Capitulo # 3 ¡Una fiesta!

Gracias una vez más por todo lo que estás haciendo por mi. - digo frente a nuestros apartamentos. - No sé cómo pagarte todo esto.

Él dice nada y solo me mira con esos increíbles ojos, aquello me pone nerviosa, pues no soy para nada buena descifrando a las personas.

- ¿Qué harás el sábado por la noche? - cuestiona.

- Nada, supongo que estudiar o ver una película. - respondo.

- ¿Nos has echo amigo en clases? - indaga.

- No. - respondo avergonzada.

- Bueno, ¿Que tal si vienes conmigo el sábado a una fiesta? - pregunta - Te presentaré a mis amigos, son algo idiotas, pero son buenas personas. - dice y sonrió emociona.

- ! Sí! - respondo y él sonríe.

- Bueno. - dice y da media vuelta. - Tocare tu puerta a las 8: 10 para irnos al instituto. - comenta y asiento. - Que tengas un buen resto de día.

- Y.. tú también. - digo, doy media vuelta y entro a mi apartamento. Una vez dentro suspiro y sonrió al pensar en la salida del sábado, iré por primera vez a una fiesta.

Pero, ¡Mierda! Espera un momento.

¿Que me podré? ¿Cómo se va vestido a una fiesta? ¿Y si me invitan a bailar? ¡Oh cielos! Yo solo se bailar a solas en mi habitación.

Mi sonrisa se convierte en un gesto de espanto y mi ansiedad se eleva hacia las nubes.

¿Qué voy hacer?

Okay, cálmate Ariadne, no entres en pánico, hoy es jueves, tines un día para pensar en que te vas a poner y lo de bailar, tal vez ni te toque hacerlo, tranquilízate, todo está bajo control, mira el lado bueno, Liam te va a presentar a sus amigos, y si le caes bien, tendrás más amigos, eso es algo genial, así que respira y toma las cosas con calma.

Cuento hasta diez mientras inhalo y exhaló, mi ansiedad desaparece.

- Muy bien, así está mejor, con calma podemos pensar mucho mejor.

El viernes se fue en un abrir y cerrar de ojos, ya es sábado por la noche y estoy frente a mi espejo pensando en que ponerme, la verdad no tengo mucha ropa, y la que tengo tal vez este pasada un poquito de moda, pero no quiero ir a la fiesta como una loca, primero porqué no quiero hacer quedar mal a Liam y segundo porqué quiero dar una buena impresión. Recuerdo que el otro día compré por internet una blusa que me gustó y que tengo unos vaqueros casi nuevos, lo busco rápidamente y sonrió al encontrar las prendas. Se trata de una blusa de tirantes de color verde agua marina, de pliegues, unos vaqueros de color negro, busco una chamarra también vaquera de color azul y unas converse negras tipo botines, me colocó mi reloj heredado de mi madre, al igual que los pendientes peino mi cabello y no sé si amarrarlo o llevarlo suelto, al final decido amarrarlo en una media coleta, como siempre no aplico maquillaje, porque no tengo ni idea de cómo usarlo, además de que no tengo, solo aplico protector solar, ( por la luz de las linternas) crema corporal y mi amado perfume frutal.

Me miró en el espejo satisfecha y sonrió, en ese momento tocan la puerta, tomo un pequeño bolso y guardo mi celular y algo de efectivo en este, corro hacia la puerta y la abro.

!Oh cielos como carajo se puede ser tan guapo!

Liam, se veía extremadamente bien, vestía unos vaqueros negros, una chamarra de cuero del mismo color y un suéter tipo polo vino tinto, los zapatos eran también negros, de cuero, pero tipo zapatillas, su cabello estaba alborotado dándole una apariencia desordenada y rebelde que lo hacía ver jodidamente hermoso.

- H.. hola. - saludo con la voz entrecortada.

- Hola, veo que ya estás lista, eso me gusta. - comenta y sonrió. - Soy algo impaciente y odio esperar - dice y asiento. - Vamos.

Tomamos el ascensor que ya fue arreglado, yo no puedo evitar sentirme nerviosa, después de todo es la primera vez que voy a una fiesta ( bueno una que no sea de niños)

- ¿ Y dónde es esta fiesta? - cuestino para intentar calmar mis nervios.

- Es en casa de Simmons un viejo amigo, . Está de cumpleaños el y su novia decidieron celebrarlo. - me explica.

Guardo silencio por unos segundos y luego me atrevo a preguntar otra cosa. - ¿Crees qué les caeré bien? - cuestiono, él me mira curioso. - Es que no soy muy buena socializando. - comento, el asiente.

- Ya te dije, son buenas personas. - dice y mira hacia enfrente. - Por cierto, te ves muy bien. - comenta y hace que la sangre suba a mi rostro.

- G.. Gracias. - susurro. - Tu también te ves bien. - digo, lo miro sonreír y me quedo embelesada, su sonrisa es perfecta.

Cuarenta minutos después entramos a una zona que por lo visto es donde viven las personas adineradas, ya que lo que se deja ver no son casas comunes, ! Son mansiones ! Enormes mansiones. Después de estar diez minutos más en el auto, por fin llegamos al lugar, él frena el auto frente a un gran portón y baja la ventanilla para luego presionar un botón en la pared.

- Hola. - habla,

- Buenas noches, nombre por favor. - se escucha una voz que sale del aparato en la pared.

- Liam Taylor. - dice el, segundos después el gran portón se abre.

! Espera! ¿ Una lista de invitados o algo así? ¿ Esto es una fiesta elegante? Porque si es así definitivamente no estoy vestida para la ocasión, lo miro a él preocupada y el levanta una de sus rubias cejas.

- ¿ Es una fiesta elegante? - cuestino espantada, el sonríe y niega .

