Una Nerd Inusual
Samara Johnson, era una adolescente de 15 años como cualquier otra, se encontraba en el segundo año de secundaria pero a diferencia de las demás niñas, ella era una alumna prodigio, llevaba excelentes calificaciones y ante la impresión de sus padres era una buena hija; Sin embargo para sus compañeros era considerada la chica nerd pues, siempre usaba anteojos y vestía su uniforme de manera impecable, además de que su cabello siempre lo llevaba recogido en una coleta pero solo ocultaba su belleza pues, poseía unos ojos celestes tan hermosos como el agua y su cabello rubio ondulado que brillaba como el oro a la luz del sol, por supuesto la niñas "populares" siempre la molestaban por su apariencia tímida y sumisa, ella por su parte nunca las enfrentaba pero tampoco les prestaba atención, para esta chica enfrentar a sus compañeros era patético y una pérdida de tiempo.
Samara era hija de Steven Johnson dueño de una de las compañías de publicidad más importantes del país, su madre Eleonor Johnson y su hermano Sandro de 10 años. A pesar de su posición Samara nunca se jacto de ello, es por eso que cuando estaba por entrar a primer año de secundaria le pidió a su padre que la inscribiera en una escuela pública pues en realidad no le importaba que tipo de escuela seria, pública o privada igual la molestarían, la ventaja es que en una escuela de gobierno, los alumnos que asisten se comportan relativamente normal y en las privadas, se la pasan contando cuantos millones heredaran y a que país viajaran el fin de semana. Y eso era algo que incomodaba mucho a Samara es por eso que prefirió una escuela sencilla sin tanto malabar.
Pero como toda adolescente tiene un secreto que nadie debe saber.
En la escuela todos la conocen como Samara Smith su segundo apellido pues nadie sabe que es la heredera de una gran fortuna. Durante el tiempo que lleva en la secundaria se las ha arreglado muy bien para que nadie sospeche su procedencia.
- Buenos días señor Albert.
Saludo la joven al conserje de la escuela, siempre llegaba antes que todos pues su padre insistía en que la llevara el chófer y para no ser descubierta llegaba antes.
- ¡Buenos días Sami! hoy más temprano que ayer ¿eh? - respondió el hombre con simpatía.
- Así es - dijo sonriendo y acomodándose las gafas- estaré en la biblioteca.
La joven siempre que llegaba se encerraba en la biblioteca hasta la hora de ir a clases, cuando ya faltaban diez minutos recogía sus cosas e iba a su locker a sacar sus libros.
- Sam, te estaba buscando ¿dónde estabas? - pregunto Lían, su mejor amigo y el único que conocía su secreto.
- En la biblioteca ya sabes - respondió.
- Como siempre llegaste temprano.
- Sabes que así debe de ser.
- No es cierto, tú tienes el mundo a tus pies y no quieres aprovecharlo.
- ¡Shh! no hagas comentarios así, te pueden escuchar.
Lían hizo una mueca.
- ¡Los encontré!- grito Camila,
Ella también era amiga de Samara y Lían, tenía una personalidad extrovertida y alegre a diferencia de Samara era transparente en su forma de ser, era de piel morena por su origen latino y cabello rizado, que cada semana llegaba con un color diferente.
- Sam, ¿hiciste la tarea de historia?
La chica asintió.
- Pásamela ¿no? ayer mi padrastro y mi mamá se fueron a cenar fuera y me dejaron cuidando a mis hermanos, son unos salvajes y no pude hacerla.
- Esta bien...Toma Cami.
- Gracias te quiero.
- No creo que tus hermanos te hayan escondido tu tarea para que no la hicieras - le reclamó Lían.
- ¡Hay cállate Lían, no sabes nada!
Samara se reía de ellos, nunca perdían la oportunidad de pelear.
Mientras caminaban por el pasillo rumbo al salón, un chico paso corriendo y accidentalmente choco con Samara haciendo que cayera al suelo junto con sus cosas. La joven hizo una mueca de disgusto pues el chico ni siquiera se preocupo por ayudarla.
