╔─── ¤ ◎ Alguna Mirai ◎ ¤ ───╗

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...╔─¤ ◎Parte II◎ ¤─╗...

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Entonces, bien entonces. Estaba esperando a dormir. La verdad da sueñito.

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- Ahhh… Mirai cargameee -

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Ahhh… no quieroooo -

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Compartimos carcajadas.

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- Y bien, niña Kurai. ¿Qué tal tu cita con Mari? -

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- Ugh… *Era más un entrenamiento* ah siii… pues gue mep. Ya sabes, nada del otro mundo. Comer helado *aún tengo el sabor de espinaca en mi boca*, un paseo por un museo -

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- Oh si. Noté que a Mari le encanta la historia y todas esas cosas de no sé que y no se cuanto de la vida antigua y ahh… ¿te besó? -

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Escupo el agua que estaba bebiendo. Atragantándome en el acto.

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- Hdhsksis. ¡Qué mep dices! -

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- Jaja. Pues andas muy pegada a él y con mucha confianza para pedirle la tarea -

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- Ay… no es eso. Sólo que… -

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- Ya ya Kurai. Tranqui. Luego empiezas a helar el ambiente -

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Ah sí. Mirai sabe de mis poderes… ¿Ah?

¿No lo dije antes?

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Pues si. Lo sabe desde hace años. Desde que casi quemo las cortinas. O antes incluso. Ella era en quien más confiaba, si alguien debía saberlo, era Mirai. Ella me ayudaría a saber que hacer. Aunque entre en pánico el día que el Maestro Hydra estuvo acechándome en la salida -y aún más con ese misterioso y para nada extraño poder de rejuvenecimiento- así que no le dije algo de eso a Mirai.

Luego que las cortinas no se hicieran humo y cenizas, tomé la decisión de…

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...§...

En un pasado algo cercano de una Mirai y Kurai chiquitas -bueno no tanto. Unos 7 talvez-

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- Ahhh… Mirai cargameee -

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- Ahhh… te aprovechas de miiiii -

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- Es que eres más fuerte y me duelen mis 'patitas' -

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- A mi tan' me duelen -

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Ambas, caminando solas por un bosque.

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- El Bosque de los Llangantes es larguísimooo… ¿y si le llamo a Simón? -

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- ¿Al inge Biliu? Neeel. Si podemos solitas. -

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- Ay… no sé -

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Ambas se detienen a examinar el lugar. Mirando a ambos lados, ya irritadas y con algo de coraje.

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- Kuraai. Ya nos perdimos. Solo estamos dando vueltas. -

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- ¡Ya sé! ¿Y sí utilizó mis llamitas? -

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- Ay no, no las llamas de Fénix de nuevo. -

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Kurai empieza a frotar sus manos de manera muy alocada. Ese sencillo acto provoca que sus manos empiecen a arder en las dichosas 'llamitas'. Era muy mep. Tenía candela y fuego en mis manos pequeñitas, bien chiquitas. Y cada que una llamarada saltaba -por que si a los 14 no sabía controlarlos de buena forma, aún peor la mini yo- se soltaban una chispas que revoloteaban. Algo así como pequeños pajarillos. 

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- ¿Si ves? Sigo viva, mep. -

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- Cuidado te quemas la ropa, Kurai.-

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- La gran Kurai mep controla las llamitas de Fénix y puede con todo. -

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Sí que podía. Pero con que propósito.

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- ¿Y de que servirá? -

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- Ah sí cierto… -

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Fin del recuerdo.

Y ahora de que sirvió todo lo anterior…

^^^Nota de Mirai: relativamente de nada. Solo dejar ver que Kurai sigue siendo muy precipitada y loca, loca en toda la extensión de la palabra.^^^

Ay. Pues si. Jeje.

Como sea. Mirai sujeta mi brazo y se detiene. Igual yo.

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- Entiende esto, Kurai. Algún día tus poderes serviran para ayudar a los demás. Para poder demostrar que no somos las chiquillas de familias importantes, sino que somos más fuertes por nuestra cuenta. -

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- Eres muy sobre protectora conmigo. Mamá y tú son casi iguales. -

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- Pues recuerda que ambas vivíamos juntas hasta los 12. Es más, recién es que estoy viviendo sola. -

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- ¿No confías en el Inge Beaulieu? -

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- Sí. Yo aprecio mucho a Simón. Pero no puedo considerarlo… papá. Ni siquiera al Doc Fuyu o a la Inge Fuyu, puedo referirme como papá y mamá… -

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- Ya ya, Mirai. Tranqui. Al menos yo sí soy tu hermana. -

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- Mi hermana del alma -

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Ambas cruzamos los brazos. Ella el derecho, yo el izquierdo. Enredandolos en un fuerte torque y sonriendo. Yei.

...I...

Por alguna razón sentía que debía ocultar todo lo de ser una Elemental y también lo que Isaleos, Sheyla y Lance son. Ocultar… ocultárselo a Mirai.

Aunque… ahora me siento más aliviada con ella sabiendo de mis poderes.

...I...

