Capítulo 3

Abri mis ojos desesperadamente viendo como la chica que trabaja en la casa me habia traído comida.

- Espera!

- Señorita Lìa no puedo estar aquí mucho tiempo! Su oadre igual puso hombres de seguridad en la puerta.

- Busca a Marcia.

- La señorita esta con su padre terminando de preparar todo para la noche.

La chica se dio la media vuelta, saliendo rápido. Tome un gran suspiro, sentía un vacio enorme. Si como bien anoche escuche los disparos cesaron era por que mi padre habia acabado con Lucas… Me sentía atada, me sentía desesperada, pero como salir de aquí… Se me pasaron mi l ideas pero ninguna terminaba feliz, asi que no me quedaba mas que esperar a que mi padre o mi madre o alguien maldita sea me sacara de este horrible lugar.

Lucas, que voy hacer sin ti? Todo lo que tenia planeado en un segundo se termino. Mi padre siempre herrado en ese absurdo pensamiento de querer arreglar un matrimonio estupido. Baaahhh que mas podría hacer. Si era cierto que tendría que esperar hasta los 18 años, al menos no falta mucho, tendría que aguantar 2 meses… pero quien demonios puede aguantar todo ese tiempo encerrada aquí.

Marcia:

Estaba pensando en lo que habia pasado, en verdad me tomo por sorpresa la reacción de mi padre, Lìa solo quiere ser libre de poder amar a la persona que ella desee, pero mi padre ha cambiado muchísimo desde que su territorio empezó a crecer y crecer, dejo de ser ese padre amaroso y dedicado a sus hijas. No entiendo como pudo hacerle tanto daño a mi hermanita, ella siendo una muñequita, tan pequeña que apenas empieza a vivir y todo sus sueños han sido rotos.

Tengo que sacarla de ese lugar pero como? Como podría ayudarlo… Me dirigi hacia un cajon donde tenia mis joyas que en su momento nuestros padres nos han dado. Tome casi todas, lo que en este momento ella necesitaría seria dinero para poder escapar… Tengo una gran idea y todo depende de esta noche… Me apresure sacando todo tendría que ir a llevar todo esto para poder venderlo o ver quien me pueda dar tanto dinero.

Rapido entre a la habitación de Lìa, estaba tan ordenado que cualquera diría que aquí nadie duerme…

- Donde esta su pasaporte.?

Empece a revisar en todas partes, pero no lo encontraba, no puede ser. No lo hallaba por ninguna parte y el tiempo me comia, no me quedaba de otra. Tome una foto de ella. Sali de su habitación dirigiéndome al mio, recorte su foto me la tendría que jugar para que ella estuviera a salvo. Tome mi pasaporte, muy despacio quite mi foto para poner la de ella. Asi cuando se subiera en algún lugar tendría su foto y no la mia. Tome el pasaporte guardándola en mi bolsa…

Ahora tenia que vender todas mis joyas.

- DONDE VAS?

Mi padre me habia visto que iba de salid, su tono era demasiado duro, me di la media vuelta para sonreírle y tratar de relajarme para no cagarla.

- Hola Papà, quería salir hacerme las uñas…

- NO A ESO FUISTE AYER?

- Si. Pero no me gusto el modelo y quiero hacerme unas nuevas.

- DILE A DOS DE SEGURIDAD QUE TE ACOMPAÑEN.

- No hace falta, es rápido.

- SOLA NO IRAS… ALGUNOS DE NUESTROS ENEMIGOS SABEN QUE HOY ES LA CELEBRACION DE TU COMPROMISO Y NO QUIERO QUE ANDES POR AHÍ SOLA ARRUINANDO MIS PLANES…

- Planes?

- QUE TE ACOMPAÑEN DOS O NO SALES…

Le rodee mis ojos poniendolos en blanco, era totalmente perdida de tiempo llevar la contraria, asi que no me quedo mas remedio que llevarme, al hombre de seguridad de mi hermanita y el mio. A pesar de todo sabia que ellos no dirían absolutamente nada de lo que fuera hacer. En dos meses me caso y Lìa tendrá sus 18 años. Todo parece que seria perfecto.

Me subi a mi camioneta, los dos venían tras de mi. Ellos sabían que tenían que mantener la distancia pero ahora tendría que distraerlos un poco…

Maneje hasta una plaza encargándole a mi hombre de seguirdad que tendría que comprarme unas cosas y las quería como se las habia pedido.

- Tu… donde puedo vender estas joyas?

- Para que las quieres vender?

- Necesito el dinero, lo que necesito pagar no lo puedo hacer con la tarjeta.

