Capitulo # 4 Bailando con él

Lo siento no quise causarte problemas con tus amigo. - me disculpo.

- Puaf, no has cau sado ningún problema, descuida. - dice. - No te preocupes, les caiste bien. - afirma y lo miro sin poder creer aquello. - Hablo en serio, solo son así con las personas que les agrada. - asegura. - Si no le fueras agradado te hubieran ignorado.

Vuelvo a mirar hacia atrás y la chica peliroja me sonríe ambale.

Al parecer el tiene razón.

Él me lleva hacia la cocina donde hay un hombre detrás de la barra que esta preparando bebidas.

- ¿Qué quieres tomar.? - me pregunta y quedó en silencio.

- ¿ Es alcohol? se supone que no debemos tomar alcohol hasta las 21. - digo, y el sonríe.

- Sí, pero aquí no hay policías. - comenta y yo tengo que darle la razón. - ¿Qué vas a tomar? Este hombre es un experto, te preparara lo que quieras. - dice señalando al hombre que agita unos frascos, mis mejillas se calientan y se que me he sonrojado.

- N.. nunca he tomado alcohol. - susurro, él me mira en silencio y luego sonríe.

- ¿ Enserio? - cuestiona y asiento. - Está bien, entonces comencemos con algo sencillo. - dice y mira al de la barra. - Dame una cerveza para la dama y a mi me das un especial. - pide, el hombre asienta y va hacia la nevera, saca un frasco de vidrio , lo destapa y me lo pasa, yo lo tomo, luego el comienza a mesclar varias bebidas en su frascos, supongo esta preparando lo que pidió Liam. -Adelante, prueba.- dice.

Asiento y llevo el pico de la botella a mis labios, lo inclino y dejó que el líquido inunde mi boca, lo trago y hago mala cara.

- Es amargo. - digo después de tragar.

- Sí. -

- Pero no está mal. -

- Esa es la cerveza. - vamos, toma más, te aseguro que el sabor mejora a medida que tomas. - dice y hago lo que dice.

Sigue sabiendo igual, pero supongo que se refiere a que ya no es tan desagradable. Él recibe su bebida y se la toma de un solo trago.

- Uff. !Dame otro! - pide y el hombre se pone manos a la obra.

Nos quedamos varios segundos en aquel lugar, yo tomando la cerveza mientras el se toma los tragos que el hombre le prepara.

- ¿Que tal si bailamos? - cuestiona el Depronto, yo lo miro sorprendida. - ¿Sabes bailar, verdad? - pregunta, yo asiento no tan segura.

- Hace mucho que no lo hago. - susurro. Eso es verdad, cuando mis padres vivían solia ir a muchas fiestas de niños y me gustaba bailar, después solo lo hacía sola y encerrada en mi habitación.

- ¿Hace cuánto? - cuestiona él.

- Mucho, unos seis años. - confieso, el abre sus ojos y luego sonríe. No dice nada y me toma de la mano, me lleva hacia la improvisada pista de baile y me toma por la cintura.

- Eres algo rara. - comenta y bajo la mirada. -, Eso me agrada, eres diferente al resto de chicas que conozco - susurra , no puedo mirarlo a los ojos, así que decido que es mejor mirar hacia otro lado, mientras nos movemos al ritmo de la música, Afortunadamente la canción es suave y solo nos movemos de un lado al atro. Mis manos están sobre su brazos, pues me da vergüenza sostenerlo por su cuello, siento que estaríamos demasiado cerca, pero él toma mis manos y las lleva a la altura de su cuello, luego vuelve a poner sus manos en mi cintura. Mis mejillas, ( cómo ya es costumbre) arden de vergüenza y nerviosismo. Estamos tan cerca, que puedo apreciar los matices dorados de sus ojos.

