El Dragón Celestial Negro Y Las Armas Legendarias

EL PAÍS DE LAS LLUVIAS

Azula Blitz.

Viernes 20 de Septiembre, 20:40.

-¿No nos detendremos esta noche capitán?

-Nos detendremos alrededor de las tres o cuatro horas para dormir un poco, después de eso continuaremos para que lleguemos como al medio día e inmediatamente tomemos el primer barco que salga.

-De acuerdo…

-Hagámoslo –me susurra Rias mientras voltea a ver a Kurumi quien crea una trampa que ocasione que la rueda se rompa prácticamente a la mitad.

-Cielos jefe, ¿Qué fue lo que paso?

-No tengo ni idea… no vi esto, incluso parece una trampa aunque no lo sé. Este lugar está bastante iluminado como para poner trampas y asaltar a las personas, puedo arreglarlo pero no llegaríamos a la hora indicada.

-Mmmm, entonces pasemos con mis padres mañana y al día siguiente zarpamos al mar.

-Pos es nuestra única opción, enciendan la fogata, preparen la comida en lo que yo reparo esta cosa.

-De acuerdo –respondemos todas.

-Salió bastante bien –me dice Kurumi.

-Sí, salió tal y como lo esperábamos.

...*********...

-Muy bien, hemos llegado al País de las Lluvias.

-Creí que estaría lloviendo, me decepciono el nombre.

-Solamente llueve en la noche, a veces también de día –le respondo a Lana.

-Suele llover desde las diecisiete o las veinte horas –agrega el capitán- ¿Y bien Azula? ¿Para donde nos dirigimos?

-Yo los guiare, déjame conducir.

-De acuerdo, ¿Cómo es tu relación con tu familia?

-Es bastante buena, siempre me han amado muchísimo ya que me dijeron que querían que su primer hijo naciera mujer y fue lo que paso. Después tuve el incidente del rayo y solamente aumento más el orgullo de mis padres.

-¿Tus ojos cambiaron desde que te cayo el rayo? –pregunta Rias.

-No, siempre los he tenido así. Así nací.

-Ommm, que impresionante, nunca había conocido a alguien con los ojos como los tuyos.

-Hablando de ojos, ¿Por qué los tuyos son morados capitán?

-No lo sé la verdad.

-¿Hay algo que sepas?

-Pregúntame, y si te respondo es porque si lo sabré.

-Dejaremos eso para otra ocasión porque estamos por llegar a mi casa.

-¿Cuál es? –pregunta Kurumi.

-Es esa que se ve casi al final –le digo señalando mi hogar.

-Cielos amiga, que casa tan enorme.

-Lo es, recuerden que mi padre fue un soldado de la Capital y fue bien pagado.

-¡Hola! –grita Kurumi mientras toca fuertemente la puerta.

-Oye, ten un poco de cuidado. Los espantaras si actúas tan precipitadamente.

-¿Quién eres? –pregunta mi padre asomado de la ventana.

-Soy Kurumi Grayson, integrante del equipo seis junto con Azula.

-¿Dónde está mi hija? –pregunta mi padre con preocupación en su voz.

-Tranquilo papá, aquí estoy.

-Hija mía –dice mi padre mientras sale y me da un abrazo- ¡Orana! Ven, Azula ha venido.

-Un gusto conocerlo señor… Blitz –dice Demian mientras se baja del carruaje- Mi nombre es Demian y soy líder del equipo seis.

-Oh ya veo, un gusto conocerlo –responde él mientras le da la mano.

-Ellas son Lana, Rias y la que toco su puerta es Kurumi.

-¡Azula! –sale mi madre dando un abrazo con lágrimas en los ojos que provocan que a mí también se me salgan –Entren por favor.

-¿Qué hacen aquí? Si es una misión ayudare en todo lo que pueda.

-No puedo decirte, lo lamento padre.

-Venimos a este País porque de aquí zarparemos en unas horas al Triangulo de las Bermudas –responde el capitán.

-Vaya, no entiendo de que trataría la misión en tierras que no se puede pelear ni nada por estilo… supongo que debe ser una misión de espionaje. Como las que han estado haciendo la Capital.

-¿Han venido soldados de la Capital?

