"Es por Arthur, es por eso que me tratas de esta forma, Deborah, digo CEO Arellano, entienda que Arthur me escogió a mi" Esperaba que Deborah se alterara como siempre.
"Lo acepto"
"¿Que?" La secretaria y Lydia hablaron al unisono.
"Digo que entiendo, el CEO Méndez la escogió, la que no entiende es usted pero ya no es mi problema"
"Mientes, si no estuvieras interesada en Arthur no estarías aquí al menos que allá otra razón para que estés aquí"
"Oh eso, podría decírtelo, pero la verdad me da pereza, así que será mejor que esperes en silencio y después hablas con tu príncipe azul"
"¿Quien te crees para darme ordenes?"
Lydia y Deborah se miraron frente a frente, Lydia se veía irritada mientras que Deborah se veía tan calmada como cuando llegó.
"¿Que está pasando aquí?" Arthur intervino, los gritos de Lydia llamaron la atención de Arthur por lo que tuvo que salir a inspeccionar y detrás de el estaba el inversionista, quién era la hermana menor del alcalde de ciudad cristal.
"Arthur, es Deborah, no acepta que tú y yo estemos juntos" Lydia actuó de forma lamentable, mientras que la secretaria fruncía el ceño al ver semejante actuación. Un premio Cristalino a la señorita.
Arthur por otro lado miraba a Deborah
quien permanecía tranquila, empezó a recordar las palabras que le dijo cuando la asesino, a estás alturas ella debería estar muerta, pero al no intervenir en los planes de aquel día le dió una oportunidad.
Deborah no noto el cambio de expresiones de Arthur, su mirada más bien permanecía en la mujer detrás de Arthur.
Lydia también noto a la mujer, otra rival pensó.
"Arthur ¿quién es esta mujer? ¿por qué estabas con ella a solas? mientras que a mí me dejaste esperando" La pregunta de Lydia hizo que todos la mirarán.
"Señorita Villarreal, usted que es la segunda CEO más reconocida en esta ciudad, es imposible que no conozcas a la CEO Cloud"
"¿Qué es quién?..." Lydia volvió su mirada a la mujer "Yo lo siento, no pude reconocerla"
"Deborah querida, ¿ahora soy solamente la CEO Cloud para ti?" La hermosa mujer de pelo rubio y ojos color miel miro lamentable a Deborah.
"Lo siento mucho Violeta, solo le daba una explicación a la CEO Villarreal"
"Oh, ella, no era necesario, hay personas que ¹tienen ojos pero no reconocen el monte"
Violeta no le dió cara a Lydia por lo que ella solo pudo agachar la cabeza avergonzada... Solo ella sabía lo humillante que era que la tratarán de esa forma frente a su mayor enemiga.
"¿Ustedes se conocen?" Arthur al final tuvo que intervenir, no siente nada por Lydia pero al final se supone que son novios así que debe salvarla de malos ratos... y también para que no empieze a sospechar.
"¿Que sí nos conocemos?, CEO Méndez, la señorita Deborah y yo estudiamos juntas, fuimos muy buenas amigas, y también somos del mismo grupo social"
"Ya veo"
"Así es, mi cuñada también es muy buena amiga de ella... cómo sabrá mi hermano, desde que tomo el control de la familia, envía una invitación a cada uno de los presidentes de cada empresa"
"Se eso, lamentable siempre estoy ocupado y no he podido asistir. Será mejor que entremos y nos sentemos para continuar hablando" Arthur sabía que lo de las invitaciones era un secreto, por lo que miro a su secretaria quien entendió.
"Bien lo seguimos, Deborah siéntate junto a mi" Violeta tomo el brazo de Deborah, provocando los celos de Lydia.
Todos tomaron asiento.
"Supongo que ya recibieron nuevamente la invitación"
Arthur y Deborah asistieron.
"Yo no he recibido ninguna invitación" Lydia atrajo la atención de Violeta.
"Oh, eso, el alcalde, tiene como regla no enviar invitaciones a las personas que ataquen a alguno de los tres pilares de la ciudad"
"¿Que quiere decir?"
"No tengo tiempo para explicarle señorita Villarreal, CEO Méndez, actualmente no busco invertir en más empresas, mis negocios van muy bien, pero es gracias a Deborah, soy hermana de el alcalde sí, pero llegué hasta donde estoy por mi propio esfuerzo, ahora el tema sobre los pilares de la ciudad... en realidad deberían ser cuatro pilares, por ello le habían enviado una invitación, el alcalde anterior osea mi padre también tuvo cuatro pilares, dos de ellos murieron, por lo que su posición lo heredaron sus hijos, aunque no fuera por heredad también fue por qué uno de los pilares me ayudó y el otro salvó a mi hermano, mientras que los otros dos se retiraron al mismo tiempo que el alcalde anterior, queda una vacante para el último pilar y por eso mi hermano espera que pueda ir este año... si no acepta, buscaremos a otra persona"
"Bien, solo tengo algunas duda, ¿que significa ser un pilar en la ciudad?"
"Velamos por la prosperidad de la gente de bajos recursos, a cambio también ganamos, la verdad no perdemos nada de recursos, y otra cosa, significa que al ser un pilar, te estás convirtiendo en la gente de el alcalde, si alguien te hace daño, no descansaremos hasta encontrar al culpable... es como una hermandad, el alcalde protege, los pilares protegen, es simple, entonces ¿acepta?"
"Lo haré"
"Excelente, conocerá a los otros tres pilares pronto, lo veré dentro de tres días, puede llevar un invitado" Violeta miro a Lydia mientras decía eso.
"Es un honor formar parte de los pilares" Dijo Arthur.
"Excelente día tengan, Deborah supongo que te quedarás" Violeta volteo su mirada a Deborah quien se veía aburrida.
"Si, vine a hablar de negocios con el CEO Méndez"
"Bueno te veré dentro de tres días" Deborah asintió ante las palabras de Violeta, en cuando a Arthur el la cito ¿no? así que porque perder el tiempo.
"Lydia cariño podrías dejarnos hablar solos" Agregar dulzura a una orden.
"Pero ella, Arthur ella me hizo quedar mal ante la hermana del alcalde, deberías correrla"
"Lydia, cariño, no puedo hacer eso, yo fui quien la cito, sería un insulto si la corriera"
Estos héroes hablaban como si ella no estuviera.
{Atel}: Mujer desvergonzada, ¿por qué no sales aún?
{Deborah}: ¿Todavía esperas?
{Atel}: Esperando ▼・ᴥ・▼.
{Deborah}: Tardaré otro rato, si tienes paciencia haré lo que tú quieras (◍•ᴗ•◍).
{Atel}: Esperaré (◠ᴥ◕ʋ).
Arthur miro a Deborah quien miraba sonriente su celular, Lydia por otro lado salió molesta del edificio.
1• En realidad era TENER OJOS PERO NO RECONOCER EL MONTE TAI: Ser ignorante o arrogante, no reconocer a alguien o algo de gran estatus
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