- Eso ojos son increíbles

- Gracias, los tuyos son muy bellos, me gustan, cómo brillan cuando te emocionas. - dice y abro los ojos al comprender que aquello lo dije en voz alta. El sonríe. - Es un defecto genético. - comenta. - Lo herede de mi madre.

- No creo que deba ser llamado un defecto, son muy lindos. - comento avergonzada.

- Yo tampoco, a las chicas les encanta. - comenta y asiento convencida de aquello.

La canción cambia y ahora una música electrónica se escucha por todo el lugar, el me insta a bailar, pero no tengo idea de cómo hacerlo.

- Vamos muevete. - me dice y miro hacia todo lados para ver qué hacen los demás. Las mujeres se balancean en su sitio moviendo sus cuerpo de manera algo suave, y rítmica. Lo miro a él quien espera a que comience a moverme.

- No sé bailar esta música. - digo, el me mira incrédulo.

- Todo el mundo baila esto, es muy facial. - dice, solo mueve tu cuerpo al ritmo de la música.

Vuelvo a mirar a mi aldedor y comienzo a mover mi cuerpo lentamente, tratando de seguir el ritmo.

- Ves, ya estás bailando. - comenta él. Sonrió y continúo moviéndome con cautela, no quiero hacer el ridículo frente a toda esta gente. Él comienza a bailar junto a mi y segundos después relajo mi cuerpo y me muevo con más fluidez, tanto que se me olvida que estoy rodeada de personas.

Doy media vuelta dándole la espalda y siento que el me toma por la cintura, me tenso un poco pero sigo moviéndome, sobre todo porque veo a varias parejas en la misma posición, entiendo que aquello es normal. Él problema llega cuando el se acerca más a mi y siento su respiración en mi oído, aquello me causa un estremecimiento que recorre mi cuerpo, su mano pasa de mi cintura a mi vientre me empuja hacia él.

- Para alguien que dice que no sabe bailar, lo haces muy bien. - susurra cerca a mi oído. Tiemblo al sentir su aliento en mi oído.

Él está demaciado cerca, jamás he estado tan cerca de un hombre, esto no está bien, ¿O sí?

Me alejo de el rápidamente tomando una prudente distancia, doy media vuelta, y lo miro nerviosa.

- Lo siento, no estoy acostumbrada a estar tan pegada a un hombre. - digo y él me mira interrogante, pero no dice nada. Me siento demaciado incomoda así que decido que es mejor dejar el asunto del baile hasta aquí.

- Necesito un baño. - miento para poder alejarme de la situación incomoda en la que estoy, el asiente y me toma de la mano, me lleva hacia donde está la chica pelirroja de antes.

- Scarlett. - llama la atención de la chica. - ¿Puedes acompañarla al baño? - le pregunta, ella sonríe y asiente.

- Claro, ven. - dice y esta vez es ella quien me toma de la mano, nos alejamos varios pasos y en el camino nos encontramos con la chica rubia.

- ¿A dónde van? - cuestiona.

- Al baño, la llevo para que no se pierda. - responde Scarlett.

- Voy con ustedes. - dice y se une a nosotras.

Subimos las escaleras y caminamos por un pasillo dejando tras nosotras varias puertas.

- Vamos al baño de la habitación de Simmons, esa y la de los padres de él son las únicas que no deben estar echa un desatre, porque tienen el seguro puesto. - habla Scarlett.

Por fin llegamos al lugar, es al final del pasillo, Scarlett introduce una llave en la cerradura y la puerta se abre, entramos las tres en fila india y yo abro los ojos sorprendida al ver lo grande del la habitación, juro que es del tamaño de mi apartamento.

Tiene una cama enorme, tamaño king, dos puertas por lo que imagino que una es el baño y la otra el armario.

- Ese es el baño. - dice Scarlett señalando la puerta a mi derecha, camino hacia ahí y la abro, el lugar también es bastante amplio y abro los ojos al ver una tina, jamás había visto tanto lujo en un baño, en fin a lo que vinimos.

