Maritza llegó al lugar donde sus padres se conocieron, se sentó en el césped de central park, miraba a las parejas caminando de la mano, los autos volando en el cielo, se levantó y camino hacia el árbol donde sus padres se encontraron por primera vez, fue algo chistoso que su madre siempre le contaba el canino de su padre estaba mostrando sus enormes dientes a fifi la chihuahua de si madre. Mi padre le pedía disculpas y ella le sonreía.
Se sentó cerca y cerro los ojos, los extrañaba, el estar sola en este mundo era muy triste, sin familia, sin amigos ella se sentía vacía.
Después de estar un buen rato recordando a sus padres, caminaba confundida aún no entendía que era lo que ese hombre trataba de hacer o decirle, alguien golpeó su cuerpo.
- ¡Oye fíjate en donde caminas!, gritó Maritza.
La persona corría a toda velocidad dejando un celular tirado a los pies de Maritza.
- ¡Ey tu celular!, gritó ella pero la persona jamás regreso y se perdió entre los árboles.
Ella lo miro, el aparato estaba apagado, trato de encenderlo pero no encendía, ella pensó que lo mejor era pasarle corriente para que la batería se cargará.
Al llegar a casa cargo el celular, preparo algo de cenar, la ciudad estaba iluminada, miraba al horizonte, como si estuviera perdida. De pronto el celular se encendió y emitió un sonido extraño, ella se acercó rápidamente, lo tomo en sus manos y lo miro, algo no está bien ese celular no tenía aplicaciones, solo tenía una tabla con unos números marcados, lo reviso para ver si encontraba algún botón oculto en el, pero solo encontró que en la parte de atrás podía colocar una huella, pensó en colocar su dedo para ver si eso hacía que el celular se desbloqueará, pero lo único que observó fue una luz roja que parpadeo.
Sintió como su cuerpo fue succionado y arrojado, cuando abrió sus ojos se encontraba en un callejón oscuro, el ruido de los autos era detestable, camino asustada.
La gente la miraba de manera extraña, ella estaba alterada miraba a todos lado como si no conociera ese lugar.
- ¿Te sucede algo?, le decía una señora.
- ¿Por qué los autos están el en suelo?
- Por qué ahí van, dijo la mujer mirándola con una sonrisa.
Ella camino, la gente comenzó a empujarla, ella corría sin control, buscaba una explicación, ese lugar no se parecía a su ciudad, de pronto al cruzar la calle un auto la atropello y todo se volvió negro.
Sentía mucho dolor, las voces la molestaban, al abrir los ojos miró a un doctor, a un policía y a una mujer llorando.
- ¿Qué sucede?, dijo Maritza asustada.
- ¡tú tienes la culpa!, te cruzaste en mi camino ¡el semáforo está en verde!.
- ¿El semáforo?, dijo ella confundida.
- ¡si en verde!, gritaba la señora.
- lo siento señora, tiene que acompañarnos.
- ¡Ella es la culpable!, gritaba mientras la sacaban de la sala de emergencias.
- ¿En donde estoy?
- En un hospital, ¿sabes cómo te llamas?.
- si soy Maritza Veth
- ¿sabes dónde vives?.
- Si vivo en la calle dos del grupo B.
- Eso no existe, decía la enfermera.
- Claro que sí, yo vivo en el grupo B.
- ¿Cuál es tu fecha de nacimiento?, dijo el doctor.
- El 17 de octubre del 2698
- ¿Es broma?, dijo el doctor
- ¡No estoy bromeando!, gritó Maritza.
- Te voy a dar un medicamento, creo que necesitas relajarte, el golpe fue muy fuerte, tienes una fractura en el hombro, mañana vas a entrar a cirugía lo mejor es que te relajes.
El doctor le daba instrucciones a la enfermera, está le administro un medicamento y ella se durmió.
Al despertar miró a una enfermera revisando su medicamento.
¿Disculpa que día es hoy?
- ¡Ya despertó!, pues hoy es 22 de septiembre
- ¿Pero de que año?
- 2620
- ¡Es una broma!
- No señorita, ¡mire!, la enfermera le mostró su celular.
Me lo presta necesito hacer una llamada
- si claro.
Maritza marco varios números pero ninguno existía.
- ¡mis cosas necesito mis cosas!, decía desesperada.
- Si ahorita las traigo, decía la enfermera.
- ¿Qué sucede?, entro el doctor a ver a Maritza.
- Yo viaje en el tiempo, dijo llorando.
Sabía que era una broma cruel del destino, pero era la realidad ella había viajado cien años atrás.
Dónde los primeros prototipos de autos voladores iniciaban, donde los avances tecnológicos existían pero aún faltaba mucho, aún la guerra no había causado daños, provocando que la gente viviera por grupos, el gobierno era un grupo de personas con grandes empresas, dónde los grupos marginados eran soldados que enfrentaban a países rebeldes que estaban encontrar de la tecnología, los androides solo los podíamos mirar como proyectos de grandes corporaciones, aún no existían en las calles, caminando como parte de la sociedad.
El doctor la miró y tomo su mano.
- Tranquila, todo estará bien, tal vez solo estás imaginando cosas, te puedes quedar en mi casa con mi esposa en lo que recuperas la memoria.
Ella miró al doctor, sintió que podía confiar en el, era un hombre mayor que todos lo respetaban en el hospital.
- Gracias pero creo que puedo arreglarme yo sola.
- ok, hoy es tu cirugía en una hora estarás de regreso.
La prepararon, entro al quirófano al salir una anciana estaba sentada en su habitación.
- ¿Cómo te sientes linda?
- Disculpe la conosco.
- Es mi esposa, dijo el doctor, le conté sobre ti y quería conocer a la chica que viajo en el tiempo.
- Hola soy Esther de Mecgort.
- Mucho gusto.
Un grupo de hombres entro a la habitación, eran del psiquiátrico local.
Las enfermeras habían reportado que la mujer que estaba en la habitación 105, había escapado de un psiquiátrico, esto paso por qué la mujer que la atropello, tenía influencia en el hospital, alterando su expediente.
El doctor Mecgort al escuchar a uno de sus colegas que se llevarían a la chica a un psiquiátrico, le contó a su esposa sobre ella, su esposa le pidió que no dejarán que se la llevarán por qué probablemente la chica decía la verdad.
Así que su esposa firmo como responsable de la joven, ya que ella era psiquiatra y formaba parte del comité del hospital.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 32 Episodes
Comments