Hacía un día espléndido, León sacaba su bolso del portaequipajes y llevaba a Nikki por unas escaleras que conducían a la playa. Eran unas escaleras hermosas, repletas de flores y plantas. Nikki miraba los colores de las flores en la medida que bajaba cada peldaño, León se tensaba más y más, le miraba en silencio, temía que pudiera caerse al ir tan despistada. De pronto la voz de la chiquilla le quitó de sus preocupaciones.
-Mira León, son cempasúchil- apuntaba unos lotes de la anaranjada y vistosa flor-
-sí- le miraba sonreír algo atontado por la simpleza de la chica.
-Y esas son Nochebuena... qué extraño, ¿florecieron antes? Estamos a noviembre...-
-No creo que salgan justo para Nochebuena...-
-Son muy lindas,... ¿Quién cuidará este sendero?-
León le veía inclinarse a ver las flores y le daba cierto vértigo estar tan alto y ella tan despreocupada -debe haber algún jardinero contratado por el municipio- le tomó la mano- ven Nikki, me da miedo que te vayas a caer, aún quedan muchos peldaños por bajar-
-soy una acróbata, tengo muy buen equilibrio-
-Me alegro, pero vamos bajando, te llenaré de Nochebuenas tu habitación si gustas-
-León...- ella miraba su mano, él la jalaba suavemente.
-¿Qué?-
-¡veamos quién llega primero a la playa!-
-¡Que sea una competencia!- dijo animado - el ganador podrá pedirle algo al otro- se sonrió.
-Bien-
-Lo que sea- le miró coquetamente.
-Lo que sea menos algo sexual- le dijo ella, animada.
-¡Bien!-
Se soltaron y contaron hasta tres. Ambos bajaron muy rápido, Nikki era bastante hábil y veloz, pero los zapatos con tacones le estorbaban, decidió quitárselos, y en eso León le pasó con creces. Ya con los pies en el suelo comenzó a bajar tres veces más rápido y pasó a León, justo cuando veía la arena frente a ella, León de un salto fue el primero en tocar la playa.
-¿Cómo hiciste eso?- le miró asombrada y algo agitada.
-Parkour- le dijo apenas respirando - pero ya estoy fuera de las canchas- se acomodó el bolso y sonriendo dijo- gané-
-Demonios, ¡quería pedirte mariscos para almorzar!-
León la miró encantado y sonriendo -¿Eso es todo?-
Nikki comenzó a caminar hacia la orilla, llevando sus zapatos en los hombros. Admiraba el paisaje, la playa estaba vacía, era solo ella y él- para ser honesta- pensó- me habría gustado pedirle que no se case- suspiró.
-Nikki, podías pedirme lo que quisieras ¿y pensaste en mariscos?-
-Bueno pero perdí...-
-Yo te llevaré a comer mariscos luego-
-¿En verdad?-
Vio como se le iluminó el rostro -si, pero primero...- se quitó la ropa, los zapatos y el pantalón; llevaba el traje de baño bajo este.
Nikki se quedó sorprendida sin hacer nada, no podía dejar de mirar el torso y buen cuerpo del muchacho.
-¡Primero quiero nadar un poco!- fue corriendo hasta la orilla y se metió al agua, en dos segundos se lanzó más adentro perdiéndose de su vista.
-¡Qué divertido!- se dijo, dejó los zapatos en la arena junto a sus cosas y fue a la orilla. Mojó sus pies en el cálido mar, era transparente, por debajo podían verse un par de algas mecerse. Se subió el vestido lo más arriba que pudo, pero el pequeño vuelo de una ola, le mojó a la altura de los muslos.
-Ven Nikki!- le gritaba León desde un par de metros más al fondo.
-Es que...no traje... traje de baño...-
León se acercó nadando y al salir cerca de ella vio como el agua le tiraba el cabello hacia atrás. Él le miraba con los ojos brillantes. Sintió su corazón latir con fuerzas, él se iba acercando cada vez más a ella, con su torso desnudo y mojado.
-Viniste a la playa sin traje de baño...-
-lo siento, es que no tengo-
-No te preocupes, ya sé fueron las ganas de zambullirme, podemos volver luego- suspiró profundo y sonriendo le dijo- gracias Nikki-
-¿Ah?- le dijo aún atontada.
