Es martes y Lia se levanta a las 5:00 a.m. como siempre. Va al baño, hace sus necesidades, se baña y se lava el cabello. Al terminar de bañarse, toma dos toallas, una para secarse y otra para el cabello. Se pone crema de piel de vainilla, su favorita (¡qué coincidencia!, si supiera que la esencia que percibe su mate es olor a vainilla). Se echa desodorante y sale del baño directo a su clóset. Esta vez se decide por usar un vestido azul, ceñido a su hermosa figura, con mangas tres cuartos de encaje, escote de corazón y largo por debajo de la rótula. Lo combina con unas sandalias de tacón doradas y un maquillaje natural: solo corrector, base, un poco de polvo y un brillo labial rosado. Se mira en el espejo y se ve hermosa. Espera que a su mate le guste tanto como a ella, pero si no le gusta, se sentirá triste. Sin embargo, no cambiará su forma de ser ni de vestir para agradarle a los demás. Mientras ella sea feliz, es lo único que le importa. Solo acepta críticas y consejos constructivos, no destructivos.
Al terminar de arreglarse, baja y se encuentra con su madre, a quien le parece muy raro que esté despierta tan temprano y, menos aún, cocinando. (Su madre siempre fue alérgica a la cocina, es decir, no le gusta cocinar. Por eso, Lia aprendió a cocinar desde niña y es muy buena en ello).
__Muy buenos días, madre. ¿Cómo amaneciste?__. Lia la saluda con alegría e intenta darle un abrazo, pero su madre lo rechaza, como cualquier muestra de amor que Lia quiera hacerle.
__Buenos días, Lia. Dime, ¿cómo vas con el entrenamiento? ¿Ya dominas todos los poderes que has descubierto hasta ahora, o sigues sin oficio con esa amiga tuya, Clara?__. Expresó su madre, Rosimar. Su madre se ve muy bien para tener 200 años, tiene el cabello castaño y una figura estilizada.
La madre de Lia no es muy cariñosa. Desde que ella tiene memoria, su madre siempre la ha presionado para que entrene y perfeccione sus poderes. Esos son los temas de conversación con su madre: sus poderes, su entrenamiento como loba y en defensa personal. Parece que no hubiera más temas de conversación entre ellas. Lia supone que su madre es así de obsesionada con lo de la profecía desde que su padre fue asesinado y su madre se encargó de criarla sola, pero muy en el fondo ella desea una madre más cariñosa y expresiva.
__Mamá, no hables así de Clara. Sabes que ella es mi única y mejor amiga__. A su madre no le cae bien Clara, ya que piensa que es una humana débil y no es digna de ser la mejor amiga de la elegida, pero a Lia eso no le importa. Lo importante es que Clara es su mejor amiga, es leal, sincera, cariñosa y siempre está para ella en las buenas y en las malas.
__Cambiando de tema, madre, cuando vuelva necesito hablar contigo de algo importante. Me voy porque si no, llego tarde a mi segundo día de trabajo y no quiero que me despidan, necesito trabajar__. Lia trata de que la actitud de su madre no le afecte, pero a veces se le hace imposible.
__Está bien, te espero para que hablemos y no andes perdiendo el tiempo por ahí, señorita__. La regañó Rosimar.
__Está bien, mamá__. Lia sale casi que corriendo a la parada y, de chiripazo, consigue tomar el autobús que ya iba saliendo. Entra, toma asiento y, a los 20 minutos, ya está llegando a la empresa Luna de Fuego (ahora que ella lo piensa, ese nombre seguro lo escogió su mate, porque es raro que esa inspiración provenga de un humano). Pide la parada, se baja del autobús y se dirige caminando los metros que le faltaban para llegar a la empresa. Al entrar, va dando los buenos días al personal de trabajo de la empresa, ganándose muchas miradas de parte de los hombres, dado que Lia es una mujer muy hermosa y amable, con un encanto natural, pero el carácter de una fiera indomable. Llega a su oficina, se sienta y comienza su trabajo, pero este se ve interrumpido por unos leves toques en la puerta. Ella ya sabía perfectamente que es su mate, lo distinguió por su olor embriagador a cítricos que le descontrola las hormonas y le sube la temperatura, sintiendo reacciones en su cuerpo que nunca había tenido. Se da golpes mentales para entrar en razón y no parecer una loba en celo, y así darle la orden de pasar a su mate.
Minutos antes de la llegada de Lia, Erick se encontraba viendo las cámaras de seguridad, esperando a su amada Luna. Hoy se levantó más temprano de lo habitual porque quería llegar antes que ella y verla llegar, al menos por las cámaras de seguridad. Cuando por fin la vio aparecer en las cámaras, sintió que su corazón saltaba de felicidad. Ahí estaba su Luna hermosa, cada día más bella, con ese cabello que le encanta y lo enamora más. Pero no todo fue alegría; vio cómo la miraban muchos hombres, con lujuria y deseo, y eso le molestó mucho porque Lia es solo de él, y solo él puede verla así. En ese momento, le entró una furia y quiso sacarla de allí, cargarla como un costal de papas y encerrarla en un búnker donde solo él pudiera verla, admirarla, amarla, consentirla y desearla.
