Cuándo por fin llegamos al local, — mojados peor que un pollito remojado—, mis ojos se posan en un chico de piel blanca, ojos color ámbar, parece sacado de una revista.
Está sexy, me sonríe y santa virgen de la inmaculada, tiene una sonrisa deslumbrante, mis ojos conectan con los suyos y me siento por una extraña razón nerviosa e intimidada.
Mi hermana se acerca a la caja a pedir las hamburguesas, mi cuñado se le une, y me dejan como alma desamparada.
—Si quieres puedes sentarte.—Ofrece el chico.
Agradezco y tomo asiento, dándole la espalda.
Mi hermana comienza hacerme más señas que un semáforo y niego, se queda estupefacta por unos segundos, se acerca a mí y toma asiento a mi lado.
—¿Puedes rodearte un poco?.—pregunta tomando la mano de su novio.
Hago lo que me dice.—El asiento es para dos personas.— jala a mi pobre cuñado, obligándolo a sentarse junto a ella, me quedo de pie sin saber qué hacer.
—Si quieres puedes sentarte aquí. — escucho su voz grave a mi espalda, me giro y ahí está él, mirándome tan coqueto.
—Cargo puesto un vestido, y el asiento debe estar mojado.—Refuto.
—Eso puede solucionarse.—Dice levantándose y tomado asiento en el otro.
Apenada por la situación me situó a su lado, comenzaba hacer frío y estaba temblando.
—Ten.—Extiende un suéter rojo hacia mi.— mala idea salir hoy con vestido.—Bromea.
—¡Ah, no está bien!.—Rechazo el gesto apenada.— no hace tanto frío.
Y como si el clima se pusiera en mi contra, la lluvia se intensifica y comienzo a estornudar, veo como desliza el suéter.—Sin mi permiso.— sobre mi cabeza.
—Te vas a resfriar si sigues así.
—Gracias.
—¿Qué hacen a esta hora por acá?— pregunta, mirándome fijamente, cabe destacar que eran al rededor de las 11:00pm.
—Me gusta salir a esta hora, no hay mucha gente, todo está en silencio y tranquilo.– respondo titubeante por la cercanía.
《Dios parezco una virgen de 15 años》, me doy una abofeteada mental por lo boba que me debo de ver en estos momentos.
—interesante.— sus ojos no se despegan de los míos ni por un segundo, no puedo sostener la mirada así que la desvío sonrojándome.
—¿Qué cosa?.—Pregunto sin entender.
—Eso, que prefieras salir a esta hora, por lo general, la gente sale más temprano, eso me hace deducir que te gusta la tranquilidad.
—Así es.—por un momento olvidé que mi hermana también está en la misma mesa, con la mirada le pido ayuda, pero esta solo se ríe.
—¿Te pongo nerviosa?. —Pregunta.—, es que mueves mucho los dedos y no me sostienes la mirada, ¿O es que te sientes intimidada?— Dice esbozando una sonrisa con toda la seguridad del mundo.
Ja, y este quien se cree que es, claro que me pone nerviosa y claro que me siento intimidada, ah no perate así no era, bueh.
— A mí nadie me intimida.— trato de sonar lo más segura que puedo. Le doy una mirada desafiante y veo como sus ojos brillantes con diversión e interés.
Está por decir algo pero mi hermana habla por primera vez, esto es lo que llaman “salvado por la campana”.
—¿De dónde eres?.
—No vivo muy lejos, de hecho, estoy a tres cuadras de mi casa, ¿y ustedes?.
—Vivimos cerca.— es lo único que respondo.
—¿Cuántos tatuajes tienes?.—su vista se vuelve a pasar en mí.
—6, tengo 6 tatuajes.—digo. Observo como mi hermana y cuñado nos miran entre divertidos y extrañados.
—También tiene 3 piercing—interviene mi hermana guiñándome un ojo.
—¿En serio?, solo puedo ver este, que tienes en la nariz, ¿y los otros?– pregunta el chico con evidente curiosidad.
Siento como mis mejillas se calientan de la vergüenza.
—ah eso, humm… en los pezones—Respondo algo tímida, veo como su expresión cambia, mi respuesta lo tomo desprevenido.
Moja sus labios y sonríe.
Ay hermano usted con esa sonrisa, labios y lengua puede hacerme lo que desee. Desecho ese mal pensamiento del diablo, señor lo reprenda, amén.
—¿Te gustan los libros, no?, lo digo por tu otro tatuaje.
—Ah si, también el manga.
—¿Qué tipo de libros lees?, vaya eres toda una otaku.
—Romance, mitología, historia, ficción, terror, esas cosas.— digo, típico decir que le es romance y esas cosas para no decir También leo Manga de Yaoi bien puerco y libros eróticos.
Al parecer mi hermana leyó mi mente.
—También le gusta la literatura erótica—Dice. okey ahora si estoy avergonzada.
—¿En serio? A mí también me gusta mucho, he leído varios libros.
—¿Sí?, ¿cuáles?.— preguntó.
—“Pídeme lo que quieras”, “el infierno de Gabriel” y “Cincuenta Sombras de Gray".
—Puedo recomendarme algunos, son muy buenos—. Digo mientras fulmino con la mirada a mi hermana.
—Claro, pero no sería mejor que los pasaras. es hasta más cómodo—Dice en tono pícaro.
—Sí alyna, ¿por qué no se lo pasas?— dice mi cuñado.
—Puedes enviárselo por Facebook– propone mi hermana. Bien no me están ayudando en nada.
—saben que no uso mucho el Facebook—Digo.
—O puedes darme tu número y enviármelo al WhatsApp– Dice el chico.
Y ya sabemos como terminó todo, le di mi número y me agendo, yo hice lo mismo.
—Bueno, chicos nos vemos, fue un placer conversar con ustedes—se despide de lo que tengo por familia, ni judas se atrevió a tanto– y fue un placer conocerla señorita Alyna, nos vemos pronto.– dice besando mi mano.
—Sí claro, cuándo florezcan las amapolas– Digo son sorna.
Me da una sonrisa ladina, veo como enciende su moto no sin antes guiñarme un ojo y se marcha.
Nosotros hacemos lo mismo pero en el taxi, llegue a casa y recibo un mensaje de él.
Nathaniel Novak:
¿Llegaste bien?
Con que su nombre es Nathaniel, sexy nombre.
Yo: Sí, por cierto esto son los libros que te recomiendo.
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Nataniel Novak:
Muchas Gracias, chica de los libros, los leeré, Oye ¿crees en las casualidades?.
Yo: de nada, no la verdad es que he pensado que todo pasa por algo, ¿por qué?.
Nathaniel Novak:
lo digo por la manera en la que nos conocimos, tal vez estemos destinados.
Yo: Sí, en tus sueños jajaja, oye iré a dormir, descansa.
Nathaniek Novak:
por lo menos en mis sueños si estamos juntos, chica de los libros, Sogni d'oro.
Veo como mi hermana asoma su cabeza por la puerta y me sonríe.
—Deberías de darme las gracias, conociste a un chico lindo e interesante por mí.
—Sí claro, fuera, vete a dormir.
—Se me que en el fondo me amas, ves ahí esta la señal que tanto pedías.—Dice y sin más se marcha.
—¿Quién te mintió tan feo?.— veo como me fulmina con la mirada y me saca la lengua.
sonrió pensando en él y en lo extraña de la situación, me dejó caer en los brazos de Morfeo y arropar por el sueño divino.
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Comments
Maria Fidelma Moya
es muy divertida hasta aquí está novela
2022-06-27
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