-Sí, han abatido a los del Imperio. Prácticamente esto ya forma parte de la Capital, es cuestión de tiempo de que manden vigilancia por las entradas principales.

-¿Qué hay del gobernador? –pregunta Kurumi.

-Ha optado por dejar que los de la Capital y el Imperio combatan para que use sus fuerzas con el ganador.

-Es una buena estrategia, aunque sí el ganador resulta ser el Imperio las cosas podrían complicarse.

-No del todo, en todo caso se fingirá una pelea entre el Imperio y el País de las Lluvias…

-Para mantener el estado de neutralidad –lo interrumpe Demian- Sea quien sea el estratega es bastante bueno.

-Es mi padre –le digo al capitán.

-¿En serio?

-Sí –responde mi madre.

-¿Podría preguntar si tiene un plan en contra de Dame?

-Lo tengo, es rendirnos y formar parte de la Capital.

-¿Siendo un espía del Imperio?

-Dependería de quien quede a cargo, tenemos las de ganar porque trabaje junto con Dame Ace, fui uno de sus soldados de confianza en el pasado… con algo de suerte me reconocerá y posiblemente me deje a cargo.

-Por eso es tu plan el rendirse, supongo que has visto de lo que es capaz.

-Así es, no hay comparación alguna con lo poderosa que es… aunque hay alguien que seguramente pueda vencerlo –la conversación entre mi padre y el capitán es muy entretenida, cada uno sabe perfectamente lo que dice.

-¿En serio? –preguntamos todas a la vez, incluyendo a mi madre.

-Creía que no, pero una vez en los aposentos de Dame pude ver una pintura de su maestro. Me conto que él le enseño todo lo que sabe hacer y que solamente él podría detenerla sin perder la vida en el proceso, pero era imposible porque el héroe Cao lo venció hace muchos años.

-Tengo hambre –dice Demian, que manera más extraña de cortar la conversación.

-Es cierto, mi amor, deberías de llevarte a Azula y a sus amigas a comprar algo de comer en lo que el capitán del equipo seis y yo buscamos alimentos para sus caballos.

-Claro que sí.

...*********...

-¿Qué les gustaría comer?

-No lo sé, ¿Qué le gustara al capitán?

-¿Hay algo más que una relación de compañeros entre ustedes? –me pregunta mamá.

-Mmmm, no lo sé.

-Ya veo, con que es él el que no se decide.

-Es más complicado de lo que aparenta ser Demian.

-Ciertamente es muy apuesto, que sea líder entre una princesa con magia extraordinaria, una humana con un poder desconocido, una súcubo experta en pelea y tú, la única usuaria del elemento rayo. Llama la atención de muchas chicas, fácilmente podría hacerse un harem y nadie diría nada. Pero les daré un consejo.

-¿Cuál es? –pregunta Kurumi muy atenta.

-La chica que sepa cocinar la comida favorita del ser a quien ame se llevara muchos puntos a favor.

-¿Qué le gustaba al jefe? –pregunta Rias- Era el arroz si no mal recuerdo.

-Yo recuerdo que dijo que el espagueti –dice Lana.

-Yo recuerdo haber escuchado que los camarones –decimos Kurumi y yo al mismo tiempo.

-Entonces hagamos las tres cosas –dice mi madre.

-Por fin te encuentro Dem… Ustedes no son Demian, ¿Dónde está? –pregunta un chico guapo.

-¿Demian? –pregunta Lana- No conocemos a ningún chico llamado así.

-Oh, ya veo.

-Eres lindo –le dice Kurumi- ¿Cuál es tu nombre?

-Soy Nate Grayson.

Demian Draak.

Sábado 21 de Septiembre, 13:22.

-Fuiste muy inteligente al hacer que tú equipo se marchara.

-Solamente lo dije al aire para ver si nos habíamos entendido.

-Ya veo, ¿entonces si eres el Dragón Celestial Negro?

-Así es, no sabía que Dame tenía un retrato mío.

-En cuando te vi de pie tuve una extraña sensación… sabía que de alguna manera había observado esa manera de pararse en algún sitio. Cuando vi la katana de Rias lo recordé a la perfección.