- ¿Estás bien? - alguien le extendió la mano para ayudarla, la chica conocía esa voz y cuando levanto la vista su mirada se encontró con la de Julien.
Este chico era el sueño de todas las niñas de la escuela: alto, guapo, ojos color miel, cabello castaño y pestañas largas que cuando sonreía sus ojos también lo hacían.
- Mmm... Si gracias - respondió Samara al tiempo que se levantaba.
Lían y Camila se quedaron con la boca abierta al ver al chico popular de la escuela ayudando a su amiga.
- Ten cuidado la próxima vez, casi me caigo por tu culpa - le dijo serio Julien y se fue.
La joven lo vio irse sin decir ni una palabra.
- ¡Eso es nuevo! - expresó Camila.
Samara negó con la cabeza mientras se sobaba su rodilla.
- ¿Te acompaño a la enfermería? - le preguntó Lían.
- No es para tanto, vamos que tenemos clase.
Los jóvenes se pusieron en marcha a su aula.
"Uno, dos y tres y cuatro, cinco seis, siete y ocho"
Cuando los chicos entraron todas las bancas estaban arrinconadas y cuatro chicas se encontraban al centro practicando una rutina de animación, ellas eran Tiffany, Sofía, Rose y Alison. Esta última era la líder de las porristas y la chica más popular de la escuela.
Samara y Camila se miraron de reojo en señal de hartazgo porque siempre hacían eso y cuando terminaban solo acomodaban sus bancas y las otras las dejaban así.
- ¡Chicas que bueno que llegaron, las estábamos esperando! - dijo Alison.
- ¿Ah sí? Ya te diste cuenta que sólo te mueves como lombriz.
Camila estaba en el club de baile y consideraba que los saltos y brincos no eran baile.
- ¡No! En realidad era para que acomodarán las bancas ja ja ja - las otras chicas empezaron a reír - ¡Vamos Samara! Es tú trabajó - le ordenó a la chica.
La joven estaba por hacerlo pero Camila la detuvo.
- No Samara, ella desordeno y por lo tanto ella lo tiene que hacer - Expresó Camila mirando fijamente a Alison.
Toda la clase miraba la escena. Julien entro al salón y tomo del brazo a Alison.
- Vamos cariño tengo una sorpresa para ti - dijo el chico pero dedicando una breve mirada a Samara.
La chica sonrío, ellos era la pareja más envidiada de la escuela.
- Cuídate Camila Martínez - se dirigió a Samara - y tú ñoña, eres patética. ¿VAMOS MI AMOR?
La pareja camino hacia las últimas bancas del salón.
- ¡Hay como quisiera arrancarle esos pelos a esa tarada! - dijo con rabia Camila - y tú no te dejes Sami, no me gusta que te dejes intimidar por ella.
- Camila tiene razón Sam - contestó Lían.
- No vale la pena, además eso me traería problemas con mis padres y quiero evitarles la pena de que vengan aquí.
"Bien jóvenes tomen asiento, vamos a iniciar la clase. Señorita Lee, señor Richard dejen de hacer ese tipo de demostraciones en el aula o se salen del salón"
Los dos chicos populares cada mañana tenían una sesión en público de besos que siempre eran interrumpidos por los profesores.
El profesor dio inicio con la clase, aburrida para la mayoría de los alumnos. Sam era la que más participada y ponía atención, lo que ganaba las burlas de sus compañeros.
- Bueno alumnos, como saben cada mes realizamos nuestro taller de historia en la casa de uno de ustedes, el mes pasado nuestro querido alcalde el Sr. Jean Richard nos hizo el honor de prestarnos su hermosísima villa para hacer el evento. Gracias Julien, agradece a tu padre por su generosidad, aplausos por favor.
Los alumnos chiflaban y aplaudían era bien sabido que Julien era hijo del alcalde de la ciudad quien hacia muchas donaciones a la escuela y muy pronto seria candidato electo a gobernador. Por eso lo adulaban y lo veían como un ídolo.
