Cita | Parte 3 | Perfección

— Iba a ayudarte pero en realidad yo hubiera estado de más. Eres muy buena defendiendote, me parece genial. — comentó, pero Luck no tenía el ánimo de contestar con la misma energía por lo que solo agradeció y se volvió a sentar en el columpio sin decir más.

Se columpió varios minutos y aún no lograba entender. — Creí que te fastidiarias e irías, la verdad no soy una persona muy interesante. — por un momento sintió que está era su cita y simplemente se abrió sentimentalmente al él en un 2%.

Joseph Moon: — ¿Es lo que quieres?

Lo pensó unos segundos y pensó en "Sí quiero pero no puedo". No tuvo otra opción que negarlo. — No pero...

Se sentó en el columpio de alado y empezó a columparse junto a ‹ella›. — Entonces me quedaré, tampoco tengo nada mejor que hacer.

— «No tengo nada mejor que hacer» ¿Eh? Creo que debería ofenderme pero la verdad es que no puedo. — se rió y siguió columpiandose cada vez con más fuerza.

— ¿Tanto gusta esto? — preguntó Joseph y Luck no dudó en responder que «sí».

— Desde que era niño- uhm. — se calló al instante cuando supo que la cagó, olvido de que ahora era Danna no Luck. — Se acabó, Luck, no te necesitamos, muere por unos momentos ¿Quieres? — pensó como una forma de auto-regañare.

— ¿Niño? ¿Acaso eres transgénero? ¿Acabo de meterme con un transexual? — comentó tratando de hacer una especie de broma, esto dejó callado a Luck por varios segundos.

— En este caso sería más un transgénero... Ay, no, ya estoy pensando cosas estupidas de nuevo. — se volvió a auto-regañar. — No... Yo, solo me confundí. — respondió con una risa extraña, muy falsa y nerviosa.

En algún punto empezaron a gritar preguntas y respuestas mientras se columpianban.

— ¿Cómo se llama tu hermano? ¿Te agrada?

— Luck Brown, es lo mejor de lo mejor. — se tiró flores así mismo metafóricamente.

Indagó más en la vida de el tal Luck Brown. — ¿Es mayor?

— En realidad, somos mellizos. Nacimos el mismo día pero según mis padres yo nací minutos antes que él.

— ¡Wow! Eso debe ser increíble.

— Es lo que todos piensan pero no es la gran cosa, sinceramente.

— ¿En seri...?

Antes de acabar de decir nada un ruido extraño se hizo presente y cuando menos lo esperaban ambos cayeron al suelo pero eso no fue lo peor. Lo que más les dio pavor fue ver que habían dos niños con sueños rotos detrás de ellos.

Esperaron con tanto entusiasmo poder subir a los columpios que cuando se rompieron algo también se rompió dentro de ellos.

— ¡Corre, perra, corre! — Luck actuó rápido ante la situación; tomó la muñeca de Joseph y salió corriendo a toda prisa con el chico que aún intentaba enteder que había pasado. — ¡Y esto niños, les enseña una gran lección, ya que la vida será muy dura y puede que nunca alcancen lo que quieren por mucho que lo esperen! — Gritó Luck mientras salía a toda prisa del parque, lo último que oyó fue los llantos aún más fuertes de aquellos niños al terminar su desalentadora frase rompe sueños.

Siguieron corriendo sin descanso por la ciudad, sin saber realmente donde iban a parar y cuando ambos decidieron parar acabaron exhaustos en algún barrio concurrido de la ciudad. Muchos edificios, bares, karaoke y tiendas tanto de rompa como de cualquier cosa.

Joseph se rió, pero se rió en serio. — ¡Es de las mejores citas que he tenido! Nunca estuve tan emocionado en mi vida. — Expresó con claridad pero Luck estuvo totalmente centrado en lo que sus ojos veían. En otras palabras: no escuchó ni mierda.

— ¿A dónde vamos ahora? — preguntó esperando una respuesta como: "Dónde tú quieras"

— Tú elige, ya no me importa al lugar que vayamos. — ¡Justo lo que quería! ¡Su suerte está cambiando!

— ¡Genial! — exclamó bastante entusiasmado. — ¿Qué es eso? — apunto a un lugar con varias luces led y en su mayoría lleno de adolescentes.

Joseph Moon. — Es una sala de juegos ¿Quieres ir ahí? — preguntó con algo de incredulidad.

— Obvio.

Él volvió a tomar la muñeca de Joseph de forma impulsiva y sin darse cuenta del todo para arrastrarlo hasta aquel lugar.

— ¡Esto es increíble! — exclamó al terminar el juego. Después de 10ᵐᵃ partida ganando el mismo juego. — ¡Matar zombies es juego de niños! ¡Estoy más que preparado para un apocalipsis zombie! — empezó a hacer su baile de la victoria por 10ᵐᵃ vez desde que entraron. — ¡Yo - soy - el - puto - amo! — Gritó mientras seguía festejado y cuando se dio cuenta de que empezó a hablar de si mismo como «él» siendo ahora Danna lo único que dijo fue: — Ay, que torpe, me confundí. — lo dijo de esta forma porque mientras más pasaba el tiempo menos ganas tenía de actuar como su hermana.

Dejó de ser una «cita» para volverse una salida típica de amigos en la cabeza de Luck.

— Llevas jugando, una hora y media y aún no te aburres. — mencionó Joseph.

— No lo puedo evitar. ¡Amo ganar! — exclamó entusiasmado. — Aunque tienes razón, me aburrió. ¡Vamos al karaoke! Me dieron ganas de cantar a todo pulmón.

— Bien. — sonrió como tonto enamorado. La chica perfecta era ella ¡está seguro!

Luck Brown. — I would've stayed at home, 'cause I was doin' better alone.

Jack Moon. — But when you said, "Hello", I knew that was the end of it all.

Luck Brown. — I should've stayed at home, 'cause now there ain't no letting you go.

Jack Moon — Am I falling in love with the one that could break my heart?

Terminaron de cantar esa última canción y simplemente quedaron exhaustos de tanto cantar y bailar. Ambos estaban bastante animados, incluso Jack que al principio parecía no estar de tan ilusionado como se encontraba Danna.

Llegó el momento de ir a casa cuando al salir del karaoke notaron que ya era completamente de noche. 12:00 a.m ¡Es una locura! ¡¿Cómo es que se les fue tanto el tiempo de las manos?!

Joseph no dudó en dejarla en casa y una vez ahí vio a alguien que no pretendía ver, el tal Luck con un cara como ninguna. Parecía exhausto y cansado pero lo más notorio fue su furia interna.

Ni siquiera le tomó relevancia a Joseph; metió a su hermano dentro de la casa y cerró la puerta en toda la cara de Joseph sin más solo se fue sin siquiera poder despedirse.

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