-Vaya coincidencia. ¿Por qué saliste de la Capital?

-Es un desastre total, al principio era lo normal… pero conforme seguí subiendo de rango las cosas comenzaron a tornarse de un tono bastante obscuro. Si apoyabas al ejercicito de cualquier manera que fuera significativa, literalmente eras intocable en ese país.

-Qué me dices de Dame, ¿algún comportamiento extraño?

-Es como te digo, es demasiado fuerte… aunque usualmente la escuchaba llorar después de darnos órdenes. ¿En serio la entrenaste tú?

-Ya veo, sí. Yo fui quien la entreno.

-No quiero que mi hija se vuelva como ella.

-No te preocupes, además de que Dame no es Dame.

-No entiendo.

-Dame está siendo controlada al igual que todos aquellos que tengan poder o relevancia en ese lugar.

-¿Por qué no detienes al culpable?

-Puedo hacerlo… sin embargo si lo mato ella moriría, y eso sí que no puedo hacerlo. Pero tengo otro plan, uno donde estas pequeñas guerras acabarían.

-¿Eso tiene que ver con ir al Triangulo de las Bermudas?

-Así es, hace unas semanas tuvimos un encuentro con ciertos individuos bastante fuertes. Buscaban el comienzo del todo, no sé qué sea pero evitamos lo que estaban haciendo.

-Recuerdo haber escuchado a Mace hablar del proyecto “Origen del todo”.

-Veo que conoces a Mace, ¿Cómo es?

-Es muy fuerte, en palabras de Dame él podría matarla aunque eso también causaría su muerte.

-Y fisiológicamente, ¿cómo es?

-Tiene cabellera oscura con toques rojos, tiene un físico algo musculoso y usualmente va sin armadura ni nada por estilo. Usa un arco sin flechas, ¿Por qué el interés en él?

-Porque lo entrene junto con Dame… y debió haber muerto cuando “el héroe Cao mato al dragón negro en la Capital”

-¿Cuál es la verdadera historia? Desde que vi la pintura en el salón de Dame me di cuenta que la historia debería de estar alterada.

-Es… confuso, solamente recuerdo que estábamos bebiendo los soldados y de repente sentí un pinchazo en mi costado, era como si hubiera estado soñando y cuando desperté la Capital era un completo caos, cientos de miles de soldados muertos, un olor que jamás había sentido, Mace desaparecido, Keyla muerta, Dame y Opihsis peleando contra mi entonces amigo Cao. En otro parpadeo los tres acorralándome, es demasiado para mí mente… no logro recordar nada.

-Ciertamente es una historia que encaja más con la realidad, en la ciudad solamente dicen que el Dragón perdió el control al buscar a su rival el dragón celestial blanco y el héroe Cao lo detuvo y asesino… nada más nada menos.

-Hablando del dragón blanco –le digo al padre de Azula mientras inhalo fuertemente.

-¡Capitán! –grita Azula preocupada- Unos tipos nos están siguiendo preguntando por ti.

-Ya voy –le digo mientras camino hacia la puerta.

-No sé porque ellas tienen tu olor, pero te he encontrado nuevamente. Hoy veremos quién es el mejor.

-Este idiota no para de aparecer en los momentos menos indicados –No estoy interesado en enfrentarte, no ahora.

-Claro que aceptaras mi reto porque también te favorecerá.

-Hmmm, te escucho –No caigas en su trampa mono.

-Te presento a las primeras miembros de mi harem, ella es Megumin Maul una poderosa…

-Demonio –lo interrumpe Rias.

-¿Se conocen? –pregunta Nate.

-Fuimos a la misma institución de aprendizaje mágico en el Inframundo.

-¿De quién eres pariente?

-Soy pariente lejano de Samael –le responde a Rias.

-Eso explica porque es buena en la magia.

-Bueno, eso no importa así que continúo. La otra miembro de mi equipo es Yor Vader… y esto te va a sorprender muchísimo Demian. Ella es nada más y nada menos que, la primera portadora del Dragón Celestial Amarillo.

-Imposible, debe de estar engañándonos o algo así –No lo creo, no puede engañarnos el olor. Lo tienes presente en tus memorias.

-¿Cómo puedes demostrarlo? –le pregunta Azula.

