Capitulo Cuatro - Vida

Me despierto con un fuerte dolor de cabeza, siento todo el cuerpo entumecido, me encuentro acostada en el piso, mi primer pensamiento es Anna, así que levanto la cabeza para buscarla

-Anna?-

Miro a mi alrededor para darme cuenta que estoy sola, la habitación se encuentra sumida por la obscuridad, solo iluminada por la tenue luz de la luna que se filtraba a través de las rendijas de una pequeña ventanilla ubicada en lo alto de la habitación, me cuesta acostumbrar mi vista, me recorre un escalofrío al ver la habitación vacias donde solo hay una puerta y un extraño baño, la culpa golpea sin piedad, no puedo creer lo que hice, tal vez Anna está muerta por mi culpa, las lágrimas empezaron a caer por mi rostro en un intento de desahogo sin éxito, intente ponerme de pie pero mi cabeza aún no estaba lista para eso, así que me arrastre hacia una esquina, todo esto era tan aterrador no se que hacer o como hacer, estos hombres que querían? Me empecé a revisar todo el cuerpo, tenía un dolor persistente la mandíbula que podía venir del choque con el asiento o el golpe, también examine mis manos la quemadura no había sido grave pero tenía las marcas, dolía un poco al flexionarlas, respiré un poco aliviada al menos estaba bien eso ayudaría a encontrar a Anna y salir de esta.

Recosté mi cabeza a la pared; En que desastre estaba metida? Cómo rayos iba a salir de ahí?

Mientras mis pensamientos iban y venían me sumi en un sueño profundo, deje que me arropará la neblina tenía que descansar para pensar en un plan.

Un fuerte bullicio me despertó al parecer estaban hablando fuera de la puerta intenté presionarme más con la pared pero era imposible el ruido se silencio y mi corazón empezó a latir descontroladamente mientras abrían la puerta, sentía como mis manos se volvían sudorosas por el miedo, dos hombres grandes entraron median aproximadamente dos metros y sus cuerpos eran tan musculosos, mi primer instinto fue pelear pero recuerdo la facilidad con la que me quitaron la cuerda, aún mis manos dolían por eso, así que si iba a pelear debía ser muy astuta ya que en fuerza ellos llevaban la delantera

-Hola Sofía- El rubio hablo primero no lo conocía de ningún lado, cómo supo mi nombre? Eso me generó muchísima más desconfianza el otro era moreno a el si lo recordaba del aeropuerto era uno de mis captores

Me quedé en silencio esperando que ellos continuarán

-Sabes por qué estás aquí, no te hagas la estúpida, te seré franco e iré al grano, necesitamos protección, sabemos que tú nos las puedes brindar, el mundo exterior está un poco loco, los humanos están a punto de saber la verdad, se que no es lo que quiere tu tribu, y... sinceramente lo entendemos nosotros tampoco, estamos con ustedes, si nos brindan protección, nosotros les daremos la información a cambio- Dice el rubio culminando su loco monólogo, debo preguntar si hay cámaras de una manera sutil, el indico que querían mi ayuda no entendí lo demás pero con eso creo que es suficiente como para que quieran mantenerme con vida, pienso rápidamente en mis siguientes palabras

-Entiendo su necesidad de protección, pero secuestrarme no era lo ideal, espero no haya cámaras por qué mi tribu no los querrán ayudar si lo saben- El rubio frunció el ceño, mi corazón latía muy rápido, tal vez no se había tragado por completo mi respuesta

-Aqui no hay cámaras, no jugamos como lo hacen los humanos- De nuevo esa frase hablan como si no fueran humanos también, tal vez están en una secta satánica, y se creen dioses, tal vez esto no es por dinero, si no por el hecho de que estábamos en el momento equivocado, eso me hace sentir un poco mejor, su respuesta me dió esperanzas, sea como sea que termine está conversación ya yo obtuve lo que quería, ahora tenía que ir al siguiente paso que no me maten hoy.

-Deben soltarme entonces, para poder hablar con mi tribu- Luego de eso la habitación se quedó unos segundos en silencio que parecieron eternos, no sabía si repetir lo dicho o seguir esperando, el ambiente se torno tenso rápidamente

-Farsante-

Por primera vez el moreno habló, la tension en el cuarto era innegable, se dieron cuenta, el rubio lo miro de inmediato, luego me miro a mi, mi corazón seguía latiendo como loco a ese ritmo sentía que iba a morir de un infarto, ellos solo se dieron la vuelta, salieron azotando la puerta, eso hizo temblar toda la habitación, de nuevo me quedé sola, pude respirar un poco, ya sabía que no hay cámaras ahora solo tengo que calcular cada cuánto vienen, empecé a trazar un plan que se puede concluir en tres pasos

Escapar

Buscar Ayuda

Salvar a Anna

Tenía que concentrarme en el primer paso esa era mi prioridad, me tocará llevar la cuenta de los segundos para saber cada cuánto tiempo vienen mis captores, este va a ser el trabajo más aburrido y más importante de mi vida e inicie

Uno

Dos

Tres

Cuatr...