- No, para nada, lo de hace rato solo es por protocolo, no te preocupes. - afirma y respiro aliviada.

- Tu amigo tiene dinero ¿Eh? - susurro al ver la enorme casa.

- Sí.

¿ Él también será adinerado? Lo miro y a simple vista aparenta ser una persona de nivel económico medió, pero quién sabe, el auto que conduce es un clásico muy costoso, aunque el me dijo que lo heredó de su abuelo y además no he visto que tenga ropa o celular costoso.

Liam estaciona el auto a un lado junto a otros, los cuales debo decir que son extremadamente lujosos, tipos convertibles, camionetas y camaros.

! Oh mierda voy a estar rodeado de niños ricos!

Sonrió nerviosa, el me sonríe ambale y se acerca a mí.

- Vamos. - dice, yo asiento, el camina un paso, pero al ver que yo no me muevo se detiene y me mira interrogante. - ¿ Pasa algo? - cuestiona.

Yo trago el nudo que se formó en mi garganta y muevo la cabeza de un lado a otro.

- No, no pasa nada, ¿ Qué va ha pasar? Estoy bien. - hablo nerviosa, el se acerca a mi y me toma por los hombros.

- ¿ Estás teniendo un ataque de pánico? - cuestiona y asiento efisivamente. - ¿ Por qué? - pregunta.

- Yo.. pues, veras, no estoy acostumbrada a socializar con muchas personas, me pongo bastante nerviosa, no sé si lo has notado, soy algo torpe y tímida, y saber que tus amigos son personas adineradas, no me está ayudando, - digo rapidamente, el guarda silencio por varios segundos y después se ríe a carcajadas

- ! Ay Dios eres un caso aparte! - dice. - Ya te dije que no te preocupes, mis amigos son algo idiotas, pero son buenas personas, no van a morderte o algo así, relájate. - me asegura y coloca su manos en mi espalda. - Vamos, veras que te divertirás. - dice y me guía hacia la entrada de la casa. - Te prometo que no me voy a despegar de ti ni un segundo. - asiento un poco más tranquila y sonrió nerviosa.

Entramos a la casa, y el lugar está repleto de personas que podía jurar que no le cabía un alma más, Liam me guía por entre las personas pidiendo permiso hasta llegar a dónde están un grupo de chicos, conformado por dos chicas y dos chicos.

- Chicos. - habla Liam llamando la atención de los cuatro. - ¿Cómo van? Les presento a Ariadne, mi vecina y nueva amiga. - me presenta, las chicas me miran atentas, mientras que los chicos sonrien.

- M.. mucho gusto. - saludo. - Ariadne Paola Guzmán Torres. - digo mi nombre completo, ellos se ríen y siento mis mejillas arder.

- No les prestes atención, ya te dije que son algo idiotas, sobre todos los chicos. - me dice cerca al oído.

- ¿ Y de dónde eres Ariadne? - cuestiona una de las chicas, es pelirroja, de ojos verdes, su piel es muy blanca, y tiene varias pecas en el rostro, debo decir que es muy linda.

- Soy estadounidense. - respondo. - Nací aquí, pero mis padres eran latinos, mi madre era colombiana y mi padre mexicano. - respondo, ella asiente.

- Me encantan tus ojos, son lindos. - dice y sonrió, mis ojos son cafés algo claros, almendrados, no es un color común en los gringos, asi que supongo que lo dice por eso.

- ¿ Eran? - cuestinoa la otra chica, ella es rubia, pero de medios a puntas lleva un rosa claro, sus ojos son azules, también es muy bella, aunque sus rasgos son más fuertes, ella es lo que yo llamo una belleza seductora.

- Ellos facellecieron hace varios años. - digo sin dar detalles, todos guardan silencio y la pelirroja le da un codazo a la rubia.

- Lo siento, no fue mi intención ser imprudente - se disculpa la chica. - Es un gusto conocerte Ariadne, por cierto es un lindo nombre, yo soy Charlotte. - se presenta.

- Y yo Scarlett. - dice la pelirroja. - Él es mi novio Simmons el cumpleañero. - dice señalando al chico a su lado, es alto, delgado, su cabello es liso, lo lleva largo, por los hombros, sus ojos son de un azul claro, tiene facciones marcada, también es guapo pero Liam lo supera por mucho. - Y el es Angelo, el novio de esta tonta - dice señalando al otro chico al lado de la rubia. El chico en cuestión es castaño, de ojos verdes y piel canela, sus facciones me recuerdan a un modelo italiano que vi hace poco en una revista. Lo analizo bien y abro los ojos al darme cuenta que en realidad sí es aquel modelo.

- Ya te reconoció. - dice la rubia. - Apuesto que recordaste ver a mi novio en ropa interior. - comento y sentí mi rostro arder de vergüenza. Todos en el lugar se ríen y quise que me tragara la tierra.

- Ya basta. - se escuchó la voz de Liam. - !Dios que idiotas! - se quejo. - Ella no tiene la culpa de que a ti te guste andar por ahí exhibiendote como si nada.

- Yo.. yo no lo ví en ropa interior. - aclaro. - Modelaba una camisa marca prada- dije.

- Upps, lo siento. - se disculpa la rubia.

- No te lo tomes a mal Ariadne. - habla la pelirroja. - Ella le hace esa broma a todos.

- Así es, nos divierte ver las expresiones de la gente. - habla el susudicho - Debo admitir que la tuya por mucho ha sido la mejor. -

- ! Mierda, sí parecías un semáforo en rojo! - dijo aún riéndose el otro chico.

- Idiotas. - musito Liam.

- Ven vamos a que bebas algo, dejemos a estos cuatro con su idiotez. - dijo y me dió la vuelta.

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