-Bien Yor, concéntrate tal y como te lo dije.

-De acuerdo –le contesta mientras cierra los ojos y tiemblan sus piernas… de un momento para otro la armadura comienza a manifestarse.

-No puedo creerlo –Tal vez esto tenga que ver con que Nate haya dejado a la Facción de los Héroes.

-Oye, idiota Grayson. Que tiene que ver Yor con que te hayas ido de la Facción de los Héroes -le susurro.

-Ciertamente tiene todo que ver… no podía dejar que usaran a mi raza como esclavos y como peones para la guerra. Entonces, ¿Qué dices? –grita al aire- Dos contra dos, Yor y Megumin contra dos de tu harem.

-No es un harem, somos un equipo. ¿No quieren pelear, verdad?

-Yo sí quiero pelear –me contesta Rias.

-Yo también, es la oportunidad perfecta para demostrarles a mis padres lo mucho que he progresado.

-¿Estas segura de que es buena idea enfrentarte a un dragón? –le pregunta su padre a Azula.

-Solo será un combare de exhibición –le dice Nate.

-De acuerdo, los llevare a un lugar donde podrán pelear libremente –dice la madre de Azula.

Nate Grayson.

21 de Septiembre, 14:06.

-Dime algo Demian, ¿Por qué hiciste un nuevo equipo? Sabiendo lo que le paso al anterior, tendría cierta responsabilidad en mi mente.

-Creo que puedo hacer la diferencia con ellas.

-Cuando me entere que estabas con unas chicas creí que te estabas apareando a más no poder por lo que había pasado entre tú y Opihsis.

-Claro que no, jamás haría eso.

-¿Y crees que ella no?

-No, ya te estuvieras burlando de mí si ese fuera el caso.

-Me conoces, haría cualquier cosa para joderte y molestarte… esta en mi naturaleza así como en la tuya. Sin embargo me dejaste vivir aquella vez en la Capital, no me gusta ser un traidor pero debido a que ellos si lo fueron conmigo y siento que te debo una, te diré el secreto por el cual cayeron esas dos.

-¿En serio lo sabes?

-Sí, el idiota de Cao me contó muchos de sus planes viejos y nuevos. Utilizo unos anillos mágicos que se basan en la magia de la raza de los súcubos, una especie de relación de amo y esclavo.

-¿De dónde consiguió esos anillos?

-De Hefestos, se los entregó a cambio del titán venenoso.

-Así que fue Cao quien lo venció. La verdad es que es más o menos lo que me imaginaba, aunque mi principal sospecha era un hechizo o magia antigua.

-Ahora lo sabes, destruye esos anillos. Y serán libres además de causarle demasiado daño al héroe en todos los aspectos a excepción del físico.

-Gracias por la información.

La pelea entre Rias y Azula contra mi Yor y mi Megumin comienza con ellas usando ataques de fuego y ataques mágicos, Rias y Azula los esquivan con mucha facilidad acercándose poco a poco. Supongo que no fue muy inteligente mostrarles que Yor no controla para nada sus habilidades ni nada por estilo. Megumin aguanta muy bien los golpes que Rias le da consecutivamente mientras que Yor se aleja cada vez que Azula se acerca.

-Hay algo raro con Azula, no logro descubrir que es.

-No sé qué le ves de raro, pero se está conteniendo. Si peleara en serio Yor estaría acabada si es que no puede hacer nada más de lo que nos ha mostrado. ¿Qué harás con esa chica?

-Es obvio, la entrenare así como lo hicieron con nosotros.

-Ni siquiera puedo imaginarme lo poderosa que llegara a ser.

-Si puedo lograrlo, nos vencería en cualquier circunstancia… bueno, al menos creo que a mí sí podría vencerme, y a ti no lo sé.

-No cabe duda de que me vencería, somos los más débiles de nuestras razas. Los demás dragones nos vencerían sin problema alguno.

Mientras Demian y yo intercambiábamos palabras, nuestras aprendices intercambiaban técnicas y golpes. No hay duda de que Rias y Azula ya saben cómo pelear en equipo, la experiencia es más que evidente. Mis chicas perderán este combate pero ganaran mucho conocimiento.