Luego de tres horas aproximadamente ya que perdí el hilo del conteo varias veces, se volvió abrir la puerta, una hermosa mujer entro me sorprendió ya que era más musculosa de lo que estoy acostumbrada a ver en las mujeres, mi primer instinto fue pedirle ayuda pero su tamaño me intimidaba lo suficiente como para quedarme en mi esquina, mi corazón me latía rápidamente, inicie mi conteo nuevamente pero esta vez ayudándome con mi pies usándolo como metrónomo ella de inmediato me miro de manera extraña yo continuaba con mi odiosa tarea autoimpuesta ella llevaba una taza de aluminio que tiro en el suelo, haciendo está un gran estruendo al caer, antes que pudiera decir nada ya había salido y cerrado la puerta nuevamente, ví el contenido de la taza, eran puras galletas saladas, no sabía cuánto tiempo había estado aquí pero me moría de hambre, solo podía decir que desde que desperté habían pasado tres horas.

Comí rápidamente sin perder mi conteo, aunque sentía que me iba a morir si seguía así, sabía que de verdad moriría si no lo hacía o peor matarían a Anna por mi culpa, por no dar todo... saque rápidamente esos pensamientos de mi cabeza y me concentre en el suave sonido que hacía mi zapato en la habitación

cincuenta y ocho

cincuenta y nueve

treinta y seis minutos

uno

dos

tres...

Sin perder el compas me acerque a la puerta era hora de desplegar la segunda parte del paso número uno

Era una puerta grande, está es totalmente blanca, solo tenía una pequeña ventanilla tal vez de unos veinte centímetros, aunque no se veía al exterior ya que estaba borrosa se podían distinguir sombras, eso me servirá, tenía que concentrarme en el paso uno para poder llegar a los siguientes, me concentro en las bisagras respiro al ver que son de tornillo internos resoplo esto no será fácil, mientras reviso no pierdo mi conteo

Treinta y cuatro

treinta y cinco

treinta y seis...

Por primera vez empiezo a explorar el cuarto, veo cada esquina, al acercarmeal intento de baño veo vidrios rotos debajo del váter, esto podria servir respiro con el alivio inundandome se que era pequeño aun asi no dejo que los pensamientos negativos invadan mi cabeza, sigo en mi búsqueda, arriba del baño noto una pequeño panel de ventilación en la pared, si me subo al vater de puntas queda casi a la altura de mis ojos, creo que es lo suficientemente grande para salir, tomo el vidrio, lo situo en la hendidura del tornillo, empiezo a girar, en la primera el vidrio se sale de la hendidura sobresaltandome y quebrandose estoy muy nerviosa

Catorce

quince

dieciséis...

Lo vuelvo a intentar, está vez lo posiciono mejor, el tornillo no sede, me empiezo a desesperar, intento no perder el ritmo

Cuarenta y uno

Cuarenta y dos

Cuarenta y tres...

Tengo que hacer ceder ese tornillo

Luego de la una hora aproximadamente de intentar sacar los tornillos por fin cedieron a mi insistencia, al sentirlo moverse la alegría se extendió por mi pecho y me fui rápidamente a los otros tres e intenté lo mismo, deje estos por la mitad ya que escuche una gran algarabía afuera guarde rápidamente el vidrio en el elástico de mi jogger rezando por no cortarme, me lance hacia la esquina, se abrió la puerta con normalidad

Aunque me ha parecido un momento han pasado seis horas aproximadamente desde que la chica musculosa entro, por fin deje de contar, cada seis horas la chica me traía galletas, apenas ella saliera esperaría unos minutos, terminaría mi trabajo con la ventanilla debía ser rápida ya que no estaba tan segura de mi teoría de las seis horas, no quería quedarme seis horas más para averiguarlo, cómo hizo la primera vez entro me lanzó la taza, se fue sin palabras y sin miradas esta vez, ví las galletas tenía que comermelas tengo que tener fuerza para el paso dos que era el más difícil, comí con la mayor lentitud que pude, saboreando cada pedazo de esa insípida galleta, hasta que ya no quedaron más, en ese momento, me puse a trabajar, era el momento de seguir con lo que había empezado.

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