Se dirigió inmediatamente a la oficina de Lia, queriendo saludarla y apreciar en vivo y directo a su Luna. Al irse acercando, pudo percibir ese aroma que lo enloquece y lo lleva a desear hacer todo tipo de cosas pervertidas a nivel sexual en su mente, junto con su amada Luna. Tocó la puerta levemente y, al oír el "pase", entró cuidadosamente y allí la vio, tan hermosa y tierna, y la observó con ojos de niño enamorado, sin querer salir del paraíso que le transmite la mirada de su querida Luna. Pero tuvo que aterrizar cuando escuchó la dulce voz de su amada Lia.
__Buenos días, señor Erick. ¿En qué lo puedo ayudar en esta mañana tan hermosa?__.
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__Buenos días, señorita Lia. Veo que sigue empeñada en decirme 'señor', pero bueno, con el tiempo se acostumbrará a decirme solo Erick, sin el título de 'señor'. Verá, pasé por aquí para confirmar su asistencia al evento de aniversario de nuestra empresa y si va a llevar acompañante__. <
A Lia, al escuchar los pensamientos de su mate, le causó gracia sus celos y lo posesivo que es con ella sin haberle dado ni una señal de esperanza para tener una relación. Decidió no hacerlo sufrir, ya le basta suficiente con decirle 'señor' y ver que eso le molesta__Sí, iré a la fiesta, señor Erick, y llevaré de acompañante a mi mejor amiga. No causará ningún problema que mi amiga sea mi acompañante, ¿verdad?__.
Erick, al escuchar que Lia llevará a su mejor amiga, quiso saltar de felicidad, porque no va a llevar a un novio y eso significa que probablemente no tiene. Sin embargo, debe mantener la compostura o su Luna pensará que le faltan algunos tornillos ("loco").
__No, no hay ningún problema, señorita Lia. Lleve a su amiga. Bueno, nos vemos mañana en la fiesta. Que tenga un feliz día__. El alfa esta muy feliz de que su Luna solo lleve a su amiga a la fiesta y no a un novio o esposo.
__Gracias, señor Erick. Sí, claro, nos vemos mañana en la fiesta__. Es increíble que un alfa de la realeza tenga actitudes de un niño cuando le dan el dulce o juguete que quería.
Erick salió de la oficina de Lia y fue a la de Andrés a contarle que Lia irá a la fiesta con su mejor amiga y no con un novio. Después de hablar con su beta, se fue a su oficina a continuar con su trabajo. Así pasó el día, cada quien en su trabajo, hasta que llegó la hora de salida y cada uno se dirigió a su casa. A Lia le esperaba una conversación con su madre. Llegó a su casa y se encontró con su madre en la sala, la saludó, se sentó frente a ella y se dispuso a hablar.
__Bueno, madre, de lo que quería hablar contigo es que encontré a mi mate y es el Rey Alfa__. Lia vió cómo a su madre le brillaron los ojos, creo que de emoción. Es la primera vez que la veo así, ni siquiera tuvo ese brillo cuando me gradué o cuando conseguí trabajo. Eso es raro, bueno, mi madre es rara, es como si fuera alérgica a las emociones.
__En serio, qué felicidad, por fin la profecía se cumplirá, seré libre. Tienes que moverte rápido y conquistarlo, que te marque y alcances tu máximo poder, para darle fin a esta pesadilla, que empezó con la muerte de tu padre__. La emoción en la madre de Lia es evidente.
__Está bien, madre, que tengas buenas noches__. Lia se despidió de su madre.
__Buenas noches, Lia__.
Lia se preparó la cena: panqueques con mantequilla, riqueza y queso, con jugo de parchita (maracuyá), y se fue a su habitación. Se duchó y se puso una pijama cómoda. Luego buscó su teléfono y se puso de acuerdo con Clara para verse a las 8:00 AM y prepararse para la fiesta. Clara le confirmó y así cayó en un profundo sueño hasta el día siguiente.
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Nota de la autora:
Gracias por el apoyo, 🤗💖🥰, este Capitulo ya está corregido, espero les guste, los quiero mucho 💝💖🤗.
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Updated 97 Episodes
Comments
Maura Pericana
te descubrí hace rato autora eres venezolana, yo también 🇻🇪🇻🇪🇻🇪🇻🇪
2025-03-01
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Eloisa Hernandez
Ay no!!! Rosimar, será que tú no eres la madre de Lía??? Y por eso le llegan esos mensajes amenazantes???
2025-03-20
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Teresa Moran Guerrero
La actitud de la madre de Lia es sospechosa, mas ahora que supo de su mate. Lia en cambio con su amiga, solo sueñan el estar con su mate
2025-03-22
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