Cocinar

Mi cabeza no dejaba de pensar por la noche sin dejarme dormir, pero unos ruidos terminaron de despertarme. Noah estaba completamente dormido con unos pantalones deportivos, su camisa estaba levantada mostrando su cuerpo bien cuidado. Luego me sentí rara viéndolo mientras dormía, me puse un suéter y baje las escaleras. El sonido no era mi imaginación, la luz de la cocina está encendida, viendo la hora eran las 4 a.m. Pero los ruidos eran de una cafetera y una sarten asi que descarte a un ladrón.

-¿Rue eres tú?

Preguntó Alexia medio asustada de ver a alguien despierta.

-Si ¿no es un poco temprano?

-Tranquila es parte de mi trabajo aveces no me da tiempo para comer

-¿Tú vives aquí?

-Si mi habitación está en atico, sino me encargo creo que morían de hambre

-Deben pagarte muy bien

Dije en un tono burlón mientras veía como la mujer preparaba el desayuno, como mi abuela en la primaria.

-Bueno al menos ahora me paga fue más difícil cuando mi hermana se accidentó

-¿Como que hermana? ¿La mamá de Hannah?

Pregunté auténticamente sorprendida porque pensé que era solo una asistente sobreexplotada por el millonario.

-¿Que Noah no te lo contó?

-No

-Bueno tampoco es para tanto

Dijo tragando el huevo y bebiendo café como si fuera agua. Comencé a seguirla pero estaba tan apurada que no lo noto. Primero despertó a Hana, le dio su uniforme y despertó a Noah. En el desayuno ambos me saludaron pero Alexia redactó el horario de Hana, sus clases en la primaria, deporte, música y grabar, tenía una cita para jugar con una amiga. Luego la agenda de Noah, trabajo, juntas, presentaciones otra justa y más trabajo. Mientras Hana comía fruta, Alexia la peinaba y hablaba por teléfono. Noah había bajado con su tableta, encorvado y lentes, casi un friki. Alexia fue quien sacó un traje, Hana se despidió y se fueron juntas. Noah sin mirarme se metió en su estudio y la casa quedó en silencio. Fue tan rápido y sincronizado que parece una grabación rara. En eso escuche la alarma de mi celular para iniciar clases. Luego de dos horas, Alexia volvió con Noah, se despidieron y se fueron a la oficina. Dios esa mujer era ama de casa, asistente y tía de la familia tenía más pinta de protagonista dramática. Yo volví a mis clases, un maratón de películas y por aburrimiento cocina. Tenían tantas especias que ni siquiera sabían que existían incluso tenían curri. Nunca fui cocinera, de hecho el arroz siempre me quedaba batido, pero siguiendo la receta casi siempre salía decente. Al final hice tortitas de atún y un espagueti blanco, no recordaba cuándo fue la última vez que cocine. En la residencia siempre pedía comida cuando era mi turno prefería enfocarse en mis cursos. Sin poder controlarlo recordé esa vieja época con mi familia.