Capítulo 15

Empresa EG...

"No dejen que nadie entre" Atel dió la orden a su secretaria, luego de entrar a su oficina abrió la aplicación que Deborah creo para el.

[INICIANDO PROTOCOLO DE INSTALACIÓN... CONECTANDOSE A LA RED......] cinco segundos después [INSTALACIÓN EXITOSA, CONEXIÓN A LA RED EXITOSA]

Después de que se hubiese instalado la aplicación se escuchó la voz de un niño pequeño.

"Esperando ser nombrado por el jefe" su vos sonada demasiado entusiasta... ¿no podía ser serio como Sarahí? este pequeño personaje era negro con manchitas blancas, ojos color rojo... y al igual que el de Deborah era un conejo.

"A partir de hoy eres Bladimir"

"Ah, supongo que es por mis ojos rojos, jefe ¿qué haremos ahora?"

"Evalúa el rendimiento de mis empleados, quienes merecen un ascenso y quiénes merecen ser despedidos, mejora la seguridad y monitorea a mi base"

"Entendido jefe... será divertido"

"Bien" Atel salio de la oficina.

Más tarde el estaba en un punto desierto de ciudad cristal junto con sus subordinados.

"Kaiser hemos sido socios desde que empezaste tu reinado en el bajo mundo, vamos podemos arreglarlo... pide la cantidad que quieras"

"¿La cantidad que quiera? que te parece tu clan" Respondió Atel, provocando la ira de el otro hombre.

"¿Bromeas verdad?"

"Sabes que no tolero las bromas, y sobre todo nunca perdono una traición, querías vender mi cabeza al clan de los escorpiones ¿no es así?, ¿qué te parece si le damos la tuya en vez de la mía... matenlos a todos"

"Kaiser ¿creíste que sería tan fácil? no será tan fácil vencer a un asesino como yo"

"Eres un asesino experto, lo sé, pero yo también lo soy ¿qué te parece esto? tu y yo pelearemos, quien gane hará con el clan de el otro lo que se le de la gana, serán cuatro disparos cada uno ¿aceptas?"

"Acepto"

La pelea entre los dos comenzó, un disparo, luego otro, los disparos seguían, la velocidad de Atel combinaba con su precisión al disparar le dió la ventaja, pero su rival no quedaba atrás, era preciso al disparar, pero su velocidad no era tan rápida dado su edad, si bien tenía años de experiencia, esto era un duelo muerte a muerte entre juventud versus experiencia... a ambos les quedaba una bala, Atel había recibido tres disparos, pero aún seguía en pie, mientras que el otro hombre recibió dos, fue fácil deducir quien ganaría... disparo... ambos fueron impactados por la bala de su contrincante, lastima Atel no recibió las balas en ningún punto vital, el hombre callo al suelo, y sin su jefe los subordinada que traía con el no sabían que hacer.

"Matenlos" Atel dio la orden y empezó otra lucha, solo que está vez fueron los subordinados quienes pelearon y tuvieron la victoria.

Recibió los tres disparos a propósito para que su rival pensará que tenía la ventaja luego el disparo al azar tres veces, y dió al blanco dos veces para que su enemigo bajara la guardia, esto es aparentar incapacidad cuando eres capaz de atacar.

♡

"¿Qué pasó? ¿por qué estás herido?" Deborah miro al lastimado Atel.

"No es nada, solo le daba una lección de lealtad a un bastardo"

"¿Te duele?"

"No mucho, estoy acostumbrado a esto" Es el emperador de el inframundo después de todo.

"Supongo que aquel bastardo está muerto"

"Lo está" Por favor a estás alturas ¿quién puede hacerle daño? (lo dice quién fue engañado por una perra de te verde llamada Lydia en una novela).

"Será mejor que estés en reposo por un mes"

"Mujer desvergonzada estoy bien es solo una pequeña herida"

"Me vale si lo es, soy tu hermana mayor y tú me obedeces, no voy a dejar que estes paseando por ahí agravando esa pequeña herida, déjame cuidarte por un mes"

"Ambos somos personas ocupadas por los que sabes que no hay tiempo para el descanso"

"Pero por eso tienes a blanco y yo tengo a Kana ellos pueden encargarse, además tengo a Sarahí y tú a..."

"Bladimir"

"Bladimir, que curioso nombre, como decía, Sarahí y Bladimir pueden ocuparse de lo que Kana y blanco no pueden"

"Será una forma de probar su eficiencia así que ¿por qué no? mientras tanto tu mujer desvergonzada no vuelvas tu palabra"

Tres semanas más tarde...

"Puedo comer solo, ya te lo he dicho, no me trates como a un bebé, además ya estoy mejor"

"Atel te has vuelto muy gruñón... pero tienes razón ya estás mejor, así que mis cuidados ya no son necesarios"

Tres semanas, tres semanas pasaron, Deborah lo había estado cuidando, pero le molestaba el hecho de que lo trataba como un niño, aún así había conocido varias cosas de la mujer, vio su personalidad juguetona, y como salía a flote solo para molestarlo, lo curioso no le mostraba esa personalidad a nadie más, pero hoy en la mañana, la escucho debatirse entre si odiaba o aún quería a Arthur, se sintió agrio, de una u otra forma se había acostumbrado a la mujer, pero no sabia que en realidad se estaba sintiendo atraído por ella, hace un mes tenía un concepto diferente de ella, pero ya había tirado todo a la basura, era la primera mujer que le gustaba pero está mujer podría o no estar enamorada de Arthur, lo peor ella lo veía como un hermano.

"Supongo que ya es tiempo, mañana por la mañana me iré, por si necesitas algo estaré en el último piso del Diamante Rosa"

¿Ella se va? es cierto ella había dicho que se iría en tres semanas, y ya se cumplió ese plazo, pero ella no podía irse, aún le queda una semana ella dijo que lo cuidaría por un mes.

"Mujer desvergonzada ¿vas a tirarme así? aún me queda una semana de tus cuidados"

"Pero ya estás mejor, por lo que ya no me necesitas"

Iba a irse pero Atel estaba raro.

"Debes cumplir tu palabra"

"Si tanto quieres que cuide de ti, por qué no te mudas al piso debajo del mío, así podré cuidarte siempre"

"Has dicho que me cuidaras por siempre, no vuelvas tu palabra"

Deborah frunció el seño mientras veía a Atel sonreír, mientras que el mayordomo asintia con satisfacción, el maestro lo logro.

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