Capitulo 17 La charla

Me dirigí a la sala y la música estaba muy fuerte, ví bailando a Ángela de un lado a otro moviendo sus caderas. Sin decir nada me recosté sobre la pared cruzando los brazos mientras la observaba Eso era lo que me encantaba de ella es tan alegre y positiva.

Me acerque a ella por atrás, cosa que la hizo pegar un pequeño brinco. Pauso la música y sonrojada me hablo.

—¿cuanto tiempo llevas observandome?

—lo suficiente para darme cuenta que bailas muy bien amor.

—bueno pues vamos a bailar una canción para ver cómo tú bailas dice ella con una sonrisa.

—¡Ohhhh! No, no se bailar nada.

— yo te enseño dijo ella poniendo una bachata de Romeo santos. para enseguida pegar su cuerpo con el mío y se empezo a mover de un lado a otro mientras yo seguia el ritmo de ella, se dio la vuelta quedando a mis espalda, moviendo sus caderas sensualmente, yo parecía un chiquillo observandola con alegría, mordía su labio inferior cosa que me hacía exitar, la tome por la cintura, bajando suavemente le bese el cuello, ella volteó quedando a unos pocos centímetros de mi, no pude evitar más este deseo así que la tome del cabello besándola, la cargue y la lleve al mueble.

Levante su falda y enseguida empeze a besar su sexo mientras ella jadea del placer.

—¿eres mía verdad?

—¡Si soy tuya amor!

Ella me quita la camisa y desabrocha mi pantalón dejando a la vista mi miemb** duro y e***to, llevo mis manos a su blusa dejando sus pechos al descubierto, juego con ellos, los manoseo y bajandome bien el jean abro sus piernas y la pe**tró sintiendo su intimidad muy mojada, la tomo de las manos y la aprieto con fuerza moviéndome de arriba abajo.

Ángela jadea bastante y yo le beso el cuello, su cuerpo es tan sexy que hago mis movimientos más intensos y sus gritos son más fuertes, hasta que llegó al climax.

Me acuesto sobre el mueble tomando aire, ella se recuesta sobre mi y me besa.

—te amo Ángela, te amo mucho y no sabes cuánto.

—Yo te amo mucho más amor.

Estaba tan a gusto a su lado que había olvidado completamente la cena y de no ser por el olor a carne quemada que venía de la cocina, hubiera seguido la noche de largo en el mueble junto a mi amada.

serví la cena, nos sentamos y empezamos a comer plácidamente, hasta quedar satisfechos.

Ángela me dió las gracias y lavo enseguida los trastes.

Nos dirigimos a la habitación y nos arrunchamos a ver películas y a jugar como 2 niños chiquitos, después de eso ella se acostó en mis brazos hasta quedarse dormida le di un beso en la frente y me quede dormido.

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¡Pipipipí! ¡Pipipipí! Escucho la alarma sonar, no quería levantarme así que solo estire la mano y silencie el despertador.

—Que hora es amor. Escucho decir a Ángela.

Volteo hacia donde está ella y le doy un beso en los labios mientras se frota los ojos.

Verla todos los días me ponía muy feliz, ella era quien alegraba mis días.

—¿Como amaneces hermosa?

—muy bien ¿y tu amor como amaneces?

—bien hermosa le digo sonriendo.

—no me quiero levantar dice ella con la voz ronca.

—no lo hagas amor, quédate conmigo todo el día.

—recuerdas que hoy llega Jhonathan de su viaje.

Al escucharla mencionar a ese nombre me moleste un poco, hubiera deseado conocerla primero así no tendríamos que ocultar nuestro amor y sería solo mía.

—no quiero ocultarme más de ese hombre amor.

—lo se, yo tampoco me quiero ocultar más pero si estoy con el es por la empresa de papá.

—si es por eso dejalo amor, yo te ayudo con todos los gastos de la empresa de tu padre pero no soporto que sigas con el.

—¿tanto me quieres? Pregunta ella.

—si, si te amo, te amo, te amo, le digo dándole besos en toda la cara. —no quiero que estés más con el solo te quiero para mi.

—yo soy solo tuya te lo aseguro, además también te quiero solo para mí Damián.

—tu y yo sentimos lo mismo, déjalo y nos iremos juntos muy lejos de acá sin tener que ocultar este amor, solo tu y yo contra el mundo Ángela.

Ella sonríe y me habla —bueno pues dejemos a nuestras parejas y hagamos nuestro amor oficial.

—me gusta eso, mañana mismo hablaré con Jenny y espero que tú también hables con Jhonathan.

—claro que si amor, pero enserio me tengo que ir, iré con los chicos de shopping.

—¿Y eso amor? Pregunto curioso.

—recuerda que mañana es mi graduación y quiero estar bien presentable.

—yo quiero estar en tu graduación amor.

—bueno, lo estarás porque estás invitado, pero ya levantemos no, ya.

Después nos levantamos de la cama, nos arreglamos, ella se cambió, nos subimos en el auto y la dejé en su casa como lo hacía siempre nos despedimos y luego me marche a la oficina.

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