No se si me creyó pero termino llevándome en un lugar donde mostramos las joyas. Me ofrecieron 10 mil euros por unas piezas de exclusiva..

- Es muy poco señor, tampoco me quiera ver la cara de estúpida!

- Las quiere vender o no?

- Si. Démelo maldito viejo tacaño.

El señor solo negó con su cabeza en cuanto a mis comentarios pero era lo menos que se merecía, tan adinerado y tan tacaño. Me entreo el dinero y lo termine guardando en mi bolsa.

- Vayase al demonio viejo tacaño….

Mi guarda espalda me tomo de la mano. Para caminar rápido…

- Marcia debes controlarte. Hombres como esos pueden sacar un arma y dispararte.

- Fue muy poco lo que me dieron.. Sabes cuanto costo cada una?

- Te están sacando de un apuro no? Aunque para ser sincero que apuro podrías tener si tienes tu tarjeta y puedes retirar.

Lo habia pensado, pero mi padre puede ver el estado de cuenta y me podría meter en problemas. Lo que menos quiero es que se heche a perder mis planes.

Rapido saque un poco mas para que tenga para solventarse mientras veía la manera de llegar a ella. Aunque si me llegababa a casar las cosas serian peor.

Me apreseure ya estaba con el tiempo encima…

Entre rápidamente preparando una bolsa pequeña de ropa para Lìa tendría que ser todo lo mas discreto que se pudiera.

- Hija aun no te has dado la ducha? Ya esta pronto que llegue tu prometido.

- Si. Ahora entro al baño.

- Que haces? Estaba acomodando un poco la ropa. Pero me pondré el vestido que me compre hoy.

Tenia días de haberme comprado un vestido de hecho hice que el pago lo divieran en dos por el monto de su valor. Asi si mi padre llega a ver el retiro que hice seria un pretexto fácil de usar.

Espere a que mi madre saliera de mi habitación. Tenia todo preparado. Me apresure a tomar mi ducha, necesitaba sacar en un lugar las cosas de Lìa…

Sali de la ducha poniéndome algo cómodo, note que aun tenia tiempo para hacer los últimos detalles de la fuga de Lìa. Fui rápido a los establos sacando a Gitana y a Gardenia, empecé avanzar lo mas rápido que pude con las dos yeguas no podía mirar a tras. Lìa y yo teníamos un lugar especial que cuando queríamos platicar o estar solas ahí íbamos. Solas ella y yo. Me baje de Gardenia junto las cosas que ya le tenia listo. Me lleve nuevamente a Gitana y Gardenia a medio camino deje a Gitana para que pueda escaparse Lia, solo esperaba que todo salga como lo he planeado.

Ya un poco nerviosa regrese al establo dejando a Gardenia quietecita mientras tenia que empezar a vestirme.

Me puse el vestido como sea, ni me preocupe de como se me veía, como bien dice Lia era un matrimonio arreglado donde no sentía nada por este hombre y lo que menos quería es sentir su mirada en mi. Me maquille.

- Hija, ya estas lista?

La puerta se abrió entrando mi madre, ya habia terminado justo a tiempo.

- Que hermosa te vez hija le encantaras con todos y cada una de tus virtudes.

- Y defectos madre!

- De eso no se fijara ten por seguro de ello.

Me sentía un poco mal por mi madre, quizá mi padre se la agarre contra mi madre pero prefiero eso antes que Lia viva un infierno como lo estaba a punto de empezar a vivir.

Bajamos juntas mi madre y yo y los aplausos se hicieron presentes. Mi padre por su parte se acerco tendiéndome la mano cuando le di la mia despacio termine de bajar las escaleras cuando me puso junto a un hombre me imagino que es el árabe por su vestimenta. No lo voy a negar pero es muy guapo y parece buena persona.

Allam me tomo de la mano y nuevamente los aplausos seguían… Sinceramente estaba mas preocupada por Lia que en este momento, tenia el tiempo justo.

Todos estaban en lo suyo. Me retire un momento diciendo que tenia que ir al baño, nadie dijo nada por que sabían que era tanta la emoción que tenia. Me asome viendo que los hombres de seguridad de mi padre estaban el puerta. Fui directo al despacho sabia donde tenia la llave asi que fui directo para tomarla Sali con mucho cuidado de que nadie me viera, ahora el problema es como deshacerme de esos dos que estaban al cuidado de Lia. Tuve que buscar al hombre de seguridad de ella. Era al único que le tenia confianza por que los demás son lameculos de mi padre. Habiamos quedado de acuerdo en lo que iba a pasar, le tuve que contar y él estuvo de acuerdo diciendo que lo que íbamos hacer era secreto que nos llevaríamos a la tumba.

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