- Ashhh aquí van de nuevo, si supieran qué él mayor benefactor es el padre de Sami - dijo Lían en su mente.
- Profesor, me gustaría comentar algo - dijo Alison.
- La escuchamos Srita. Lee.
- Como dijo, ya la mayoría de nosotros puso su casa para el taller pero falta alguien que no lo ha hecho - contestó dirigiéndose a Samara.
- Tiene razón, señorita Samara, este mes el taller se llevará acabó en su casa.
La chica puso los ojos en blanco, sus compañeros no podían ir a su casa porque se darían cuenta de todo y sabrían su identidad.
- Lo siento profesor pero no puede ser en mi casa - respondió con seriedad.
- ¿Y por qué no? - preguntó el profesor.
Samara se puso nerviosa.
- Porqué la están remodelando y no tenemos espacio.
- Que no te dé pena que veamos tu casa Sami - mencionó Alison fingiendo compasión - podemos hacerlo en tu jardín ¿Tienes jardín verdad?
Los chicos empezaron a reír y la joven agacho la cabeza. Lían estaba por ayudar a su amiga pero Julien se adelantó.
- Por mí no hay problema de que se vuelva hacer en mi casa, sólo le aviso a papá y listo - dijo con tranquilidad.
Samara lo miro con extrañeza y esté también lo hizo.
- ¿Estás seguro que él alcalde no tendrá problema con eso? - preguntó el profesor.
- No.
- Perfecto, entonces jóvenes ya saben a fin de mes nos veremos en la villa del Sr. Richard. Y tú jovencita no deberías de avergonzarte de tu casa, aquí todos somos iguales y no tenemos porque juzgar, espero que para el siguiente mes ya esté tu casa en condiciones para hacer el taller ¿Quedó claro?
- Si profesor - respondió Sam
Samara soltó un respiro de alivio.
Después de ahí el día transcurrió normal, al final Sam y Lían se despidieron de Camila, pues ella caminaba a lado contrario de la escuela.
- Estuve a punto de ayudarte pero Richard me ganó - le dijo Lían.
- Uff, me salvó no se que hubiera hecho si el profe insistía en que se hiciera en mi casa.
- Nena, deberías dejar de ocultarte, tú familia es la segunda más rica del país, con eso ganarías popularidad y bajarías a la pesada de Alison y a su noviecito político de su pedestal.
- Por eso no lo hago, todos esos que andan detrás de ellos sólo es por interés, hasta los profesores, odio la hipocresía. No te creas a veces me canso de esta situación pero solo espero terminar la secundaria y poder irme a estudiar a Oxford como siempre lo he soñado y un día dirigir la empresa de mi papá.
Los chicos se despidieron en la esquina donde el chófer de Samara ya la esperaba.
Cuando llegó a casa se sorprendió al ver al chófer de su padre pues era temprano para que estuviera en casa.
- Papi ¿Qué haces aquí tan temprano?
- Hola princesa, me alegra que hayas llegado - el hombre saludo a su hija con un beso en la frente - llegué temprano porque estamos organizando el evento de recaudación de fondo de la fundación Johnson ¿Lo olvidaste?
- Como olvidarlo, pero es dentro de un mes ¿Porque lo estás organizando desde ahorita?
- Porque se atraviesan las elecciones y tuvimos que adelantarlo.
- Bueno.
La joven se disponía a subir a su habitación.
- Por cierto princesa, esta vez todos asistiremos al evento.
- ¿Qué? Pero siempre van mamá y tú.
- Lo sé pero esta vez quiero que mis hijos me acompañen al evento, sería irónico que los miembros de la familia Johnson no asistan a su propio evento.
Samara hizo una mueca de disgusto y acepto sin ganas.
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Comments
Fedra Paublott
se ve interesante
2023-09-21
0
Rosa Maria Arredondo
hola. apesar de que soy una persona mayor, me gusta el romanticismo
2023-07-17
1
Katerin Cardenas💜💜💜💜💜🥰🥰
🥰🥰🥰
2023-05-25
0