-Dime Demian, ¿de dónde son esas chicas? ¿Dónde las encontraste?

-En la Academia uno, allí forme mi equipo.

-Gracias por la información. De acuerdo chicas, se acabó esta pelea… ellas dos están por encima de ustedes y nos tenemos que ir.

-Pero maestro.

-Pero nada Yor, hora de irnos –les digo mientras tomo mi forma de dragón completa.

-Es… ¡el dragón celestial blanco! –dice todo el equipo de Demian y la madre de Azula con mucho asombro.

-Nos veremos muy pronto negro… o no –Buen viaje Demian, se te extrañara.

Demian Draak.

Sábado 21 de Septiembre, 14:40.

-Este idiota mostro su forma de dragón –Nos engañó por completo, también creía que sería discreto.

-¿Tú lo sabías Demian? –me pregunta Azula.

-La verdad es que hace tiempo lo conocí, junto con mi antiguo equipo le hicimos frente y se asombró ante mi liderazgo… evidentemente como la diferencia entre nuestros poderes es abismal, me reta en cualquier cosa que se le ocurra y de alguna manera se habrá enterado de mi nuevo equipo y aprovechando que no llevo mucho tiempo con ustedes él formara un equipo para medirse nuevamente conmigo.

-¿Por qué no nos dijiste que conocías a uno de los más fuertes del mundo? –pregunta Kurumi.

-Si alguien te dijera que conoce al dragón celestial blando, ¿le creerías?

-No.

-Tiene razón el jefe, incluso suena ridículo ahora que lo dijo –dice Rias.

-Además de que no creía volverlo a ver, pero bueno, casualidades de esta vida.

-Vayámonos ya a comer, que mañana tienen que irse –nos dice la madre de Azula.

-Vale –responde Azula.

-¿Cómo sintieron a sus oponentes?

-Muy bien, fácil –responde Rias.

-Sí, Yor no era muy buena –agrega Azula.

-Ahora que lo recuerdo, mi padre había dicho que un demonio vio al dragón blanco en el Inframundo… eso explicaría porque Megumin está con él.

-Deben de tener cuidado con Yor, aunque ahora mismo sea débil y no sepa casi nada de las batallas ni de sus propias habilidades, cuando logre conseguirlo será más fuerte que Nate y que el dragón celestial negro juntos.

-¿Estás hablando en serio? –me preguntan todos.

-Así es, la jerarquía de los dragones comienza con el dragón Azul, seguido del Rojo y el Amarillo con una diferencia mínima de poder… después siguen los dragones blanco y negro más débiles que los otros tres pero de poder similar entre ellos.

-Qué extraño, creía que la guerra divina habría concluido cuando los dragones blanco y negro pelearon por ver quién era el más fuerte y todos se unieron para vencerlos –dice Rias.

-A pequeña escala es cierto, a gran escala era una pelea para ver quién era el más débil de su raza.

-¿Tú como lo sabes? –pregunta Lana.

-Fue Nate quien me contó la historia, ¿escucharon el cambio de voz cuando Nate se fue?

-Sí –responden todos.

-Esa voz era la del dragón.

-No puedo creerlo –dice Kurumi.

-Según Nate, el dragón y él comparten mente y espíritu.

-Es muy impresionante –dice Azula

-Lo mismo digo –agrega su padre.

-¿Y bien señor? ¿Qué le parece el avance de su hija?

-No esperaba menos, la manera en que se mueve… ya no es la misma, piensa antes de hacer sus movimientos. Sus combinaciones con Rias son de temer, es como si estuviera en una pelea entre grandes poderes como Dame.

-Es cierto capitán, mi padre conoce a Dame.

-Lo sé, me conto un poco su historia.

-¿En serio papá?

-En serio hija. ¿Qué harás con esa información Demian?

-¿Qué información? –pregunta todo mi equipo.

-Bueno, es algo que no tengo decidido al cien por ciento pero… pensaba que después de un tiempo de entrenar con las armas nos dirigiremos a la Capital.

-Por el padre de Lana –agrega Kurumi- Un momento, ¿usted no lo conocerá?

-Es cierto, ¿Cómo se llama tu padre Lana?