Salgo del baño y encuentro a las dos chicas sentada en la cama, la siguiente en entra al lugar es Charlotte y me quedo sola con La pelirroja quien me mira curiosa.

- ¿ Y Ariadna hace cuánto conoces a Liam? - me interroga, yo muerdo mi labio y juego con la correa de mi reloj.

- Hace muy poco. - respondo. - Para ser más esacto hace una semana. - digo ella me mira sorprendida y luego sonríe.

- !Wau eso es muy poco tiempo! - comenta ella.

- Sí, de echo soy nueva en la ciudad y es la primera persona con quién he hecho amistad. - explico, ella vuelve asentir. - El ha sido muy ambale conmigo, me ha ayudado mucho estos días. - digo, en ese momento la rubia sale del baño y se coloca a mi lado.

- Sí Liam suele ser muy ambale con las chicas. - comenta está sonriente. - Sobre todo cuando quiere algo de ellas. - susurra entre dientes y la miro curiosa.

- ¿A qué te refieres? - le pregunto curiosa.

- Olvídalo, no es nada.- dice está.

- No le prestes atención, ella, habla solo por hablar. - dime algo ¿Cómo lo conociste? - me pregunta Scarlett.-

Le cuento a las dos la forma en que nos conocimos y en cómo el me ayudado en estos dias

- Estoy muy agradecida con él - término, ellas se miran y sonrien maliciosas.

Me están asustando estás chicas.

- Dinos algo, Ariadne. ¿ Él te gusta? - pregunta nuevamente la pelirroja. .

Abro los ojos sorprendida por la pregunta, ellas me miran sonriente y no puedo evitar sentir vergüenza al responder.

- E.. él es muy guapo. - musito. - Mentiría si digo que no me llama la atención.

- Así es, el condenado está muy bueno. - dice Charlotte. - El lo sabe y lo usa a su favor - comenta.

- Dinos algo. - habla Scarlett. - ¿ Si esta noche el intentará algo como, no sé llevarte a la cama lo harías? - indaga y abro los ojos al escuchar aquello.

- ¡Que no, claro que no! - exclamó. - El no intentaría algo así, además que tiene novia. - digo, ellas se miran entre sí confundidas.

- ¿ Qué? ¿ Quién te dijo que tenía novia? - preguntan sorprendidas.

- El otro día una chica rubia se acercó a nosotros, lo saludo y lo beso en los labios. - les cuento lo que había visto hace poco.

- ¿Alta, de ojos verdes y senos grandes? - indaga Charlotte y asiento. - Ellq no es su novia, solo es una tipa cualquiera a la que se tira cuando le da la gana. - comenta y abro los ojos al escucharla

- Liam no tiene nada serio con nadie, solo va por ahí tirándose a la que se lo de fácilmente. - habla Scarlett

- Así es, hay donde lo ves con su cara de que no rompe un plato, nuestro amigo es un puto - comenta Charlotte.

Abro la boca para decir algo, pero nada sale de esta, así que la vuelvo a cerrar y miro hacia la ventana.

- D.. de todas maneras estoy segura que el no intentaría nada conmigo, yo no le he dado esa confianza, y tampoco he hecho algo que lo lleve a pensar que puede hacer esas cosas conmigo. - comentó jugando ahora con un mechón de mi cabello.- No soy de esas mujeres.

Las dos chicas asienten, se miran entre sí y sonríe, luego me miran.

- ¿Eres virgen? - pregunta Charlotte de golpe, desvío la mirada nuevamente y asiento avergonzada.

- Lo sabía, me debes $20 - le dice Scarlett a Charlotte y las miro sorprendida ¿ Habían apostado si yo era virgen o no? La rubia rueda los ojos y saca dinero del bolsillo de sus vaqueros y luego se los entrega a la pelirroja.

- Bueno, creo que ya es hora de volver junto a los chicos. - comenta Scarlett mientras se levanta de la cama.

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