agradezco que me permitan quedarme, cuando pueda valerme por mi misma, me iré lo prometo.

- oh! Pequeña, no necesitas irte, puedes permanecer en este lugar todo lo que quieras, ahora es tu hogar.

- gracias Lady Mariel, señoría.

Alexa sale de esa oficina, siendo acompañada por Mariel, la mujer le dice que si ella lo desea puede ser una doncella del templo, si ella llegase a tener el don de la magia, podría incluso ser sacerdotisa, Alexa no esta muy interesada en ello, pero si le interesa aprender, más que nada, saber si puede usar magia y aprender a luchar.

El Duque Lambert, recibió el informe de sus investigadores, pero en ningún orfanato esta la niña que buscan, lo que preocupa aún más al hombre, pues esta empezando a creer que los Bonnet se deshicieron de ella de la peor manera, Lukas quien escucha la conversación atraves de la puerta, se muestra triste y asustado, que la niña haya desaparecido era su culpa, él le grito a Omar, creyendo que de ese modo la protegía pero no fue así, ahora la pequeña esta pérfida. Lukas corrió hacía los establos y tomo una caballo para dirigirse a la mansión Bonnet, cuando llego las rejas estaban cerradas y habían dos sirvientes cuidando la entrada.

- ¿donde esta Omar Bonnet? Díganle que traiga a la niña, debe devolverla o yo haré que pierda todo.

Lukas sacude la reja mientras insiste en que deben devolver a la niña. Mina quien estaba en el jardín, se alegro de ver a Lukas así que corre a la reja.

- joven Duque has venido a verme.

- ¿donde esta tu padre? Dile que devuelva a Alexa o yo mismo lo mataré.

Mina se encoge de hombros al escuchar los gritos de Lukas y sus ojos se pone llorosos.

- ¿por qué pregunta por otra niña? Yo soy su novia...

- no eres nada, ya no eres mi prometida...

Y eso en realidad le alegra a Lukas porque para él, Mina es una niña insoportable, además de que ahí estaba llorando por nada.

- dile a tu padre que yo mismo me vengare de lo que le hizo a Alexa Bianchi.

Dicho esto, Lukas subió a su caballo para marcharse de regreso a casa, aunque sintiéndose miserable porque quizás por su culpa, Alexa este muerta. Alexa por su parte, en los siguientes días, comenzó con su entrenamiento, quien le enseñaba lo básico era Anna, aunque también las otras chicas le ayudaban en lo que podían, en ese sitió todos eran amables, pues no son aceptados, si alguien no es buena persona o que es ambiciosa o solo busca entrar para ganarse un poco fama. Las sacerdotisas y sacerdotes sabían seleccionar bien a la gente que entraba al templo. El tiempo iba pasando, los Bonnet comenzaban a sufrir problemas económicos, pues todo el dinero que podían sacar de la cuenta de los Duques, ya se había gastado, había una cuenta extra, pero esta no puede ser sacada a menos que sean los mismos Duques o Alexa quienes den su consentimiento, usando el sello familiar, algo que los Bonnet no habían podido conseguir, Sonia muchas veces fue a reuniones sociales en busca de un posible compromiso para su hija, pero como se sabía de sus problemas económicos, nadie se atrevía a aceptar a Mina como futura nuera, mientras que Mina insistía en que no quería casarse con nadie que no fuese Lukas Lambert, en una ocasión Sonia coincidió con la Duquesa Lambert en una fiesta de té y se hizo la ofendida porque el Duque los culpaba de algo que cierto y que esperaban que el compromiso entre Mina y Lukas se reanudará, ese día Lukas iba con su madre y Mina también estaba ahí.

- yo no quiero casarme con lady Mina, es insoportable, su voz chillona me molesta.

Todos se quedaron callados ante las palabras de Lukas, Mina pudo escuchar la burla de todos y corrió fuera de ese lugar.

- también es llorona, nadie la aguantaría.

- que niño más grosero, mi Mina es una dama muy hermosa y educada.

Sonia salió ofendida de aquel lugar, lo malo que ahora ya no podrá recuperar el compromiso de Lukas y Mina. El tiempo iba pasando, Alexa iba bien en el templo, ponía todo su empeño en estudiar y en sus clases de combate, las chicas la admiraban porque era de las mejores; cuando Alexa finalmente cumplió los 17 años, pudo graduarse en la academia de guardianes, tenía un rango bajo por ser novata, pero ahora ella podía salir del templo cuando los guardianes fuesen llamados a una misión, su superior en ese momento era Anna, quien con su esfuerzo también logro avanzar y ahora era capitán de una escuadrón pequeño conformado por chicas y chicos, que la respetaban. Alexa ese día termino su entrenamiento y después de un baño fue a su habitación a descansar, cerro los ojos y en su sueños veía una mujer vestida de blanco pero con el rostro oculta, la mujer muestra que en sus manos tenía una pequeña luz, Alexa se acerca y extiende las manos, la mujer deja esa pequeña luz en manos de Alexa, la albina sentía calidez al tener esa luz.

"tu corazón es puro, porque lo que hagas, lo harás por la justicia y por proteger a los inocentes"

Fueron las palabras que aquella mujer le dijo, esta desaparece y Alexa abre los ojos repentinamente, se sienta mientras respira algo agitada, al mirar sus manos puede sentir esa misma calidez que sintió en sus sueños, estaba algo confundida con lo que paso, fue un sueño tan real. Cuando se calma, trata de dormir nuevamente, ya que mañana tienen su primera misión fuera del templo, Alexa estaba emocionada.

Desde muy temprano, la albina se levanto, se preparo con su uniforme, al estar en el lugar de encuentro, cada quien ya tenía su caballo, Alexa también va por el suyo, pues desde la graduación les asignaron uno, el suyo era uno blanco, era sin duda un hermoso ejemplar al cual ella llamo Angelo, Anna les explica la misión, la cual era llevar provisiones y medicamentos a una aldea que salio afectada por las fuertes lluvias de hace una semana. Con las introducciones dadas, todos suben a sus caballo, dos doncellas suben a un carruaje donde van la mercancía y dan marcha en busca de cumplir su misión.

- ¿que se siente salir después de mucho tiempo en el templo?

Pregunta Anna a Alexa, pues desde que llego al lugar, nunca había salido.

- se siente bien...ya quería un poco de acción.

Alexa estaba feliz, salió del templo e iba en busca de un poco de acción para probar sus habilidades.

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