SIGO POR ELLOS VIVO POR MI

Hoy como de costumbre dejé a mi hermanito más pequeño con nuestra gentil vecina mientras papá dormía, corrí a llevar a Derek a la escuela mientras corrí una vez más como de costumbre. Creí que no volvería a llegar a tiempo pero el portero de la escuela me espero, él es un buen hombre y muy amable.

Caminaba por el pasillo y a lo lejos te vi, tu sonrisa iluminó el lugar así como a mi corazón, volteaste hacia mí, me fui del lugar.

Llegué al comedor, unos chicos se me acercaron, me trataron de quitar el dinero (ja, ja, ja. Aj pobres idiotas, aún no me conocen)

Comencé a reírme de ellos ya que yo no llevo dinero a la escuela y en ocasiones no tengo ni comida.

Esos chicos se molestaron mucho y me arrastraron hasta la parte trasera de la escuela comenzaron a golpearme hasta que quede inconciente, cuando desperté estaba en la enfermería, la maestra dijo que llamó a papá pero él jamás llegó me sentía tan mal que no podía regresar caminando hasta casa yo sólo.

Antes al inicio tenía muchos amigos pero desde que mamá se fue poco a poco me quedé sin ellos, sólo me quedo un amigo pero se tuvo que mudar el año pasado, es por eso que no podía pedirle a ningún amigo que me acompañará a casa.

Llame a Ángela nuestra vecina y le pedí que por favor pasará a recoger a mi hermano a la escuela, él no puede estar tanto tiempo esperando siempre por mí, llegué tarde a casa y mi padre me golpeó, por suerte mis hermanos seguían con Ángela. Llamé a Ángela y le pedí que se quedará ese día con ellos, ella entiende porque, puesto que no es la primera vez que mi padre me manda al hospital.

El doctor me preguntó quién me había golpeado, le dije que no sabía simplemente me quisieron asaltar pero él ya no me cree mis mentiras aunque poco puede hacer si me niego a confesar que es mi padre el que me golpea.

Los deseos de vivir se me escapan de las manos pero sin embargo la muerte me da miedo, e pensado en terminar con todo de una vez pero no puedo, la mirada de esos dos pequeños me ganan y el deseo de vivir para poder algun dia ser feliz es mayor.

Fui a casa al día siguiente y mis hermanos corrieron a abrazarme.

"Hermano... ¿Te encuentras bien?"

"Claro que sí, yo soy invencible."

"No seas mentiroso hermano."

"Bueno no importa vamos a casa, papá no a de estar y podemos aprovechar para jugar un rato."

"¡SIII! Y nos puedes contar como era mamá."

"Cállate Maik, no menciones a mamá." Dijo Derek entre molesto y preocupado.

"No te preocupes por mí Derek, a mi también me gusta hablar de mamá."

Limpiamos la casa entre los tres y les prepare algo rico de comer con lo poco que había en casa y antes de que mi padre volviera jugamos juntos mientras reíamos. Mis hermanos parecían realmente felices y aunque yo me sentía fatal disfrutaba el estar con ellos jugando.

Esa noche no llegó papá y aproveché para contarle como era mamá, ellos escuchaban atentamente mientras hablaba de ella, de pronto Derek comenzo a llorar y dijo que extrañaba mucho a mamá.

"Hermano. ¿Porque nos tuvo que dejar mamá y no papá?

¡Extraño mucho a mamá!"

"No llores Derek, mamá se pondría triste si te viera así."

"¡NO ES CIERTO! MAMÁ NO SE PONDRÍA TRISTE. ESO ES MENTIRA, ELLA NO NOS QUERIA Y POR ESO NOS ABANDONO."

"CÁLLATE DEREK, NO PERMITIRÉ QUE HABLES ASÍ DE MAMÁ."

Derek se disculpó entre llanto, sequé sus lágrimas y besé su frente para luego abrazarlo y decirle que todo estaría bien como mamá solía hacerlo.

Ellos son todo lo bueno que mamá dejó desde su partida y papá es todo lo malo.

Esa noche pude dormir realmente bien puesto que a papá le dio por trabajar, supongo que eso es porque el poco dinero que dejó mamá ya se está terminando.

Ella era una mujer realmente hermosa, muy inteligente y precavida, no era delgada realmente pero su cuerpo era perfecto, su cabellera era negra, larga y risada, sus ojos eran grandes y oscuros, unos labios definidos, piel morena clara y una hermosa sonrisa, ella lucia siempre tan feliz y nada parecía afectarle, siempre tan segura de si misma, supongo que Maik saco su carisma y su seguridad así como sus hermosos ojos. Derek es más parecido a papá aunque la nariz la saco de mamá.

Papá volvió después de unos días no parecía estar tomado, me despedí de él, llevé a casa de Ángela a Maik y a Derek a la escuela.

Hoy cumplo la mayoría de edad y me hubieras gustado pasar mi cumpleaños con mamá pero bueno no todo se puede en esta vida.

Iba llegando a la escuela, esos chicos de la vez pasada me pararon y comenzaron a golpearme.

"¿Que hacen? Les había dicho claro que no se metiera con él." Dijo molesto.

"¿Porque no? ¿Que tiene si lo molestamos o no? no te creas mejor que nosotros, que no lo eres o ¿Ya se te olvido que tú eres el que molesta a los otros?" Dijo aquel otro chico molesto.

Discutieron un largo rato hasta que terminó por golpearlos. Bueno la verdad es que él es genial para defenderse.

"¿Cómo estas?" Preguntó mientras me extendía la mano.

"Bien gracias." Conteste embobado con su belleza

"Por cierto mi nombre es Ramsés y ¿El tuyo?"

"Ah el mío es... Tertius Tetsuo!" Dije un tanto avergonzado

"Wuaoooo"

"Sí lo sé, es extraño."

Dije mientras agachaba la mirada después de todo todos siempre se burlaban de mí por mi nombre.

"Bueno de hecho yo iba a decir que es muy bonito."

Me sonroje de más y al darme cuenta de esto me detuve avergonzado él voltio hacía a mí y me miró.

"¿Te sientes bien?"

"Ah, si claro, perdón."

Íbamos caminando y un maestro nos vió caminando juntos, al verme todo golpeado corrió y lo tomo con fuerza por la ropa diciéndole que si se divertía molestando a aquellas personas menos afortunadas y que si lo veía molestándome haría lo imposible para que lo expulsaran.

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