-Mi padre se llama Lex.

-¿Cuándo fue a la Capital? –le pregunta la madre de Azula.

-Hace cerca de diez años.

-Entonces no sé nada, yo me retire del ejército y de la Capital hace poco más de dieciséis años.

-Ya veo –responde Lana un poco triste.

-Iremos, te lo prometo Lana –le digo mientras le sobo su cabeza y su cara.

...*********...

-Tengan un muy buen viaje, nosotros cuidaremos de su carruaje en lo que vuelvan –nos dice la madre de Azula.

-Muchas gracias por la comida y todo lo demás –dicen Rias, Kurumi y Lana.

-Adelántense un poco, hablare con Demian unos segundo.

-No le digas nada raro papá, por favor.

-No te preocupes hija, anda, avancen.

-¿De qué quieres hablar?

-De nada, pero toma esto.

-¿Qué es esto?

-Un mapa, uno del palacio y de la Capital. Tal vez haya sufrido unas modificaciones después de dieciséis años pero de algo te ha de servir.

-Ciertamente es un poco distinto al que yo recuerdo, pero después de más de cien años supongo que debería de haber cambios… muchas gracias.

-Sé que es inútil decirte que saques a mi hija de lo que sea que estés haciendo pero viendo en el monstruo poderoso que se convirtió Dame tras tú entrenamiento, tengo fe de que mi hija llegara a ser una leyenda en el futuro.

-No es un monstruo, pero no cometo el mismo error dos veces. Tú hija estará bien, será extraordinario su crecimiento, te juro por mi vida que estará bien aunque no la tendrá fácil –le digo mientras me marcho para alcanzar a mi equipo.

-¿De qué hablaron Demian? –pregunta Rias.

-Nada importante.

-Sigues mintiéndonos capitán –dice Azula- Ya dinos lo que paso.

-Está bien, dijo que si pensaba tomarte como esposa debería usar el apellido Blitz y vivir en el País de las Lluvias o muy cerca del país como mínimo.

-Lo primero que le dije a mi padre y sale con eso.

-Te dije, pero querías saber a la fuerza.

-Le hubieras dicho que estabas en una relación con las cuatro –me dice Lana.

-Pensaba decírselo, junto con qué puedo ver a las cuatro desnudas con tan solo pensarlo. Pero se me olvido decírselo, cuando regresemos lo hare.

-Tú no harás nada Demian –me dice Azula.

-Y ni si te ocurra decirle eso a nadie más –agrega Rias.

-Hola, busco al señor… Barba blanca.

-¿Barba Blanca? Él se fue hace como tres o cuatro días.

-Pero qu… -le tapó la boca a Kurumi antes de que termine de hablar.

-Hmmm, ya veo. ¿Sabe de algún pirata que vaya hacia el Triángulo de las Bermudas?

-No creo que muchos se atrevan a ir hacia allá, pero tal vez Liff Spawn esté dispuesto.

-¿Dónde puedo encontrarlo?

-En su barco. Ese que este allí.

-¿El que esta cinco barcos después?

-Correcto.

-Vale, usted nunca nos vio… ¿de acuerdo? –le digo mientas le doy cinco monedas de rodio.

-¿Qué está pasando jefe? -pregunta Rias

-Sí, no me dejaste hablar –agrega Kurumi.

-Cuando organizamos todo con Sakamoto, le dije que le informara a Barba blanca que viajarían unos jóvenes de entre dieciséis y veinticinco años. No dije nombres debido a lo que hablábamos hace tiempo, sobre el caso de Alex Strange y posibles traidores.

-Ya veo, cayeron en la trampa. Se subieron al barco.

-Con un poco de suerte podremos encontrarlos en el Triángulo de las Bermudas.

-¿Y con mala suerte? –pregunta Lana.

-Con mala suerte solo sabremos que si hay traidores.

-Hola, busco a un tal Liff Spawn.

-¿Para qué lo busca?

-Necesito que me lleve al Triangulo de las Bermudas.

-Uff, eso suena a una buena paga.

-Dime tu precio.

-Mil monedas de oro.

-No tengo tantas monedas de oro pero podría darte monedas de rodio.

-Entonces que sean cinco monedas rodio.