Cierto tiempo de caminar y charlar con Mirai, un tipo con traje elegante se acerca a Kurai. Todo perdido, sin embargo su presencia era acorde a su traje: elegancia y porte. Aunque sí se podía apreciar un bendaje por debajo de su camisa un tanto abierta; y uno que otra sutura en su piel, pero ya si eres super detallista.

Nos miraría desde cierta distancia. Este sujeto, en plan amigable, pregunta:

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Sujeto elegante: - disculpe señorita, me ayuda con la dirección del edificio de Shibuya? -

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Kurai: - pues está muy lejos, creo  -

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Mirai: - y además que nunca hemos ido ahí -

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Sujeto elegante: - oh si. Ninguna de ustedes parece ser del país, tienen otros rasgos -

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Kurai: -tal vez sí, tal vez no. Yo ser humana -

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Mirai: - y yo igual. Si desea puedo decirle a Simón, ejem, al inge Beualieu que lo ayude. Justo vamos donde él. -

Sujeto extraño: -uff, muchas gracias, estoy bien perdido. Y me caería muy bien alguien que me arregle mi moto-

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Estaría una moto relativamente pequeña reposando y en condiciones fatales en el poste junto al sujeto.

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Mirai: - pues Simón, ejem-ejem, el inge Beualieu podría ayudarlo igualmente con aquello. -

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El sujeto sonríe aliviado y acepta ir con ellas, aunque Mirai seguiría hablando y compartiendo carcajadas con Kurai sobre Isaleos. Ella no confiaría tanto en el sujeto. Observándole con cautela, siempre atenta y apretando la bufanda que siempre lleva puesta en su brazo |•izquierdo•|. Sepa porque \=0.

A lo que por el camino se encuentran con Isaleos. Quien estaría hablando por celular con Yura. Lo avance a escuchar jeje. 

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Mirai: - mmm… ahí está Mari -

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Kurai: - mep, no soy ciega -

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El joven lucecita se acerca a nosotras y saluda. Pues algo muy obvio.

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Isaleos: - es raro encontrarlas por la calle. Comúnmente todos nos vamos a casa por los Transe Server. -

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Kurai: - íbamos hacer algo -

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Mirai: - sip. Y parece que nos estabas siguiendo -

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Mirai observa lentamente a Isaleos, mientras el chico niega algo nervioso con la cabeza.

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Sujeto extraño: - disculpa la molestia pero me ayudan. Tengo que llegar al lugar lo más rápido posible. -

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Diria con ahinco y los 3 van juntos hacia la casa del susodicho inge Beaulieu.

...I...

Entonces nos encontraríamos en el portón del Inge Simón Beaulieu. Disparatados de tanto reír de las ocurrencias de Isaleos. O mejor dicho accidentes…

...§...

Conversando en el trayecto, Isaleos miraría a Mirai de reojo. Sabe quien por qué. Bueno, a Mirai siempre le ha gustado el orden y ser responsable. Peroooo jamás perderá su alto sentido de la moda. Ufff, es tan mep en la moda -osea mep de bueno- que me sorprende de donde saca tantas ideas.

Como sea, Isaleos se mantenía vigilando a Mirai. Ella no usaría el uniforme de la manera tan correcta que digamos. Tiene la camiseta de educación física, la camisa formal y la camisa de Protocolo -en plan, el comité de representación de estudiantes en concursos de cualquier materia. Yo no estoy por que mep, por que Kurai no quiere- entallada a su medida, definiendo bien sus curvas y la mayoría de veces revelando su escote. Aveces con diadema, otras con lazo, y cada día con distintos peinados. Hoy tiene uno recogido y con aretes de margarita adornando sus orejas. Y pues yo… tengo salud. Jeje ;-;

Como sea, ×2.

Isaleos se mantenía tan vigilante hacia Mirai. Raro era. Lo sé. Sabes por que, igualmente. Maldito Isa, maldito.

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Mirai se daría cuenta: -así que eras de esos, Mari. -

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Mirai se colocaría al frente de Isaleos. Y de un solo cachetazo lo deja en el piso.

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Mirai: - ahhh. No sé por que eres tan cercano a Kurai. Pero si te pones así con ella o empiezas de pervertido, te reviento a golpes. -

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Y uff, si que Mirai tiene una gran fuerza a pesar de ser humana. Dejo tendido en el piso a Isaleos, el chico solo asiente la cabeza y tocandose la mejilla con nervios.

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Mirai: - una no puede lucir bien sin que les caiga la baba. -

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Kurai: -*jeje. Eso dijo Yura* pues así es él. Aunque… conmigo no…-

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Hijo de… para los 14 no tenía tanta presencia o un look que destaque. O bueno, no me preocupaba mucho. Desde que Mirai supo de mis salidas con Isaleos es que comenzó a ayudarme con mi ropa. Aunque sienta innecesario pero bueno, Mirai hace mucho por mi jeje.

En que estaba… ah si. Maldito Isaleos \=|

Ah si, el señor que nos acompañaba solo miraba con algo de incomodidad por el momento. 

Isaleos se mantenía aún en el piso. Mirai, quien calmo su ira, toma la mano del chico lucecita y lo ayuda a levantarse.

Mirai: -controlate o ya sabes-

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