Capítulo 5

Entre a mi despacho pidiendo que Gido venga a mi despacho. Guido es mi mano derecha y necesito que me investigue quien es esta niña.

- Jefe!

- Necesito que me investigues a esta niña que acabo de traer.

- Pero quien es? Como se llama? Donde la encontraste?

- Salto la loca en medio de la carretera, por poco tendrían un velorio. Ahí esta esa bolsa que cargaba.

Guido empezó a sacar todo lo que habia dentro de la bolsa.

- Vaya, hay como 50 mil euros.

- Me dijo que tenia que irse a Italia.

- No vas a creer aquien tienes en tu mansión jefe…

Rapido tome el pasaporte Levante una ceja…

- Maldita Winchester!!!!! Marcia Winchester.

- Jefe!!! Tenia entendido que se va a casar, hoy era su anuncio del compromiso.

- Tan cobarde igual que su puto padre que esta huyendo de su compromiso entonces. Aunque te soy sincero la recordaba mas grande.

- Aquí dice que tiene 23 años.

- Jummm 23 años? Jajaja ya la viste, parece de menos edad.

- Hoy en dia Jefe se puede hacer milagros con las cirugías.

- MUY BIEN GUIDO, TENGO A LA HIJA DE MI PEOR ENEMIGO, PERO VAMOS A LLEVARLA AL AEROPUERTO, NECESITO QUE MIENTRAS DUERMA LE PONGAS UN RASTREADOR. DIA Y NOCHE LE SEGUIREMOS EL PASO. AQUÍ NO PODEMOS TOMARLA. MEJOR QUE LLEGUE A ITALIA Y AHÍ LA MUY ZORRA PAGARA CADA COSA QUE SU PADRE ME HA HECHO!

- Si. Señor!

Asi, que la hija de mi peor enemigo estaba en mi poder… Franco Franco Franco, con tu princesa me cobrare cada una que le hiciste a mi padre.

……………………………

La chica después de todo ya no salió de la habitación.

- Sera que me pueda dar una ducha.

- Claro.

Aproveche para entrar al baño, baya este baño dice mucho lujo… Me miro un poco la cara en el espejo, estaba terriblemente fea… Tenia lodo en que me cai dando en mi trasero, unas cuantas raspadas, pero al menos estoy lejos de casa. Abri la llave del grifo…

Me meti en la tina, sintiendo como el agua calentita cubria mi cuerpo. Cerre los ojos recordando el rostro de mi hermana diciéndome adios. Lleve mis manos a mi rostro tapándolos empezando a llorar, me dolia el alma por todo lo que habia pasado. Lejos de mi hermana y sin Lucas… No se que voy hacer, al menos me encontré en mi camino a este buen hombre que me esta tendiendo la mano sin necesidad de pedirme nada a cambio. Quiera agradecerle por la ayuda pero no lo he visto, tampoco me fije de él muy bien. Sea quien sea se lo agradezco mucho.

Termine de darme una ducha tomo una toalla para secarme y otra para llevarla a mi cabello. Le quite el exceso de humedad.

Sali del baño mirando a la chica que estaba como pegoste ahí parada solo me miraba.

- Pasa algo?

- El señor dice que ya la tienen que llevar al aeropuerto.

- Oye chica no habrá algo para que pueda comer, muero de muchisisisima hambre.

La chica sonrio.

- Ahora le traigo algo señorita.

- Eres un Sol.

La chica salió de la habitación, dejando la puerta un poco abierta. Asi que despacio me asome un poco viendo que toda la mansión era super elegante, diría quizá mas que la mia, no habia ni un solo poco de polvo.

- Señorita?

- Amm hola…

Un hombre me hablo y pegue un santo brinco que por poco me mata del susto.

- La llevare al aeropuerto.

- Si, esta bien, solo que…

- Que pasa?

- Tengo mucha hambre, no he probado comida desde que Sali de mi casa!

- El señor dijo que usted se habia quedado averiada por el camino.