-Claudia odia el mar, cuando dijiste que todos aman pasear, no es tan así; ella odia pasear... - suspiró nuevamente y de pronto, vio todo mucho más claro-... tengo que anular ese compromiso...- pensó -no puedo cagarme la vida así, tengo que hacer algo...-
- Es una lástima que tu novia odie el mar... pero algo bueno debe tener, si no no le habrías propuesto matrimonio-
-...es un acuerdo familiar- bajó la vista - ni siquiera...- ella le lanzó agua con la mano. Se volteó a mirarle.
-Mira, allá hay un kiosko, ¡¡vamos a comprar un helado!!- ella se alejaba de León, caminaba hacia la orilla. León la seguía, tenía ganas de tomarla por las caderas y levantarla, era realmente hermosa con su rubio cabello, le llegaba a la cintura y se lo dejaba hacia un lado. Caminaba con tanta ligereza que le hacía sentir en las nubes.
-Nikki...me gustas- dijo en voz baja, ella caminaba alegremente hacia el kiosko, se alejaba cada vez más -Quiero verte cada día que me quede de vida...-
-Apresúrate!- le gritaba desde lejos.
Luego de comer helados, tomaron sus cosas y caminaron hacia un restaurante muy sencillo que se encontraba ahí cerca. Tomaron asiento y esperaron a ser atendidos.
-Bueno Nikki, ahora puedes revisar mi proyecto-
-¡Cierto! La carpeta...- la buscó y abrió. Llevaba por título: Organización independiente y sin ánimo de lucro con iniciativa civil y popular, vinculada a un proyecto social, cultural y de desarrollo, que genere cambios estructurales en determinadas comunidades latinoamericanas.
-¿Qué es esto León?-
-Una ONG-
La presente organización sin fines de lucro, busca luchar contra la depresión que viven miles de niños que padecen enfermedades de alto, mediano y leve riesgo y/o con distintos grados de vulneración; ya sea, económica, social, moral o religiosa. Impulsando la cultura y el entretenimiento como un medio para la construcción de un mundo más inclusivo.
-León...- ella le miró asustada- sigo sin comprender...-
León se acercó a ella, llegó un mesero a servirles jugos. -Mira Nikki, salta a la última página-
Avanzó hasta el final y vio un apartado que decía:
Los miembros que compondrán dicha fundación serán individualizados a continuación, contando con los patrimonios anteriormente señalados en el inciso tercero.
León Ignacio Mercado Salvatierra
Nikki Irina Zokalova Petrov
________________
-¿Creaste una fundación?- gritó emocionada.
-Bueno aún no, falta verificar datos y checar algunas cosas, pero prácticamente está casi al 80%-
-¿Cómo averiguaste mi nombre completo?-
-Tu secretaria me envió tu cuenta bancaria para remunerar el tiempo que te estoy quitando-
-yo... no quiero dinero...pero es grandioso, no lo puedo creer, una ONG para ayudar a los niños-
-Nikki, quiero que la administres para que ya no debas llenar tantos informes y mendigar cupos para tus espectáculos. Ahora podrás invitar a esos niños a tu fundación y podrás hacer más que eso- Le miró un instante y ella lloraba, le caían las lágrimas por sus blancas mejillas -Nikki...- tomó una servilleta de tela y se la entregó.
-No...no puedo creer- sollozaba- que...- bebía jugo- hayas pensado en esto...-
-¿No es una grandiosa idea?-
-León...no me alcanzan las palabras...- se largó a llorar.
-Hey...- se levantó preocupado- no deberías estar llorando...- se agachó a la altura de la muchacha- Nikki, será nuestra fundación, ambos queremos ayudar a las personas- dicho esto, la muchacha le abrazó. Sintió su corazón latir con fuerza, le devolvió el abrazo. Nuevamente, sentía como se tejía aquella red entre ambos, era tanta aquella sensación que se sentía como si toda su existencia le perteneciera a ella. -Nikki...- la miró fijamente, no pudo evitar mirar sus carnosos labios. Se quedó callado mientras le contemplaba, le limpió las lágrimas y ella finalmente le sonrió.
-Gracias León Mercado... con este proyecto ayudaremos a muchos más niños- le volvió a abrazar.
-Si, eso espero-
-Eres grandioso-
Quería seguir abrazado a ella, cerró los ojos un momento y tomó una fuerte bocanada de aire, dejando escapar un gran suspiro. Le tomó del mentón, ella le miraba con sus azules y vidriosos ojos -Ahora viene la parte aburrida, vamos a leer todo el documento para revisarlo y rellenar con firmas-
- Está bien- dijo animosa.
León se sentó frente a ella y comenzaron a chequear el documento.
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