- Bueno si, pero… el caso es que no he comido nada. Y mira casi me desmayo…

El hombre que vestia de negro me tomo rápidamente de la cintura evitando que caiga, pero bueno este que le pasa, no sabe que es una pequeña actuación.

- Señorita se encuentra bien.

- Solo quiero un poco y luego irme. Si?

El hombre sonrio negando con la cabeza y me dirigió hasta la cocina donde habían mas personas y ahí estaba la chica igual con una bandeja de comida, me imagino que era la que me iba a llevar.

- Gracias nena… Ya estoy aquí.

Empece a comer como si nunca habia probado alimento, cuando levante mi mirada mire que todos se me quedaron viendo, asi que me acomode en la silla y segui comiento pero un poco mas tranquila… Que pensaría mi madre de esta situación diciéndome “Lia, siéntate bien, Lia como despacio, Lia deja de hablar, Lia una mujer decente no se apresura” Hay mamá a pesar de que no tuviste el valor de enfrentar mi padre te extraño.

- Listo, muchas gracias.

Los hombres que igual estaban en la cocina comiendo levantaron su mirada para seguirme asi que rápido sasli del lugar. El hombre que me habia dado permiso para comer me estaba esperando en la puerta principal con mi bolsa, tome mis cosas rápido, no quería que nadie sepa quien soy además no la habia visto en la habitación.

Me sedio el paso para que pudiera salir primero, como buen caballero se dirigió abriendo la puerta. Nos subimos y empezamos avanzar.

- Vas a Italia?

- Como sabes?

- El jefe me dijo que eso fue lo que le comentaste.

- Si, cierto, es que mi tia anda enfermita y la ire a cuidar por unos días.

- No eres de Italia.

- Si, por eso… Ire a su casa de ella por unos días.

Este hombre me estaba empezando a poner nerviosa, estaba que me moria de los nervios, con tantas preguntas. Pero y habia logrado un poco confundirme. Me tranquilice viendo el camino. Mis ojos se llenaron de lagrimas, estaba apunto de dejar mi país, hoy las veía totalmente diferentes. Era como un adios y un para siempre. Sobre todo la tristeza era por Marcia, que no pude despedirme bien de ella…

Una de mis lagrimas cayo, rápido la limpie de mi rostro, no quería que el hombre se diera cuenta.

- Estas bien?

Mmm demasiado tarde, era lógico, que se diera cuenta si casi el moco cae también.

- Si.

- Ssabes, aveces pasamos por situaciones difíciles y no sabemos el por que…

- Como sea. Mi vida no es nada mejor que la tuya…

El hombre se quedo en completo silencio, era cierto lo que dije al menos es hacia lo que le gustaba y nadie lo juzgaba. En cambio yo tenia que seguir reglas, protocolos y lo peor es que otros terminaban tomando las decisiones por mi, ni Marcia ni yo eramos escuchadas, solo cuando no era nada importante como el color de nuestra ropa, o peor aun nuestra habitación, solo ahí podíamos tomar decisiones.

- Ya llegamos!

Mis pensamientos se rompen cuando escucho que me dice que hemos llegado.

- Te puedo pedir un ultimo favor?

- Dime!

- Ammm, bueno, es que me puedes comprar mi ticket para Italia?

Le hice una pequeña seña juntando mis dos manos. El hombre solo negó con la cabeza negando, pero al final acepto.

- Con destino a?

- Napoles!

- Napoles?

- Si. Ahí vive mi tia.

- Aquí tienes mi pasaporte…

Le entregue mi pasaporte, bueno era de Marcia, lo habia dejado perfecto parecía que no tenia ningún tipo de anomalia. Asi que sin problema me compro el ticket de avión.

- Bueno Marcia, mucho gusto!

- No, gracias a ustedes que fueron muy lindos conmigo, aunque no pude despedirme de tu jefe le agradezco mucho en tenderme la mano.

Me acerque a él dándole un abrazo, el pobre hombre estaba totalmente sorprendido pero en verdad estaba muy agradecida. Lo senti tan tenso que lo solte rápido, no queri a incomodarlo.

Avance rápido hacia la entrada del avión, me di la media vuelta para poder decirle adios.

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